Danya Karina
Bovino maduro
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- 25 Mar 2008
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- #1
Inmediatamente en cuanto cerré la puerta de la habitación, después de haberlo besado, me quede observando la suite. En primer lugar estaba una pequeña salita con un sillón doble y una pequeña mesa de servicio, y una foto de tamaño inmenso con un desnudo de buen gusto y las luces eran indirectas y tenues, pero con suficiente claridad para darme cuenta de todos los detalles, pero ninguna para encandilarte o molestar, la iluminación de la habitación era en el mismo sentido, muchas luces indirectas, pero nada que molestara o encandilara.
Mi mente y mi cuerpo en ese punto, eran una compleja mezcla de emociones encontradas, pero la curiosidad y una extraña sensación de que desde que empecé a fijarme en los hombres, siempre tenía cierta a poner mi atención más fija en aquellos hombres que me llevaban mucha edad, pero de alguna manera lo usaba como un comparativo de cómo me gustaría que un hombre más supuestamente de acuerdo a mi edad, debería ser. Pero estaba en ese momento dándome cuenta que me emocionaban mas los hombres mayores, y en este caso estaba emocionada por un hombre que ya había cumplido los 40. Y mi cuerpo estaba respondiendo como mujer, de una manera más intensa que cuando estuve en ese mismo momento de decisión con mis tres experiencias anteriores, lo cual confirmaba mi propia entrepierna, la cual sentía inusualmente mas húmeda en mi ropa interior y una pequeña especie de comezón en mis labios íntimos.
Tomándome de la mano se sentó en el sofá del pequeño recibidor y jalando de mi mano al mismo tiempo, me coloco sentada sobre sus piernas, tomándome con la otra mano de mi nuca y jalándome suavemente dirigió mi rostro al suyo, hasta que sentí sus labios tocando los míos y comenzando a besarnos, cada vez más cachondamente fuerte e intenso. Recién empezaba a morder sus labios y el a recorrer mis piernas con su otra mano, cuando por medio de un timbre y un interfono, una voz femenina le pido la liquidación de la habitación, y le pregunto además si requeríamos algo más de servicio, a lo cual sin preguntarme nada, encargo una botella de vino blanco espumoso, un paquete de condones y un lubricante con base de agua, la chica de dio el total por medio del interfono y el coloco el dinero en un cilindro metálico con una puerta de seguridad y minutos después mientras habíamos tomado nuevamente la posición en que estaba yo de lado sobre sus piernas y acariciaba mi espalda con una mano y con la otra recorría mis piernas, ambas aun sobre el vestido donde este estaba, regreso al chica del servicio con lo pedido anteriormente.
Después de poner la botella y las dos copas que la acompañaban en la mesa de servicio y lo demás en la bolsa de su pantalón, destapo la botella y sirvió las copas, y chocando la de con la mía, brindo por los ojos mas bellos que había visto tan cerca en muchos años, tomándome en sus brazos y levantándome, fue y me acostó sobre la inmensa cama que estaba enseguida del recibidor, no sin olvidarse de seguir besándome y juguetear con su lengua dentro de la mía, de una manera sensual, sin verse apresurado o desesperado. Regreso por la botella y las copas, llenándolas nuevamente y pidiéndome que ahora yo brindara por algo de lo que estaba pasando, a lo que le sin pensarlo mucho y un poco aturdida por la cascada de sensaciones y atenciones que estaban pasando por mi cuerpo y por mi mentes, le dije “yo brindo por este momento que nunca imagine en la prepa que pudiera ocurrir” pero sin darme cuenta de alguna manera por mi manera de hablar, deje entrever que desde ese tiempo ya lo veía yo no solo como amigo, si no como algo mas. Conscientemente no tenía la idea ni por jugarreta de esa percepción, pero no sé si mi subconsciente se daba cuenta de cosas que yo no veía y él fue el que brindo desde el fondo de mis emociones, pero después de solo arrepentirme un poco de mi comentario, pensé que algo había de cierto en el comentario.
Después de vaciar las copas nuevamente y de volver a besarnos, pero ahora yo acostada y el recargado de lado sobre mí, sentí sus mano recorriendo con su dedo la orilla de mi escote mientras no dejaba de jugar con su lengua en mi boca, y ya animándome yo un poco más, le correspondía la intima caricia del mismo modo y mi lengua jugaba con la suya pero dentro de su boca, mientras su mano ahora recorría mis piernas hasta la altura de lo que mi vestido dejaba ver, así como con la parte anterior de mis rodillas, y sin darme cuenta empecé a hacer ruidos de satisfacción mientras nos besábamos.
Levantándose de mi lado se dirigió al baño en lo que yo observaba la habitación, la cual tenía un televisor enorme que automáticamente encendí al ver un control del mismo al lado de la cama, (pegado al pequeño buro), cosa que se me hizo por demás extraña, pero era mi primera ves en ese tipo de establecimientos, además había un jacuzzi para dos personas a solo unos pasos de la cama, así como una gran cantidad de espejos, que sin ser abrumadora, permitía tener en todo momento una visión de la cama y del jacuzzi, casi desde cualquier ángulo de la habitación. Cuando me encontraba recorriendo los canales de la televisión, y llegue a un canal donde estaban pasando películas xxx, me quede algo asombrada, ya las había visto en ocasiones con algunas amigas y por curiosidad también, así como algunas fotos en la computadora, pero nunca con alguien de otro sexo y menos en las condiciones en que en ese momento me encontraba. Al tiempo que mi asombro y mi curiosidad se sobrepusieron un poco y trate de cambiarle al televisor, el estaba saliendo del baño, pero ya mas aligerado de ropa, dejándose solamente los bóxer, pero sin poder cambiar yo el canal de la televisión, por lo que él me pregunto si ya había visto antes pornografía, a lo que le dije que no, “aunque ya aclare que si lo había hecho algunas pocas veces, jejeje”, se acerco a la cama y acostándose en ella solo en bóxer, me tomo de la mano sin dejarme cambiarle a la tele, por lo que el canal quedo en un canal de nombre Venus.
Con su mano atrayéndome hacia él, me subió sobre su cuerpo, estando el acostado y mientras reiniciábamos los besos sus manos empezaron a juguetear con mi espalda y uno de sus dedos recorría mi sujetador por la espalda, mientras que la otra la ponía bajo mi vestido y acariciaba mis muslos hasta mis pantis, jugando también con su dedo por la orilla de ellos. Al tiempo que sentía como su pene empezaba a crecer bajo sus bóxer y sentía que empujaba mi vientre, ya que estaba completamente estirada sobre él, para voltearme nuevamente sobre el colchón y poniéndose el de lado junto a mí, y mientras abandonaba mis labios de los suyos, empezó a besarme desde los oídos y el cuello para ir bajando por mi escote y hasta empezar a besarme los pechos sobre el vestido, mientras su otra mano se colaba bajo mi vestido y se dirigía hacia mi vagina y separando mis piernas con su mano debajo del vestido, empezó a acariciarme sobre mis pantis arriba de mis labios íntimos, por lo que unos deliciosas descargas eléctricas recorrían mi cuerpo con suavidad desde mi intimidad. Mientras mi mano casi sin darme cuenta yo, o con la ayuda de mi inconsciente, se encontraba con su pene erecto bajo sus bóxer, empezando a acariciarlo torpemente, tratando de imitar a la negra que en la televisión lo hacía con su pareja en turno en la película.
Cuando su mano hizo el puente de mi prenda intima a un lado y sentí sus dientes mordiendo con suavidad mis pezones por arriba del vestido, me levante de la cama y me empecé a desabrochar el vestido, dejándolo caer desde mis hombros, tratando de ser sexy, para volver al lado de él y seguir acariciándonos, mientras su mano se volvía a meter bajo mi prenda inferior, y acariciaba todos mis labios de una manera suave pero firme, jugando sin prisas con ella, mientras acostada me bajaba el bra, para que pudiera besar mis pechos y pezones sin obstáculos, al tiempo que le pedía que me quitara la prenda que me faltaba y le dificultaba a su mano acariciarme más deliciosamente. A lo que poniéndose de rodillas junto a mi lado en la cama, me despojo de ellas, quedando únicamente con mis sandalias de tacón, las cuales no me dejo quitarme.
Inmediatamente se puso de pie para retirar el su bóxer, quedando yo emocionada de verlo desnudo y emocionado por mí, con su pene excitado, y yo mas emocionada aun, al hacerme consciente de poder lograr eso en un hombre que en estos asuntos de seguro tenía experiencia y experiencias.
Al momento de retirar su ropa sobrante, se acercó besarme nuevamente, mientras una de sus manos me tomaba de la nuca y me daba un masaje rico y sensual, a la par que me besaba, mientras con su otra mano volvía a separar mis piernas y recorriendo primero mis pantorrillas, luego la parte interna de mis muslos, llego a la orilla de mi vagina, acariciándola por fuera antes de separar mis labios y recorrer nuevamente mi sexo desde arriba hasta abajo con su dedo medio, mientras su boca abandonaba mis labios para bajar por etapas a mis pechos los cuales empezó a morder al tiempo que sentí como su dedo entraba dentro de mí, gritando sin casi sin darme cuenta al sentirlo dentro de mí, simultáneamente a sentir sus dientes presionando primero un pezón y luego el otro, para después sentir como introducía otro dedo dentro de mi interior, aumentando mis quejas mientras con su lengua recorría mi vientre hasta llegar a mi ombligo sin dejar de mover sus dedos dentro de mí y hacerme gemir por las sensaciones intensificadas por el tiempo que se tomaba para elevar mis emociones.
Poco después de disfrutar por un tiempo que no supe determinar, sus dedos juguetones dentro de mí y su lengua jugando con belly button, puso su cara entre mis piernas y su me empezó a lamer y chupar los labios húmedos de mi exterior, sintiendo algo nuevo, ya que nadie se había tomado el tiempo de brindarme esa caricia. De alguna manera sentía que se estaba preocupando por lo que yo sentía, por buscar que yo disfrutara, y no como en las veces anteriores, que definitivamente estaban más preocupados por su placer que por lo que yo pudiera en mi ignorancia en el tema, pedir para mí.
Recostándose el sobre la cama me pido que me sentara en cuclillas sobre su rostro viendo a sus piernas, y en cuanto o hice, disfrute su lengua entrando en mi de una manera tan rica, que a la vista de su pene excitado quise corresponderle a su caricia, por lo que agachándome sobre él y tratando de imitar a la chica que en turno en la película hacia lo mismo, trate de devolverle las sensaciones que me estaba regalando , primero besándole el pene tímidamente y luego poco a poco siendo más aventada, hasta que de manera casi instintiva y mal aconsejada por la mujer que gritaba dentro de mí, me introduje su pene en la boca tratando de acariciarlo de la mejor manera que las improvisadas clases de televisión me aconsejaban.
En esa posición y de manera por demás escandalosa de mi parte, que incluso me asombro a mi misma y le costó una presión de mi boca y dientes a su pene, sentí lo que hasta ese momento solo eran platicas de amigas, pero que no todas habíamos descubierto aun; mi primer orgasmo, el cual a terminar, casi automáticamente me retire de su boca, porque mi intimidad se sentía demasiado sensible a su lengua y boca y me sentía ligeramente incomoda, por lo que acababa de experimentar en primicia, de la mano de alguien que era el responsable de haberme ayudado con delicadeza y cachondez a descubrir.
Levantándose de la cama y yo hincada sobre ella nos besamos mientras su dedo recorría desde mi nuca por toda mi espalda, hasta llegar a mi entrenalga, mientras yo me sujetaba de las suyas y le encajaba las uñas en ellas al tiempo que apretaba mis pechos a su pecho y sentía su pene mas duro aun, y acostándome nuevamente en la cama , abrí mis piernas invitándolo a ver mi sexo sin pena alguna por primera vez, a lo que se acerco arrodillado entre mis piernas y acomodo su pene entre mis labios no sin antes recorrer todo mi sexo con su punta. Fue en ese momento en que me hice consciente que la diferencia de estaturas repercutía en el tamaño de su pene en proporción a mi complexión pequeña, por lo que un pequeño escalofrió de miedo infundado recorrió mi espalda.
En esa postura, me tomo de la cintura y jalándome en parte y empujándose el dentro de mí de manera firme y sostenida, sentí como mi sexo se abría poco a poco, mezcla de un dolor rico que me hacia gritar, pero que igual no quería que terminara de empujar, hasta que sentí entre gritos mas de delicia que de incomodidad, “que si la hubo por la falta de práctica y las diferencias” sentí como entraba el por completo al sentir sus testículos tacando mis labios, para empezar a moverse de manera cadenciosa durante un par de minutos, antes de preguntarme si quería que se pusiera condón, a lo que asentí con un entrecortado si, poniéndoselo el de manera rápida y abriendo el tubo de lubricante, puso una cantidad generosa sobre su pene y otro tanto en mis labios, para posteriormente sentir su pene nuevamente acariciándome por dentro, hasta que nuevamente sentí un orgasmo aun más fuerte.
Posteriormente a eso me volteo y me puso de rodillas con la cara sobre la orilla de la cama, y el de pie detrás de mí, sentí nuevamente su sexo introduciéndose dentro de mí, pero ahora de una manera más rápida y fuerte, sintiendo cosas nuevas, porque su sexo lo sentía acariciando hacia mi espalda interior, por la postura en que me había puesto, además de sentir sus testículos golpear mis labios y mi botoncito de manera rápida y cacheteadita, sin poder contener los gritos de mi garganta, sentí como de manera rápida y después de experimentar un tercer orgasmo, se retiro rápidamente de mi, y me volteo de espaldas a la contra el colchón, y al tiempo que se quitaba el condón, se empezó a jalar rápidamente el pene, hasta que vi salir su semen sobre mi vientre y pechos.
Después de unos segundos de intensidad visual por el show que veía por primera vez en vivo y sobre mí, de un orgasmo masculino, y de ver su rostro desfigurarse de la emoción de su orgasmo, se acostó a mi lado para besarme por un rato, mientras sentía que su semen en mi escurría por buena parte de mi vientre y pechos, al volverse cada vez menos espesos, a lo que tomando el una toalla, los limpio de mi mientras seguía besándome y mirándome a los ojos, mientras me invitaba a tomar un baño en el Jacuzzi, a lo cual acepte, a la vez que se paraba y empezaba a llenar la tina.
Después de meternos en el jacuzzi y acomodarme sobre su pecho, nos quedamos dormidos abrazados, después de la casi hora y media de intensidad desde que llegamos a la habitación, cuando desperté y alarmada vi la hora y que de no apurarnos llegaría después de oscurecer a mi casa, y no queriendo un enfrentamiento con mi mamá que me echará a perder tan reveladora tarde, nos vestimos rápidamente, quedándome en verdad con ganas de experimentar más cosas con mi agradable descubrimiento.
En camino a mi casa, platicamos de mil cosas y de los gustos que compartíamos, pero ahora sin dejarlo de ver de una manera distinta y de sentirme distinta como mujer, llegando cerca de mi casa, le pedí que me dejara cerca de ella porque no quería que alguien se diera cuenta de mi conquista, a lo que él prefirió dirigirse a un centro comercial cercano a casa para mandarme en taxi a mi casa, no sin antes pagarlo antes de despedirme de el con un beso y una leve caricia a su entrepierna, quedándonos de ver en los próximos días, a fin de cuentas ya teníamos nuestros números telefónicos uno del otro, esperando que esto dure lo más posible, por que verdaderamente, para mí, fue un agradable descubrimiento, sobre el que mi pícaro subconsciente ya se había formado una fantasía con un hombre mayor
Mi mente y mi cuerpo en ese punto, eran una compleja mezcla de emociones encontradas, pero la curiosidad y una extraña sensación de que desde que empecé a fijarme en los hombres, siempre tenía cierta a poner mi atención más fija en aquellos hombres que me llevaban mucha edad, pero de alguna manera lo usaba como un comparativo de cómo me gustaría que un hombre más supuestamente de acuerdo a mi edad, debería ser. Pero estaba en ese momento dándome cuenta que me emocionaban mas los hombres mayores, y en este caso estaba emocionada por un hombre que ya había cumplido los 40. Y mi cuerpo estaba respondiendo como mujer, de una manera más intensa que cuando estuve en ese mismo momento de decisión con mis tres experiencias anteriores, lo cual confirmaba mi propia entrepierna, la cual sentía inusualmente mas húmeda en mi ropa interior y una pequeña especie de comezón en mis labios íntimos.
Tomándome de la mano se sentó en el sofá del pequeño recibidor y jalando de mi mano al mismo tiempo, me coloco sentada sobre sus piernas, tomándome con la otra mano de mi nuca y jalándome suavemente dirigió mi rostro al suyo, hasta que sentí sus labios tocando los míos y comenzando a besarnos, cada vez más cachondamente fuerte e intenso. Recién empezaba a morder sus labios y el a recorrer mis piernas con su otra mano, cuando por medio de un timbre y un interfono, una voz femenina le pido la liquidación de la habitación, y le pregunto además si requeríamos algo más de servicio, a lo cual sin preguntarme nada, encargo una botella de vino blanco espumoso, un paquete de condones y un lubricante con base de agua, la chica de dio el total por medio del interfono y el coloco el dinero en un cilindro metálico con una puerta de seguridad y minutos después mientras habíamos tomado nuevamente la posición en que estaba yo de lado sobre sus piernas y acariciaba mi espalda con una mano y con la otra recorría mis piernas, ambas aun sobre el vestido donde este estaba, regreso al chica del servicio con lo pedido anteriormente.
Después de poner la botella y las dos copas que la acompañaban en la mesa de servicio y lo demás en la bolsa de su pantalón, destapo la botella y sirvió las copas, y chocando la de con la mía, brindo por los ojos mas bellos que había visto tan cerca en muchos años, tomándome en sus brazos y levantándome, fue y me acostó sobre la inmensa cama que estaba enseguida del recibidor, no sin olvidarse de seguir besándome y juguetear con su lengua dentro de la mía, de una manera sensual, sin verse apresurado o desesperado. Regreso por la botella y las copas, llenándolas nuevamente y pidiéndome que ahora yo brindara por algo de lo que estaba pasando, a lo que le sin pensarlo mucho y un poco aturdida por la cascada de sensaciones y atenciones que estaban pasando por mi cuerpo y por mi mentes, le dije “yo brindo por este momento que nunca imagine en la prepa que pudiera ocurrir” pero sin darme cuenta de alguna manera por mi manera de hablar, deje entrever que desde ese tiempo ya lo veía yo no solo como amigo, si no como algo mas. Conscientemente no tenía la idea ni por jugarreta de esa percepción, pero no sé si mi subconsciente se daba cuenta de cosas que yo no veía y él fue el que brindo desde el fondo de mis emociones, pero después de solo arrepentirme un poco de mi comentario, pensé que algo había de cierto en el comentario.
Después de vaciar las copas nuevamente y de volver a besarnos, pero ahora yo acostada y el recargado de lado sobre mí, sentí sus mano recorriendo con su dedo la orilla de mi escote mientras no dejaba de jugar con su lengua en mi boca, y ya animándome yo un poco más, le correspondía la intima caricia del mismo modo y mi lengua jugaba con la suya pero dentro de su boca, mientras su mano ahora recorría mis piernas hasta la altura de lo que mi vestido dejaba ver, así como con la parte anterior de mis rodillas, y sin darme cuenta empecé a hacer ruidos de satisfacción mientras nos besábamos.
Levantándose de mi lado se dirigió al baño en lo que yo observaba la habitación, la cual tenía un televisor enorme que automáticamente encendí al ver un control del mismo al lado de la cama, (pegado al pequeño buro), cosa que se me hizo por demás extraña, pero era mi primera ves en ese tipo de establecimientos, además había un jacuzzi para dos personas a solo unos pasos de la cama, así como una gran cantidad de espejos, que sin ser abrumadora, permitía tener en todo momento una visión de la cama y del jacuzzi, casi desde cualquier ángulo de la habitación. Cuando me encontraba recorriendo los canales de la televisión, y llegue a un canal donde estaban pasando películas xxx, me quede algo asombrada, ya las había visto en ocasiones con algunas amigas y por curiosidad también, así como algunas fotos en la computadora, pero nunca con alguien de otro sexo y menos en las condiciones en que en ese momento me encontraba. Al tiempo que mi asombro y mi curiosidad se sobrepusieron un poco y trate de cambiarle al televisor, el estaba saliendo del baño, pero ya mas aligerado de ropa, dejándose solamente los bóxer, pero sin poder cambiar yo el canal de la televisión, por lo que él me pregunto si ya había visto antes pornografía, a lo que le dije que no, “aunque ya aclare que si lo había hecho algunas pocas veces, jejeje”, se acerco a la cama y acostándose en ella solo en bóxer, me tomo de la mano sin dejarme cambiarle a la tele, por lo que el canal quedo en un canal de nombre Venus.
Con su mano atrayéndome hacia él, me subió sobre su cuerpo, estando el acostado y mientras reiniciábamos los besos sus manos empezaron a juguetear con mi espalda y uno de sus dedos recorría mi sujetador por la espalda, mientras que la otra la ponía bajo mi vestido y acariciaba mis muslos hasta mis pantis, jugando también con su dedo por la orilla de ellos. Al tiempo que sentía como su pene empezaba a crecer bajo sus bóxer y sentía que empujaba mi vientre, ya que estaba completamente estirada sobre él, para voltearme nuevamente sobre el colchón y poniéndose el de lado junto a mí, y mientras abandonaba mis labios de los suyos, empezó a besarme desde los oídos y el cuello para ir bajando por mi escote y hasta empezar a besarme los pechos sobre el vestido, mientras su otra mano se colaba bajo mi vestido y se dirigía hacia mi vagina y separando mis piernas con su mano debajo del vestido, empezó a acariciarme sobre mis pantis arriba de mis labios íntimos, por lo que unos deliciosas descargas eléctricas recorrían mi cuerpo con suavidad desde mi intimidad. Mientras mi mano casi sin darme cuenta yo, o con la ayuda de mi inconsciente, se encontraba con su pene erecto bajo sus bóxer, empezando a acariciarlo torpemente, tratando de imitar a la negra que en la televisión lo hacía con su pareja en turno en la película.
Cuando su mano hizo el puente de mi prenda intima a un lado y sentí sus dientes mordiendo con suavidad mis pezones por arriba del vestido, me levante de la cama y me empecé a desabrochar el vestido, dejándolo caer desde mis hombros, tratando de ser sexy, para volver al lado de él y seguir acariciándonos, mientras su mano se volvía a meter bajo mi prenda inferior, y acariciaba todos mis labios de una manera suave pero firme, jugando sin prisas con ella, mientras acostada me bajaba el bra, para que pudiera besar mis pechos y pezones sin obstáculos, al tiempo que le pedía que me quitara la prenda que me faltaba y le dificultaba a su mano acariciarme más deliciosamente. A lo que poniéndose de rodillas junto a mi lado en la cama, me despojo de ellas, quedando únicamente con mis sandalias de tacón, las cuales no me dejo quitarme.
Inmediatamente se puso de pie para retirar el su bóxer, quedando yo emocionada de verlo desnudo y emocionado por mí, con su pene excitado, y yo mas emocionada aun, al hacerme consciente de poder lograr eso en un hombre que en estos asuntos de seguro tenía experiencia y experiencias.
Al momento de retirar su ropa sobrante, se acercó besarme nuevamente, mientras una de sus manos me tomaba de la nuca y me daba un masaje rico y sensual, a la par que me besaba, mientras con su otra mano volvía a separar mis piernas y recorriendo primero mis pantorrillas, luego la parte interna de mis muslos, llego a la orilla de mi vagina, acariciándola por fuera antes de separar mis labios y recorrer nuevamente mi sexo desde arriba hasta abajo con su dedo medio, mientras su boca abandonaba mis labios para bajar por etapas a mis pechos los cuales empezó a morder al tiempo que sentí como su dedo entraba dentro de mí, gritando sin casi sin darme cuenta al sentirlo dentro de mí, simultáneamente a sentir sus dientes presionando primero un pezón y luego el otro, para después sentir como introducía otro dedo dentro de mi interior, aumentando mis quejas mientras con su lengua recorría mi vientre hasta llegar a mi ombligo sin dejar de mover sus dedos dentro de mí y hacerme gemir por las sensaciones intensificadas por el tiempo que se tomaba para elevar mis emociones.
Poco después de disfrutar por un tiempo que no supe determinar, sus dedos juguetones dentro de mí y su lengua jugando con belly button, puso su cara entre mis piernas y su me empezó a lamer y chupar los labios húmedos de mi exterior, sintiendo algo nuevo, ya que nadie se había tomado el tiempo de brindarme esa caricia. De alguna manera sentía que se estaba preocupando por lo que yo sentía, por buscar que yo disfrutara, y no como en las veces anteriores, que definitivamente estaban más preocupados por su placer que por lo que yo pudiera en mi ignorancia en el tema, pedir para mí.
Recostándose el sobre la cama me pido que me sentara en cuclillas sobre su rostro viendo a sus piernas, y en cuanto o hice, disfrute su lengua entrando en mi de una manera tan rica, que a la vista de su pene excitado quise corresponderle a su caricia, por lo que agachándome sobre él y tratando de imitar a la chica que en turno en la película hacia lo mismo, trate de devolverle las sensaciones que me estaba regalando , primero besándole el pene tímidamente y luego poco a poco siendo más aventada, hasta que de manera casi instintiva y mal aconsejada por la mujer que gritaba dentro de mí, me introduje su pene en la boca tratando de acariciarlo de la mejor manera que las improvisadas clases de televisión me aconsejaban.
En esa posición y de manera por demás escandalosa de mi parte, que incluso me asombro a mi misma y le costó una presión de mi boca y dientes a su pene, sentí lo que hasta ese momento solo eran platicas de amigas, pero que no todas habíamos descubierto aun; mi primer orgasmo, el cual a terminar, casi automáticamente me retire de su boca, porque mi intimidad se sentía demasiado sensible a su lengua y boca y me sentía ligeramente incomoda, por lo que acababa de experimentar en primicia, de la mano de alguien que era el responsable de haberme ayudado con delicadeza y cachondez a descubrir.
Levantándose de la cama y yo hincada sobre ella nos besamos mientras su dedo recorría desde mi nuca por toda mi espalda, hasta llegar a mi entrenalga, mientras yo me sujetaba de las suyas y le encajaba las uñas en ellas al tiempo que apretaba mis pechos a su pecho y sentía su pene mas duro aun, y acostándome nuevamente en la cama , abrí mis piernas invitándolo a ver mi sexo sin pena alguna por primera vez, a lo que se acerco arrodillado entre mis piernas y acomodo su pene entre mis labios no sin antes recorrer todo mi sexo con su punta. Fue en ese momento en que me hice consciente que la diferencia de estaturas repercutía en el tamaño de su pene en proporción a mi complexión pequeña, por lo que un pequeño escalofrió de miedo infundado recorrió mi espalda.
En esa postura, me tomo de la cintura y jalándome en parte y empujándose el dentro de mí de manera firme y sostenida, sentí como mi sexo se abría poco a poco, mezcla de un dolor rico que me hacia gritar, pero que igual no quería que terminara de empujar, hasta que sentí entre gritos mas de delicia que de incomodidad, “que si la hubo por la falta de práctica y las diferencias” sentí como entraba el por completo al sentir sus testículos tacando mis labios, para empezar a moverse de manera cadenciosa durante un par de minutos, antes de preguntarme si quería que se pusiera condón, a lo que asentí con un entrecortado si, poniéndoselo el de manera rápida y abriendo el tubo de lubricante, puso una cantidad generosa sobre su pene y otro tanto en mis labios, para posteriormente sentir su pene nuevamente acariciándome por dentro, hasta que nuevamente sentí un orgasmo aun más fuerte.
Posteriormente a eso me volteo y me puso de rodillas con la cara sobre la orilla de la cama, y el de pie detrás de mí, sentí nuevamente su sexo introduciéndose dentro de mí, pero ahora de una manera más rápida y fuerte, sintiendo cosas nuevas, porque su sexo lo sentía acariciando hacia mi espalda interior, por la postura en que me había puesto, además de sentir sus testículos golpear mis labios y mi botoncito de manera rápida y cacheteadita, sin poder contener los gritos de mi garganta, sentí como de manera rápida y después de experimentar un tercer orgasmo, se retiro rápidamente de mi, y me volteo de espaldas a la contra el colchón, y al tiempo que se quitaba el condón, se empezó a jalar rápidamente el pene, hasta que vi salir su semen sobre mi vientre y pechos.
Después de unos segundos de intensidad visual por el show que veía por primera vez en vivo y sobre mí, de un orgasmo masculino, y de ver su rostro desfigurarse de la emoción de su orgasmo, se acostó a mi lado para besarme por un rato, mientras sentía que su semen en mi escurría por buena parte de mi vientre y pechos, al volverse cada vez menos espesos, a lo que tomando el una toalla, los limpio de mi mientras seguía besándome y mirándome a los ojos, mientras me invitaba a tomar un baño en el Jacuzzi, a lo cual acepte, a la vez que se paraba y empezaba a llenar la tina.
Después de meternos en el jacuzzi y acomodarme sobre su pecho, nos quedamos dormidos abrazados, después de la casi hora y media de intensidad desde que llegamos a la habitación, cuando desperté y alarmada vi la hora y que de no apurarnos llegaría después de oscurecer a mi casa, y no queriendo un enfrentamiento con mi mamá que me echará a perder tan reveladora tarde, nos vestimos rápidamente, quedándome en verdad con ganas de experimentar más cosas con mi agradable descubrimiento.
En camino a mi casa, platicamos de mil cosas y de los gustos que compartíamos, pero ahora sin dejarlo de ver de una manera distinta y de sentirme distinta como mujer, llegando cerca de mi casa, le pedí que me dejara cerca de ella porque no quería que alguien se diera cuenta de mi conquista, a lo que él prefirió dirigirse a un centro comercial cercano a casa para mandarme en taxi a mi casa, no sin antes pagarlo antes de despedirme de el con un beso y una leve caricia a su entrepierna, quedándonos de ver en los próximos días, a fin de cuentas ya teníamos nuestros números telefónicos uno del otro, esperando que esto dure lo más posible, por que verdaderamente, para mí, fue un agradable descubrimiento, sobre el que mi pícaro subconsciente ya se había formado una fantasía con un hombre mayor