http://ba-k.com/showthread.php?t=1980811 PARTE I



De vuelta a la realidad, echamos una ligera mirada al bar, parecía que nadie se percato de lo sucedido, las personas platicaban, cantaban, gritaban, etc. Nos acomodamos la ropa, retomamos nuestra postura y dimos el ultimo sorbo a nuestras bebidas, tome sus manos entre las mías y le dije: es la una, te parece si vamos a algún lugar en donde podamos estar mas cómodos?, tu amiga ya no llego; su cara fue de evidente disgusto, sabia que ibas a pensar lo peor de mi, dijo, me creas o no te voy a decir, que: nunca había permitido que un hombre me tocara, nunca he ido ni pienso ir a un motel y acabas de estropear el mejor momento en compañía de un hombre, creí que eras un caballero, una ves mas me sentí un verdadero idiota, me disculpe argumentándole que lo que acababa de pasar para mi también era mágico, y que el proponerle estar a solas con ella no era por que pensara que fuera de lo peor, simplemente estaríamos mas cómodos y lejos de miradas indiscretas, en esas estábamos cuando llego Isela, su amiga. Amiiigaaaa (con un tono un poco chillón), perdón, perdón se me hizo tardísimo y volteando hacia mi, ¿el es?, ¿viene contigo?, ¡preséntame!, no seas fea…
Nos lanzamos una mirada de complicidad y le dice: Jorge me hizo el favor de acompañarme un momento por que había un baboso que no me quitaba la vista de encima y me estaba incomodando mucho, ¡ZAZ! Cachetada con guante blanco, platicamos un poco, ellas pidieron otra copa, yo pedí la cuenta, la deje pagada le di mi tarjeta de presentación en donde con pluma le escribí al reverso: “POR FAVOR PERDONAME QUIERO TRATARTE MAS, VALES MUCHO”.
Dicho lo anterior me despedí de beso en la mejilla de ambas le di al mesero una buena gratificación y Salí.

Es por demás decir que esa noche no dormí, recordando el maravilloso momento que pasamos e intentando descifrar lo que había pasado, ¿era cierto lo que me había dicho?, ¿jamás la había tocado nadie? Y de ser así, ¿Por qué me permitió llegar a tanto?, la verdad es que no tenia importancia para mi si era cierto o no, pero me angustiaba saber que la habría ofendido, mi ultimo pensamiento antes de dormir fue: “ojala me llame”.
Una semana mas tarde, me encontraba en el ajetreo normal de la oficina, cuando me llama mi secretaria y me dice, Alex, te llama Diana, que es personal, imprimiendo un tono de misterio a su aseveración. Mi corazón dio un brinco inmediatamente tome la llamada al momento que caminaba a la puerta de mi oficina para cerciorarme que estuviera cerrada y que mi secretaria ya hubiera colgado.
¿El Licenciado Alejandro….?, hola Diana que bueno que me llamaste, le dije con verdadera alegría, un reproche sonó de el otro lado de la línea, No te llamas Jorge?, de inmediato recordé que en el bar al conocerla le había dicho un nombre falso al azar, ¿Me mentiste?, no Dianita como crees, me llamo Jorge Alejandro, pero aquí me dicen por mi segundo nombre, (pensé que si tenia oportunidad de verla ya le contaría la realidad de lo sucedido), lo bueno fue que me creyó, platicamos por largo rato y quedamos de vernos, ella no tenia celular (en ese tiempo los celulares no eran tan accesible a todo mundo, se consideraba únicamente una herramienta de trabajo solo para algunos). Y el teléfono de su casa no me lo quiso dar por que sus papas eran muy estrictos con ella, tendría que presentarme y de ninguna manera consentirían nuestra diferencia de edades.
Salimos en diversas ocasiones a tomar un café, a caminar, al parque y solo hubo besos y abrazos, en el carro únicamente llegamos a tocarnos por encima de la ropa y cuando la cosa se iba poniendo candente, me pedía que la llevara a su casa, a donde solamente la acercaba a tres calles de distancia. Nuestras platicas acerca de sexo eran muy excitantes, descubrí que efectivamente, jamás había tenido relaciones, que era muy picara, que el que hubiera gente alrededor, la hacia liberar demasiada adrenalina y la excitaba de sobremanera, lo cual explicaba lo sucedido en nuestro primer encuentro, también supe que algunos novios de su edad, no llegaron a mas, por que pretendían uno o dos besos e inmediatamente “al bulto” y de una manera muy torpe (esto según sus propias palabras). Además comentamos nuestras fantasías, por ejemplo, yo le dije que algún día me gustaría que saliéramos a alguna plaza y que ella no llevara ropa interior, eso solamente lo sabríamos nosotros dos, definitivamente no me considero de los que le gusta andar exhibiendo ni compartiendo a su compañera, a ella le excitaba el hecho de tener relaciones con su pareja y su mejor amiga, también me confeso que definitivamente le gustaría que yo fuera el encargado de quitarle su virginidad, pero no sabia si quería que eso fuera pronto, pues no veía futuro en nuestra relación.
Una noche me encontraba en casa repasando algunos pendientes antes de irme a dormir, serian como las 12 de la noche, de pronto sonó el teléfono, conteste rápido par no despertar a mi familia, pensando que seria alguno de mis amigos que andaba “en la fiesta”, hola Jorge escuche la voz de Diana hablando en voz baja pero juguetonamente, (a pesar de que ya le había dicho la verdad acerca de mi nombre y lo entendió muy bien, nunca dejo de decirme Jorge). Hola Di, ¿Qué haces despierta?, Es que mis papas tuvieron una reunión y están medio alegres, no me dejan dormir. O. K. y ¿ya estas en tu recamara?. No, me dice, estoy en el despacho de mi papa, aquí nos vamos a dormir mis primas y yo, de hecho creo que ya se durmieron, se toman un par de cubas y se ponen jarras… Muy bien le respondí y ¿como te va? Mal, por que no estas conmigo, la verdad es que me encantaría que estuvieras aquí y me hicieras cositas, como solo tu sabes… ¿ah si? Y.,.. ¿Qué te gustaría que te hiciera?, le dije mientras me sentaba en mi cama. Ah… pues…. Primero, me gustaría que estuvieras atrás de mi, me abrazaras muy fuerte, sentir tus brazos encima de los míos, tu respiración en mi oído, sentir como va creciendo poco a poco tu pene y se estrelle amenazante entre mis nalgas… instintivamente en mi cabeza fui visualizando la situación que me planteaba Di y un agradable cosquilleo se apodero de mi entrepierna. ¿Te gusta sentir mi pene en tus nalgas?. Ufff, antier en el parque cuando me abrazaste así, me daban ganas de que me penetraras ahí mismo, mmmm fue riquísimo, es mas, ahorita al decirte esto, no me vas a creer, pero mi cosita se me esta mojando. ¿Quieres que te haga el amor?. Es lo que mas deseo… pero tengo mucho miedo. ¿A que le tienes miedo? No lo se, te deseo mucho, mucho, pero… no estoy segura, es algo nuevo para mi. No te preocupes, ya quedamos que solo lo haremos cuando te sientas segura. ¿Cómo me lo harías? Bueno, comenzaría abrazándote por detrás, sobaría tus brazos con mucha ternura, te diría al oído que me encantas, que eres la niña mas linda y que jamás te vas a arrepentir de el paso que vamos a dar, te besaría tu cuello… lento, muy lento, mientras mis manos van a posarse en tu lindo par de senos, un suspiro ahogado se escucho en la bocina, mientras levanto tu blusa y mi manos se deslizan por debajo de ella, tu vas parando tus redondas nalgas y comienza a moverlas en circulo, logrando una total erección en mi pene e invitándolo a introducirse, mis manos ya están cubriendo por completo tus senos y mis dedos, acarician tus pezones, Me estas calentando mucho, escucho un anhelante susurro en el oído, ya me quite la blusa y estoy siguiendo tus instrucciones. O. K. Te quitas tu blusa la avientas y tus manos se posan en mis nalgas y comienzas a masajearlas, una de mis manos va bajando lentamente, pasa por tu ombligo y comienza a acariciar tu monte, que se siente hirviendo, Jorge, Jorge, (susurros en el auricular), me estoy tocando, una fuerte sacudida recorre mi cuerpo e inconscientemente mi mano se posa en mi ya erecto pene y comienzo a masajearlo, pausadamente. Yo también Di, yo también. ¿En serio? Mmjjmmm, es la respuesta que recibe en su oído, tengo una mano en mi cosita y mis dedos intentan imitar lo que me hiciste en el bar, y mi otra mano me esta masajeando lo senos, me dice, sus gemidos son mas acelerados y el bullicio en su casa también es muy claro, Yo también estoy masajeando mi pene con una mano y con la otra acaricio mis testículos. Me estoy mojando mucho me dice, estoy imaginando que me la estas chupando, ¿se siente rico?, Delicioso le digo, ¿te han chupado el pene?, ¿es rico?, Es muy rico, le respondo mientras siento que de mi pene sale liquido, ¿tu… chuparías mi cosita? ¿Te gustaría?, no se, no te da asco? Claro que no!!!, algún día lo voy a hacer y vas a sentir delicioso. Mmmm. Bueno. Di, estoy cerca de terminar, ahhhh yo también y mis papas están en la puerta, espero que no entren por que no les gustara lo que vean. Jorge, Jorge, voy a llegar, ¿llegas conmigo?, si Di, estoy a punto,,, ahhhhhhh, casi al unísono explotamos, suspiros agitados, … silencio (solo se escuchan los ruidos de la fiesta en su casa). Gracias amor, tengo que colgar por que no tardan en entrar, y mis primas se lo estarán saboreando en sueños por que están gimiendo muy raro, fue delicioso…
Jamás había experimentado eso que ahora llaman cibersexo, ni lo he vuelto a hacer, pero debo confesar que fue una gran experiencia.
Unos días después, me llamo para pedirme que la acompañara a unos laboratorios a recoger unos estudios que se realizo su mama, quedamos de vernos a las siete, así fue, pase por ella y nos dirigimos al laboratorio, al llegar, estacione el auto y di la vuelta para abrirle la puerta (una muy sana costumbre que aun conservo), al bajar me dedico una de sus muy clásicas y picaras sonrisas, me dio la mano y al estar completamente de pie me susurro al oído al tiempo que ponía algo en mi mano: ¿me guardas esto hasta que regresemos?, eche un ligero vistazo y lo que vi, me provoco una inmediata y enorme erección, sus diminutas pantys descansaban en mis manos, no pude resistir llevar la prenda a mi nariz y darle una larga y concienzuda inhalación, nuevamente cruzamos una mirada de complicidad y comenzamos el camino hacia el laboratorio, ella traía una falda de mezclilla no muy corta y una blusa casual, ella me había solicitado que al verla, me quitara saco y corbata, que, aunque le encantaba verme así, pensaba que hacia muy evidente nuestra diferencia de edades. Una ves adentro, fuimos al lugar en donde deberíamos recoger los resultados, nos condujeron a un pequeño salón haciéndonos saber que los resultados no estaban listos y que tardarían unos 30 minutos, decidimos esperar, ella pregunto si podíamos hacerlo ahí y el medico dijo que si encogiéndose de hombros, ella se acerco coqueta a mi y me echo los brazo al cuello yo no podía dejar de lado la excitación de saber que debajo de su falda no había nada, nos fundimos en un rico y prolongado beso en donde poco a poco fui pegándola mas y mas a mi para poder sentir muy juntos nuestros sexos, ella realizo unos ligeros movimientos circulares, haciendo que mi presión comenzara a subir mas y mas, yo la tome por sus nalgas y apreté firmemente hacia mi, inmediatamente comenzó a alterarse su respiración, ella volteaba a uno y otro lado y al comprobar que no había nadie, cerraba sus ojos y disfrutaba, de pronto me llevo al pupitre de hasta delante de el salón, me sentó, fue a revisar que la puerta estuviera cerrada, vio que no se le podía echar llave y fue a sentarse en el escritorio, justo frente a mi, se levanto la mitad de la falda, dejándome al descubierto en plenitud su pubis, era una gran visión, su vellosidad como había palpado se encontraba recortada en perfecto triangulo de un tamaño muy corto, sus labios vaginales eran rosados y denotaban su nula actividad sexual, la humedad de su vulva no podía esconder la excitación que la rodeaba, pienso que su juego consistía solamente en mostrarme su sexo y ya, pero mis planes eran otros, delicadamente tome uno de sus pies, la descalce y comencé un suave masaje, comenzando por cada uno de sus dedos mirándola de forma aleatoria siempre directamente a los ojos y a su pubis, la caricia como esperaba fue recibida con mucho agrado, continué con mi labor, masajeando la planta de su pie, su tobillo, su pantorrilla, ella iba recibiendo con gran placer la caricia, hecho su cuerpo un poco hacia atrás, y recargo ambas manos en el escritorio, el aumento de humedad en su sexo era mas que evidente, sus ojos se entrecerraban constantemente con un gesto de placer que me encantaba y me animaba a seguir adelante, me agache por su otro pie que me esperaba ya descalzo, comencé a masajearlo de igual forma comenzando por su dedo gordo y mirándola fijamente a los ojos de la manera mas picara que pude, deposite el primer pie, exactamente sobre mi ya tremendamente erecto pene, ella se sorprendió enormemente, pero recibió con gran beneplácito mi iniciativa y de inmediato comenzó a masajear con su pie, intentando usar sus dedos como si fueran de su mano, una ves mas su temperatura siguió subiendo, yo continuaba con el masaje yendo ya por su pantorrilla, en ese momento, levante un poco mas su pie y lleve su dedo gordo a mi boca y comencé a chuparlo, lanzo un gemido que me confirmo que seguía por buen camino al momento que intentaba acelerar su movimiento sobre mi pene, una ves mas la sorprendí bajando mi zipper y sacando mi pene a su vista, sus ojo se abrieron una ves mas y se fijaron completamente en mi pene, una ves mas confirme que jamás había visto uno físicamente, su pie comenzó a sentir el calor tan agradable que despedía y fue recorriéndolo palmo a palmo, por mi parte yo me encontraba ya besando su pantorrilla, acerque mas mi silla para poder besar sus muslos, su jadeos eran ya muy perceptibles, ahora me masturbaba con sus dos pies, uno en mis testículos y el otro acariciando mi glande, de pronto tomo mi pene con sus dos pies y comenzó a masajearlos desde abajo hasta arriba, yo tome firmemente sus nalgas y la jale mas adelante, mis labios se acercaban cada ves mas a su pubis, el olor a deseo emanaba fuertemente y me alentaba para continuar con mi tarea, al encontrarme ya frente a su vulva, le lance un leve exhalación directa, su reacción no se hizo esperar, todo su cuerpo se estremeció, estaba tensa, seguramente esperando el contacto directo de mis labios y la excitación que le producía el que pudieran descubrirnos, a propósito retarde el encuentro por fracción de segundos que a ella debieron parecerle eternos, finalmente mi lengua comenzó a recorrer sus labios, inmediatamente lanzo un gemido de placer, yo iba poco a poco recorriendo de abajo hacia arriba y viceversa, su cuerpo entero comenzó a temblar ligeramente, sus pies continuaban su trajinar a lo largo de mi pene, mi lengua comenzó a hurgar la entrada a su vagina que se encontraba ya mas empapada que nunca, por sus propios fluidos y por mi saliva, continué introduciendo mi lengua recorriendo todos y cada uno de sus rincones, mi excitación también iba en aumento, me fui directamente contra su clítoris, y al contacto le provoco tremenda sacudida, comenzó a balbucear cosas inaudibles para mi, yo continuaba muy concentrado, di una ligerísima mordida al clítoris, haciendo que casi brincara del escritorio, su cuerpo se encontraba sudando copiosamente y temblando de una manera irrefrenable, su orgasmo era ineludible, al momento comencé a succionar con mi boca y el grito que lanzo seguramente fue escuchado por mucha gente de el laboratorio, todo su cuerpo seguía estremeciéndose, su cara se veía desencajada por el placer, lo que me llevo inevitablemente a eyacular, sobre sus piernas, quedamos exhaustos por unos segundos con una gran sonrisa de satisfacción, las voces en el interior nos hicieron reaccionar, seque sus piernas con su panty en lo que ella tiernamente acomodaba mi pene en su lugar, guarde mi trofeo en la bolsa y rápidamente me dirigí a abrir la puerta, regrese junto a ella que me esperaba de pie y nos fundimos en un cálido beso, nos abrazamos y así permanecimos por cerca de diez minutos, tiempo en el que llego el medico a entregarnos los resultados, los recibimos y salimos riendo abiertamente, por la cara del medico al percibir un olor extraño y por que ambos sabíamos que ella seguía sin sus pantys puestas...


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