Construcción [editar]
Submarino ruso después de haber sido construido por error.
Hacerse un barco no es cosa fácil, oiga, y si aún encima lo tiene que hacer una persona sola, pues pobre de él. Pero es que si aún encima de tener que construir un barco una persona sola, esa persona tiene que ir por el mundo recopilando animales para meterlos en el barco y luego pretender que ninguno se muera de hambre, no es tarea fácil. Bueno, pues Noé estaba decidido a hacerlo y lo hizo intentó. Primero tuvo que reunir toda la madera necesaria para currarse el barco, que no era poca, ya que según Dios le había dicho, en el barco tenían que caber muchos bichos.
Como en el desierto la madera no es un bien que abunde, tuvo que pedir las piezas de su barco a Alemania. Lógicamente tardaron 6 meses en mandárselas, porque en aquélla época aún no existía Fed-Ex y tenían que llevar las mercancías a caballo o en
bicicleta. Lo de la bici no era muy viable, porque en el desierto no funcionan. Así que las tuvo que traer un tipo montando a su pony. Después de 6 meses el tipo llegó al pueblucho donde vivía Papá Noé y le entregó las piezas. Cuando Noé había acabado de montarlas se dio cuenta de que aquello no era un barco, sino un submarino nuclear soviético. A él un submarino no le hacía mucho servicio, porque lo que pretendía era mantener los animales a flote. Entonces tuvo que llamar a la compañía y reclamarles. Después de 6 meses estaba allí otro jinete con las piezas de un barco portaanimales, se llevó el submarino y le devolvió a Noé la diferencia.
Finalmente, Noé pudo construir su barco y así poder complacer a
Dios. Todo esto ocuió mientras sus vecinos se burlaban de él y le tiraban
piedras. Y él les decía: "
Dios me ha encomendado que construya este barco" y ellos no lo entendían, así que Dios, con toda su ovnipotencia y ovnipresencia les pegó a todos un tiro con una
Kalashnikov y Noé no sufrió más burlas
[1].
Recopilación de bichos [editar]
Sí, Noé también metió una pareja de estos en el arca.
Después de tener hecha la barcaza, Noé se dio cuenta de que en el desierto lo único que hay es arena. Esto es un detalle a tener en cuenta cuando lo que se quiere es cazar animales, con lo que se fue a China, pero allí lo único que encontró fue un montón de chinos que para colmo estaban encerrados dentro de una muralla, así que pasó de ellos. Luego decidió irse a Estados Unidos, pero como aún no existía tal país, pues no lo pudo encontrar en los mapas y acabó en Luxemburgo, que es un país pequeño, para ser país digo, como parcela para plantar patatas es bastante grande.
Allí no encontró nada. Luego se decidió por España y allí sí. Allí encontró
cerdos/as,
zorros/as,
lobos/as,
cabras/ones... etc. Vamos, que se forró de animales. Por
Galicia no pasó, ya que allí sólo hay peces, y como los peces saben vivir en el agua, pues no le hizo falta meterlos en el barco (tipo listo). Volvió a su pueblo con la saca llena de bichos, y los tiró dentro del barco. Aquello parecía un zoo, lógico por otra parte. Noé estaba tardando mucho en recoger todos los bichos y Dios, en Su Suma Impaciencia, no su pudo esperar más y tuvo que mear soltar el diluvio de marras. Fue tan
grande que se le llamó el Diluvio Universal. Si es que mira que son *****s los cristianos. Diluvio Universal, ¿me van a decir a mí que llovió hasta en Marte? Los más
extremistas dicen que llovió tanto que
se llegó a apagar el Sol, pero eso ya es otra historia.
El meollo de la cuestión Diluvio Universal [editar]
Como ya se ha dicho antes, llamarle Diluvio Universal a cuatro gotas que cayeron sobre la
Tierra es pasarse un poco, pero lo que sí es verdad es que a Noé le tocaron un poco las narices. El tío no era navegante y no tenía el carnet ni de patrón de barco ni de manipulación de animales, así que la policía costera le metió un palo de la leche. Después de este pequeño incidente, surgió el tema de la escasez de comida. Tuvo que darles de comer a todos los animales durante cuarenta días y cuarenta noches (tiene lógica, por aquello de que los días y las noches se intercalan regularmente). Por suerte, el hermano de Noé se dedicaba a la cría y venta de pollos, con lo que había metido en la barca más de una pareja y tuvo alimento para unas horas.
Luego, todos empezaron a notar la ausencia de algo. Los únicos que estaban a gusto con la escasez de comida eran los elefantes, que habían bajado 1000kg con la dieta. Después de los cuarenta días (con las cuarenta noches), estaban todos tan cansados que no les apetecía ni mirar por la borda ni sacar la mano para ver si había parado de llover, así que los tuvo que avisar una palomita que llevaba una hoja de perejil rica rica y con fundamento. Esa paloma es ahora el símbolo de la paz. Esto tiene lógica porque Científicos de todo el mundo han intentado darle una explicación lógica a la aparición de este símbolo, con resultados inconcluyentes. Bien, pues después de que apareciera la palomita de las narices, todos los animales fueron felices y se comieron a las perdices.