Recordáis lo que os conté en el relato pasado? Esta es la continuación de lo que sucedió después en Cannes…
Esa mañana nos levantamos todos de nuestra velada para ir al desayuno con los abuelos para escuchar su sermón navideño… en fin, yo abrazaba a Eva mientras caminábamos sobre la arena rumbo del hotel, ella solo me sonreía con una mezcla de vergüenza y satisfacción, entre el nerviosismo y el deseo del algo “prohibido” por los tabúes sociales y familiares…
Llegamos pues al hotel, todos fuimos a las habitaciones correspondientes de nuestros padres para la ducha correspondiente y el cambio de atuendo, pues los abuelos son inflexibles con la educación en el comedor y los buenos modales al sentarse en la mesa con la familia… pero mi sorpresa ha sido ver a mi hermosa prima al bajar los tres escalones que dividen la salida del restaurant a la terraza en donde íbamos a desayunar, llevaba un vestido negro tornasol violeta que hacía resaltar el tono blanco de su piel y sus ojos negros, sobre las rodillas un par de pulgadas mostrando su hermoso par de piernas y un escote en V que entornaba su hermoso pecho con sus senos blancos, era un verdadero deleite para los ojos verla así… “Mirad a la pequeña… se ha convertido en toda una señorita verdad Manuela” fue el comentario del abuelo para con la madre de Eva, Manuela es mi tía y se casó con un alemán, de donde nació Eva… en fin, todos nos asombramos de ver a las demás primas que habían crecido y que a algunos no conocíamos hasta ese entonces y algunas las frecuentábamos más, los primos éramos de todo, algunos altos, algunos deportivos, bajos, gordos, delgados, en fin… el sermón del abuelo sobre la familia, las reuniones, los matrimonios, etc… yo no ponía mucha atención, solo jugueteaba con los pies bajo la mesa con mi prima Eva y las risas coquetas no faltaban…

Terminó pues la charla del abuelo y pasamos al desayuno… -¿cómo la habéis pasado anoche?- dijo una de mis tías –Bien, ya sabéis, el desmán de todos contando sobre nuestros lugares de origen, etc… bla bla bla… (Omitiré los detalles del desayuno…)

Decidimos pues salir a dar un paseo en las cercanías para comprar los suvenires obligados de todo viaje a lugares no muy visitados y yo renté una cuatrimotor para desplazarme mejor y más rápido por los lugares, cuando salí vi que Eva estaba sobre la moto esperándome –Hola nena, como estáis?—Bien, pero no sé a dónde ir en este lugar, me permitís acompañaros? –Por supuesto que sí, no os molestan las motos? –claro que no! Tengo una Sachs en casa que es en la que voy al colegio! –vamos entonces nena, demos un paseo…

La verdad que no sé a qué tantos lugares fuimos, yo estaba extasiado con sus brazos rodeándome el cuerpo para evitar caer de la moto, avanzaba en día y fuimos a comer, nos introdujimos a un restaurante llamado Barbarella, justo al centro de Cannes, comida deliciosa, en fin, bastante costoso por cierto, pero continuaré con la historia, no nos detengamos en pequeñeces…

Llegada la noche, nos fuimos a la cena familiar con nuestros familiares y Eva seguía junto de mi, obviamente nuestros padres estaban charlando sobre cosas “de adultos”, de familia, y demás… por lo que a los hijos no nos tomaban mucho en cuenta, a lo que nosotros aprovechando, hacíamos lo que queríamos, yo fui a cambiarme, pues hace bastante calor en ese lugar pese a que era diciembre, Eva, que se encontraba en la habitación de sus padres contiguo a la habitación de los míos, me escuchó llegar y salió para verme, me hizo una seña con su mano y yo fui para con ella, nos metimos a la habitación de sus padres y dejó caer el vestido que llevaba puesto, quedando solo en bragas, no llevaba brassiere y sus senos blancos eran como ver un cuadro de Leonardo Da Vinci, su vagina deliciosa que una noche anterior había disfrutado, ahora si la veía plenamente junto con su cuerpo que tanto me gustaba… me abrazó y me dijo al oído: -Me gusta mucho estar cerca de vos… yo no pude sino sonreír, estaba sin aliento, sin palabras, no sabía que decir… solo me tomó entre sus suaves manos y me llevó a sus labios para besarlos nuevamente…

Que delicia era aspirar su aliento, aspirar su aroma… pero. Un momento!… estábamos en la habitación de mis tíos, podrían llegar en cualquier instante!!! –vamos, iremos a algún otro lugar… (Le dije) –No, conozco a mis padres y sé que ahora deben estar con los demás organizando la siguiente reunión, jugarán un par de manos de póker con mis tíos y beberán cerveza hasta morir, y mis tíos no vendrán en un rato, igual que mis padres… además les he dicho que me sentía un poco cansada y que tenía jaqueca, así que no nos molestarán… confía en mi…

El problema no era la confianza en ella, con ella podría saltar de un cañón si me lo pidiese, el verdadero problema era si nos descubrían…. Me tomó de entre mis piernas y me miró fijamente con esa mirada retadora que tienen los alemanes a lo que yo me sentí intimidado, no podía levantar mis ojos y verla directo a los de ella, solo veía sus deliciosos senos con sus pezones que casi se perdían con el tono de su piel, me acercó a su pecho y comencé a lamer sus senos, estaban duros como si hubiesen estado en hielo, pero era una delicia caliente lamerlos, ella bajó mis pantalones cortos y mis bragas, tomó mi pene en su mano y con la otra comenzó a acariciar la cabeza de mi pene en movimientos circulares a lo que yo solo reaccionaba empujando un poco…

Con la mano comencé a sobar su vagina sobre sus bragas sintiendo como lentamente iban poniéndose más y más húmedas en el puente de la entrepierna y de vez en cuando acercaba mis dedos a mi nariz para olfatear su delicioso aroma vaginal… eso me excitaba mucho más y ya no lo soportaba más… era el temor de que alguno de mis tíos nos fuera a descubrir o peor aún, mis padres o los de ella… paró en seco las caricias a mi pene y se inclinó para meterlo en sus labios a lo que yo solo me senté a la orilla de la cama… ella lamia con fiereza mi pene y los introducía abruptamente como si quisiera comerlo de un bocado, el miedo de alguna manera me excitaba más aún y no contuve más las ganas de llegar en su boca y lo hice… ella me presionó la parte de debajo de mis testículos para no perder la erección y se sentó sobre mi pene y comenzó a moverse rítmicamente de manera que los dos sintiéramos bien el momento… yo olvidé por un momento el lugar en donde estábamos haciéndolo y la amé como si fuera la última y la primera vez, estaba de alguna manera, perdidamente enamorado de mi prima… hizo una pausa y le siguieron varias contracciones en todo su hermosos cuerpo y se estremeció sobre de mí, cerro sus ojos y me besó, yo no podía aguantar más, ella lo sintió y rápidamente colocó mi pene en su estrecho ano y comenzó a introducirlo, yo no pude contenerme más y terminé dentro de ella cuando no había entrado la tercera parte de mi pene en su ano, a lo que ella dio un pequeño gemido y las contracciones llegaron nuevamente… por mi parte, no pude hacer mas nada, me desgaste en demasía al contener mis ganas de eyacular dentro de ella durante el tiempo que ella se movía, pero en mi mente rondaban sus palabras “no quiero un monstruo”…

Nos quedamos dormidos ella sobre mí y completamente desnudos, con mi pene dentro de su ano aún ya sin erección, pues era tan estrecho que no dejaba salir mi glande de él.

Abrí los ojos y me di cuenta que ya estaba por amanecer, me levanté de prisa recostándola con mucho esfuerzo en la cama, me vestí casi de inmediato y corrí a la habitación de mis padres temeroso de que alguien nos hubiera visto…

No, aún seguían todos en los juegos de póker y las bebidas, incluyendo al abuelo, que a sus 89 años ya era mucho decir… volví por la escaleras y me detuvo Eva bajando… -Te lo dije nene, pasarían toda la noche jugando y bebiendo, mis padres tienen ese extraño don de convencer a los demás para hacer lo que ellos quieren… -ya lo veo preciosa, disculpadme por haberos dejado en la cama sola… -No importa, pasaremos mucho tiempo juntos…

Ese último comentario de ella me turbó un poco, “pasaremos mucho tiempo juntos”, no sabía que significaba o a que se refería… en fin, nos fuimos a dormir pero esta vez a la habitación de mis padres, ya vestidos, nos recostamos sobre las sabanas, pues el calor era casi insoportable…

Temprano en la mañana mi padre me despertó y me dijo “anda hijo, que ya es nuestro turno…” yo abrí los ojos y Eva estaba junto a mí con un brazo sobre mi pecho, estaba plenamente dormida, no sabía que nos iban a decir sobre encontrarnos dormidos juntos, pero me levanté sin mover mucho a Eva, mi madre se acercó a ella y la tomó de una mejilla y le dijo: -Eva, vuestros padres me han preguntado por vos, pero le he dicho que estabais aquí con mi hijo, me dijeron que al parecer os habíais llevado muy bien… Eva solo sonrió y le contestó: -Si tía, me ha encantado estar con vuestro hijo, es muy atento y todo un caballero, ayer me sentía un poco mal y él se ofreció a llevarme a la habitación de mis padres, pero le dije que si me permitía quedarme con él, y me estuvo cuidando hasta que lo venció el sueño…

Se levantó de la cama y me tomó del brazo y con una risa en sus labios me dijo en voz alta: Anda primo, deseo conocer más de este hermoso lugar…