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Este es el Primer Relato de Sexy Aracely

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Becerro
Desde
7 Sep 2009
Mensajes
48
Hola a todos quiero platicarles la experiencia de la prima de una amiga

No sé cómo empezar mi relato, es algo que me sucedió hace poco.
Empezaré por describirme, soy una mujer castaña, de labios carnosos y un lunar arriba de mi labio superior, de ojos claros, 1.75m y mis medidas son según dicen exuberantes, 95, 65 y 120. Mi esposo y yo tenemos unos 2 años de casados, yo tengo 22 años y él 28.
Somos una pareja común, nuestras relaciones sexuales se puede decir son normales, dos, tres veces por semana.
Los amigos de mi esposo siempre le han dicho que soy muy hermosa y él se siente orgulloso de cómo me miran ellos.
Incluso, cuando salimos a la calle, los hombres que pasan en auto se me quedan viendo al culo, tengo las nalgas bien formadas pues me gusta ir al spinning. Como decía, se me quedan viendo de manera descarada al culo y mi marido se da cuenta, pero se hace el desentendido, eso lo hace sentir "chingón" como él dice porque "el es el dueño de todo eso que hace babear a los demás”.
Mi esposo, hace poco empezó a traerme películas porno que veíamos mientras estamos acostados, él se empieza a excitar y terminamos haciendo el amor.
Todo era normal en nuestra vida, hasta que mi esposo perdió su trabajo y empezamos a tener problemas por la situación económica que repercutían en nuestra relación en la intimidad.
Un amigo le prestó una máquina para trabajar en casa (El es carpintero) y en casa hacia muebles.
Esta persona le traía trabajos y venía seguido a la casa, yo no ponía atención cuando venía, es un hombre de 38 años, alto, de candado, cuerpo atlético, pero no le ponía atención cuando venía.
Una ocasión que vino yo traía un short que era muy ajustado y se me marcaba mucho el culo, él se me quedó viendo y me dio mucha pena y me retiré al baño, pero algo dentro de mí se encendió.
No sé qué platicaron, pero cuando salí me contó mi esposo que él le dijo que venía del TableDance y otras cosas. Me platicaba mi esposo que era muy mujeriego, que le gustaba andar de cabron detrás de las mujeres y eso me hizo sentir morbo por la forma en que me miró. Me imaginé que pensaría al verme así vestida.
Desde ese día, cada que llegaba sentía su mirada lasciva recorrerme de arriba a abajo, cuando volteaba para traerle un vaso de agua sentía su mirada clavada en mi culo y al regresar con el vaso me rozaba la mano al agarrarlo, eso me hacía estremecer. Mi marido distraído con las cuentas y la maquina no se daba cuenta de nada. Él me hacía plática, se sonreía conmigo y yo por ser atenta me sentaba cerca de él, podía oler su perfume y eso me empezó a atraer.
Mientras mi marido me seguía platicando de él, de lo mujeriego que es, que iba a los Tables a coger con las bailarinas, que le gustaban las casadas, etc. y eso me hacía imaginar que era un hombre muy caliente, que sería estar en sus brazos y ser besada por él. Pero intentaba no pensar en eso como mujer casada que soy.
Pero cada que venía de visita siempre su mirada se clavaba en mis nalgas y eso rondaba mis pensamientos, me hacía sentir algo que no podía describir.
Una ocasión que no estaba mi marido porque salió a ver un cliente en la mañana, me encontraba caliente y puse un video porno y el actor se parecía mucho a el amigo de mi esposo, eso me puso a mil y empecé a masturbarme, me empecé a desnudar lentamente acariciándome el cuerpo y en mi mente vinieron imágenes de él, de cómo me miraba y cerré los ojos, me apretaba las tetas y me sobaba mi rajita ya húmeda en ese momento, más y más me excitaba, me metía los dedos en el culo y la rajita y de repente se me salió su nombre, al suceder eso empecé a gemir, mi respiración se hizo entrecortada, me estaba masturbando ¡Pensando en él!
Era como sentirlo acariciándome, me recorría toda, las nalgas, las tetas, el cuello, no pude más y tome un consolador que mi marido me regaló hace mucho para jugar mientras me hacía el amor y me lo metí pensando que era su verga y al cerrar los ojos lo veía viéndome y diciéndome cosas al oído.
Estaba jadeando fuertemente cuando sonó el teléfono ¡Era él! Me dijo:
- ¿Bueno?
- Sí, bueno ¿Quien habla?
- Soy yo Araceli
-¿Esta tu marido?
- No. No está en este momento.
Mi respiración aun estaba agitada por lo que estaba haciendo y por el nerviosismo de estar hablando con él desnuda, sentía como si me pudiera ver y él notó mi agitación y me dijo:
- Oigo tu respiración agitada ¿Te sucede algo, estas bien?
- Si- le dije -Es que estaba haciendo ejercicio-.
Me dijo -Una mujer tan hermosa como tú no necesita hacer ejercicio…. perdón, no pude contenerme, mejor hablo después para ver si está tu marido.
-¡No!- Le dije sin pensar y él se dio cuenta y me dijo -¿Quieres seguir platicando?- le dije -Estoy sola y algo aburrida- y el me dijo -¡Cómo! ¡A una mujer tan hermosa como tú! ¿Tu marido se atreve a dejarte sola? Si yo fuera él...-
Cuando escuché eso tuve un orgasmo fuertísimo pues aún traía el consolador en mi panocha, traté de disimular, pero creo que se dio cuenta porque me dijo - Si yo fuera él, no te dejaría sola, estaría siempre aprovechando el tiempo- le pregunté -¿Como, cómo lo aprovecharías?- y él me dijo -Estaría haciéndote el amor todo el tiempo- Empecé a temblar y él me dijo -Ese lunar que tienes en la boca siempre me ha parecido muy sexy, eres muy atractiva, no sé porque tu marido te deja sola-
Le dije -Ya ves, el trabaja siempre y casi no tenemos tiempo de hablar- Me dijo -¡Pues que pendejo! yo con una hembra como tú no la dejaría salir de la recamara- Ya no pude aguantar y le colgué.
El me volvió a marcar y cuando contesté me dijo -Perdóname, no volverá a pasar, es que no pude contenerme- Le dije, -ok, pero por favor no vuelvas a decirme nada de eso- y colgó.
Aún así siempre buscaba hablar cuando mi marido no estaba y me decía piropos, nada inapropiado, que era muy hermosa, que suerte tenía mi marido etc. y yo al sentirme halagada lo dejaba decirlos, aunque luego me pedía perdón y colgaba. Pero eso me hizo que llegara a desear que llamara, me hizo adicta a sus llamadas.
Un día mi marido y yo peleamos porque por su falta de trabajo no había dinero para los gastos y él se fue enojado, cuando llegó no me dirigía la palabra y yo me sentía mal.
Me sentía tan mal que necesitaba hablar con alguien y fui a mi recamara, me encerré y le llamé a él. Cuando me contestó me saludó y me dijo -¿Que tienes, porque lloras?- le dije -Me acabo de pelear con mi marido, necesito platicar con alguien para desahogarme- y él me dijo -Pues si quieres puedes contar conmigo- le dije, -Necesito verte- y él me dijo -¿Donde?- Le dije -A las 9:00 tengo clases de spinning, cerca de la clase hay un parque, allí te veo a las 9:40 cuando salga de la clase- Me dijo -Ok, allí te veo-
Me sentí excitada, pero después me dije que no iría porque estaba mal eso. Pero al bajar para ir a la clase y ver a mi marido sentado en el sillón viendo la tele como si no pasara nada e ignorándome me dio coraje y me decidí a ir a verlo. Al salir de la clase una amiga a la que le platiqué de él me acompañaba y al llegar al parque, cuando vimos la camioneta mi corazón se aceleró y mi amiga me dijo -Allí está tu galán- y se rió. Le dije -Si mi marido te habla dile que estoy contigo y estoy enojada, que cuando me calme regreso- y ella se alejo riéndose.
Al llegar con él que me esperaba afuera, me saludó dándome la mano y me besó en la mejilla, pero lo hizo cerca de la boca, eso me excitó, pero aún no estaba lista para entregarme a él, me abrió la puerta y subimos, ya adentro me dijo –Ya puedes decirme que te pasa- y empecé a llorar y le dije –Es que mi marido no me entiende, me tiene abandonada, su maldita actitud de no querer buscar un trabajo estable- y él me dijo –Chihuahua, no sé qué le pasa, yo le presté la maquinaria para ayudarlos, pero si no completan le ayudo a buscar trabajo-
Como seguía llorando me tomo de las manos y secó mis lágrimas y me dijo –No puedo ver llorar a una mujer tan hermosa como tú- y me dio nuestro primer beso, fue lento, tierno pero a la vez sensual.
Lo dejé besarme, pero luego él se apartó y me dijo –Perdóname, no pude contenerme, eres tan atractiva que no entiendo cómo teniéndote él no sabe aprovechar el tiempo contigo, yo sí lo aprovecharía- cuando dijo eso se me quedó viendo a los ojos y siguió –Yo sí lo aprovecharía llenándote de halagos, caricias y besos y…- hizo una pausa y yo le dije -¿Y qué más?- y él me dijo –Y te haría el amor todos los días…- y él aprovechó que me tenía tomadas las manos, me tomo el rostro con una mano y me besó otra vez. Esta vez fue más apasionado, más largo, yo no intente alejarme, él empezó a besarme el cuello y me decía al oído -Yo no te dejaría sola, yo aprovecharía para hacerte el amor a toda hora- mientras sus manos bajaban a mi cintura, su mano fue recorriéndola hasta llegar a mi espalda y se metió debajo de la blusa mientras me mordía los labios, luego bajó sus manos y empezó a sobarme el culo lentamente.
 
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