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Que tal, como están todos aquí en el corral, bueno, anteriormente publique la primera parte de este relato, y ahora que vuelvo para poner la 2da parte resulta que no lo encuentro por ningún lado, lo último que leí fue que quizás estaba rompiendo las reglas, si es así me disculpo y bueno quito aquello que haya podido ocasionarlo (las edades) y pido una disculpa si es que así fue… bueno, sin más les dejo aquí el relato completo, espero les guste y puedan comentar sobre el, para los que leyeron la primera parte sabran del porque eh cambiado las edades, fue una vivencia que pase a esa edad y bueno, ni modo… de acuerdo a algunos comentarios que llegue a leer iba bien, espero esta segunda parte sea más de su agrado…
Mi padre es de un pueblito ubicado a 45 minutos de Tuxtepec Oaxaca, ya perteneciente a Veracruz, y teníamos la costumbre d visitarlo casi cada año, en el mes d diciembre, ahí vivía brisa, una chica hermosa, de tez apiñonada, ojos grandes y expresivos de un café claro, pelo lacio de un castaño oscuro, nariz respingada y unos labios delgados, era bajita pero de un cuerpo precioso, piernas no muy definidas pero lindas, cintura pequeña y senos de buen tamaño, ella tenía 20 y yo apenas tenía 18, ella x lo k había escuchado ya tenía experiencia n relaciones de pareja, y yo, yo la veía a esa edad como mi diosa, su forma d vestir, su risa, sus gestos, su piel, todo en ella me encantaba, pero nunca me había prestado atención y el único contacto que teníamos era cuando nos saludábamos y cuando nos despedíamos, pero en ese año algo diferente se cocinaba, cuando llegamos no la vi, no estaba en su casa, pero apenas llego y supo que estábamos ahí fue de inmediato a donde nos encontrábamos, fue muy raro verla dirigirse directamente hacia mí, me miro, sonrió y pregunto -tú sigues siendo Javier verdad? -sí, hasta donde recuerdo aún sigo siendo yo, respondí, volvió a sonreír y sin más me abrazo, apretándome contra ella y haciéndome sentir aquellos senos suaves presionándose contra mi pecho, se retiro y me beso en la mejilla, mientras saludaba a los demás no le despegaba los ojos de encima, y ella lo notaba porque de tanto en tanto volteaba a verme, al dio siguiente estábamos platicando desde la mañana en una mesita en el patio de su casa, hablamos de varias cosas pero, lo más importante y sorprendente fue que nos confesamos mutuamente que nos gustábamos, yo no sabía muy bien qué hacer cuando la oí decirlo, quería echármele encima y comérmela a besos, pero mi timidez me lo impedía, ella rio divertida y cuando al fin me había armado de valor, llego su papá, pero nos quedamos de ver en el parque más tarde, casi m voy de espalda cuando la vi llegar con una falda blanca entablada, de esas como las que usan las porristas, una blusita escotada color naranja claro, todo mundo la veía, incluso compañeros de escuela le salían al paso y a todos los evadió, llego hasta donde me encontraba, me saludo con un beso casi en la boca, esa noche había baile en el parque, tocaba un luz y sonido, al bailar ella me provocaba, me tocaba, hasta que ya no pude más y termine besándola sin que dejara de bailar, introdujo su lengua en mi boca, y se rozaba con la mía, a veces lento, a veces rápido, me encantaba la sensación que me daba, y sin darme cuenta, mis manos ya se habían deslizado acariciando su lindo trasero, se sorprendió un poco pero siguió besándome, empezó a caminar hacia atrás y me susurro al oído, ven, vamos a donde haya menos gente, caminamos como 2 calles hasta llegar al patio de una primaria, la maya que servía de barda tenía un hueco y nos colamos por ahí, ya había una que otra parejita adentro, buscamos un lugar lejos de ellas metiéndonos n un salón, volvimos a besarnos apenas cruzamos la puerta, esta vez con más intensidad, la empecé a apretar cada vez con más y más fuerza contra mí, la recargue contra la puerta y nos separamos un momento, la mire y acaricie su mejilla, mi mano temblaba y dude un poco, pero sabía que una oportunidad así quizás jamás la volvería a tener, pero mi mano seguía temblando aun mas, le acaricie el cuello y seguí bajando hasta tocar su seno, brisa solo me veía y en su pecho se veía como su respiración ya estaba agitada, le jale la blusa hasta dejarla debajo de su seno, me quede quieto viéndolo y ella sonrió, que estas esperando eh? dijo en cierto tono divertido mientras jalaba mi cara contra seno, comencé a besarlo y a darle pequeños chupetones, ella me apretaba mas haciendo que su pezón quedara entre mis labios, y yo comencé a chuparlo con más fuerza, lo lamia y le daba pequeños mordiscos haciendo que ella enmarañara mi cabello con sus manos, mi mano descubrió su otro seno y lo apretaba con fuerza, un pezón estaba siendo lamido, chupado y mordisqueado, y el otro era sobado entre mis dedos, y de vez en vez los cambiaba d posición, la piel brillaba por toda la saliva que mi boca dejo, entonces la vi y comencé a hincarme, mis manos habían dejado de temblar ya, y se deslizaban acariciando aquellas cálidas y lindas piernas, las empecé a besar desde las rodillas y poco a poco iba subiendo, había un olor extraño pero que me encantaba, llegue hasta su ropa interior, era una especie de boxer pequeñito, muy apretado, tanto que se llegaban a notaban sus labios vaginales a la perfección, lo tome con las dos manos y lo baje hasta sus rodillas, su vagina quedo a la vista, aspire de nuevo aquel olor que cada vez me gustaba más, roce mis labios contra su vagina haciéndole sentir todo mi aliento caliente, mis dedos empezaron a juguetear en su sexo, los metía y sacaba una y otra vez comenzando a sentir como su humedad iba aumentad ,haciéndola mover sus piernas como si se fuera caer, mi boca a esa alturas chupaba su clítoris, y mi lengua lamia entera aquella gruta húmeda y caliente, hubo un momento en que le metí mi lengua hasta lo más hondo que pude arrancándole un gemido fuerte y un poco largo, después de un momento me hizo levantar y cambiar de lugares, me desabrocho el pantalón, con prisa me bajo la ropa interior, miro mi miembro erecto y empezó a acariciarlo, lo frotaba lentamente haciéndome cerrar los ojos por tan rica sensación, de pronto sentí una calidez muy húmeda envolviendo mi pene, abrí los ojos y la vi chupando la cabeza de mi pene, me lo hacía tan bien que solo podía contraer los músculos o lo que sea que había que contraer para tratar de no acabar tan rápido, pero ella parecía no estar de acuerdo porque no me dejaba, continuaba chupando y lamiendo todo mi pene, desde la base hasta la cabeza, una y otra vez sentía su deliciosa lengua rozándose por todo mi duro miembro, podía sentir la humedad de su saliva resbalar por todo mi sexo, y por momentos también chupaba la unión entre el miembro y mis testículos, era ahí, en esos momentos donde las sensaciones se volvían más ricas, y cuando volvió a meter mi miembro n su boca comencé a moverme sin que pudiera evitarlo, follaba su boca muy rápido y cuando volví a contraerme ella me agarro del trasero y me apretó contra ella metiendo hasta el fondo todo mi pene en su boca y eso ya no lo pude soportar, empecé a venirme en su boca mientras le jalaba del cabello, cuando termine de sacar todo mi semen la solté, y de su boca comenzó a salir parte de la descarga, se escurría por la comisura de sus labios y le limpie una parte con un dedo y cuando la iba a limpiar en mi pantalón brisa tomo mi mano y comenzó a limpiarme pero con su boca, empezó a lamer el resto de semen que tenía mi dedo, mientras me miraba, y yo al verla así, en esa escena volví a excitarme y a sentir a mi miembro empezar a levantarse de nuevo, ella miro como frente a su cara mi pene volvía a ponerse duro, se levanto y me jalo hacia una mesa, se recostó sobre ella y al mismo tiempo que se rozaba ella misma con su mano me pidió con la respiración y la voz agitada, házmelo ya...yo tome mi miembro, lo puse en la entrada de su sexo y........
…tome mi miembro y me coloque en la entrada de su intimidad, la mire, ella estaba ansiosa porque rodeo mi cintura con sus piernas y veía como ambos sexos se frotaban, tome la cabeza d mi pene y la frote por toda su vagina, brisa no dejaba de mirar y de nuevo su respiración se agitaba, me separe d ella por un momento solo para volver a lamerla, mi lengua recorría de arriba a abajo metiéndose entre sus labios vaginales, que a veces eran chupados y jalados por mis labios, brisa arqueaba su cuerpo por la sensación que le daba sentir mi aliento caliente, mi boca no paraba, no le deba descanso, y seguía lamiendo por todas partes, chupaba sus ingles, sus muslos, y mientras le lamia todo su vientre me tomo del cabello y m dijo –por favor ya, yo como respuesta la ignore y me fui directo a aquel botoncito d carne que ya se encontraba muy duro, lo roce con la puntita de mi lengua y sentí como se estremeció, de forma un tanto tosca lo metí todo entre mis dientes y empecé a mordisquearlo con fuerza ella seguía levantando su cuerpo, me agarra del cabello, levantaba sus piernas y empezaba a hacer pequeños gemiditos aunque cada vez eran con más fuerza, y oírla así me excitaba aun más, mi pene seguía duro, ansioso, me separe de brisa por un momento para ver aquel sexo empapado por mi saliva y por sus propios jugos que ya fluían, ya no pude mas y guie la punta de mi sexo hasta la vagina de brisa, poco a poco empecé a presionar haciendo que mi pene se fuera metiendo cada vez más hondo dentro de la intimidad de brisa, yo mientras más adentro estaba mas sentía como los pliegues de aquella gruta caliente y húmeda me apretaban, sentir aquella humedad rodearme y apretarme me hizo recostarme sobre ella, al tiempo que mis caderas la embestían primero suavemente, y por ratos con mucha más fuerza, en cada embestida nuestros labios quedaban muy cerca, la bese y mientras le comía la boca la hice sentarse en el borde de la mesa, mis caderas cambiaron de la fuerza a la lentitud, comenzando a dibujar pequeños círculos al entrar y salir de ella, se me abrazo y cuando su oído quedo al alcance de mi boca le susurre; año tras año eh deseado, querido que te fijaras en mi, toda mi vida me has encantado, y en respuesta me beso, un beso muy lento, al despegar su boca volvió a sonreírme me hizo cambiar quedando recostado en la mesa, ella subió, se puso frente a mí, acaricio mi mejilla y dijo al oído, nunca había puesto atención, lo siento, se incorporo y mientras me veía sonriendo deslizo su mano desde mi pecho hasta mi sexo, lo acaricio y lo guio de nueva cuenta dentro de su vagina, esta vez de inmediato comenzó a moverse de arriba a abajo, podía sentir como me apretaban todos los pliegues d su intimidad y yo solo pude cerrar los ojos, ella seguía cabalgándome a veces lento a veces más rápido, yo sentía cada vez que podía contenerme menos incluso la detuve al tratar de levantarme un poco, pero no m dejo, al contrario, se apoyo en mis hombros y empezó aquel delicioso vaivén con más fuerza y más rápido, pequeños gemiditos volvieron a brotar de su boca y se apoyaba en mi pecho con ambas manos, el movimiento de sus caderas era delicioso, yo estaba quieto, con mis manos sobre sus piernas sintiendo como mi pene era devorado una y otra vez por aquel sexo ardiente y mojado, en uno de esos cadenciosos movimientos y por el sudor que había ya en su rostro, su cabello cubrió parte d su rostro, yo empezaba a descubrirle su cara cuando sentí como sus manos apretaban cada vez más fuerte mi pecho, como los pliegues de su intimidad se tensaban y con esa presión sobre mi sexo ya no pude evitarlo, también mi pelvis se tenso y sentí como mi descarga empezaba a salir, tan solo atine a decir, ya ya, y ella siguió moviéndose un instante mas, luego se levanto haciendo que mi miembro quedara postrado sobre mi abdomen, mi semen seguía brotando y ella comenzó a masturbarme, mi semen dejo de salir pero brisa no dejo de frotarme y poco a poco mi pene fue perdiendo su dureza entre sus manos, después de un momento me levante ella seguía parada frente a mí, le extendí la mano y la jale hacia mí , le bese lo más lento que pude, la acaricie al tiempo que le decía lo bien que la había pasado y que jamás olvidaría esa noche, nos dimos un último beso y nos vestimos de prisa, eran la 1:24 d la mañana cuando salimos de aquel salón, yo iba más que feliz por todo aquello, regresamos al parque a seguir bailando con todos los amigos con los que íbamos pero nosotros no perdíamos oportunidad de tocarnos con cualquier pretexto, el baile termino hasta las 5 de la madruga pero yo hubiera querido que acabara nunca, ah sido una de las mejores noches d mi vida....
Mi padre es de un pueblito ubicado a 45 minutos de Tuxtepec Oaxaca, ya perteneciente a Veracruz, y teníamos la costumbre d visitarlo casi cada año, en el mes d diciembre, ahí vivía brisa, una chica hermosa, de tez apiñonada, ojos grandes y expresivos de un café claro, pelo lacio de un castaño oscuro, nariz respingada y unos labios delgados, era bajita pero de un cuerpo precioso, piernas no muy definidas pero lindas, cintura pequeña y senos de buen tamaño, ella tenía 20 y yo apenas tenía 18, ella x lo k había escuchado ya tenía experiencia n relaciones de pareja, y yo, yo la veía a esa edad como mi diosa, su forma d vestir, su risa, sus gestos, su piel, todo en ella me encantaba, pero nunca me había prestado atención y el único contacto que teníamos era cuando nos saludábamos y cuando nos despedíamos, pero en ese año algo diferente se cocinaba, cuando llegamos no la vi, no estaba en su casa, pero apenas llego y supo que estábamos ahí fue de inmediato a donde nos encontrábamos, fue muy raro verla dirigirse directamente hacia mí, me miro, sonrió y pregunto -tú sigues siendo Javier verdad? -sí, hasta donde recuerdo aún sigo siendo yo, respondí, volvió a sonreír y sin más me abrazo, apretándome contra ella y haciéndome sentir aquellos senos suaves presionándose contra mi pecho, se retiro y me beso en la mejilla, mientras saludaba a los demás no le despegaba los ojos de encima, y ella lo notaba porque de tanto en tanto volteaba a verme, al dio siguiente estábamos platicando desde la mañana en una mesita en el patio de su casa, hablamos de varias cosas pero, lo más importante y sorprendente fue que nos confesamos mutuamente que nos gustábamos, yo no sabía muy bien qué hacer cuando la oí decirlo, quería echármele encima y comérmela a besos, pero mi timidez me lo impedía, ella rio divertida y cuando al fin me había armado de valor, llego su papá, pero nos quedamos de ver en el parque más tarde, casi m voy de espalda cuando la vi llegar con una falda blanca entablada, de esas como las que usan las porristas, una blusita escotada color naranja claro, todo mundo la veía, incluso compañeros de escuela le salían al paso y a todos los evadió, llego hasta donde me encontraba, me saludo con un beso casi en la boca, esa noche había baile en el parque, tocaba un luz y sonido, al bailar ella me provocaba, me tocaba, hasta que ya no pude más y termine besándola sin que dejara de bailar, introdujo su lengua en mi boca, y se rozaba con la mía, a veces lento, a veces rápido, me encantaba la sensación que me daba, y sin darme cuenta, mis manos ya se habían deslizado acariciando su lindo trasero, se sorprendió un poco pero siguió besándome, empezó a caminar hacia atrás y me susurro al oído, ven, vamos a donde haya menos gente, caminamos como 2 calles hasta llegar al patio de una primaria, la maya que servía de barda tenía un hueco y nos colamos por ahí, ya había una que otra parejita adentro, buscamos un lugar lejos de ellas metiéndonos n un salón, volvimos a besarnos apenas cruzamos la puerta, esta vez con más intensidad, la empecé a apretar cada vez con más y más fuerza contra mí, la recargue contra la puerta y nos separamos un momento, la mire y acaricie su mejilla, mi mano temblaba y dude un poco, pero sabía que una oportunidad así quizás jamás la volvería a tener, pero mi mano seguía temblando aun mas, le acaricie el cuello y seguí bajando hasta tocar su seno, brisa solo me veía y en su pecho se veía como su respiración ya estaba agitada, le jale la blusa hasta dejarla debajo de su seno, me quede quieto viéndolo y ella sonrió, que estas esperando eh? dijo en cierto tono divertido mientras jalaba mi cara contra seno, comencé a besarlo y a darle pequeños chupetones, ella me apretaba mas haciendo que su pezón quedara entre mis labios, y yo comencé a chuparlo con más fuerza, lo lamia y le daba pequeños mordiscos haciendo que ella enmarañara mi cabello con sus manos, mi mano descubrió su otro seno y lo apretaba con fuerza, un pezón estaba siendo lamido, chupado y mordisqueado, y el otro era sobado entre mis dedos, y de vez en vez los cambiaba d posición, la piel brillaba por toda la saliva que mi boca dejo, entonces la vi y comencé a hincarme, mis manos habían dejado de temblar ya, y se deslizaban acariciando aquellas cálidas y lindas piernas, las empecé a besar desde las rodillas y poco a poco iba subiendo, había un olor extraño pero que me encantaba, llegue hasta su ropa interior, era una especie de boxer pequeñito, muy apretado, tanto que se llegaban a notaban sus labios vaginales a la perfección, lo tome con las dos manos y lo baje hasta sus rodillas, su vagina quedo a la vista, aspire de nuevo aquel olor que cada vez me gustaba más, roce mis labios contra su vagina haciéndole sentir todo mi aliento caliente, mis dedos empezaron a juguetear en su sexo, los metía y sacaba una y otra vez comenzando a sentir como su humedad iba aumentad ,haciéndola mover sus piernas como si se fuera caer, mi boca a esa alturas chupaba su clítoris, y mi lengua lamia entera aquella gruta húmeda y caliente, hubo un momento en que le metí mi lengua hasta lo más hondo que pude arrancándole un gemido fuerte y un poco largo, después de un momento me hizo levantar y cambiar de lugares, me desabrocho el pantalón, con prisa me bajo la ropa interior, miro mi miembro erecto y empezó a acariciarlo, lo frotaba lentamente haciéndome cerrar los ojos por tan rica sensación, de pronto sentí una calidez muy húmeda envolviendo mi pene, abrí los ojos y la vi chupando la cabeza de mi pene, me lo hacía tan bien que solo podía contraer los músculos o lo que sea que había que contraer para tratar de no acabar tan rápido, pero ella parecía no estar de acuerdo porque no me dejaba, continuaba chupando y lamiendo todo mi pene, desde la base hasta la cabeza, una y otra vez sentía su deliciosa lengua rozándose por todo mi duro miembro, podía sentir la humedad de su saliva resbalar por todo mi sexo, y por momentos también chupaba la unión entre el miembro y mis testículos, era ahí, en esos momentos donde las sensaciones se volvían más ricas, y cuando volvió a meter mi miembro n su boca comencé a moverme sin que pudiera evitarlo, follaba su boca muy rápido y cuando volví a contraerme ella me agarro del trasero y me apretó contra ella metiendo hasta el fondo todo mi pene en su boca y eso ya no lo pude soportar, empecé a venirme en su boca mientras le jalaba del cabello, cuando termine de sacar todo mi semen la solté, y de su boca comenzó a salir parte de la descarga, se escurría por la comisura de sus labios y le limpie una parte con un dedo y cuando la iba a limpiar en mi pantalón brisa tomo mi mano y comenzó a limpiarme pero con su boca, empezó a lamer el resto de semen que tenía mi dedo, mientras me miraba, y yo al verla así, en esa escena volví a excitarme y a sentir a mi miembro empezar a levantarse de nuevo, ella miro como frente a su cara mi pene volvía a ponerse duro, se levanto y me jalo hacia una mesa, se recostó sobre ella y al mismo tiempo que se rozaba ella misma con su mano me pidió con la respiración y la voz agitada, házmelo ya...yo tome mi miembro, lo puse en la entrada de su sexo y........
…tome mi miembro y me coloque en la entrada de su intimidad, la mire, ella estaba ansiosa porque rodeo mi cintura con sus piernas y veía como ambos sexos se frotaban, tome la cabeza d mi pene y la frote por toda su vagina, brisa no dejaba de mirar y de nuevo su respiración se agitaba, me separe d ella por un momento solo para volver a lamerla, mi lengua recorría de arriba a abajo metiéndose entre sus labios vaginales, que a veces eran chupados y jalados por mis labios, brisa arqueaba su cuerpo por la sensación que le daba sentir mi aliento caliente, mi boca no paraba, no le deba descanso, y seguía lamiendo por todas partes, chupaba sus ingles, sus muslos, y mientras le lamia todo su vientre me tomo del cabello y m dijo –por favor ya, yo como respuesta la ignore y me fui directo a aquel botoncito d carne que ya se encontraba muy duro, lo roce con la puntita de mi lengua y sentí como se estremeció, de forma un tanto tosca lo metí todo entre mis dientes y empecé a mordisquearlo con fuerza ella seguía levantando su cuerpo, me agarra del cabello, levantaba sus piernas y empezaba a hacer pequeños gemiditos aunque cada vez eran con más fuerza, y oírla así me excitaba aun más, mi pene seguía duro, ansioso, me separe de brisa por un momento para ver aquel sexo empapado por mi saliva y por sus propios jugos que ya fluían, ya no pude mas y guie la punta de mi sexo hasta la vagina de brisa, poco a poco empecé a presionar haciendo que mi pene se fuera metiendo cada vez más hondo dentro de la intimidad de brisa, yo mientras más adentro estaba mas sentía como los pliegues de aquella gruta caliente y húmeda me apretaban, sentir aquella humedad rodearme y apretarme me hizo recostarme sobre ella, al tiempo que mis caderas la embestían primero suavemente, y por ratos con mucha más fuerza, en cada embestida nuestros labios quedaban muy cerca, la bese y mientras le comía la boca la hice sentarse en el borde de la mesa, mis caderas cambiaron de la fuerza a la lentitud, comenzando a dibujar pequeños círculos al entrar y salir de ella, se me abrazo y cuando su oído quedo al alcance de mi boca le susurre; año tras año eh deseado, querido que te fijaras en mi, toda mi vida me has encantado, y en respuesta me beso, un beso muy lento, al despegar su boca volvió a sonreírme me hizo cambiar quedando recostado en la mesa, ella subió, se puso frente a mí, acaricio mi mejilla y dijo al oído, nunca había puesto atención, lo siento, se incorporo y mientras me veía sonriendo deslizo su mano desde mi pecho hasta mi sexo, lo acaricio y lo guio de nueva cuenta dentro de su vagina, esta vez de inmediato comenzó a moverse de arriba a abajo, podía sentir como me apretaban todos los pliegues d su intimidad y yo solo pude cerrar los ojos, ella seguía cabalgándome a veces lento a veces más rápido, yo sentía cada vez que podía contenerme menos incluso la detuve al tratar de levantarme un poco, pero no m dejo, al contrario, se apoyo en mis hombros y empezó aquel delicioso vaivén con más fuerza y más rápido, pequeños gemiditos volvieron a brotar de su boca y se apoyaba en mi pecho con ambas manos, el movimiento de sus caderas era delicioso, yo estaba quieto, con mis manos sobre sus piernas sintiendo como mi pene era devorado una y otra vez por aquel sexo ardiente y mojado, en uno de esos cadenciosos movimientos y por el sudor que había ya en su rostro, su cabello cubrió parte d su rostro, yo empezaba a descubrirle su cara cuando sentí como sus manos apretaban cada vez más fuerte mi pecho, como los pliegues de su intimidad se tensaban y con esa presión sobre mi sexo ya no pude evitarlo, también mi pelvis se tenso y sentí como mi descarga empezaba a salir, tan solo atine a decir, ya ya, y ella siguió moviéndose un instante mas, luego se levanto haciendo que mi miembro quedara postrado sobre mi abdomen, mi semen seguía brotando y ella comenzó a masturbarme, mi semen dejo de salir pero brisa no dejo de frotarme y poco a poco mi pene fue perdiendo su dureza entre sus manos, después de un momento me levante ella seguía parada frente a mí, le extendí la mano y la jale hacia mí , le bese lo más lento que pude, la acaricie al tiempo que le decía lo bien que la había pasado y que jamás olvidaría esa noche, nos dimos un último beso y nos vestimos de prisa, eran la 1:24 d la mañana cuando salimos de aquel salón, yo iba más que feliz por todo aquello, regresamos al parque a seguir bailando con todos los amigos con los que íbamos pero nosotros no perdíamos oportunidad de tocarnos con cualquier pretexto, el baile termino hasta las 5 de la madruga pero yo hubiera querido que acabara nunca, ah sido una de las mejores noches d mi vida....
