Fantasioso
Bovino adolescente
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- 5 Nov 2018
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Era un sábado soleado y caluroso, habíamos quedo en reunirnos en la quinta de Yuli por la mañana, yo fui el primero en llegar, toco el timbre y se asoma la Maria del Carmen, la mama, era la primera vez que la veía en persona, solamente la vi en alguna que otra foto, pero en persona transmitía y generaba una energía especial, me quedo quieto viéndola caminar hacia mí solamente con una bikini y remera pegada al cuerpo y con el pelo húmedo pegado al cuerpo, me abres la puerta de la quinta, al saludarla le pongo una mano en la cintura sintiendo lo moldeado de su cintura, siento su teta apoyándome en mi pecho, se disculpa por haberme mojado y me explica que aprovecho y se metió un rato a la pileta antes que llegaran todos, le dije que no había ningún problema, me disculpe por haber llegado demasiado temprano si así fuera, a lo que me responde que no hay problema mientras se hace un rodete con el pelo mojado, vamos caminando para la casa indicándome dónde puedo dejar el bolso y cambiarme si quería hacerlo ahora mismo, le agradecí y aproveche para ya ponerme la malla. No quería perder la oportunidad de tener un momento la pileta para los dos solos.
Salgo para el parque hacia la pileta y ella se había metido de nuevo, la remera se encontraba sobre una de las reposeras, veo su silueta debajo del agua y emerge de mi lado, yo no podía quitar la vista de sus tetas y de tu cara sonriente, ella para despabilarme me tira agua, riéndose del papelón que había pasado al quedarme impávido viéndola, y entre risas me dice que no hay mucho para ver, a lo cual le respondo que era muy hermosa, apenas le dije eso empiezo una catarata de disculpas todo colorado, lo que genera más risas de parte de ella, me extiende su mano como si quisiera salir de la pileta, yo me acerco inclinándome para intentar ayudarla pero es cuando siento que la fuerza la hace ella afirmaba en la pileta, haciendo que vuele todo desarmado dentro de la misma, cuando salgo a tomar aire, la tengo delante mío, con sus brazos por sobre mis hombros y teniendo sus tetas pegadas a mi cuerpo y mis manos tomando su cintura, mirándome a los ojos me pregunta si le gusta lo que ve, y yo le respondo no solo lo que veo sino lo que siento con mi cuerpo, y en eso siento una pierna que me pasa por entre las mías rozándome, lo que me genera una terrible excitación, en eso, sale Yuli, que estaba durmiendo aún y rezongando se acerca al borde de la pileta retándome y diciéndome que deje de cachondear con su mamá. Yo no estaba preparado para ese reto y entre sonrisas Maria del Carmen, me dice que seguimos la charla después.
Empezaron a llegar el resto de los chicos y al verme aun en el agua, me gritaban que no perdí el tiempo, mientas Yuli me clavaba una mirada y Mari una sonrisa al ponerse la remera nuevamente, yo esperaba que se me aflojara un poco la pija antes de salir del agua, lo cual me estaba costando, porque además de fantasear con Yuli, se agregó un nuevo motivo de deseo, Yuli se me acerca a la pileta y me “dice” más te vale que tengas la pija floja cuando salgas del agua… a lo que le respondí que iba a ser difícil si seguía teniendo sus tetas enfrente mío, giro la cabeza y ahí estaba Maria saludando a los chicos, Yuli me agarra la cabeza y girando para cruzar nuestras vista me dice “ojo con mami..”
Transcurrió el día sin más situaciones, yo intentaba poder generar algún momento a solas con ella, pero se hacía difícil, siempre había gente dando vueltas alrededor o ella se iba para otra parte de la quinta. En un momento de la tarde que estaban todos en la pileta, tratando de encontrarme con ella, pero tampoco sin andar mucho por la casa, para no generar sospechas, aproveche y me fui a buscar algo para tomar a la cocina, abro una de las botellas de vino tinto que había mientras yo me apoyo sobre la isla que estaba en medio de la cocina dándole la espalda a la puerta, siento el fresco y la intensidad de la bebida ingresando dentro de mi boca, cuando siento unos dedos apoyándose en mi hombro, lo que hace que me sobresalte y me moje con el vino en la boca deslizándose por mi cuello, al girar la cabeza ahí estaba Maria del Carmen, poniéndose de frente me dice que no hay que desperdiciar un vino tan delicado y con sus labios captura las gotas color carmesí en mí piel que siguió deslizándose por mi pecho subiendo hasta tener nuestros rostros enfrentados, me toma la copa de la mano bebiendo un sorbo, lo degusta y luego de meter el dedo dentro de la copa deja dibuja una línea sobre su cuello y yo borro esa línea con mis labios mientras beso su cuello y mis manos se aferran a su cintura por debajo de la remera que tenía puesta y con suavidad se la saco dejándola sola con la bikini únicamente, era el momento deseado y fantaseado, mi cabeza por un lado me contenía, pero tenía la pija dura y ella no hacia más que tirar su cuerpo sobre ella sintiendo lo firme que estaba y apoyaba sus tetas en mi pecho, mis dedos se deslizaba por su cola y subiendo por su espalda se encuentran con el broche de la bikini y juguetonamente lo separo y agarrando cada punta de la pieza levanto la prenda y pasándola por sobre su cabeza, permito que sus duros pezones se claven en mi pecho mientras intento que nuestras miradas se encuentren...
Le levanto la cara y le doy un beso en los labios mientras mi lengua busca dentro de su boca el roce de su lengua y mientras se buscan, mi mano se mete dentro de la pieza inferior de la bikini y le agarro con firmeza el culo y tomándole la mano le hago sentir como la tenia de dura la pija, al sentirla, la contiene con sus dedos, la acaricia y masajea, separando nuestros labios, se arrodilla, y lentamente veo como se pierde dentro de su boca, siento como su saliva me moja la cabeza y al salir queda un hilo de saliva colgando entre su boca y la punta, y más salvaje la mete en su boca y con más firmeza me presionan sus labios, una y otra vez se pierde dentro de su boca poniéndose cada vez más dura, mis manos te toman del pelo para verte bien la cara y tu mirada desbordando de excitación…
Te pongo de pie y arrodillándome yo, te bajo lo que queda de la bikini, te abro las piernas y con mi lengua comienzo a acariciarte la concha, sus manos se agarran firme del mármol de la mesada, como buscando que el frio controle un poco esa situación, mi lengua se mueve de manera ascendente como si fuere un helado, y con cada pasada se mete más dentro de ella, abriéndose paso entre sus bordes, sintiendo el sabor de su excitación, mi lengua se complementa con mi boca y literalmente intento comerla, chupándosela y tirando de sus labios, lo que desprende un espasmo de placer en ella y un gemido, siento su mano en mi frente como queriendo sacar mi cara de ahí. Me pide que acá en la cocina no, que fuéramos a la pieza que estaba arriba. Levantamos la poca ropa que estaba en el piso y viendo que no hubiera nadie cerca, subimos corriendo la escalera del living, yo tengo la vista atenta a que nadie nos viera, y me pareció verla a Yuli, pero ella no dio señales de haberme visto. Subo de a dos los escalones que faltaban y la veo a Mari esperándome apoyada en la puerta de la pieza, me preguntaba si estaba listo y bajando la mirada a mi pija, la que estaba bien dura y a punto de explotar, me acerco y ella agarrándome de ella, me mete dentro de la habitación.
Salgo para el parque hacia la pileta y ella se había metido de nuevo, la remera se encontraba sobre una de las reposeras, veo su silueta debajo del agua y emerge de mi lado, yo no podía quitar la vista de sus tetas y de tu cara sonriente, ella para despabilarme me tira agua, riéndose del papelón que había pasado al quedarme impávido viéndola, y entre risas me dice que no hay mucho para ver, a lo cual le respondo que era muy hermosa, apenas le dije eso empiezo una catarata de disculpas todo colorado, lo que genera más risas de parte de ella, me extiende su mano como si quisiera salir de la pileta, yo me acerco inclinándome para intentar ayudarla pero es cuando siento que la fuerza la hace ella afirmaba en la pileta, haciendo que vuele todo desarmado dentro de la misma, cuando salgo a tomar aire, la tengo delante mío, con sus brazos por sobre mis hombros y teniendo sus tetas pegadas a mi cuerpo y mis manos tomando su cintura, mirándome a los ojos me pregunta si le gusta lo que ve, y yo le respondo no solo lo que veo sino lo que siento con mi cuerpo, y en eso siento una pierna que me pasa por entre las mías rozándome, lo que me genera una terrible excitación, en eso, sale Yuli, que estaba durmiendo aún y rezongando se acerca al borde de la pileta retándome y diciéndome que deje de cachondear con su mamá. Yo no estaba preparado para ese reto y entre sonrisas Maria del Carmen, me dice que seguimos la charla después.
Empezaron a llegar el resto de los chicos y al verme aun en el agua, me gritaban que no perdí el tiempo, mientas Yuli me clavaba una mirada y Mari una sonrisa al ponerse la remera nuevamente, yo esperaba que se me aflojara un poco la pija antes de salir del agua, lo cual me estaba costando, porque además de fantasear con Yuli, se agregó un nuevo motivo de deseo, Yuli se me acerca a la pileta y me “dice” más te vale que tengas la pija floja cuando salgas del agua… a lo que le respondí que iba a ser difícil si seguía teniendo sus tetas enfrente mío, giro la cabeza y ahí estaba Maria saludando a los chicos, Yuli me agarra la cabeza y girando para cruzar nuestras vista me dice “ojo con mami..”
Transcurrió el día sin más situaciones, yo intentaba poder generar algún momento a solas con ella, pero se hacía difícil, siempre había gente dando vueltas alrededor o ella se iba para otra parte de la quinta. En un momento de la tarde que estaban todos en la pileta, tratando de encontrarme con ella, pero tampoco sin andar mucho por la casa, para no generar sospechas, aproveche y me fui a buscar algo para tomar a la cocina, abro una de las botellas de vino tinto que había mientras yo me apoyo sobre la isla que estaba en medio de la cocina dándole la espalda a la puerta, siento el fresco y la intensidad de la bebida ingresando dentro de mi boca, cuando siento unos dedos apoyándose en mi hombro, lo que hace que me sobresalte y me moje con el vino en la boca deslizándose por mi cuello, al girar la cabeza ahí estaba Maria del Carmen, poniéndose de frente me dice que no hay que desperdiciar un vino tan delicado y con sus labios captura las gotas color carmesí en mí piel que siguió deslizándose por mi pecho subiendo hasta tener nuestros rostros enfrentados, me toma la copa de la mano bebiendo un sorbo, lo degusta y luego de meter el dedo dentro de la copa deja dibuja una línea sobre su cuello y yo borro esa línea con mis labios mientras beso su cuello y mis manos se aferran a su cintura por debajo de la remera que tenía puesta y con suavidad se la saco dejándola sola con la bikini únicamente, era el momento deseado y fantaseado, mi cabeza por un lado me contenía, pero tenía la pija dura y ella no hacia más que tirar su cuerpo sobre ella sintiendo lo firme que estaba y apoyaba sus tetas en mi pecho, mis dedos se deslizaba por su cola y subiendo por su espalda se encuentran con el broche de la bikini y juguetonamente lo separo y agarrando cada punta de la pieza levanto la prenda y pasándola por sobre su cabeza, permito que sus duros pezones se claven en mi pecho mientras intento que nuestras miradas se encuentren...
Le levanto la cara y le doy un beso en los labios mientras mi lengua busca dentro de su boca el roce de su lengua y mientras se buscan, mi mano se mete dentro de la pieza inferior de la bikini y le agarro con firmeza el culo y tomándole la mano le hago sentir como la tenia de dura la pija, al sentirla, la contiene con sus dedos, la acaricia y masajea, separando nuestros labios, se arrodilla, y lentamente veo como se pierde dentro de su boca, siento como su saliva me moja la cabeza y al salir queda un hilo de saliva colgando entre su boca y la punta, y más salvaje la mete en su boca y con más firmeza me presionan sus labios, una y otra vez se pierde dentro de su boca poniéndose cada vez más dura, mis manos te toman del pelo para verte bien la cara y tu mirada desbordando de excitación…
Te pongo de pie y arrodillándome yo, te bajo lo que queda de la bikini, te abro las piernas y con mi lengua comienzo a acariciarte la concha, sus manos se agarran firme del mármol de la mesada, como buscando que el frio controle un poco esa situación, mi lengua se mueve de manera ascendente como si fuere un helado, y con cada pasada se mete más dentro de ella, abriéndose paso entre sus bordes, sintiendo el sabor de su excitación, mi lengua se complementa con mi boca y literalmente intento comerla, chupándosela y tirando de sus labios, lo que desprende un espasmo de placer en ella y un gemido, siento su mano en mi frente como queriendo sacar mi cara de ahí. Me pide que acá en la cocina no, que fuéramos a la pieza que estaba arriba. Levantamos la poca ropa que estaba en el piso y viendo que no hubiera nadie cerca, subimos corriendo la escalera del living, yo tengo la vista atenta a que nadie nos viera, y me pareció verla a Yuli, pero ella no dio señales de haberme visto. Subo de a dos los escalones que faltaban y la veo a Mari esperándome apoyada en la puerta de la pieza, me preguntaba si estaba listo y bajando la mirada a mi pija, la que estaba bien dura y a punto de explotar, me acerco y ella agarrándome de ella, me mete dentro de la habitación.