lotoxs
Bovino maduro
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Hay quienes dicen que el color de pelo posee la capacidad de cambiar la vida de las mujeres, especialmente en el plano sexual
Sara estaba totalmente convencida de que desde que había cambiado su castaño pálido por un rubio platinado, su vida sexual había dado un giro sensacional. Desde entonces no cambia ni por error su tinte. Con las compras realizadas durante su vida, seguro que ha hecho las ventas a más de alguna marca de tintura.
Así desde hace años. Apenas se vislumbra un pequeño viso de café en la raíz y va corriendo, botando todo: citas amorosas, trabajo, casa, para acudir presta y veloz al salón de belleza y bañarse en una mezcla de amoniaco y cien químicos más. No vaya a ser que con el tinte se le vaya también por el lavabo el sexo y entonces, pobre de Sarita. Pobre.
Ella no es la única, por supuesto, en atribuir ciertos dones especiales al color del cabello. Son los hombres, en su mayoría, quienes se lo dan. Y nosotras sólo nos encargamos de complacerles. Yo, en mi caso, lo hago porque me aburro de verme siempre igual: mismo color, mismo cabello, mismo todo. De pronto un día, cambio el corte y el color, pero en ninguno de ellos he notado más ni menos atracción con los chicos que con otro tono.
En Sara, lo que pienso que ocurre no es que el rubio platinado le dé poderes sexuales de pronto y como por arte milagroso. No. Es ella quien se siente más guapa y segura así, y es eso lo que proyecta al mundo, en este caso, a los hombres. A ellos, sobra decir, les gustan las mujeres seguras. No importa si tienes un perico en la cabeza, siempre que con él te sientas hermosa, sexy y triunfadora.
El eterno debate. ¿Qué tipo de mujeres son mejores en el sexo? Y la otra pregunta ¿depende eso del color del cabello? ¿Incluso si es teñido? ¿Será acaso que una cajita de tinte rubio cenizo o caoba platinado ayuda a ser una leona en la cama? ¿O que un negro azabache convertirá de pronto a una fémina en dominatrix devoradora de hombres?
Hay gustos también. Yo he sabido de casos de hombres que toda su vida habían salido con rubias y al final terminaron enamoradísimos de una morena de fuego, o que habían navegado su vida entera en el placer de las pieles morenas y terminaron sus días con rubias explosivas. A eso le llamo la revancha del tinte vengador.
También he conocido algunos hombres cuya vida sexual es como una miscelánea: hay de todo y para todos. No importa el color ni la forma. Yo creo que al final no se trata de tonos de piel o de cabello, sino de personalidades y conductas sexuales. Pero es cierto que ellos siempre tendrán cierta preferencia por algún tipo de mujer en particular en la cama. ¿Cuál es la suya, chicos?
Dicen que los cabelleros las prefieren rubias, pero como saben, el mundo está de cabeza. Y me acabo de enterar que la moda en España hoy en día son las morenas. Las rubias allá comienzan a pintarse el cabello de negro azulado azabache o rojo fuego. Yo, debo decir, he pasado por toda la gama tornasol de colores. Del negro noche al rojo intenso, del rubio platinado al rosa, del café al colorado. Como lo repito, no encuentro, al menos en mi experiencia, un cambio súbito del rubio al negro en materia sexual.
Me pregunto y les pregunto: en medio del orgasmo intenso ¿qué mujer se acuerda del 4.0 de su tinte Koleston? Claro, el cabello la hace a una sexy, interesante, diferente. Y Sara, seguramente sería una bomba sexual igualmente si llevara el pelo negro o rojo. Y un cambio tal vez no le caería mal. "Me gusta ser una rubia tonta", dice. Y a veces pienso que por decirlo, efectivamente lo parece.
¿Es que hay algo también, no sólo con el sexo, sino con el coeficiente intelectual? Alguna vez leí que un grupo de investigadores de la Universidad de Boston hizo un estudio sobre el coeficiente intelectual de rubias, morenas y pelirrojas. Las más altas fueron las pelirrojas, luego las morenas y al final las rubias.
Dicen que el hombre de las cavernas prefería a las rubias porque el cabello claro era un indicativo de altos niveles de estrógeno y fertilidad. Por otro lado se dice que las morenas tienen más temperamento, son más seguras de sí mismas y autosuficientes. ¿Será?
Yo lo que creo es que al final, así tengas el arcoíris en la cabeza, el sexo dependerá siempre de otras cosas, y ya entrados en gastos, como Dios nos trajo al mundo, la realidad del cabello asoma. Creo que ese color natural es el que verdaderamente nos da la fuerza sexual.
Sara estaba totalmente convencida de que desde que había cambiado su castaño pálido por un rubio platinado, su vida sexual había dado un giro sensacional. Desde entonces no cambia ni por error su tinte. Con las compras realizadas durante su vida, seguro que ha hecho las ventas a más de alguna marca de tintura.
Así desde hace años. Apenas se vislumbra un pequeño viso de café en la raíz y va corriendo, botando todo: citas amorosas, trabajo, casa, para acudir presta y veloz al salón de belleza y bañarse en una mezcla de amoniaco y cien químicos más. No vaya a ser que con el tinte se le vaya también por el lavabo el sexo y entonces, pobre de Sarita. Pobre.
Ella no es la única, por supuesto, en atribuir ciertos dones especiales al color del cabello. Son los hombres, en su mayoría, quienes se lo dan. Y nosotras sólo nos encargamos de complacerles. Yo, en mi caso, lo hago porque me aburro de verme siempre igual: mismo color, mismo cabello, mismo todo. De pronto un día, cambio el corte y el color, pero en ninguno de ellos he notado más ni menos atracción con los chicos que con otro tono.
En Sara, lo que pienso que ocurre no es que el rubio platinado le dé poderes sexuales de pronto y como por arte milagroso. No. Es ella quien se siente más guapa y segura así, y es eso lo que proyecta al mundo, en este caso, a los hombres. A ellos, sobra decir, les gustan las mujeres seguras. No importa si tienes un perico en la cabeza, siempre que con él te sientas hermosa, sexy y triunfadora.
El eterno debate. ¿Qué tipo de mujeres son mejores en el sexo? Y la otra pregunta ¿depende eso del color del cabello? ¿Incluso si es teñido? ¿Será acaso que una cajita de tinte rubio cenizo o caoba platinado ayuda a ser una leona en la cama? ¿O que un negro azabache convertirá de pronto a una fémina en dominatrix devoradora de hombres?
Hay gustos también. Yo he sabido de casos de hombres que toda su vida habían salido con rubias y al final terminaron enamoradísimos de una morena de fuego, o que habían navegado su vida entera en el placer de las pieles morenas y terminaron sus días con rubias explosivas. A eso le llamo la revancha del tinte vengador.
También he conocido algunos hombres cuya vida sexual es como una miscelánea: hay de todo y para todos. No importa el color ni la forma. Yo creo que al final no se trata de tonos de piel o de cabello, sino de personalidades y conductas sexuales. Pero es cierto que ellos siempre tendrán cierta preferencia por algún tipo de mujer en particular en la cama. ¿Cuál es la suya, chicos?
Dicen que los cabelleros las prefieren rubias, pero como saben, el mundo está de cabeza. Y me acabo de enterar que la moda en España hoy en día son las morenas. Las rubias allá comienzan a pintarse el cabello de negro azulado azabache o rojo fuego. Yo, debo decir, he pasado por toda la gama tornasol de colores. Del negro noche al rojo intenso, del rubio platinado al rosa, del café al colorado. Como lo repito, no encuentro, al menos en mi experiencia, un cambio súbito del rubio al negro en materia sexual.
Me pregunto y les pregunto: en medio del orgasmo intenso ¿qué mujer se acuerda del 4.0 de su tinte Koleston? Claro, el cabello la hace a una sexy, interesante, diferente. Y Sara, seguramente sería una bomba sexual igualmente si llevara el pelo negro o rojo. Y un cambio tal vez no le caería mal. "Me gusta ser una rubia tonta", dice. Y a veces pienso que por decirlo, efectivamente lo parece.
¿Es que hay algo también, no sólo con el sexo, sino con el coeficiente intelectual? Alguna vez leí que un grupo de investigadores de la Universidad de Boston hizo un estudio sobre el coeficiente intelectual de rubias, morenas y pelirrojas. Las más altas fueron las pelirrojas, luego las morenas y al final las rubias.
Dicen que el hombre de las cavernas prefería a las rubias porque el cabello claro era un indicativo de altos niveles de estrógeno y fertilidad. Por otro lado se dice que las morenas tienen más temperamento, son más seguras de sí mismas y autosuficientes. ¿Será?
Yo lo que creo es que al final, así tengas el arcoíris en la cabeza, el sexo dependerá siempre de otras cosas, y ya entrados en gastos, como Dios nos trajo al mundo, la realidad del cabello asoma. Creo que ese color natural es el que verdaderamente nos da la fuerza sexual.
¿Ustedes qué opinan? ¿Rubias, morenas, castañas o pelirojas?