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En el transporte público

ATHAN04

Bovino adolescente
Desde
8 Dic 2008
Mensajes
69
Buen día, ya en otros relatos he mencionado como es mi esposa. En esta ocasión los hechos se dieron planeados por ella.
Los dos trabajamos hasta tarde generalmente, por lo que ella lleva el vehículo para mayor seguridad, pasa a recogerme al trabajo ya que sale primero.
En esta ocasión ella al llegar por mi me comentó un plan que tenía.
Ella: y si nos vamos en bus esta vez?
Yo: estás segura? Y dónde vamos a dejar el coche?
Ella: lo dejamos acá en el estacionamiento de la empresa, es muy seguro.
Yo: ok, que es lo que pretendes?
Ella: quiero que vayas a la parada siguiente, yo subiré en esta parada y me trataré de ubicar al final del autobús, si no hay mucha gente, pues ya se aguó el plan.
Yo: quieres que te manoseen en el autobús?
Ella: quiero que me manosees tu en el autobús, como si fueras un extraño, si alguien más se une al juego, bienvenido, pero tú estarás para cuidarme por si se pasan de la raya.
Yo: está bien, pero así como vas ni vas a llamar la atención mucho, digo, para que te quieran manosear.
Ella iba con un pantalón de mezclilla muy grueso y una blusa de color rojo con un moño.
Ella: traje ropa de cambio en el coche, orita me cambio y ya tomó el bus, te voy a mandar por mensaje el número de unidad para que no vaya a haber problema.
Yo: ok, creo que ya tenías todo planeado.
Ya me fui a la siguiente para imaginando que ropa habría llevado para subir al autobús, debería ser provocadora sin verse puta, para que no llame la atención de personas indeseadas. Recibí el texto de mi esposa con el número de unidad y esperé que llegara.
Al ver venir la unidad pude ver qué era un autobús sardina, no cabía un alfiler, así que le pagué al chófer y le indiqué que subiría por detrás, si no no podría acercarme a mi mujer.
Ya una vez arriba pude ver a mi mujer cerca de las escaleras, había dos tipos en las escaleras, a los cuales pasé. Me puse a un lado de ella y pude ver qué ropa había escogido: un vestido primaveral de color azul con flores amarillas, pude notar que no se había puesto brasier, supuse que tampoco se puso calzón o tanga.
Al estar ya a un lado de ella, de hecho estaba detrás de ella, empecé a repegar mi miembro en sus nalgas y noté que efectivamente no traía nada debajo, pasé mi mano por debajo del vestido, el cual le llegaba apenas arriba de las rodillas, y noté que estaba empapadisima, no sé si ya la habían manoseado en las dos cuadras previas, pero estaba excitadisima.
Pude ver qué había dos chavos universitarios pegados a nosotros, uno dándonos la espalda y otro de frente, justo enfrente de mi mujer. El podía ver lo que estaba haciendo con ella pero no agarraba valor para hacer algo, en eso le subí el vestido por delante y el chavo pudo ver la vagina rasurada de mi mujer, entonces fue cuando agarró valor y empezó a acariciar las piernas de mi mujer, subió la mano hacia su vulva, mojando completamente su mano con sus jugos, yo por mi cuenta estaba disfrutando que mi mujer había sacado mi pene y estaba jugando con el, se notaba que estaba disfrutando. El chavo, que llevaba pants deportivo sacó su pene y se lo frotaba en la vagina a mi mujer, buscaba penetrarla y ella no rechazaba la intención, entonces para ayudarla la tomé de la rodilla derecha y le levanté y separé ligeramente las piernas, el chavo agradeció la ayuda con una sonrisa y se agachó ligeramente para introducir su miembro y la concha empapada de mi mujer, ella solo atinó a apretar mi pene con su mano y empezar a masturbarme. El chavo se movía al ritmo del traqueteo del autobús, y ella lo disfrutaba, de repente pude ver como el chavo salía de ella, y se metía el miembro en el pants, yo pasé mi mano por la panocha de mi mujer y noté que se había corrido dentro de ella, lo había dejado, bueno, no hay problema pues somos infértiles. La empine sobre el chavo y coloque mi pene en el ano de mi mujer y la embesti mientras ella se sujetaba de el, aguantando gemir para no llamar la atención, aunque supongo los de al lado si se dieron cuenta. Así estuve embistiendo a mi mujer hasta que me corrí dentro de ella. Pronto bajamos del autobús, ella con los dos orificios chorreando, al llegar a casa solo me dijo, espero poder complacer tus fantasías así como complaces las mías.
 
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