krilin2508
Bovino maduro
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- 17 Jun 2009
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- Tema Autor
- #1
...continua
Durante esos días de su ausencia me dedique a trabajar, a adelantar mis deberes lo más que se pudiera para poder contar con tiempo libre durante la siguiente semana para estar con ella todo el tiempo y así fue, llegando el día lunes de la semana siguiente la vi entrar a la obra y ella me miró de reojo, ni siquiera se acercó a saludar, se portó indiferente, más tarde cuando me vio a solas se acercó para disculparse por no saludarme al verme en la entrada y me explicó que no se acercó debido a que yo estaba acompañado por los demás residentes y que no quería levantar sospechas de nadie. Me invito nuevamente a su oficina para que platicáramos, a mi mente regresaron esos deseos fervientes de quererla poseer de una y mil maneras. Al entrar a su oficina vi como al cerrar la puerta, ella misma puso el seguro y mientras cerraba las persianas de las ventanas me invito a ponerme cómodo, fue entonces donde mi cuerpo empezó a reaccionar, estaba con los nervios de punta, ansioso por que me diera pauta para acercarme a ella poder dar rienda suelta a mis deseos. Pero cuál fue mi sorpresa, mientras se acercaba a mí, se quitó su equipo de seguridad (chaleco, casco y botas) se sentó a mi lado en el sofá que tenía dentro de su oficina, tomo mi mano y me dijo: recuerdas que la última vez que nos vimos te dije que íbamos a hacer trabajar estas manos, pues ha llegado el momento y sin más, puso mi mano sobre su pierna, yo sin pensarlo apreté su muslo y después lo solté, dejando que mi mano recorriera de arriba abajo toda su pierna, mientras ella se mordía los labios y me decía, sí, así, acaríciame, hazme sentir bella, quiero sentirme mujer... al escuchar esto, me abalance sobre de ella para recostarme a su lado, mis manos no dejaban de acariciarle todo el cuerpo, poco a poco empecé a deslizar mis manos por debajo de su blusa, le desabotone el pantalón y mientras nuestros labios se besaban fuerte e intensamente. Ya no aguantaba más, estaba decidido a cumplir mi deseo de hacerla mía. Mientras continuábamos con el cachondeo, logre quitarle la blusa y mientras ella me desabotonaba la camisa yo metí mis manos dentro de su pantalón para agarrarle su lindo y hermoso trasero, pude sentir que traía puesta una tanga de hilo dental, lo cual me encendía mucho más. Mientras mis manos apretaban sus nalgas ella me dijo, chalan, necesito que me hagas otro favor, yo respondí jadeante, lo que usted quiera maestra, ya sabe que estoy para servirle. De sus deliciosos labios salió las palabras mágicas "hazme tuya", me abalance para besarla y la recosté en el sofá, me levante para quitarle el pantalón y dejar al aire libre su linda y provocativa tanga color rosa (que por cierto hacía juego con su brasier) casi transparente. En ese momento, de forma abrupta se escucha que alguien toca la puerta del camper varias veces, al no ver respuesta, intenta abrir, después de varios intentos fallidos se escuchan los pasos alejarse. Nos miramos fijamente y decidimos dejar así nuestro encuentro y regresar a nuestras respectivas labores. Mientras nos vestíamos, ella se acercó a mí y me dijo, vas muy bien chalán, será en otra ocasión y mientras su mano sujetaba mi miembro erecto me dijo al oído “guarda todo este vigor para la próxima vez”. Termine de vestirme y antes de salir nos besamos, toqué por última vez su delicioso trasero y salí del camper.
Lo que restaba del día no podía concentrarme, sólo recordaba lo bien que la pasamos e imaginaba lo que hubiese pasado de no haber sido interrumpidos. Mis fantasías fueron interrumpidas por una llamada telefónica de mí jefe, en la cual me explicaba que mi partida de la obra había llegado y que sería reasignado a otra obra el lunes próximo. Al terminar la llamada, me sentí bastante frustrado, pues sabía que al irme, se terminaría todo con Lolita, cosa que apenas había iniciado, en fin, resignado me retire temprano de la obra, me fui a casa a descansar.
Los días siguientes no tuve oportunidad de ver a Lolita a solas, ya que la carga de trabajo se intensificó y ninguno de los dos contábamos con tiempo libre para platicar, el día viernes (mí último día en obra) en un pequeño rato que tuvimos a solas le comenté lo de mi partida y ella tomo mi mano para escribir su número telefónico y mientras se alejaba me dijo, llámame más tarde. Casi a la hora de la salida, tome mi teléfono y llame a Lolita, platicamos cerca de 5 minutos y ella me pido la dirección de la casa donde me hospedaba, como yo no era de la región, le dije que mejor la veía en un lugar y de ahí fuéramos a mi casa, lo cual acepto y acordamos el lugar y la hora.
Fui a mi casa a terminar de preparar mi equipaje para mi partida, contaba incesante los minutos que faltaban para verla nuevamente, para que ahora sí, no hubiera más interrupciones. Llegada la hora partí a su encuentro, llegue al lugar acordado con una anticipación de 5 minutos, cual fue mi sorpresa, que ella ya se encontraba ahí, dentro de su auto, me miró y me dijo, chalán, estaba por llamarte para que te apuraras y vinieras por mí. Subí a su auto y me quede sin habla al ver que llevaba puesto un diminuto vestido color rojo, algo nervioso y con voz entrecortada le di indicaciones para llegar a mi casa. Mientras ella conducía mi mano descansaba en su pierna, la apretaba constantemente y ella sólo sonreía, sutilmente me dijo “no comas ansias, tenemos bastante tiempo” a lo cual respondí “no tanto como yo quisiera, mi autobús sale mañana a primera hora porque así lo dispuso mi jefe”, rodo por su mejilla una lagrima y sonriendo me miro y respondió, entonces tendremos que darnos prisa porque sólo nos quedan unas horas. Por fin llegamos a la casa, bajamos del auto, me adelante a abrir la puerta del automóvil y ayudarle a bajar, lo mismo paso con la puerta de la casa. Una vez dentro, no perdimos el tiempo, se abalanzó sobre mí para besarme, le agarre su lindo trasero y la cargue, mientras ella me abrazaba con sus piernas la lleve a la habitación, una vez ahí, nos recostamos sobre la cama y dimos rienda suelta a nuestros deseos, le levante el vestido hasta quitárselo por completo, llevaba puesto un conjunto de tanga y brasier negros, casi transparentes, mientras ella se levantó para quitarme la playera yo le quiete el brasier, cuando se agacho para bajar mi pantalón, ella susurro, ahora si chalan, tienes que hacerme la mejor chamba de toda tu vida.
Al escuchar esto la levante y la avente sobre la cama, me abalancé sobre de ella para quitarle la tanga y darle un oral que en su vida olvidaría, me acerque a su vagina tan limpia y rasurada, comencé por acariciarla, luego la bese, posteriormente me dispuse a lengüetearla, supe que estaba haciéndolo bien porque puso sus manos en mi nuca mientras decía si, así, mmmm, que rico chalan, me dispuse a aplicar toda mi experiencia para que disfrutará al máximo, después de un rato con un apretón de cabellos que hizo sobre mi nuca supe que estaba a punto del orgasmo, aumente un poco la velocidad de mis lengüetazos y por fin llego, se le escapo un pequeño grito aaaaagggghhhh, note que se mojó bastante por lo cual introduje dos de mis dedos dentro de su húmeda vagina a lo que ella respondió, si chalan, así, sigue, luego fueron tres dedos, yo ya no aguantaba más, me puse de pie y la jale a la orilla de la cama, ella al saber que había llegado el momento, abrió sus piernas y me dijo, si chalan, dámelo todo. No pude contenerme más y le metí la cabeza de mi erecto miembro, ella exclamo, si, así, dame más, metí la mitad de mi miembro y ella grito ahhh, después me miró y me dijo - si chalan así - entonces sonreí y le dije, maestra así está bien o quiere más, ella me miro y pregunto - ¿aún falta más?- con una sonrisa algo malévola le respondí, claro maestra, va a la mitad, entonces ella dijo - si chalan, dámelo todo.- Fue entonces cuando metí todo mi miembro dentro de ella, grito y me dijo - ah chalan, la tienes tan dura, y como imagine, lo haces tan rico que no podía quedarme sin disfrutar de esto contigo.-Comenzamos con el clásico mete y saca durante un rato hasta que llego su segundo orgasmo, a lo que ella respondió, tenía tanto tiempo sin sentir esto. Nos detuvimos por un momento, ella tomo un pequeño respiro, mientras yo me acosté sobre la cama, me miro y me dijo - ¿seguimos? - con gusto me hinque para besarla y la puse en cuatro, introduje nuevamente mi miembro dentro de ella, sólo que esta vez lo hice en un solo movimiento, a lo que ella grito nuevamente y me pidió que no fuera tan brusco, lo cual no me importó, por fin tenía su hermoso y lindo trasero frente a mí, mientras disfrutaba el meterle mi tieso miembro, ella lo disfrutaba al igual que yo, mi fantasía se volvía realidad, me pidió que lo hiciera suavemente porque no quería que yo fuera terminar muy rápido, quería seguir gozando de mi virilidad un rato más. Le pedí que entonces me diera una mamada para que se me bajará la intensidad, a lo cual respondió sonriente - claro que si chalán, te lo has ganado.-
Continua...
Durante esos días de su ausencia me dedique a trabajar, a adelantar mis deberes lo más que se pudiera para poder contar con tiempo libre durante la siguiente semana para estar con ella todo el tiempo y así fue, llegando el día lunes de la semana siguiente la vi entrar a la obra y ella me miró de reojo, ni siquiera se acercó a saludar, se portó indiferente, más tarde cuando me vio a solas se acercó para disculparse por no saludarme al verme en la entrada y me explicó que no se acercó debido a que yo estaba acompañado por los demás residentes y que no quería levantar sospechas de nadie. Me invito nuevamente a su oficina para que platicáramos, a mi mente regresaron esos deseos fervientes de quererla poseer de una y mil maneras. Al entrar a su oficina vi como al cerrar la puerta, ella misma puso el seguro y mientras cerraba las persianas de las ventanas me invito a ponerme cómodo, fue entonces donde mi cuerpo empezó a reaccionar, estaba con los nervios de punta, ansioso por que me diera pauta para acercarme a ella poder dar rienda suelta a mis deseos. Pero cuál fue mi sorpresa, mientras se acercaba a mí, se quitó su equipo de seguridad (chaleco, casco y botas) se sentó a mi lado en el sofá que tenía dentro de su oficina, tomo mi mano y me dijo: recuerdas que la última vez que nos vimos te dije que íbamos a hacer trabajar estas manos, pues ha llegado el momento y sin más, puso mi mano sobre su pierna, yo sin pensarlo apreté su muslo y después lo solté, dejando que mi mano recorriera de arriba abajo toda su pierna, mientras ella se mordía los labios y me decía, sí, así, acaríciame, hazme sentir bella, quiero sentirme mujer... al escuchar esto, me abalance sobre de ella para recostarme a su lado, mis manos no dejaban de acariciarle todo el cuerpo, poco a poco empecé a deslizar mis manos por debajo de su blusa, le desabotone el pantalón y mientras nuestros labios se besaban fuerte e intensamente. Ya no aguantaba más, estaba decidido a cumplir mi deseo de hacerla mía. Mientras continuábamos con el cachondeo, logre quitarle la blusa y mientras ella me desabotonaba la camisa yo metí mis manos dentro de su pantalón para agarrarle su lindo y hermoso trasero, pude sentir que traía puesta una tanga de hilo dental, lo cual me encendía mucho más. Mientras mis manos apretaban sus nalgas ella me dijo, chalan, necesito que me hagas otro favor, yo respondí jadeante, lo que usted quiera maestra, ya sabe que estoy para servirle. De sus deliciosos labios salió las palabras mágicas "hazme tuya", me abalance para besarla y la recosté en el sofá, me levante para quitarle el pantalón y dejar al aire libre su linda y provocativa tanga color rosa (que por cierto hacía juego con su brasier) casi transparente. En ese momento, de forma abrupta se escucha que alguien toca la puerta del camper varias veces, al no ver respuesta, intenta abrir, después de varios intentos fallidos se escuchan los pasos alejarse. Nos miramos fijamente y decidimos dejar así nuestro encuentro y regresar a nuestras respectivas labores. Mientras nos vestíamos, ella se acercó a mí y me dijo, vas muy bien chalán, será en otra ocasión y mientras su mano sujetaba mi miembro erecto me dijo al oído “guarda todo este vigor para la próxima vez”. Termine de vestirme y antes de salir nos besamos, toqué por última vez su delicioso trasero y salí del camper.
Lo que restaba del día no podía concentrarme, sólo recordaba lo bien que la pasamos e imaginaba lo que hubiese pasado de no haber sido interrumpidos. Mis fantasías fueron interrumpidas por una llamada telefónica de mí jefe, en la cual me explicaba que mi partida de la obra había llegado y que sería reasignado a otra obra el lunes próximo. Al terminar la llamada, me sentí bastante frustrado, pues sabía que al irme, se terminaría todo con Lolita, cosa que apenas había iniciado, en fin, resignado me retire temprano de la obra, me fui a casa a descansar.
Los días siguientes no tuve oportunidad de ver a Lolita a solas, ya que la carga de trabajo se intensificó y ninguno de los dos contábamos con tiempo libre para platicar, el día viernes (mí último día en obra) en un pequeño rato que tuvimos a solas le comenté lo de mi partida y ella tomo mi mano para escribir su número telefónico y mientras se alejaba me dijo, llámame más tarde. Casi a la hora de la salida, tome mi teléfono y llame a Lolita, platicamos cerca de 5 minutos y ella me pido la dirección de la casa donde me hospedaba, como yo no era de la región, le dije que mejor la veía en un lugar y de ahí fuéramos a mi casa, lo cual acepto y acordamos el lugar y la hora.
Fui a mi casa a terminar de preparar mi equipaje para mi partida, contaba incesante los minutos que faltaban para verla nuevamente, para que ahora sí, no hubiera más interrupciones. Llegada la hora partí a su encuentro, llegue al lugar acordado con una anticipación de 5 minutos, cual fue mi sorpresa, que ella ya se encontraba ahí, dentro de su auto, me miró y me dijo, chalán, estaba por llamarte para que te apuraras y vinieras por mí. Subí a su auto y me quede sin habla al ver que llevaba puesto un diminuto vestido color rojo, algo nervioso y con voz entrecortada le di indicaciones para llegar a mi casa. Mientras ella conducía mi mano descansaba en su pierna, la apretaba constantemente y ella sólo sonreía, sutilmente me dijo “no comas ansias, tenemos bastante tiempo” a lo cual respondí “no tanto como yo quisiera, mi autobús sale mañana a primera hora porque así lo dispuso mi jefe”, rodo por su mejilla una lagrima y sonriendo me miro y respondió, entonces tendremos que darnos prisa porque sólo nos quedan unas horas. Por fin llegamos a la casa, bajamos del auto, me adelante a abrir la puerta del automóvil y ayudarle a bajar, lo mismo paso con la puerta de la casa. Una vez dentro, no perdimos el tiempo, se abalanzó sobre mí para besarme, le agarre su lindo trasero y la cargue, mientras ella me abrazaba con sus piernas la lleve a la habitación, una vez ahí, nos recostamos sobre la cama y dimos rienda suelta a nuestros deseos, le levante el vestido hasta quitárselo por completo, llevaba puesto un conjunto de tanga y brasier negros, casi transparentes, mientras ella se levantó para quitarme la playera yo le quiete el brasier, cuando se agacho para bajar mi pantalón, ella susurro, ahora si chalan, tienes que hacerme la mejor chamba de toda tu vida.
Al escuchar esto la levante y la avente sobre la cama, me abalancé sobre de ella para quitarle la tanga y darle un oral que en su vida olvidaría, me acerque a su vagina tan limpia y rasurada, comencé por acariciarla, luego la bese, posteriormente me dispuse a lengüetearla, supe que estaba haciéndolo bien porque puso sus manos en mi nuca mientras decía si, así, mmmm, que rico chalan, me dispuse a aplicar toda mi experiencia para que disfrutará al máximo, después de un rato con un apretón de cabellos que hizo sobre mi nuca supe que estaba a punto del orgasmo, aumente un poco la velocidad de mis lengüetazos y por fin llego, se le escapo un pequeño grito aaaaagggghhhh, note que se mojó bastante por lo cual introduje dos de mis dedos dentro de su húmeda vagina a lo que ella respondió, si chalan, así, sigue, luego fueron tres dedos, yo ya no aguantaba más, me puse de pie y la jale a la orilla de la cama, ella al saber que había llegado el momento, abrió sus piernas y me dijo, si chalan, dámelo todo. No pude contenerme más y le metí la cabeza de mi erecto miembro, ella exclamo, si, así, dame más, metí la mitad de mi miembro y ella grito ahhh, después me miró y me dijo - si chalan así - entonces sonreí y le dije, maestra así está bien o quiere más, ella me miro y pregunto - ¿aún falta más?- con una sonrisa algo malévola le respondí, claro maestra, va a la mitad, entonces ella dijo - si chalan, dámelo todo.- Fue entonces cuando metí todo mi miembro dentro de ella, grito y me dijo - ah chalan, la tienes tan dura, y como imagine, lo haces tan rico que no podía quedarme sin disfrutar de esto contigo.-Comenzamos con el clásico mete y saca durante un rato hasta que llego su segundo orgasmo, a lo que ella respondió, tenía tanto tiempo sin sentir esto. Nos detuvimos por un momento, ella tomo un pequeño respiro, mientras yo me acosté sobre la cama, me miro y me dijo - ¿seguimos? - con gusto me hinque para besarla y la puse en cuatro, introduje nuevamente mi miembro dentro de ella, sólo que esta vez lo hice en un solo movimiento, a lo que ella grito nuevamente y me pidió que no fuera tan brusco, lo cual no me importó, por fin tenía su hermoso y lindo trasero frente a mí, mientras disfrutaba el meterle mi tieso miembro, ella lo disfrutaba al igual que yo, mi fantasía se volvía realidad, me pidió que lo hiciera suavemente porque no quería que yo fuera terminar muy rápido, quería seguir gozando de mi virilidad un rato más. Le pedí que entonces me diera una mamada para que se me bajará la intensidad, a lo cual respondió sonriente - claro que si chalán, te lo has ganado.-
Continua...