El cangrejo cocotero, Birgus latro, es un crustáceo de tierra. También llamado cangrejo ermitaño terrestre o cangrejo ladrón (debido a que le llaman la atención los objetos brillantes, y en más de una ocasión ha sido pillado in fraganti sacando dichos objetos de casas cercanas).

Es el artrópodo terrestre más pesado que existe (el cangrejo más grande por longitud es el Macrocheira kaempferi). Su hábitat natural se encuentra en las islas del Océano Pacífico e Índico. La mayor población de estos curiosos cangrejos se halla en la Isla Navidad, en el Océano Índico.



Su habilidad característica es abrir cocos para alimentarse de ellos. Gracias a sus fuertes tenazas es capaz de penetrar la dura cáscara del coco, pudiendo además arrastrar objetos de hasta 30 kilogramos.

El cangrejo ha desarrollado una técnica especial para poder abrirlos: si el coco tiene todavía su cobertura externa, usará sus pinzas para sacarla en tiras, comenzando por el punto de germinación, un grupo de tres pequeños círculos en el lugar donde el coco se fija a la palmera.



Una vez que estos poros están visibles, el cangrejo golpea uno de ellos con sus pinzas hasta que lo perfora. Luego gira y utiliza sus pinzas pequeñas para extraer la pulpa del coco.

Los ejemplares de cangrejo más grandes pueden igualmente utilizar sus pinzas mayores para romper el coco en varios trozos y alimentarse así más fácilmente.



Pesa entre 5 y 9 kilogramos y su mayor fuente de alimento son los cocos e higos, aunque también se alimenta ocasionalmente de huevos de ave o tortuga, plantas y de cadáveres de otros animales.

Mide hasta 40 cm de largo y puede llegar a vivir hasta 60 años. Los colores de su caparazón van desde el púrpura y violeta hasta varios tonos de marrón.

Algo realmente curioso es que sólo es acuático durante los dos primeros meses de su vida, volviéndose después completamente terrestre, hasta el punto de llegar a ahogarse en el agua.

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Durante los 30 días que dura la muda de su caparazón, sólo los ejemplares más jóvenes se sirven de las conchas o caparazones de otros animales y a veces, cáscaras de coco, para proteger su cuerpo del ataque de los depredadores, ya que los cangrejos adultos endurecen su armadura abdominal con depósitos de calcio y queratina para este fin, permaneciendo escondido para protegerse.

Debido a su pobre visión, detectan a sus enemigos por las vibraciones del suelo. Tiene un sentido excelente del olfato y puede detectar olores que llamen su atención a grandes distancias.



Los ejemplares jóvenes son vulnerables a las ratas, cerdos u hormigas como la zancona. Los únicos depredores de los adultos son los humanos.

Muchos lugareños los crían y utilizan como guardianes de sus plantaciones de coco. Son considerados un manjar por lo habitantes de estas zonas, que se sirven acompañados de leche de coco.Se han dado casos de intoxicación por consumir su carne, pudiendo deberse a las plantas de las que se alimentan estos cangrejos.​

Fuente: awentis.com​