______lena______
Bovino de la familia
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13/03/2009 - 04:11 AM
Saltillo, Coah.- Apesar de que la atracción física se dispara en tiempos de crisis debido a la ansiedad por sentirse bien, con el tiempo los mismos problemas hacen que la libido se retraiga a niveles mucho más bajos. La atención y el cuidado diario a nuestra relación de pareja contribuyen a que la crisis sexual no se haga presente.
La crisis económica es global y no sólo por la distribución geográfica. Va más allá de finanzas, empresas y trabajos. Lo abarca todo. También el sexo. Pero ¿en qué medida?, ¿de qué forma?, ¿con qué alcance?
Según estudios de la Universidad de Rutgers (E.U.) el estrés que causa en los ciudadanos la merma de ingresos y, aún peor, el miedo a perder el trabajo eleva los niveles de dopamina en el cerebro, una sustancia química que está asociada con el amor romántico.
La profesora Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, considera que “los momentos de estrés pueden despertar sentimientos de atracción por que uno está más susceptible”. Fisher se basa en un clásico estudio de los científicos Dutty y Aron realizado en el año 1974, donde un grupo de hombres demostró sentir una mayor atracción por una mujer guapa cuando se encontraban cruzando un puente peligroso. Nuevas investigaciones, realizadas recientemente apoyan la propuesta de Fisher.
En efecto, algunos sitios de Internet para buscar pareja como eHarmony y Match.com han experimentado un gran incremento del tráfico -de hasta un 20 por ciento- después de que se desatase la crisis financiera internacional el pasado verano. Por su parte, las tiendas de productos sexuales, como algunas muy sofisticadas de Ámsterdam o Nueva York, incluso establecimientos similares de China, han aumentado sus ventas.
Los hechos contrastados enlazan con el sentido común, es lógico que en momentos en que la gente se siente agobiada por las preocupaciones financieras busque refugio en la conexión muy cercana con otro ser humano, o en el placer que provoca el contacto físico. Sin embargo, algunas hipótesis y tesis apuntan en el sentido contrario.
EL EFECTO CONTRARIO
La británica Denise Knowles, terapeuta sexual de la organización Relate, considera que “la incertidumbre económica puede crear ansiedad en la gente”, sobre todo si a esto se le suma la posibilidad de perder el empleo y tener que buscar otro, o la eventualidad de trabajar más horas para compensar la pérdida del trabajo de familiares. Con ese panorama “al final, es más probable que tengan menos ganas de mantener relaciones sexuales al terminar un largo día”.
La autoestima puede bajar en épocas de recesión económica, particularmente en las personas que pierden su puesto de trabajo. Paralelamente suele disminuir el respeto por la pareja que tiene menos éxito, desde el punto de vista económico, lo que se traduce en alejamientos o en la intensificación de conflictos personales.
En sudamérica se realizó un estudio que determinó que más del 50% de la población masculina mayor de 40 años tiene dificultades para alcanzar erección en crisis debido a los problemas laborales y económicos.
Entre las mujeres los problemas más comunes son la falta de deseo sexual y la dificultad para alcanzar orgasmos.
Los problemas económicos, el desempleo, el estrés, conllevan el aumento de disfunciones sexuales que repercuten directamente en las relaciones de pareja.
La mayoría de los casos se trata de disfunciones que requieren tratamientos muy breves y que son totalmente reversibles en un máximo de 10 semanas.
Las mujeres también sufren problemas como consecuencia de la crisis económica, entre ellas la falta de deseo sexual y la dificultad para alcanzar orgasmos que tienden a aumentar conforme crece el nivel de estrés.
Esta situación se repite en muchos países, principalmente en América Latina, donde la frecuencia de la vida sexual ha ido disminuyendo y las disfunciones aumentando. Los estudios de distintos países, Uruguay, Argentina, Brasil, México, Venezuela, arrojan cifras que son absolutamente extrapolables y que en definitiva nos demuestran realidades muy parecidas en materia de problemas sexuales que parecen ir en aumento.
EL CASO MEXICANO
En México se registran anualmente 300 millones de relaciones sexuales, pero de acuerdo con encuestas internacionales el país se ubica entre las naciones con bajo desempeño sexual debido a que una pareja sostiene en promedio tres relaciones al mes y en 49 por ciento de los casos las mujeres no están satisfechas con la rigidez de la erección de su compañero. (Con información de Marta Chavero/El Universal)
OLVIDE LOS PRETEXTOS
> Los problemas no deben ser una excusa para descuidar a su pareja.
» El contacto: la comunicación y apoyo deben estar presentes.
» El diálogo franco: aprenda a compartir y a pedir.
» La seducción y conquista diaria: mimar a la pareja es una de las mejores expresiones de amor y debe ser de forma explícita, sin esperar sobreentendidos.
» La creatividad: compartir ilusiones, fantasías, juegos, pero también acompañar en los momentos duros y tristes, son recursos muy efectivos.
» La renovación de la relación en su totalidad, dejando en el pasado mitos y tabúes.
» El responsabilizarse de las problemáticas sin endilgarlas a circunstancias externas: usar los conflictos y crisis para aprender sobre nosotros mismos y sobre nuestra pareja.
Saltillo, Coah.- Apesar de que la atracción física se dispara en tiempos de crisis debido a la ansiedad por sentirse bien, con el tiempo los mismos problemas hacen que la libido se retraiga a niveles mucho más bajos. La atención y el cuidado diario a nuestra relación de pareja contribuyen a que la crisis sexual no se haga presente.
La crisis económica es global y no sólo por la distribución geográfica. Va más allá de finanzas, empresas y trabajos. Lo abarca todo. También el sexo. Pero ¿en qué medida?, ¿de qué forma?, ¿con qué alcance?
Según estudios de la Universidad de Rutgers (E.U.) el estrés que causa en los ciudadanos la merma de ingresos y, aún peor, el miedo a perder el trabajo eleva los niveles de dopamina en el cerebro, una sustancia química que está asociada con el amor romántico.
La profesora Helen Fisher, de la Universidad de Rutgers, considera que “los momentos de estrés pueden despertar sentimientos de atracción por que uno está más susceptible”. Fisher se basa en un clásico estudio de los científicos Dutty y Aron realizado en el año 1974, donde un grupo de hombres demostró sentir una mayor atracción por una mujer guapa cuando se encontraban cruzando un puente peligroso. Nuevas investigaciones, realizadas recientemente apoyan la propuesta de Fisher.
En efecto, algunos sitios de Internet para buscar pareja como eHarmony y Match.com han experimentado un gran incremento del tráfico -de hasta un 20 por ciento- después de que se desatase la crisis financiera internacional el pasado verano. Por su parte, las tiendas de productos sexuales, como algunas muy sofisticadas de Ámsterdam o Nueva York, incluso establecimientos similares de China, han aumentado sus ventas.
Los hechos contrastados enlazan con el sentido común, es lógico que en momentos en que la gente se siente agobiada por las preocupaciones financieras busque refugio en la conexión muy cercana con otro ser humano, o en el placer que provoca el contacto físico. Sin embargo, algunas hipótesis y tesis apuntan en el sentido contrario.
EL EFECTO CONTRARIO
La británica Denise Knowles, terapeuta sexual de la organización Relate, considera que “la incertidumbre económica puede crear ansiedad en la gente”, sobre todo si a esto se le suma la posibilidad de perder el empleo y tener que buscar otro, o la eventualidad de trabajar más horas para compensar la pérdida del trabajo de familiares. Con ese panorama “al final, es más probable que tengan menos ganas de mantener relaciones sexuales al terminar un largo día”.
La autoestima puede bajar en épocas de recesión económica, particularmente en las personas que pierden su puesto de trabajo. Paralelamente suele disminuir el respeto por la pareja que tiene menos éxito, desde el punto de vista económico, lo que se traduce en alejamientos o en la intensificación de conflictos personales.
En sudamérica se realizó un estudio que determinó que más del 50% de la población masculina mayor de 40 años tiene dificultades para alcanzar erección en crisis debido a los problemas laborales y económicos.
Entre las mujeres los problemas más comunes son la falta de deseo sexual y la dificultad para alcanzar orgasmos.
Los problemas económicos, el desempleo, el estrés, conllevan el aumento de disfunciones sexuales que repercuten directamente en las relaciones de pareja.
La mayoría de los casos se trata de disfunciones que requieren tratamientos muy breves y que son totalmente reversibles en un máximo de 10 semanas.
Las mujeres también sufren problemas como consecuencia de la crisis económica, entre ellas la falta de deseo sexual y la dificultad para alcanzar orgasmos que tienden a aumentar conforme crece el nivel de estrés.
Esta situación se repite en muchos países, principalmente en América Latina, donde la frecuencia de la vida sexual ha ido disminuyendo y las disfunciones aumentando. Los estudios de distintos países, Uruguay, Argentina, Brasil, México, Venezuela, arrojan cifras que son absolutamente extrapolables y que en definitiva nos demuestran realidades muy parecidas en materia de problemas sexuales que parecen ir en aumento.
EL CASO MEXICANO
En México se registran anualmente 300 millones de relaciones sexuales, pero de acuerdo con encuestas internacionales el país se ubica entre las naciones con bajo desempeño sexual debido a que una pareja sostiene en promedio tres relaciones al mes y en 49 por ciento de los casos las mujeres no están satisfechas con la rigidez de la erección de su compañero. (Con información de Marta Chavero/El Universal)
OLVIDE LOS PRETEXTOS
> Los problemas no deben ser una excusa para descuidar a su pareja.
» El contacto: la comunicación y apoyo deben estar presentes.
» El diálogo franco: aprenda a compartir y a pedir.
» La seducción y conquista diaria: mimar a la pareja es una de las mejores expresiones de amor y debe ser de forma explícita, sin esperar sobreentendidos.
» La creatividad: compartir ilusiones, fantasías, juegos, pero también acompañar en los momentos duros y tristes, son recursos muy efectivos.
» La renovación de la relación en su totalidad, dejando en el pasado mitos y tabúes.
» El responsabilizarse de las problemáticas sin endilgarlas a circunstancias externas: usar los conflictos y crisis para aprender sobre nosotros mismos y sobre nuestra pareja.