-_Sasha_-
Bovino adolescente
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- 28 Ene 2016
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Aquí está mi segunda fantasía para todos aquellos que han estado esperando algo nuevo.
Siempre he deseado tirarme a alguien sin que apenas meta las manos y que mejor que hacerlo a alguien que como yo, se sienta atraído por jugar a vestirse de chica.
Hemos aprovechado un viaje que tuvimos junt@ y desde una semana anterior hablamos al respecto para tener todos los preparativos listos: tomaremos un día aleatorio, ropa, juguetes, establecer límites, fijar horas en las que tiene que estar lista aún si ese día no sucederá nada (depilada, aseada, su respectivo culito limpio y preparado) otra regla que tenemos es que ninguna de nosotras tenemos que tocarnos hasta que se lleve a cabo el encuentro, para que la excitación sea mayor y sin exagerar ¡hasta hemos cuidado lo que vamos a comer!
El día que acordamos que realizaríamos esta fantasía, salimos a comprar ropa o mejor dicho; cada quien le compro con la que queríamos vestir a la otra persona (todo muy teen), fue un juego difícil, pero que valió la pena…
Nos estamos quedando en un hotel, cada quien en su respectiva habitación y he decidido utilizar la mía como el sitio en donde mantendré en cautiverio a ese hermoso espécimen que se hace llamar Natalia. Tiene 21 años (6 menos que yo) es delgada, labios carnosos, cara de rasgos delicados, un cuerpo hermosamente depilado y trabajado, ojos verdes grandes y hermosos, piel blanca, mide 1,70
Ya me he descrito en mi otra fantasía, pero aquí va: soy delgado, ojos cafés claros, mido 1.60, cuerpo atlético, ni ella, ni yo hemos vestido de chica ni ha tenido alguna experiencia de este tipo, por lo que será una experiencia totalmente nueva.
Han pasado 3 días muy difíciles desde que llegamos al acuerdo y hoy por fin se realizara.
Es un lunes a las 7 de la tarde y mi excitación es tal que he adelantado un día al que originalmente creía que iba a aguantar. Tengo la llave de su habitación pero no abrí, si no, que toque su puerta en clave, eso era un aviso para que estuviera lista en media hora por si acaso sucedía algo… o puede verse como una manera de torturar y avivar el deseo de quien será mi rehén, pues llevo haciéndolo desde hace 3 días a diferentes horas, hoy lista o no, regrese pasado ese tiempo y con la llave abrí la puerta de su habitación.
Estaba sentada al borde de la cama y tenía una revista entre sus manos que pude intuir no leía, pues apenas entrar pude notar su nerviosismo y excitación. Me acerque lentamente por detrás y le cubrí la cara con una funda de una almohada, le amarre las muñecas y la lleve hacia la puerta; mire hacia ambos lados del pasillo para asegurarme de que estuvieran completamente vacíos y así la lleve hacia mi cuarto que estaba a una distancia de aproximadamente 20 metros del suyo. Por fortuna nadie nos vio, trate de abrir la puerta del cuarto echando mano a la llave que con torpeza logre hacer que se introdujera en el picaporte al tercer intento, pues estaba bastante nerviosa y excitada.
Mi habitación estaba en completa oscuridad y solo estaba la tv encendida con una película erotica reproduciéndose, le quite la funda de la cabeza a Natalia y la bese desesperadamente para luego llevarla directo a la cama para atarle ambas manos a la cabecera, me aleje de ahí y encendí la luz. Su erección era evidente y su respiración agitada, al fin pude verla con detenimiento. Llevaba puesta una falda a cuadros roja con negro, media hasta las rodillas de color negro, zapatos de tacón, una blusa negra, guantes negros transparentes, los labios pintados de color rojo, sombras negras en los ojos, cabello hasta amarrado en un chongo y con fleco. Era un contraste bastante grande a diferencia mía, porque se había arreglado de la manera más provocativa que pudo, mientras de que yo me veía algo así: cabello rojo hasta los hombros amarrado con una coleta a cada lado, una ligera sombra en los ojos de color rosa, delineado con negro de blanco en el lagrimal, mis labios rosa pálidos, mientras utilizaba un listón blanco en el cuello, una camisa azul cielo pegada y muy corta, uñas pintadas de azul cielo y rosa pálido, mientras que también usaba una pequeña corbata, falda negra corta tableada, medias blancas cortas con holanes y zapatos altos tipo colegiala. Creo que ambas nos quedamos completamente en silencio contemplándonos.
Fui al tocador y tome algunos de los juguetes que habíamos comprado junto con una botella grande de lubricante, los deje en la cama, me acerque a Natalia para darle un beso sintiendo que metía su lengua en mi boca, con una mano iba metiéndola por debajo de su falta acariciando su erección y jalando su ropa interior para quitársela mientras gemía ansiosa y me decía que no me detuviera. Levante su falta y ahí estaba: un rabo completamente tieso, gordo, con las venas saltonas, una gran cabeza rosada, ya en la punta con una gota de lubricación. No pude detenerme e inmediatamente baje directamente mi cara hacia el… así cerca pude disfrutar el olor de su sexo pulsante, cuando de repente Natalia me lo restregó en la cara en una evidente suplica por placer; así que lo metí en mi boca, comencé a bajar y en algunas veces Natalia estuvo a punto de ahogarme pues ya no se podía contener y comenzaba a follar mi boca. No sé cuánto tiempo paso pero por fin pude retirarme, arranque su falda, solo para escuchar sus suplicas pidiéndome que siguiera.
Me retire de la cama y fui hacia un cajón en donde tenía una cuerda, la ate de sus tobillos y de la cabecera de la cama, haciendo que su culo quedara totalmente libre, el cual comencé a lamer y de vez en cuando introducir la lengua tome el lubricante y le comencé a poner por todo el trasero, en su ano, metiendo dedos, sacándolos. Tome un dilatador de metal con un cristal asemejando un diamante en la parte posterior y comencé a meterlo lentamente hasta que pudo entrar por completo.
Me quite la ropa interior con prisa también tome un dilatador de metal, solo que este tenía una cola de zorra. Me quite también la falda, los zapatos y me puse al lado de Natalia mostrándole mi culito y como iba lubricado para enseguida meter también hasta el fondo el juguete. En cuanto estuvo dentro me puse de rodillas a su lado y puse mi pene en su boca, estaba tan excitada que eyacule en su boca y vi cómo se relamía gustosa dejando limpio mi pene que en ningún momento perdió la erección. Me retire apenada y saque el dilatador de su culo para ir dando paso a otros juguetes que iban aumentando en tamaño, los sacaba, veía su culo totalmente abierto, pasaba mi lengua en los bordes y tuve que desatar su piernas para tenerla a mi altura, le levante las piernas y separe sus nalgas, ese culito se había expandido formando un circulo perfecto, así que tome la botella del lubricante, vertí un gran chorro dentro para enseguida meter mi erección y comenzar a follarle, para entonces gemíamos de una manera que descontrolada y en un momento su pene comenzó a eyacular. Saque mi pene para agacharme y probar su esperma.
Siempre he deseado tirarme a alguien sin que apenas meta las manos y que mejor que hacerlo a alguien que como yo, se sienta atraído por jugar a vestirse de chica.
Hemos aprovechado un viaje que tuvimos junt@ y desde una semana anterior hablamos al respecto para tener todos los preparativos listos: tomaremos un día aleatorio, ropa, juguetes, establecer límites, fijar horas en las que tiene que estar lista aún si ese día no sucederá nada (depilada, aseada, su respectivo culito limpio y preparado) otra regla que tenemos es que ninguna de nosotras tenemos que tocarnos hasta que se lleve a cabo el encuentro, para que la excitación sea mayor y sin exagerar ¡hasta hemos cuidado lo que vamos a comer!
El día que acordamos que realizaríamos esta fantasía, salimos a comprar ropa o mejor dicho; cada quien le compro con la que queríamos vestir a la otra persona (todo muy teen), fue un juego difícil, pero que valió la pena…
Nos estamos quedando en un hotel, cada quien en su respectiva habitación y he decidido utilizar la mía como el sitio en donde mantendré en cautiverio a ese hermoso espécimen que se hace llamar Natalia. Tiene 21 años (6 menos que yo) es delgada, labios carnosos, cara de rasgos delicados, un cuerpo hermosamente depilado y trabajado, ojos verdes grandes y hermosos, piel blanca, mide 1,70
Ya me he descrito en mi otra fantasía, pero aquí va: soy delgado, ojos cafés claros, mido 1.60, cuerpo atlético, ni ella, ni yo hemos vestido de chica ni ha tenido alguna experiencia de este tipo, por lo que será una experiencia totalmente nueva.
Han pasado 3 días muy difíciles desde que llegamos al acuerdo y hoy por fin se realizara.
Es un lunes a las 7 de la tarde y mi excitación es tal que he adelantado un día al que originalmente creía que iba a aguantar. Tengo la llave de su habitación pero no abrí, si no, que toque su puerta en clave, eso era un aviso para que estuviera lista en media hora por si acaso sucedía algo… o puede verse como una manera de torturar y avivar el deseo de quien será mi rehén, pues llevo haciéndolo desde hace 3 días a diferentes horas, hoy lista o no, regrese pasado ese tiempo y con la llave abrí la puerta de su habitación.
Estaba sentada al borde de la cama y tenía una revista entre sus manos que pude intuir no leía, pues apenas entrar pude notar su nerviosismo y excitación. Me acerque lentamente por detrás y le cubrí la cara con una funda de una almohada, le amarre las muñecas y la lleve hacia la puerta; mire hacia ambos lados del pasillo para asegurarme de que estuvieran completamente vacíos y así la lleve hacia mi cuarto que estaba a una distancia de aproximadamente 20 metros del suyo. Por fortuna nadie nos vio, trate de abrir la puerta del cuarto echando mano a la llave que con torpeza logre hacer que se introdujera en el picaporte al tercer intento, pues estaba bastante nerviosa y excitada.
Mi habitación estaba en completa oscuridad y solo estaba la tv encendida con una película erotica reproduciéndose, le quite la funda de la cabeza a Natalia y la bese desesperadamente para luego llevarla directo a la cama para atarle ambas manos a la cabecera, me aleje de ahí y encendí la luz. Su erección era evidente y su respiración agitada, al fin pude verla con detenimiento. Llevaba puesta una falda a cuadros roja con negro, media hasta las rodillas de color negro, zapatos de tacón, una blusa negra, guantes negros transparentes, los labios pintados de color rojo, sombras negras en los ojos, cabello hasta amarrado en un chongo y con fleco. Era un contraste bastante grande a diferencia mía, porque se había arreglado de la manera más provocativa que pudo, mientras de que yo me veía algo así: cabello rojo hasta los hombros amarrado con una coleta a cada lado, una ligera sombra en los ojos de color rosa, delineado con negro de blanco en el lagrimal, mis labios rosa pálidos, mientras utilizaba un listón blanco en el cuello, una camisa azul cielo pegada y muy corta, uñas pintadas de azul cielo y rosa pálido, mientras que también usaba una pequeña corbata, falda negra corta tableada, medias blancas cortas con holanes y zapatos altos tipo colegiala. Creo que ambas nos quedamos completamente en silencio contemplándonos.
Fui al tocador y tome algunos de los juguetes que habíamos comprado junto con una botella grande de lubricante, los deje en la cama, me acerque a Natalia para darle un beso sintiendo que metía su lengua en mi boca, con una mano iba metiéndola por debajo de su falta acariciando su erección y jalando su ropa interior para quitársela mientras gemía ansiosa y me decía que no me detuviera. Levante su falta y ahí estaba: un rabo completamente tieso, gordo, con las venas saltonas, una gran cabeza rosada, ya en la punta con una gota de lubricación. No pude detenerme e inmediatamente baje directamente mi cara hacia el… así cerca pude disfrutar el olor de su sexo pulsante, cuando de repente Natalia me lo restregó en la cara en una evidente suplica por placer; así que lo metí en mi boca, comencé a bajar y en algunas veces Natalia estuvo a punto de ahogarme pues ya no se podía contener y comenzaba a follar mi boca. No sé cuánto tiempo paso pero por fin pude retirarme, arranque su falda, solo para escuchar sus suplicas pidiéndome que siguiera.
Me retire de la cama y fui hacia un cajón en donde tenía una cuerda, la ate de sus tobillos y de la cabecera de la cama, haciendo que su culo quedara totalmente libre, el cual comencé a lamer y de vez en cuando introducir la lengua tome el lubricante y le comencé a poner por todo el trasero, en su ano, metiendo dedos, sacándolos. Tome un dilatador de metal con un cristal asemejando un diamante en la parte posterior y comencé a meterlo lentamente hasta que pudo entrar por completo.
Me quite la ropa interior con prisa también tome un dilatador de metal, solo que este tenía una cola de zorra. Me quite también la falda, los zapatos y me puse al lado de Natalia mostrándole mi culito y como iba lubricado para enseguida meter también hasta el fondo el juguete. En cuanto estuvo dentro me puse de rodillas a su lado y puse mi pene en su boca, estaba tan excitada que eyacule en su boca y vi cómo se relamía gustosa dejando limpio mi pene que en ningún momento perdió la erección. Me retire apenada y saque el dilatador de su culo para ir dando paso a otros juguetes que iban aumentando en tamaño, los sacaba, veía su culo totalmente abierto, pasaba mi lengua en los bordes y tuve que desatar su piernas para tenerla a mi altura, le levante las piernas y separe sus nalgas, ese culito se había expandido formando un circulo perfecto, así que tome la botella del lubricante, vertí un gran chorro dentro para enseguida meter mi erección y comenzar a follarle, para entonces gemíamos de una manera que descontrolada y en un momento su pene comenzó a eyacular. Saque mi pene para agacharme y probar su esperma.