Periodistas de EL UNIVERSAL
16/07/2018




CDMX.- Con el próximo cambio de dirigencia en el PRI, la salida de René Juárez Cisneros y la llegada de Claudia Ruiz Massieu a la presidencia del partido, comienzan a tejerse en la clase política algunas historias sobre el “enorme poder” de Carlos Salinas de Gortari en tiempos del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador.

En Bajo Reserva de este lunes, le dimos cuenta que priístas “distinguidos” interpretan la llegada de doña Claudia a la dirección del partido como el regreso de su tío, Salinas de Gortari, al timón de mando del tricolor.

Pero hoy, nos comentan, los mismos poderes le están dando al ex presidente de México en lo que ocurre en el PAN y el PRD.

Desde este momento, nos dicen, se comienza a manejar la versión de que Salinas de Gortari puede influir en las renovaciones de las dirigencias panista y perredista.

¿En serio tiene tanto poder CSG en tiempos de AMLO o quiere ser el contrapeso del tabasqueño?


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Pues como ya alguna vez lo mencioné, si el Peje falla en cumplir con sus faramallosas pejepromesas (altas probabilidades), lo malo del asunto es que habría verdaderos depredadores de alto nivel al acecho, para despacharse con la cuchara grande. Y comparado con el Pelón Diabólico, el Peje es un bebé de pecho en eso del maquiavelismo excelso. ¡OJO! no se trata, por tanto, de darle todo el poder al Mesías, por evitar una catástrofe del retorno salinista. Sería entonces retroceder ya no los 50 años a que nos quiere llevar López Hablador, sino... ¡90!, a los "gloriosos" tiempos de Plutarco Elías Calles o, peor aún, quizá hasta el porfiriato o el santa-annismo. Se trata, en todo caso, de evitar ambos escenarios. Creo que me ví demasiado soñador, en este México kafkiano.