Las playas de todo el mundo son el último escenario de las cosas espeluznantes que habitan en las profundidades del océano. De misteriosos monstruos marinos cuyos cadáveres aparecen en las costas del océano Atlántico en México, hasta seres con apariencia de dinosaurio que emergen en las costas de Japón, el océano nunca deja de sorprender. Ahora tocó el turno a Nueva Zelanda, más precisamente a la playa de Muriwai ubicada en la costa oriental de la Isla Norte, donde pudo apreciarse un extraño “monstruo marino”.



Según lo divulgado por los portales de noticias neozelandeses, esta “cosa” que ves en la imagen fue descubierta el pasado viernes 9 de diciembre, en un acontecimiento que congregó a una multitud ansiosa por saber el origen del monstruo marino.

La información disponible en Internet dice que una mujer llamada Melissa Doubleday fue la responsable por el descubrimiento. Después de encontrarse con este organismo tomó multitud de fotos y las publicó en Facebook para ver si alguno de sus conocidos podía decirle de qué se trataba. Melissa publicó que debido al fétido hedor en cierto momento creyó que se trataba del cadáver de una ballena. Pero, cuando se acercó, notó una serie de largos tentáculos cubiertos por lo que la mujer describió como “gusanos con caparazón”.

Por supuesto que la publicación terminó llamando la atención de todos sus conocidos, y muchos se aventuraron a opinar sobre el origen del organismo, incluso algunos bromearon con que podría tratarse de una ballena con rastas, de un mal imitador de Chutulu, de una embarcación maorí y hasta de una nave extraterrestre. Lo más interesante, y aterrador para muchos, es que incluso existe un video donde pueden apreciarse estos “gusanos con caparazón” moviéndose. Mira nada más lo raro que resulta:


¿De qué se trata?


Sin embargo, como sucede con la mayoría de los misteriosos seres que aparecen en las playas del mundo, este de aquí arriba tiene una explicación, y la verdad es que no tiene nada de monstruosa. De acuerdo con una versión de la Sociedad de Ciencias de Nueva Zelanda, lo más probable es que estemos observando un trozo de madera cubierto por miles de animales.



Para ser más precisos, los biólogos sospechan que se trata de un tipo de crustáceo de la orden Pedunculata (percebes), y probablemente de la especie Lepas anatifera. Estos organismos obtienen nutrientes a través del filtrado del agua marina y suelen aferrarse a las superficies sólidas donde pasan toda su vida. Si “su casa” termina varada en alguna playa del mundo, estos percebes terminan cocinándose en el calor de luz solar. Desgraciadamente, eso fue lo que sucedió con los animales que vimos en el video.

Y la verdad es que los percebes, vistos desde cerca, parecen animales de otros mundos.