COWBOY1000
Becerro
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- 22 May 2012
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- #1
CONTINUACION DE RELATO....
haciéndole saber que Si, me dijo, confié en mi y recuéstese, pero antes retírese el brasier y déjese solo la toalla, hice lo que me pidió y me recosté, empezó a sobarme el pecho pasando sus manos per en medio de mis bubis, yo tenía mis brazos a los costados a orilla de cama y con el brazo derecho podía yo sentir levemente su pans, no se por qué pero mi instinto fue mover mi brazo de una manera que pudiera sentir su miembro rozármelo, y lo hice, y alcance a sentirlo levemente, él se dio cuenta de mi acción y se pegó más a la camita y dejo de lleno pegado su miembro a mi brazo, no lo sentía todo, pero podía percibir que tenía un gran bulto, bajo a mi pelvis unto mas aceite y siguió masajeando metía sus manos por la ingle, y me dice
aceptaría retirarse su ropa interior, y de inmediato le dije que si, me retire el bikini y solo me quedaba la toalla en cima, y me dijo permítame y lo coloco en una mesita a un lado de la velas aromáticas, mi bikini era de color rojo y al quitármelo pude observar que tenia una mancha grandísima como si me hubiese hecho pipi, que no era nadas mas que mis jugos vaginales por lo excitada que estaba, el se dio cuenta, pero no dijo nada y pues yo mucho menos, continuo con su masaje y ya metía mas fácilmente su mano entre mis piernas, con su dedo meñique rosaba mis labios vaginales, se recargo nuevamente hacia a mi pero ya a la altura de mi mano, el seguía con su masaje y yo cada ves mas excitada, su pene estaba aplastando
literalmente mi mano, pero de pronto empecé a sentir como le latía y cada ves se iba estirando, el tocaba los bordes de mis labios vaginales y yo ya rogaba porque introdujera uno de sus dedos hasta que ya no aguante y se me salió un gemido e inmediatamente moví mi mano para tomar su miembro, y le dije, por favor termine lo que empezó, y me contesto le dije que soy un hombre muy respetuoso pero si usted ya me lo pide con gusto lo hare, introdujo uno de sus dedos y bajo su pans o sorpresa ese gordito traía una tremenda pistola que lo peor era, que todavía no se le veía 100% erecta, con su brazo estirado se acercó a mi cara sin dejar de masturbarme, y yo con mi mano empecé a mastúrbalo a él y solo comprobé que tenía tremendo pene o en lo personal no había visto uno tan grade, que más que grande se le veía muy grueso, tanto que sentía yo, que apenas me cabía cuando me lo introduje en mi boca, permítame me dijo y se desvistió por completo, su cuerpo era de un gordito pero su piel se veía firme, yo solo quería tener ese pene dentro de mi, estaba poseída por la excitación que invadía mi cuerpo, el me giro y me dejo a orilla de cama y empezó a chuparme mi cosita, se notaba su experiencia porque se concentró en mi clítoris y oh dios mío que placer me estaba regalando ese señor, continuo así por una rato, yo empecé a sentir las primeras contracturas que me avisaban que ya me iba a venir.
El, tal vez se dio cuenta y de inmediato se paró, se colocó aceite en su miembro y comenzó a metérmelo, al principio sentí un poquito de dolor pero ya mi vagina con mis jugos estaba súper lubricada, apenas me estaba dando el segundo embate cuando ya no pude más y solté mi primer orgasmo, la verdad es uno de los mas largos que he sentido en mi vida, comenzó a chuparte los senos pero lo hacía de una manera tan particular con una tranquilidad y una suavidad que jamás había sentido, la verdad este señor no solo sabía dar buenos masajes sino que también parecía ser un maestro del sexo, con sus dos manos sostenía mis piernas dándome unas arremetidas riquísimas, después de tener un rato el poder él, le dije, ahora me toca a mí, recuéstate en la cama le dije y me monte en él, empecé con movimientos lentos y después rápidos, me estaba sintiendo la reyna del mundo al tener ese magnífico ejemplar dentro de mí, aún estaba sobre excitada y quería alcanzar mi segundo orgasmo, le dije, vas a ser dichoso te voy a dar algo que no muchos han tenido el placer de tener, tome el aceite y le bañe el pene quedando brilloso por el líquido derramado, me lo coloque en la entrada de mi ano y comencé a introducirlo, pero ni el aceite me libraba de sentir ese pene tan grueso.
Con mi mano sujetándolo hacia movimientos circulares y poco a poco le dejaba caer mi peso, poco a poco fui logrando introducirlo, una ves que sentí que ya había entrado la mayoría, tome aire y me comencé a mover, la verdad era en un principio mas dolor que placer pero el sentir ese pedazo de carne dentro de mi me excitaba aun mas, aunque todas las mujeres decimos que el tamaño no importa, todas fantaseamos con tener un pene grande dentro de nosotras, continúe con los movimientos circulares hasta que mi colita fue dando de si, y ya comenzaba a disfrutarlo después de un rato me movía como pez en el agua, don Roberto recostado solo me veía y me tocaba mis senos, nuevamente empecé a sentir las contracciones y tuve mi siguiente orgasmo, no fue tan bueno como el primero pero al final igual lo disfrute me seguí moviendo pero ya mi excitación había bajado, y de repente no quise más, me baje de don Roberto y yo misma me pregunte que estoy haciendo, le pedí una disculpa me vestí y me retiré del local, ya llegando a mi casa me puse hacer una análisis de lo que había hecho y yo solita me reía, y recordaba el tamaño del pene de Don Roberto y me imaginaba otra vez con él.
Espero les halla agradado mi relato, espero sus comentarios y críticas, nos vemos pronto….
haciéndole saber que Si, me dijo, confié en mi y recuéstese, pero antes retírese el brasier y déjese solo la toalla, hice lo que me pidió y me recosté, empezó a sobarme el pecho pasando sus manos per en medio de mis bubis, yo tenía mis brazos a los costados a orilla de cama y con el brazo derecho podía yo sentir levemente su pans, no se por qué pero mi instinto fue mover mi brazo de una manera que pudiera sentir su miembro rozármelo, y lo hice, y alcance a sentirlo levemente, él se dio cuenta de mi acción y se pegó más a la camita y dejo de lleno pegado su miembro a mi brazo, no lo sentía todo, pero podía percibir que tenía un gran bulto, bajo a mi pelvis unto mas aceite y siguió masajeando metía sus manos por la ingle, y me dice
aceptaría retirarse su ropa interior, y de inmediato le dije que si, me retire el bikini y solo me quedaba la toalla en cima, y me dijo permítame y lo coloco en una mesita a un lado de la velas aromáticas, mi bikini era de color rojo y al quitármelo pude observar que tenia una mancha grandísima como si me hubiese hecho pipi, que no era nadas mas que mis jugos vaginales por lo excitada que estaba, el se dio cuenta, pero no dijo nada y pues yo mucho menos, continuo con su masaje y ya metía mas fácilmente su mano entre mis piernas, con su dedo meñique rosaba mis labios vaginales, se recargo nuevamente hacia a mi pero ya a la altura de mi mano, el seguía con su masaje y yo cada ves mas excitada, su pene estaba aplastando
literalmente mi mano, pero de pronto empecé a sentir como le latía y cada ves se iba estirando, el tocaba los bordes de mis labios vaginales y yo ya rogaba porque introdujera uno de sus dedos hasta que ya no aguante y se me salió un gemido e inmediatamente moví mi mano para tomar su miembro, y le dije, por favor termine lo que empezó, y me contesto le dije que soy un hombre muy respetuoso pero si usted ya me lo pide con gusto lo hare, introdujo uno de sus dedos y bajo su pans o sorpresa ese gordito traía una tremenda pistola que lo peor era, que todavía no se le veía 100% erecta, con su brazo estirado se acercó a mi cara sin dejar de masturbarme, y yo con mi mano empecé a mastúrbalo a él y solo comprobé que tenía tremendo pene o en lo personal no había visto uno tan grade, que más que grande se le veía muy grueso, tanto que sentía yo, que apenas me cabía cuando me lo introduje en mi boca, permítame me dijo y se desvistió por completo, su cuerpo era de un gordito pero su piel se veía firme, yo solo quería tener ese pene dentro de mi, estaba poseída por la excitación que invadía mi cuerpo, el me giro y me dejo a orilla de cama y empezó a chuparme mi cosita, se notaba su experiencia porque se concentró en mi clítoris y oh dios mío que placer me estaba regalando ese señor, continuo así por una rato, yo empecé a sentir las primeras contracturas que me avisaban que ya me iba a venir.
El, tal vez se dio cuenta y de inmediato se paró, se colocó aceite en su miembro y comenzó a metérmelo, al principio sentí un poquito de dolor pero ya mi vagina con mis jugos estaba súper lubricada, apenas me estaba dando el segundo embate cuando ya no pude más y solté mi primer orgasmo, la verdad es uno de los mas largos que he sentido en mi vida, comenzó a chuparte los senos pero lo hacía de una manera tan particular con una tranquilidad y una suavidad que jamás había sentido, la verdad este señor no solo sabía dar buenos masajes sino que también parecía ser un maestro del sexo, con sus dos manos sostenía mis piernas dándome unas arremetidas riquísimas, después de tener un rato el poder él, le dije, ahora me toca a mí, recuéstate en la cama le dije y me monte en él, empecé con movimientos lentos y después rápidos, me estaba sintiendo la reyna del mundo al tener ese magnífico ejemplar dentro de mí, aún estaba sobre excitada y quería alcanzar mi segundo orgasmo, le dije, vas a ser dichoso te voy a dar algo que no muchos han tenido el placer de tener, tome el aceite y le bañe el pene quedando brilloso por el líquido derramado, me lo coloque en la entrada de mi ano y comencé a introducirlo, pero ni el aceite me libraba de sentir ese pene tan grueso.
Con mi mano sujetándolo hacia movimientos circulares y poco a poco le dejaba caer mi peso, poco a poco fui logrando introducirlo, una ves que sentí que ya había entrado la mayoría, tome aire y me comencé a mover, la verdad era en un principio mas dolor que placer pero el sentir ese pedazo de carne dentro de mi me excitaba aun mas, aunque todas las mujeres decimos que el tamaño no importa, todas fantaseamos con tener un pene grande dentro de nosotras, continúe con los movimientos circulares hasta que mi colita fue dando de si, y ya comenzaba a disfrutarlo después de un rato me movía como pez en el agua, don Roberto recostado solo me veía y me tocaba mis senos, nuevamente empecé a sentir las contracciones y tuve mi siguiente orgasmo, no fue tan bueno como el primero pero al final igual lo disfrute me seguí moviendo pero ya mi excitación había bajado, y de repente no quise más, me baje de don Roberto y yo misma me pregunte que estoy haciendo, le pedí una disculpa me vestí y me retiré del local, ya llegando a mi casa me puse hacer una análisis de lo que había hecho y yo solita me reía, y recordaba el tamaño del pene de Don Roberto y me imaginaba otra vez con él.
Espero les halla agradado mi relato, espero sus comentarios y críticas, nos vemos pronto….