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Bovino de la familia
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El gobierno de EEUU analiza prohibirles la solicitud de asilo a los inmigrantes que entren al país ilegalmente
Jesús del Toro
3 de julio de 2018
Un nuevo y ominoso mensaje estaría siendo forjado desde el gobierno federal. Rezaría, para simplificarlo, así: “si cruzas la frontera irregularmente, olvídate de tener derecho al asilo”.
La política de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump, que implica procesar penalmente a los indocumentados detenidos tras cruzar irregularmente la frontera (así se hayan entregado voluntariamente y solicitado asilo), ha conducido no solo a la criminalización y estigmatización de los migrantes sino también a la separación de miles de menores de sus padres.
La separación de familias detenidas, aunque parcialmente mitigada (en papel) por un decreto de Trump, habría sido emprendida como un rudo disuasivo para los migrantes, un mensaje que dice a quien trate de ingresar al país irregularmente que será procesado y separado de sus hijos.
Migrantes centroamericanos se despiden en Tijuana, México, antes de entrar al puerto fronterizo de entrada a Estados Unidos. (AFP)
Con todo, dado que las familias migrantes, en su mayoría centroamericanas, con trágica frecuencia huyen de la violencia y la miseria en sus países de origen, la reclusión y separación, pese al dolor y la incertidumbre que implican, a veces resultan ser el mal menor. Salvar la vida y la integridad es una urgencia simplemente más poderosa. Y, aunque separados y detenidos, en algunos casos la petición de asilo sí puede ser aprobada y dar pie a que esas familias indocumentadas puedan permanecer en Estados Unidos.
En ese sentido, de acuerdo a Vox, el Departamento de Justicia estaría analizando una nueva política, que recrudecería de aplicarse el esquema de ‘tolerancia cero’: prohibirle la posibilidad de solicitar asilo a quien haya sido sentenciado por ingresar irregularmente al país.
De ese modo, solo quienes se presenten ante un puerto de entrada a EEUU y soliciten allí el asilo podrían recibirlo. Quienes, como ahora sucede, entran al país por vías no autorizadas, serían procesados legalmente y si resultan sentenciados (lo que es ciertamente probable, dado que ese es justo el afán de la ‘tolerancia cero’) ya no podrían solicitar asilo y, presumiblemente, enfrentarían inevitablemente cárcel y deportación. Eso, de aplicarse, sería un disuasivo de la migración indocumentada doblemente severo.
De acuerdo a Vox, que tuvo acceso a un borrador de ese lineamiento en estudio por el Departamento de Justicia, no es claro cuál sería el esquema definitivo, en caso de que resultase aplicado, lo que tampoco es seguro. Hasta ahora esa prohibición del asilo es solo una propuesta, pero revela que en el gobierno federal se consideran endurecimientos aún mayores para frenar la llegada de indocumentados.
Tendidos en la calle, donde a veces deben esperar días y hasta semanas, migrantes centroamericanos esperan en Tijuana, México, que se les permita ingresar al puerto fronterizo de entrada a Estados Unidos. (AFP)
Eso, de aprobarse, añadiría un severo obstáculo a los migrantes: además del peligroso y arduo viaje desde Centroamérica y a través de México hasta la frontera de EEUU, para pedir asilo tendrían que presentarse en un puerto fronterizo de entrada, lo que resulta lento y en ocasiones demanda permanecer allí, en el lado mexicano, largo tiempo en espera, días y quizá semanas. Algo que para personas sin dinero y sin más opciones que lo que organizaciones solidarias puedan prestarles es crítico.
Y, como comenta Vox, no es solo la demora burocrática el problema: traficantes de personas con frecuencia evitan que los migrantes utilicen los puertos regulares de entrada.
Por añadidura, propuestas de restricción a la definición de quién es susceptible de asilo (para no concederlo, por ejemplo, en casos de personas que huyen de violencia doméstica, pandilleril o de género que no pueden probar que son víctimas de una persecución a escala general o emprendida por gobiernos) harán aún más difícil obtenerlo, sea como sea que la persona haya ingresado al país para solicitarlo. Lo mismo puede decirse de la propuesta de negar asilo en Estados Unidos a un migrante centroamericano que no lo solicitó antes a México.
De aplicarse esas directrices, lo que como se ha señalado es incierto y podría no suceder, esta política de prohibir y restringir la solicitud de asilo también podría ser impugnada ante tribunales, pero en todo caso supondría un rudo obstáculo adicional para los migrantes en busca de asilo, uno que podría, paradójicamente, propiciar un alza de los cruces irregulares por zonas desoladas y agrestes: al quedar bloqueada la opción de asilo para quien cruza sin papeles pero luego entregarse a las autoridades, muchos optarán por simplemente tratar de entrar e internarse al país para, de lograrlo, permanecer en Estados Unidos como indocumentados a secas. Eso podría incrementar los flujos de personas, como ha sucedido en el pasado, por peligrosas zonas desérticas y por ende el riesgo de que fallecimientos entre ellas.
Una muestra más de lo que realmente se necesita es una reforma migratoria integral, justa y humana.
Fuente
"De aplicarse esas directrices, lo que como se ha señalado es incierto y podría no suceder, esta política de prohibir y restringir la solicitud de asilo también podría ser impugnada ante tribunales, pero en todo caso supondría un rudo obstáculo adicional para los migrantes en busca de asilo, uno que podría, paradójicamente, propiciar un alza de los cruces irregulares por zonas desoladas y agrestes: al quedar bloqueada la opción de asilo para quien cruza sin papeles pero luego entregarse a las autoridades, muchos optarán por simplemente tratar de entrar e internarse al país para, de lograrlo, permanecer en Estados Unidos como indocumentados a secas. Eso podría incrementar los flujos de personas, como ha sucedido en el pasado, por peligrosas zonas desérticas y por ende el riesgo de que fallecimientos entre ellas."
Y con ello, el abaratamiento de la mano de obra ilegal (que es prácticamente de lo que viven muchas empresas en gringolandia, inclusive la Trump organization). Eso es lo que no dice el explotador de ilegales que duerme en la Casa Blanca.
Jesús del Toro
3 de julio de 2018
Un nuevo y ominoso mensaje estaría siendo forjado desde el gobierno federal. Rezaría, para simplificarlo, así: “si cruzas la frontera irregularmente, olvídate de tener derecho al asilo”.
La política de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump, que implica procesar penalmente a los indocumentados detenidos tras cruzar irregularmente la frontera (así se hayan entregado voluntariamente y solicitado asilo), ha conducido no solo a la criminalización y estigmatización de los migrantes sino también a la separación de miles de menores de sus padres.
La separación de familias detenidas, aunque parcialmente mitigada (en papel) por un decreto de Trump, habría sido emprendida como un rudo disuasivo para los migrantes, un mensaje que dice a quien trate de ingresar al país irregularmente que será procesado y separado de sus hijos.
Migrantes centroamericanos se despiden en Tijuana, México, antes de entrar al puerto fronterizo de entrada a Estados Unidos. (AFP)
Con todo, dado que las familias migrantes, en su mayoría centroamericanas, con trágica frecuencia huyen de la violencia y la miseria en sus países de origen, la reclusión y separación, pese al dolor y la incertidumbre que implican, a veces resultan ser el mal menor. Salvar la vida y la integridad es una urgencia simplemente más poderosa. Y, aunque separados y detenidos, en algunos casos la petición de asilo sí puede ser aprobada y dar pie a que esas familias indocumentadas puedan permanecer en Estados Unidos.
En ese sentido, de acuerdo a Vox, el Departamento de Justicia estaría analizando una nueva política, que recrudecería de aplicarse el esquema de ‘tolerancia cero’: prohibirle la posibilidad de solicitar asilo a quien haya sido sentenciado por ingresar irregularmente al país.
De ese modo, solo quienes se presenten ante un puerto de entrada a EEUU y soliciten allí el asilo podrían recibirlo. Quienes, como ahora sucede, entran al país por vías no autorizadas, serían procesados legalmente y si resultan sentenciados (lo que es ciertamente probable, dado que ese es justo el afán de la ‘tolerancia cero’) ya no podrían solicitar asilo y, presumiblemente, enfrentarían inevitablemente cárcel y deportación. Eso, de aplicarse, sería un disuasivo de la migración indocumentada doblemente severo.
De acuerdo a Vox, que tuvo acceso a un borrador de ese lineamiento en estudio por el Departamento de Justicia, no es claro cuál sería el esquema definitivo, en caso de que resultase aplicado, lo que tampoco es seguro. Hasta ahora esa prohibición del asilo es solo una propuesta, pero revela que en el gobierno federal se consideran endurecimientos aún mayores para frenar la llegada de indocumentados.
Tendidos en la calle, donde a veces deben esperar días y hasta semanas, migrantes centroamericanos esperan en Tijuana, México, que se les permita ingresar al puerto fronterizo de entrada a Estados Unidos. (AFP)
Eso, de aprobarse, añadiría un severo obstáculo a los migrantes: además del peligroso y arduo viaje desde Centroamérica y a través de México hasta la frontera de EEUU, para pedir asilo tendrían que presentarse en un puerto fronterizo de entrada, lo que resulta lento y en ocasiones demanda permanecer allí, en el lado mexicano, largo tiempo en espera, días y quizá semanas. Algo que para personas sin dinero y sin más opciones que lo que organizaciones solidarias puedan prestarles es crítico.
Y, como comenta Vox, no es solo la demora burocrática el problema: traficantes de personas con frecuencia evitan que los migrantes utilicen los puertos regulares de entrada.
Por añadidura, propuestas de restricción a la definición de quién es susceptible de asilo (para no concederlo, por ejemplo, en casos de personas que huyen de violencia doméstica, pandilleril o de género que no pueden probar que son víctimas de una persecución a escala general o emprendida por gobiernos) harán aún más difícil obtenerlo, sea como sea que la persona haya ingresado al país para solicitarlo. Lo mismo puede decirse de la propuesta de negar asilo en Estados Unidos a un migrante centroamericano que no lo solicitó antes a México.
De aplicarse esas directrices, lo que como se ha señalado es incierto y podría no suceder, esta política de prohibir y restringir la solicitud de asilo también podría ser impugnada ante tribunales, pero en todo caso supondría un rudo obstáculo adicional para los migrantes en busca de asilo, uno que podría, paradójicamente, propiciar un alza de los cruces irregulares por zonas desoladas y agrestes: al quedar bloqueada la opción de asilo para quien cruza sin papeles pero luego entregarse a las autoridades, muchos optarán por simplemente tratar de entrar e internarse al país para, de lograrlo, permanecer en Estados Unidos como indocumentados a secas. Eso podría incrementar los flujos de personas, como ha sucedido en el pasado, por peligrosas zonas desérticas y por ende el riesgo de que fallecimientos entre ellas.
Una muestra más de lo que realmente se necesita es una reforma migratoria integral, justa y humana.
Fuente
"De aplicarse esas directrices, lo que como se ha señalado es incierto y podría no suceder, esta política de prohibir y restringir la solicitud de asilo también podría ser impugnada ante tribunales, pero en todo caso supondría un rudo obstáculo adicional para los migrantes en busca de asilo, uno que podría, paradójicamente, propiciar un alza de los cruces irregulares por zonas desoladas y agrestes: al quedar bloqueada la opción de asilo para quien cruza sin papeles pero luego entregarse a las autoridades, muchos optarán por simplemente tratar de entrar e internarse al país para, de lograrlo, permanecer en Estados Unidos como indocumentados a secas. Eso podría incrementar los flujos de personas, como ha sucedido en el pasado, por peligrosas zonas desérticas y por ende el riesgo de que fallecimientos entre ellas."
Y con ello, el abaratamiento de la mano de obra ilegal (que es prácticamente de lo que viven muchas empresas en gringolandia, inclusive la Trump organization). Eso es lo que no dice el explotador de ilegales que duerme en la Casa Blanca.