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El "estallido social" ya se dio... y no como algunos esperaban

jarochilandio

Bovino de la familia
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Saúl Arellano
03/09/2018


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ARTEMIO GUERRA BAZ /CUARTOSCURO.COM
Intento de linchamiento en Tlacotepec, Estado de México. 19 de julio de 2018.


Después de la profunda crisis de 2008, de la cual se cumplen 10 años en este mes de septiembre, se comenzó a discutir de la posibilidad de un "estallido social" en nuestro país. Se hablaba entonces de que, ante la incipiente "guerra contra el narco", además del descontento por el empobrecimiento de cientos de miles de familias, podía generar un proceso de descomposición que podría derivar en una "rebelión" o de una "revuelta".

Abusando de los términos, es necesario que seamos capaces de pensar en la posibilidad de una explosión relativamente silenciosa, que ha ido incrementando su estridencia de manera lenta, pero inexorable, hasta haberse convertido en un ruido perturbador, aunque no ensordecedor. Pero cuyas consecuencias se sintetizan en 200 mil asesinatos en los últimos 12 años, y más de 35 mil personas desaparecidas.

El llamado "estallido social", entendido como la irrupción de segmentos de la población -optando por la vía violenta para subvertir el orden institucional- se fue construyendo poco a poco, sin que nos diéramos cuenta de lo que estaba ocurriendo. Y es que se esperaba que fuera la sociedad civil organizada o los partidos políticos los que encabezarían tal forma de insurrección.


El "estallido social" se expresa en las mutilaciones, en los asesinatos sádicos, en la desaparición forzada, en los miles de caso de niñas y niños víctimas de la explotación sexual comercial...

Pocos pensaron, y pocos se han percatado, que el estallido social se dio en esta ocasión fuera de todo el orden institucional; y que la subversión ante la autoridad se dio de forma criminal, pero con la misma o mayor violencia que la que ha caracterizado a los movimientos violentos en los que se expresa el descontento con el gobierno.

Hay que repetirlo, el "estallido social" se expresa en las mutilaciones, en los asesinatos sádicos, en la desaparición forzada, en los miles de caso de niñas y niños víctimas de la explotación sexual comercial, en el éxodo masivo de migrantes y en la victimización que se ejerce en su contra, vía la extorsión, pero también de la violación sexual y de casos monstruosos como el ocurrido en San Fernando, Tamaulipas.

¿Cuántas personas trabajan para el narco? Hay pocas estimaciones serias sobre el tema, pero algunos expertos consideran que, si hubiese -en un escenario conservador-, en promedio 50 personas por cada uno de los municipios del país, trabajando para las redes criminales, estaríamos ante una cifra superior a los 127 mil personas involucradas en actividades de la delincuencia organizada; a las que deben agregarse las personas que delinquen en actividades del llamado "fuero común".

La cifra tiene sentido: si anualmente hay en el país más de 25 millones de personas que declaran haber sido víctimas de algún delito; no es descabellado pensar que anualmente quienes forman parte de las redes criminales, cometan un delito un día sí y uno no, que sería la frecuencia aproximada, considerando las cifras con las que aquí se especula.


El "estallido social" se pone de manifiesto en los sangrientos linchamientos que se cometen un mes sí y otro también en diferentes estados del país.

El estallido social también se expresa en las casi 240 mil personas privadas de su libertad, y en su correlato, la crisis del sistema de procuración e impartición de justicia en el país, pues más del 40% de quienes están en prisiones están en espera de una sentencia.

Lo mismo puede decirse respecto de los más de 6,800 niñas, niños y adolescentes que se encuentran privados de su libertad por estar en conflicto con la ley, en centros de internamiento que de manera inaceptable, siguen siendo parte de una estructura administrativa, y no del Poder Judicial, como debería ocurrir en un país en el que se respetan los derechos de la niñez.

El estallido social, a diferencia de lo que esperaban algunos, que ocurriría localizado en un momento y territorio determinado, se comporta tal y como parece estar estructurada nuestra realidad: de forma fragmentada y fractal. Es decir, su expresión se da de forma pulverizada, lo cual es uno de los factores que nos impiden darnos cuenta a plenitud, de que tiene lugar aquí y ahora, y que lleva varios años ocurriendo.

Así, el "estallido social" se pone de manifiesto en los sangrientos linchamientos que se cometen un mes sí y otro también en diferentes estados del país. Y en los cuales una y otra vez suele ocurrir que las personas asesinadas eran trabajadores, comunes y corrientes, acusados de forma idiota y lastimados y vejados hasta la muerte por una turba en la que la imbecilidad y la maldad son norma y patrón de actuación.

No se nos olvide: las bandas del crimen organizado son personas reclutadas en sus comunidades, y que optan por la delincuencia, a falta de oportunidades de una vida digna, sí. Pero también como resultado de un largo proceso de fractura del tejido social y de los lazos más elementales de cohesión social, que nos han llevado a una circunstancia en la que no sabemos bien a bien, si nuestro vecino es alguien capaz de disolver un cadáver en ácido.


El estallido social no tuvo como propósito denunciar al poder, combatir la corrupción, transformar al régimen político.

¿Qué es, sino un estallido social, la desaparición de 43 estudiantes de los que luego de varios años no se sabe aún qué fue lo que les hicieron y a dónde fueron a parar sus restos? ¿Qué es, sino un estallido social, la muerte de más de 40 niñas y niños en la Guardería ABC, la cual al parecer fue incendiada por la corrupción y la negligencia gubernamental?

¿No es un estallido social el hecho de que durante varios fines de semana, a lo largo de varios años, escuchemos que en algún estado de la República se cometen 30 o 40 ejecuciones? ¿No es un estallido social que cada año se denuncien más de 125 mil delitos sexuales, cuando además se estima que por cada uno de esos casos, hay al menos 5 que no se denuncian?

Ocurrió lo que no esperábamos: el estallido social no tuvo como propósito denunciar al poder, combatir la corrupción, transformar al régimen político: el estallido social se dio como un profundo síntoma de malestar social, de locura por todas partes, de deshumanización de nuestras relaciones sociales y personales; y de una crisis ética sin precedentes, que tiene como una de sus peores manifestaciones la violencia sádica de los asesinos que andan sueltos.

@saularellano

Director editorial de México Social

* Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de HuffPost México.


Fuente
 
"No se nos olvide: las bandas del crimen organizado son personas reclutadas en sus comunidades, y que optan por la delincuencia, a falta de oportunidades de una vida digna, sí. Pero también como resultado de un largo proceso de fractura del tejido social y de los lazos más elementales de cohesión social, que nos han llevado a una circunstancia en la que no sabemos bien a bien, si nuestro vecino es alguien capaz de disolver un cadáver en ácido."

Si la sociedad y el ser humano fallan, no hay poder, ni gobierno alguno que pueda revertir el daño. Por ello son demasiado ingenuos (o cínicos) quienes creen que la llegada de alguien al poder solucionará este GRAVE PROBLEMA. Ahora resulta paradójico que la frase lópezportillista “La solución somos todos” (que la picardía popular transformaría en “La corrupción somos todos”, ¿o no?) sea tan certera (aunque el ingenioso lema de campaña de José López Portillo en realidad nos invitaba, como al inicio de todos los sexenios, a redoblar esfuerzos, “apretarnos el cinturón”, no a resolver los problemas, sino a aceptarlos plácidamente, como parte de una trágica e irremediable realidad que debemos aceptar).

Al respecto los invito a leer este artículo publicado en La Jornada hace ya algunos ayeres. Los más jóvenes podrán INFORMARSE mejor de una falacia que siempre les han vendido los charlatanes oportunistas. Esta dramática realidad NO EMPEZÓ con FeCal. El problema ya era GRAVE cuando él llegó a la presidencia. Este inexperto ex-presidente lo que hizo fue... tomar pésimas decisiones para enfrentar el problema. Y el actual pues... no lo hizo mejor. Tampoco el que viene tiene mejores ideas para combatir ésto. La solución... YA NO PASA POR LOS POLÍTICOS y si seguimos esperando que ellos con una varita mágica la resuelvan... podemos recostarnos cómodamente en un sofá a esperar, y esperar, y esperar, y...

Reconstruir el fracturado tejido social NO ES TAREA DEL GOBIERNO. Si hay personajes alejados del entramado social, esos son los políticos, digan lo que digan, y lo diga quien lo diga. Ellos se mueven en un ambiente palaciego y fastuoso. Lo suyo es vivir cómodamente a costa de nuestros impuestos. Nada que ver con el día de día de nosotros, los ciudadanos de a pie. Así... muy difícil ENTENDER LA REALIDAD de algo que NO VIVEN.
 
El estallido social vendrá cuando el populacho elija realmente a sus representantes y ajusticien a los corruptos... lo demás o son estrategias de gobierno (las de siempre) para enfrentar a la población y aterrorizarla entre ellos , o son grupos de poder ajenos a la voluntad del pueblo: mafias, carteles, sindicatos, etc.
Es muy dificil reconstruir el tejido social cuando no hay empleo, los impuestos por las nubes, la delincuencia a la orden del día...y encima nos cobran impuestos para enriquecerse los politiquillos, mientras nosotros tenems que arreglarnoslas como podamos..
No queremos que el gobierno nos resuelva la vida, sólo que deje de chingarnos....sencillo.
 
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