jarochilandio
Bovino de la familia
- Desde
- 14 Mar 2010
- Mensajes
- 6.220
- Tema Autor
- #1
Esta es una colección de CUATRO artículos al respecto que recogí, motivado por lo que recientemente ha sucedido con la selección de los futuros "profes" de inglés.
Fraude absoluto en la enseñanza del inglés
Animal Político
Alberto Serdán
Febrero 3, 2015
Si el sistema educativo existe, entre otras cosas, para igualar las oportunidades vitales de los mexicanos, no cabe duda que la enseñanza del inglés en nuestro sistema es un fraude absoluto. Al desempeño de los alumnos en el dominio del inglés se suman los pobres resultados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias (no olvidemos que alrededor de 7 de cada diez jóvenes de 15 años en México lee un texto pero no lo comprende o sabe hacer operaciones matemáticas básicas pero es incapaz de aplicarlas a la vida cotidiana).
El lenguaje es usado por las personas para comunicarse. Para bien o para mal, el idioma inglés es una lengua franca: permite platicar a coreanos, finlandeses y mexicanos al calor de unas cervezas y así intercambiar experiencias. Incluso, gracias al idioma ese mismo mexicano podrá compartir lo que vivió con un francés, un sudafricano y un egipcio en otra mesa.
Como en ningún otro momento, más mexicanos experimentan la posibilidad de comunicarse con personas que no hablan español. Sea para defender derechos elementales, para saber más, para entender al diferente y aprenderle, para sobrevivir en los negocios, para impedir abusos, para ganar un mejor salario, para compartir nuestra visión, el inglés es una herramienta indispensable para conectarse con el mundo y para que el mundo se conecte con uno. A pesar de que este idioma se enseña en las escuelas, lo que conocen los jóvenes del inglés simplemente no sirve.
El entrañable periodista Ryszard Kapuściński era un firme creyente de que el encuentro con el otro, con personas diferentes, es la experiencia básica y universal de nuestra especie. Ante ese encuentro hay tres consecuencias posibles: la guerra, el asilamiento o el entendimiento y la cooperación. Nuestro mundo actual se pone en movimiento a una escala desconocida en nuestra historia generando una mayor cantidad de puntos de encuentro con otras personas. El desenlace depende de su capacidad para comunicarse.
En la práctica, hoy México está más abierto al intercambio de personas, de bienes e información que nunca. Tres ejemplos: el turismo, la migración y el comercio exterior.
En 2014 alrededor de 15 millones de extranjeros visitaron México y 11 millones de mexicanos fueron a otro país. Jamás en nuestra historia había existido tal nivel de reciprocidad.
Se sabe, pero no está de más repetirlo, como en ningún tiempo hay nacidos en México viviendo en Estados Unidos. Mientras que en 1910 sólo eran 221 mil, un siglo después hay más de 11 millones de mexicanos viviendo en el norte. De éstos, sólo una tercera parte habla bien el inglés, las otras dos terceras partes están a la merced de abusos e indefensión derivados de un pobre o nulo manejo del idioma.
En materia de comercio internacional, México exporta e importa más bienes que en cualquier época en volúmenes que para 2014 rondaron los 400 mil millones de dólares en exportaciones y una cifra similar para las importaciones. La resolución de controversias y los convenios se firman en inglés. Las comunicaciones para contar con asistencia técnica, atender proveedores y clientes, solucionar conflictos y un largo etcétera se dan, principalmente, en ese idioma.
Por demás está decir que México cuenta con una red de diez Tratados de Libre Comercio con 45 países y 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones. Estados Unidos y Europa son nuestros principales socios con quienes se comercia el 86 por ciento de nuestras exportaciones.
El inglés es el idioma que más se habla como primera lengua en el mundo. 99 países lo usan así. Más aún, si se considerara a los que manejan el inglés como segunda opción, la cantidad se eleva a 138 países. Más del 80 por ciento de las publicaciones científicas están en inglés y solo en 1 por ciento de las cien mejores universidades del mundo se habla el español como primera lengua.
En este contexto, los hallazgos de un estudio de Mexicanos Primero realizado con el apoyo del investigador Miguel Székely a partir de una muestra representativa de jóvenes son perturbadores.
La cosa está así: en México 97 por ciento de los jóvenes de prepa no poseen el nivel de inglés que se supone debieron tener al salir de secundaria. De hecho, 79 por ciento demostró un desconocimiento total del idioma a pesar de aprobar la materia (de otro modo no habrían llegado a prepa). Incluso, 53 por ciento se había sacado 9 de calificación o más a pesar de tener un desconocimiento total del idioma. Para variar, los peores resultados los obtuvieron los jóvenes con menores recursos. En suma, una total simulación y una desvergonzada injusticia.
Si el sistema educativo existe, entre otras cosas, para igualar las oportunidades vitales de los mexicanos, no cabe duda que es un fraude absoluto. Al desempeño de los alumnos en el dominio del inglés se suman los pobres resultados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias (no olvidemos que alrededor de 7 de cada diez jóvenes de 15 años en México lee un texto pero no lo comprende o sabe hacer operaciones matemáticas básicas pero es incapaz de aplicarlas a la vida cotidiana).
Ante las ineficiencias del sistema educativo, los jóvenes y sus familias terminan acudiendo a clases particulares para regularizarse. El inglés es el mejor ejemplo de la multiplicación de academias, mismas que no tienen que esforzarse mucho para mostrar mejores resultados pero que siguen estando lejos del dominio del idioma. Peor, termina siendo una privatización de facto de la educación al alcance de quienes tienen recursos, ahondando las desigualdades en el acceso a los conocimientos y al aprendizaje.
¿Qué nos dice este fraude? ¿Así cómo podemos aprovechar lo que nos ofrece nuestro tiempo y el mundo en que vivimos? ¿Cómo defender nuestros derechos aquí y allá si no entendemos el inglés? ¿Cómo relacionarnos en el marco del comercio internacional? ¿Cómo defendernos del avasallamiento del vecino del norte y del aislamiento que facilita abusos domésticos? ¿Quiénes firmaron tratados de libre comercio a diestra y siniestra sin detenerse en este detalle que abona a las asimetrías?
Es un panorama desolador por donde se le vea. Mientras partidos y gobernantes se enfilan a la danza de sombras electorales, tenemos enfrente un problema de grandes magnitudes que de no resolverlo ahondará nuestras desigualdades entre los mexicanos y frente al mundo.
Kapuściński recordó a Albrecht von Haller, naturalista y filósofo alemán del siglo XVIII, quien apuntó: “Nada mejor que el conocimiento de muchos pueblos –con sus costumbres, leyes e ideologías- para acabar con los prejuicios”. Por lo visto, estaremos forzados a que los prejuicios y, peor, la ignorancia y sus consecuencias, impidan un efectivo ejercicio de derechos. Estaremos limitados para entender al otro y que el otro ve, vive y comprende de forma diferente al mundo. Limitados para sostener diálogos con el mundo y presentarles lo que somos y queremos sin chocantes intermediarios. Toda una vergüenza.
* Fuentes: Banxico, Indicadores Económicos | INEGI, Banco de Información Económica 2014 | INEGI, Estadísticas Históricas de México, 2009 | Lewis, M. Paul, Gary F. Simons, and Charles D. Fennig (eds.). 2014. Ethnologue: Languages of the World, Seventeenth edition. Dallas, Texas: SIL International. Online version: http://www.ethnologue.com | Pew Research Center, A Demographic Portrait of Mexican – Origin Hispanics in the United States, May 1, 2013 | US Census Bureau, Historical Census Statistics on the Foreign-Born Population of the United States: 1850 to 2000; y The Hispanic Population: 2010
Fuente
Fraude absoluto en la enseñanza del inglés

Animal Político
Alberto Serdán
Febrero 3, 2015
Si el sistema educativo existe, entre otras cosas, para igualar las oportunidades vitales de los mexicanos, no cabe duda que la enseñanza del inglés en nuestro sistema es un fraude absoluto. Al desempeño de los alumnos en el dominio del inglés se suman los pobres resultados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias (no olvidemos que alrededor de 7 de cada diez jóvenes de 15 años en México lee un texto pero no lo comprende o sabe hacer operaciones matemáticas básicas pero es incapaz de aplicarlas a la vida cotidiana).
El lenguaje es usado por las personas para comunicarse. Para bien o para mal, el idioma inglés es una lengua franca: permite platicar a coreanos, finlandeses y mexicanos al calor de unas cervezas y así intercambiar experiencias. Incluso, gracias al idioma ese mismo mexicano podrá compartir lo que vivió con un francés, un sudafricano y un egipcio en otra mesa.
Como en ningún otro momento, más mexicanos experimentan la posibilidad de comunicarse con personas que no hablan español. Sea para defender derechos elementales, para saber más, para entender al diferente y aprenderle, para sobrevivir en los negocios, para impedir abusos, para ganar un mejor salario, para compartir nuestra visión, el inglés es una herramienta indispensable para conectarse con el mundo y para que el mundo se conecte con uno. A pesar de que este idioma se enseña en las escuelas, lo que conocen los jóvenes del inglés simplemente no sirve.
El entrañable periodista Ryszard Kapuściński era un firme creyente de que el encuentro con el otro, con personas diferentes, es la experiencia básica y universal de nuestra especie. Ante ese encuentro hay tres consecuencias posibles: la guerra, el asilamiento o el entendimiento y la cooperación. Nuestro mundo actual se pone en movimiento a una escala desconocida en nuestra historia generando una mayor cantidad de puntos de encuentro con otras personas. El desenlace depende de su capacidad para comunicarse.
En la práctica, hoy México está más abierto al intercambio de personas, de bienes e información que nunca. Tres ejemplos: el turismo, la migración y el comercio exterior.
En 2014 alrededor de 15 millones de extranjeros visitaron México y 11 millones de mexicanos fueron a otro país. Jamás en nuestra historia había existido tal nivel de reciprocidad.

Se sabe, pero no está de más repetirlo, como en ningún tiempo hay nacidos en México viviendo en Estados Unidos. Mientras que en 1910 sólo eran 221 mil, un siglo después hay más de 11 millones de mexicanos viviendo en el norte. De éstos, sólo una tercera parte habla bien el inglés, las otras dos terceras partes están a la merced de abusos e indefensión derivados de un pobre o nulo manejo del idioma.


En materia de comercio internacional, México exporta e importa más bienes que en cualquier época en volúmenes que para 2014 rondaron los 400 mil millones de dólares en exportaciones y una cifra similar para las importaciones. La resolución de controversias y los convenios se firman en inglés. Las comunicaciones para contar con asistencia técnica, atender proveedores y clientes, solucionar conflictos y un largo etcétera se dan, principalmente, en ese idioma.

Por demás está decir que México cuenta con una red de diez Tratados de Libre Comercio con 45 países y 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones. Estados Unidos y Europa son nuestros principales socios con quienes se comercia el 86 por ciento de nuestras exportaciones.

El inglés es el idioma que más se habla como primera lengua en el mundo. 99 países lo usan así. Más aún, si se considerara a los que manejan el inglés como segunda opción, la cantidad se eleva a 138 países. Más del 80 por ciento de las publicaciones científicas están en inglés y solo en 1 por ciento de las cien mejores universidades del mundo se habla el español como primera lengua.

En este contexto, los hallazgos de un estudio de Mexicanos Primero realizado con el apoyo del investigador Miguel Székely a partir de una muestra representativa de jóvenes son perturbadores.
La cosa está así: en México 97 por ciento de los jóvenes de prepa no poseen el nivel de inglés que se supone debieron tener al salir de secundaria. De hecho, 79 por ciento demostró un desconocimiento total del idioma a pesar de aprobar la materia (de otro modo no habrían llegado a prepa). Incluso, 53 por ciento se había sacado 9 de calificación o más a pesar de tener un desconocimiento total del idioma. Para variar, los peores resultados los obtuvieron los jóvenes con menores recursos. En suma, una total simulación y una desvergonzada injusticia.
Si el sistema educativo existe, entre otras cosas, para igualar las oportunidades vitales de los mexicanos, no cabe duda que es un fraude absoluto. Al desempeño de los alumnos en el dominio del inglés se suman los pobres resultados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias (no olvidemos que alrededor de 7 de cada diez jóvenes de 15 años en México lee un texto pero no lo comprende o sabe hacer operaciones matemáticas básicas pero es incapaz de aplicarlas a la vida cotidiana).
Ante las ineficiencias del sistema educativo, los jóvenes y sus familias terminan acudiendo a clases particulares para regularizarse. El inglés es el mejor ejemplo de la multiplicación de academias, mismas que no tienen que esforzarse mucho para mostrar mejores resultados pero que siguen estando lejos del dominio del idioma. Peor, termina siendo una privatización de facto de la educación al alcance de quienes tienen recursos, ahondando las desigualdades en el acceso a los conocimientos y al aprendizaje.
¿Qué nos dice este fraude? ¿Así cómo podemos aprovechar lo que nos ofrece nuestro tiempo y el mundo en que vivimos? ¿Cómo defender nuestros derechos aquí y allá si no entendemos el inglés? ¿Cómo relacionarnos en el marco del comercio internacional? ¿Cómo defendernos del avasallamiento del vecino del norte y del aislamiento que facilita abusos domésticos? ¿Quiénes firmaron tratados de libre comercio a diestra y siniestra sin detenerse en este detalle que abona a las asimetrías?
Es un panorama desolador por donde se le vea. Mientras partidos y gobernantes se enfilan a la danza de sombras electorales, tenemos enfrente un problema de grandes magnitudes que de no resolverlo ahondará nuestras desigualdades entre los mexicanos y frente al mundo.
Kapuściński recordó a Albrecht von Haller, naturalista y filósofo alemán del siglo XVIII, quien apuntó: “Nada mejor que el conocimiento de muchos pueblos –con sus costumbres, leyes e ideologías- para acabar con los prejuicios”. Por lo visto, estaremos forzados a que los prejuicios y, peor, la ignorancia y sus consecuencias, impidan un efectivo ejercicio de derechos. Estaremos limitados para entender al otro y que el otro ve, vive y comprende de forma diferente al mundo. Limitados para sostener diálogos con el mundo y presentarles lo que somos y queremos sin chocantes intermediarios. Toda una vergüenza.
* Fuentes: Banxico, Indicadores Económicos | INEGI, Banco de Información Económica 2014 | INEGI, Estadísticas Históricas de México, 2009 | Lewis, M. Paul, Gary F. Simons, and Charles D. Fennig (eds.). 2014. Ethnologue: Languages of the World, Seventeenth edition. Dallas, Texas: SIL International. Online version: http://www.ethnologue.com | Pew Research Center, A Demographic Portrait of Mexican – Origin Hispanics in the United States, May 1, 2013 | US Census Bureau, Historical Census Statistics on the Foreign-Born Population of the United States: 1850 to 2000; y The Hispanic Population: 2010
Fuente