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EL DIA QUE CONOCI A Mr. S. (relato largo)

IRENEsincorazon

Bovino maduro
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17 Jul 2011
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Me desperté muy temprano, revise mi ropa, era perfecta para la ocasión, ese día conocería a un hombre que contacte por el “chat” y con quien había tenido un gran química sexual en todas las pláticas por msn, para cuando quedamos de acuerdo en conocernos, él me había dicho que quería que llegara con falda al lugar para poder ir tocándome las piernas y tal vez hasta hacer más “maniobras” en el trayecto al hotel; pero la verdad es que eso nunca pasaría, una cosa era cumplirle un par de fantasías y otra era que pensara que me tendría como su esclava sexual, siempre he sido yo la que pone las reglas del juego, con lo que al sexo respecta, y esta ocasión no sería nada diferente, un pantalón ajustado de vestir, y una blusa formal con un delicioso escote al frente serian perfectos para esa ocasión, sabia la impresión que quería dar, ese vestuario era perfecto, pero la ropa interior, era en realidad la que no me convencía, lencería roja de encaje creo que le daría una sensación de tener frente a él a una devoradora de hombres, no era prudente, lo tendría que pensar mientras me duchaba (…) El conjunto perfecto llego a mi mente, un juego de color arena con detalles de moñitos que daban un toque femenino e inocente que me darían el toque de fantasía que el buscaba en mí, DE NIÑA!!..

Allí estaba yo, llegando al lugar de la cita, unos minutos retrasada, con mucho miedo y excitación en mi interior, tenía que verme relajada, pero no lo lograba, lo vi cuando llegue, parado en la esquina esperándome, me puse más nerviosa de lo que pensé, realmente era alto, se veía serio, guapo (para un hombre de su edad) tenía toda la imagen que me gusta en los hombres, pero eso no me ayudaba en nada, pensé en mejor colocarme los lentes, y verme lo más natural posible, que no notara que yo no estaba logrando ser la dueña de la situación.

Cuando escuche su voz realmente me gusto, tenía ese acento muy característico de los que viven en el norte del país, quise sonreírle pero sentí que lo único que saldría de mi sería una risa burlona, preferí seguir seria, le pregunte sobre su viaje, y si se sentía muy cansado por el mismo, la típica conversación que se le hace a un viajero, me llevo hasta su auto, un caballero, sus modales y su educación lo demostraban a cada movimiento y palabra que venían de él, eso me estaba seduciendo, eso realmente me encanta de un hombre y de él me estaba encantando todo.

Me pidió que lo guiara por las calles de la bella ciudad de Cuernavaca, para ser honesta no soy buen copiloto pero tengo un excelente sentido de la orientación, así que trate de hacer mi mejor esfuerzo para explicarle por las calles que se tendría ir para llegar a nuestro destino, esa día exploraríamos un hotel el cual yo aún no conocía y que me llamaba mucho la atención, situado al sur de la ciudad, sobre la avenida Morelos, el cual tiene una fachada bonita y se ve agradable, cuando estábamos transitando por “Palmas” me pidió pasar a una farmacia, porque aún le faltaba comprar condones y unas cosas más, él se orilló en la entrada de la farmacia y salió rápidamente a comprar lo que necesitaba para nuestro encuentro, yo lo veía caminar, tan seguro, tan erguido, tan grande, los hombres que son así, siempre suelen imponerse a mí, esa imagen, esa sensación de seguridad, me gustaban; cuando entro nuevamente al auto le pedí que pasáramos por un café, el cual me ayudaría a mantenerme despierta aun después del cansancio físico; se volvió a detener, pero ahora en un oxxo, pasamos y mientras me servía mi café y el pagaba un par de cosas que llevaríamos, se acercó por detrás, acerco su cuerpo al mío todo lo que pudo (benditas zapatillas que me hacían lucir unas nalgas monumentales y las colocaba a la altura de su vientre bajo) y me dijo al oído si no deseaba alguna otra cosa, que pregunta tan sugerente, moví un poco mi cabeza dejando mi boca a la altura de su oído y le dije que por el momento seria todo para mí, y de una forma muy sutil me repegue a su cuerpo e hice un movimiento de arriba abajo que me hizo sentir el calor y la dureza de su miembro, que situación mas erótica, sabía que él estaba disfrutando tanto como yo, en cuanto pago y yo tuve mi café en la mano, me tomo del brazo y me dirigió directamente al auto, pero yo astutamente le dije que esperara un poco, que deseaba que mi café se enfriara, la cara de tonto que puso en ese momento me encanto, la sonrisa que se dibujó en mi rostro fue tan malvada que sentí mucha satisfacción de mi misma, me senté en una de las mesas del lugar y por primera vez en todo el camino me quite lo lentes, lo mire directamente y le sonreí, le dije que esperáramos un rato antes de llegar a nuestro destino, por primera vez lo tuve de frente a mí, después de todos esos meses de conversación y de mirarnos por webcam, vi cada detalle de su rostro, ya antes me había fijado que no aparentaba su edad, el desde que nos conocimos me había dicho que tenía 45 años, y aun ahora frente a mi, aparentaba unos 10 años menos, una mirada tan tierna, tan sincera, con esos ojos color miel, que me encantaron, pero lo que supero a todo fue su sonrisa, que revelaba el deseo que sentía por tenerme y la culpa de traicionar a su esposa conmigo, lo que me hacía sentir tan bien, sonreírle desde ese momento en adelante, me fue tan fácil; platicamos allí unos 10 minutos, me sentía intimidada por aquel hombre, pero ahora ya me sentía confiada en que pasara la que pasara dentro de esa habitación, Mr. S. sería un caballero conmigo.

Pero dentro del cuarto de hotel, el hombre se convirtió en otra cosa, (ja el cachorro resulto ser un lobo), su mirada cambio, su expresión fue otra, por fin él ya me tenía donde quería, solo faltaba ponerme como quería, sabía muy bien que ese cambio se daría (a todos se les da). Para mi sorpresa el cuarto contaba con una accesorio nunca antes explorado por mí, un enorme espejo en la parte de arriba de la cama. Realmente no sabía que me pasaba, el cambio tan repentino de Mr. S. y ese cuarto no estaba ayudando en nada con mi seguridad, cada que se acercaba a mi yo huía de él, buscaba algo por entre las paredes, el sofá, sin encontrar lo que había perdido… Decidí sentarme, guardar la calma y recuperarme, él seguía siendo el mismo caballero, pero ahora con deseos de mí, ya no existía nada que lo detuviera, lo sabía, seria suya porque así LO DESEABA YO.

Lo mire, le sonríe, la lujuria que me caracteriza resurgió en mí, se acerco a mí y comenzó a besarme a recorrer mi cuerpo con sus manos, a oler mi perfume, a hacer realidad la fantasía que ya tenía de mi; yo comenzaba a disfrutar, recordé la razón por la cual estaba con ese hombre y no desaprovecharía ni un solo instante de lo que me quería dar y ofrecer, no lo dude y me deje llevar: sentí su boca besar mi cuello, su manos recorrer un camino desde mis piernas hacia mis sensibles pechos, que ya comenzaban a reaccionar ante tan lascivas caricias, una de sus manos comenzó a abrirse paso entre el escote de mi blusa y su otra mano se coloca detrás de mi cuello, que forma de tocarme, sabia como, por donde, los hombres de su edad siempre llevan la experiencia como bandera, por eso son ellos los que me atraen más; su mano apretaba mi pecho provocándome dolor, placer, excitación, deseaba mas, coloque una de mis manos en su nuca, lo acercaba a mi, quería que me saboreara toda, que cumpliera todas las fantasías que tenía con mi cuerpo, me quito la blusa y yo comencé a desabrochar su camisa, sentí su piel en mis manos, por primera vez. Él me quito la blusa exponiendo la mitad de mi cuerpo a su vista, mi piel se erizo, el frio del ambiente y el calor de mi cuerpo, las tibias manos de ese hombre, comenzaban hacer su efecto en todo mi cuerpo, me levante del sofá, el me besaba, todo lo que podía, me quiso quitar el pantalón, pero quedó atorado en mis zapatillas que tenía que desabrochar, me senté nuevamente en el sofá con la intención de quitarlo, pero fue él quien se agacho para tomar mis pies y deshacerse de los zapatos; me levante de nuevo y él aun allí agachado frente a mi me termino de quitar el pantalón, desde abajo contemplo mi cuerpo, comenzó a subir para besarme los senos, el cuello, mi piel; el calor que emanaba de mi era inmenso, deseaba que me mordiera, pero el comenzó a disfrutar de mis nalgas, las sobo, las apretaba y las movía, me estrujaba deliciosamente cada centímetro de piel.

Yo no quería quedarme atrás, en cuanto él se incorporó nuevamente, decidí comenzar a quitarle el pantalón, la verdad es que deseaba ver ya su pene, probarlo, sentir su sabor en mi boca; sentí como él ya metía sus manos entre mi cachetero, y pretendía bajarlo para exponer mi sexo por completo, pero fui mas rápida que él, yo tome su pantalón juntos con su trusa y de un jalón se los baje, y yo baje también, cayendo de rodillas frente a mi nuevo amante, cuando levante mi rostro y me topé con su pene frente a mi, apuntando directamente hacia mi rostro; que imagen tan exquisita, es olor tan afrodisiaco, la comencé a besar, de una forma muy suave, coloque mi labios sobre la cabeza de su falo, sintiendo su textura tan suave, abrí un poco mis labios para dejar pasar un poco de ese falo, pase mi lengua sobre la punta, haciendo círculos a su alrededor, metiéndola por su delicado ojito, succionando un poco para comenzar a sacar su lubricante natural y así comenzar a saborearlo, después de ese reconocimiento de su glande, comencé a introducirlo cada vez mas, apretando con mis labios todo el tiempo, sintiendo la textura de su piel, había por momentos que sentía sus gruesas venas mientras se inflamaban de modo monumental, comenzó el disfrute realmente, comencé a succionar los mas fuerte posible, realmente deseaba arrancárselo y devorarlo, mi lengua jugaba con su pene a cada momento, comencé un mete y saca lento que en un momento el comenzó a hacer mas rápido, deseaba cogerme ferozmente por la boca y asi lo estaba haciendo, con mi mano apretaba una de su nalgas estrujándola, con mi otra mano acariciaba sus huevos, y los jalaba apretándolos, él disfrutaba de dolor y placer conmigo, gemía y se retorcía, mi succión y su movimiento de cadera estaban comenzando hacer reacción, su pene se estaba inflamando y comenzaban a darle pequeños espasmos, haciendo que este brincara dentro de mi boca, yo no terminaba aun de disfrutarlo así que saque su pene de mi boca y me dispuse chupar sus testículos, con mi lengua recorrí todo el camino hacia ellos, y con mi lengua me ayude a meter a la boca un de sus testículos. Lo mordía ligeramente, lo que le hacía gemir, lo jalaba y apretaba con mis labios, continué el mismo proceso con su siguiente testículo, que placer más grande el escucharlo disfrutar, no aguante mucho más yo, me sentía extasiada con ese placer que daba, lo voltee a ver, me erguí un poco, sin dejar de mirar su rostro coloque su pene entre mis pechos trate de apretarlo, pero mi sostén era una barrera muy molesta para poder continuar con mi labor, a él eso le gusto lo vi morderse un labio y cerrar un poco los ojos y voltear su rostro al techo en señal de disfrute, así que lo frote una ves contra mi pechos y comencé a bajar, su glande comenzaba a salir de mis pechos yo baje mi cara para recibir ese falo dentro de mi boca, y comenzar una nueva mamada.

Después de 10 minutos, comencé a cansarme, así que cuando me incorpore, el inmediatamente quiso regresarme el favor, se pegó a senos de forma autónoma, bajo las copas de mi sostén, y se deleitó con mis duros pezones, y bajo una de sus manos hasta mi vagina para acariciarla, en ese momento quise subirme a la cama para que el tuviera más libertad de movimiento, quede parada frente a él, mis pechos ante su rostro, yo le pedi que mordiera mis pezones, cada vez más y más fuerte, hasta que llego un punto en donde separe su cara de mi, del dolor tan grande que sentí, el me miro y entonces fue a continuar con mi otro pecho, sus manos recorrían mi espalda, mis nalgas una de sus manos, regreso a mi vagina y paso un par de dedos por debajo de mi cachetero y comenzó a mover sus dedos alrededor de mi clítoris moviendo y apretando de vez en cuando, su habilidad con los dedos me estaba debilitando, sentí como mi cuerpo reaccionaba a ese placer, mi cuerpo comenzó a vibrar, mis reacciones era muy diversas, sentí un calor inmenso recorrerme, una ganas enorme de querer orinar y una reacción como de escalofríos antes su aliento frio en mis pechos, cuando por fin sentí el explotar de mi orgasmo, la humedad en mi vagina y la falta de energía en mi cuerpo caí a la cama trayendo conmigo a mi amante, el no dejo de tocarme de besarme, yo ya no sentía mucho, mi aliento esta agitado, me sentía a morir de puro placer, deje de sentir lo que pasaba a mi alrededor, busca seguir disfrutando de la sensaciones que me recorrían.

Para cuando regrese a mí, él estaba a mi lado acariciándome los pechos, los brazos, el estómago, completamente desnuda, me abrace a su cuerpo, él me hablaba de tantas cosas, yo no escuchaba realmente lo que me decía, continuaba disfrutando de la sensación del sexo, y ese olor que el cuarto tenia, él se levantó para ir por algo, regreso y me volteo boca abajo, para mi sorpresa comenzó a darme un deliciosos masaje por todo mi cuerpo, cuando termino, le dije que ahora me tocaba a mi retribuirle el favor; después de esa rica sesión de masajes relajantes volvimos a acostar juntos y nos abrazamos fuertemente uno al otro.

Su mano continuaba acariciando mi cuerpo, recorriendo un camino a mi sexo, nuevamente comenzó a mover sus dedos entre mis labios, me besaba el rostro, mi excitación volvía a subir, yo ya no hacía más que gemir y suspirar en cada movimiento, yo abrí mis piernas todo lo que pude, él se arrodillo en medio de ellas, elevé mi mirada al espejo y vi como su mirada estaba clavada en mi vagina una de sus manos se veía moverse rápidamente, era la que sobaba mi clítoris, y la otro, solo se miraba como desaparecían un par de dedos mientras me penetraba con ellos, volví a cerrar los ojos, a disfrutar de cada sensación, tenía mi cuerpo tan sensible, abrí lo ojos y volví a ver la escena, mire mi rostro descompuesto de placer, no me reconocía, parecía que deseaba llorar o reír, observe como él acercaba su rostro a mi vagina y comenzaba a chuparme el clítoris, cerré los ojos solo para sentir su lengua para recorrer toda mi vagina, el frio de su saliva me refrescaba, el rose de sus dientes en mis labios, no aguante mucho más esa sensación; gritaba y le pedía que no se detuviera, mi cuerpo se tensó, mi espalda se arqueo y baje mi mano apretando su rostro contra mi vagina, el chupo cada vez más rápido y mi cuerpo simplemente se liberó de sus atadura, grite como hacía meses no gritaba, mi cuerpo estaba sudando, mi piel se erizo, y todo se sentía diferente en mi alrededor, sentí cuando él se levantó de su posición y quiso penetrarme en una posición de misionero, mi vagina estaba muy sensible, sentía placer y dolor, apreté mis piernas le pedí que antes su pusiera el condón, y fue rápidamente por el y comenzó a penetrarme, la sensación era rica, comenzó un mete y saca lento yo gemía, lo disfrutaba tanto, pero él se preocupaba por no lastimarme a lo que le sonreí y le dije q no importaba el daño que no dejara de hacerlo, después de un rato, me volteo para cambiar de posición, me coloco boca abajo y levanto mi cadera, poniéndome en cuatro, y sin más y haciendo caso de mi sugerencia, sin previo aviso me embistió metiéndome de un solo golpe toda la verga, que sensación!!!, grite una vez mas, y comencé a mover mi cadera acoplándose a la suya, sentí como de repente sus embestidas eran mas duras y rápidas, no se contuvo y me nalgueó un par de veces haciendo q mi respiración se agitara; sus manos iban desde mis hombros hasta mis nalgas, me tocaba toda y no dejaba de embestirme, yo gozaba de lo lindo, disfrutaba tanto, y cuando sentía que alcanzaría otro orgasmos también sentí los espasmos de mi amante, y mientras yo terminaba en un intenso orgasmos que hizo que mi vagina apretara su pene tan fuerte que él se vino también casi inmediatamente, caímos los dos cansados sobre la cama.

No sé realmente cuanto tiempo paso después de eso, comenzamos a platicar, cuando creímos que ya era momento de marcharnos del hotel, me invito a que tomáramos un baño, yo gustosa lo acompañe, estando ahí nos enjabonamos cada rincón de nuestros cuerpo, yo aún no deseaba que terminara el momento, así que estando en la ducha aproveche para volveré hacer una mamada monumental, y aunque se me estaba dificultando quedarme bajo el agua y él se masturbaba frente a mi cuando yo ya no podía, se logró una nueva erección, yo solo le jalaba los testículos y se los sobaba para después continuar mamándosela por ratitos, cuando él ya estaba nuevamente extasiado por todo el jugueteo a su miembro y me dijo que ya estaba a punto de venirse, en ese momento me aferre a su miembro de forma ávida lo continúe succionando, hasta sentir sus venas hincharse nuevamente, y sentir su cálido semen entrar en mi boca y pasar hasta mi garganta, no deje de succionar hasta que sentir que nuevamente su miembro quedaba flácido e inerte dentro de mi boca, tranquilamente me levante mientas el se recuperaba por esta segunda venida y de la sorpresa de lo que había pasado, lo bese tiernamente en la boca y el cerro la llave de la ducha, nos secamos tranquilamente y salimos a vestirnos.

En el camino de regreso a la terminal continuamos hablando, y él continuaba idealizándome, deseaba en hacerme su amante permanente, algo por lo cual me reí burlonamente de forma abierta, eso no lo agrado en nada, pero si me pareció buena idea el vernos mas adelante.
 
hola, buenas... x un error q no se explicar, termine publicando doble, este relato, alguien me puede ayudar para que pueda borrar este mal detalle?
me harian muy feliz y se los agradeceria mucho...
gracias
 
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