severus41
Bovino maduro
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- 1 Feb 2014
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En la reunión por el aniversario de la oficina comenzó todo este enredo, tenía menos de un año en la corporación y no sabía de estas reuniones que la jefatura de recursos humanos armaba y salía a su gusto porque la jefa era de la familia de los dueños, a veces parecía tener más poder que el mismo gerente, pero esto no viene al caso.
Unas semanas antes de la reunión conocí a Lily, parte del área de contabilidad una mujer de apariencia sencilla ya casada y con dos hijas, tenía al menos 35 años pero parecía 10 años menor, no llamaba la atención para nada y cuando andaba por la oficina ni se le sentía, contextura delgada y rostro redondo, ojos marrones y una boca pequeña, cabello lacio siempre en una cola hasta la mitad de la espalda, parece una silueta delgada pero debajo de esa ropa esconde un generoso par de tetas, por el trabajo que nos tocó hacer nos hicimos un poco amigos y así llegamos al día de la reunión por aniversario de la empresa.
En algún momento de la reunión luego de bailar unas cuantas veces y de tomar varias copas me dijo que no se sentía bien, que estaba un poco mareada, le pregunte si quería que le avise a una de sus amigas para que la ayude pero me tomó del brazo y me dijo “llévame afuera”, en el jardín del salón donde se hizo la fiesta había una pileta, arbustos y unas bancas, ella se sentó en una de las bancas y tomándome del brazo me hizo sentarme a su lado, apoyo la cabeza en mi hombro y parecía haberse dormido pero cuando intente rodearla con el brazo despertó y me besó, me tomo por sorpresa pero me dejé llevar, termino mirándome a los ojos y rodeando mi cuello con sus brazos
nunca me habían besado en una banca de parque, asi en la noche, hay tantas cosas q no hice
Lily estas bien?
lo siento, no se porque lo hice, me gustas un poco y me dieron ganas, lo siento
no hay problema no te preocupes
gracias, voy a hacerlo de nuevo si no tienes problema, ahora q todavía me queda valor para hacer estas cosas
Me besó nuevamente pero con mayor pasión, yo la tomé de la cintura y la pegué a mi cuerpo, ella puso sus manos por mi espalda saco la camisa de su sitio y empezó a sobarme por la cintura, subía y bajaba las manos, intentaba meter las manos y alcanzar mis nalgas pero no podía del todo pues estábamos sentados, se retiró un poco de mí y con sus manos empezó a desabotonar su blusa lo suficiente para sacar sus tetas cubiertas por un sujetador blanco de encaje “nunca me han metido mano asi, nunca un hombre me ha chupado las tetas” me dijo mientras sacaba del sujetador una de sus tetas y yo me meti de cabeza a comerme ese pezón, ella suspiraba y jadeaba como si estuviera corriéndose, yo estaba ya a toda marcha estaba ya con una mano subiendo por entre sus piernas debajo de la falda, ella al notarlo tuvo como un sobresalto “q haces! Q haces por dios!” pero no me detuvo, pude sentir un colchón de vellos húmedos al pasar mis dedos por encima de su truza, me tomó con ambas manos del cuello de la camisa y me jalo hasta ponerme cara a cara, me beso nuevamente y yo le sobe la panocha con mis dedos hasta q se corrió ahí en mis manos.
Con los ojos cerrados apoyo su cabeza en mi pecho y empezó a suspirar hondo, me rodeaba la cintura con los brazos por debajo de la camisa y yo tenía uno de mis brazos encima de sus hombros. De repente dio un sobresalto y se levantó como si su hubiera dado cuenta de algo, me solto de un golpe y se puso de pie delante de mi acomodando su ropa y ante mi sorpresa solo atinó a decir “discúlpame por favor cuanto lo siento, no le digas a nadie lo q hice, es q estoy tan cansada” y comenzó a llorar en silencio. La tomé con mucho cuidado de la mano y la hice sentarse a mi lado, le limpié las lágrimas con mi pañuelo y la tomé fuerte de las manos, me miró a los ojos me sonrió y me contó su historia.
En pocas palabras se casó muy joven a los 21 con un hombre 14 años mayor que al abrumó con sus atenciones pero que es un tipo muy chapado a la antigua, solo apasionado por su trabajo y sus hijas (de 10 y 8 años) nada de romaticismo y nada de pasión, en la cama todo lo q conocía era misionero y lo más extremo q había hecho era q un par d veces su esposo la hizo arrodillarse y cerrar los ojos mientras se masturbaba y se corría en sus tetas, ella no lo veía solo escuchaba sonidos medio extraños y luego sentía el semen en sus tetas. Faltaba mencionar que lo hacían 2 o 3 veces al mes, ella tenía años con un deseo ahí aguantado q nadie le satisfacía y q cuando estaba un poco tomada se descontrolaba, en una reunión por fin de año se le ocurrió besar con mas pasión de la normal a su esposo y el la encerró en el cuarto diciendo que estaba ebria.
Lily se desahogó bastante en esa media hora que conversamos, se le veía más relajada, me tomó de la mano y me dijo que yo le inspiraba confianza “será por eso que me gustas mucho, jaja estoy hablando demás de nuevo pero si me gustas y me has hecho muy feliz en esta noche, nunca me había sentado en un parque a que me besen y eso q hiciste en mis tetas mientras me metías mano, woow, creo q quiero q me lo hagas de nuevo… y otras cosas mas”
Nos dimos un beso “todo lo q quieras Lily” le dije cuando nos pusimos de pie y mientras caminábamos de regreso a las mesas me susurró al oído “nunca me han comido la panocha ¿te animas? nunca me he comido una verga tampoco” y se retiró de nuevo al grupo dejando ahí de pie embobado, desde el otro lado de la mesa me soltaba miradas coquetas y se mataba de risa, yo no lo podía creer.
Unas semanas antes de la reunión conocí a Lily, parte del área de contabilidad una mujer de apariencia sencilla ya casada y con dos hijas, tenía al menos 35 años pero parecía 10 años menor, no llamaba la atención para nada y cuando andaba por la oficina ni se le sentía, contextura delgada y rostro redondo, ojos marrones y una boca pequeña, cabello lacio siempre en una cola hasta la mitad de la espalda, parece una silueta delgada pero debajo de esa ropa esconde un generoso par de tetas, por el trabajo que nos tocó hacer nos hicimos un poco amigos y así llegamos al día de la reunión por aniversario de la empresa.
En algún momento de la reunión luego de bailar unas cuantas veces y de tomar varias copas me dijo que no se sentía bien, que estaba un poco mareada, le pregunte si quería que le avise a una de sus amigas para que la ayude pero me tomó del brazo y me dijo “llévame afuera”, en el jardín del salón donde se hizo la fiesta había una pileta, arbustos y unas bancas, ella se sentó en una de las bancas y tomándome del brazo me hizo sentarme a su lado, apoyo la cabeza en mi hombro y parecía haberse dormido pero cuando intente rodearla con el brazo despertó y me besó, me tomo por sorpresa pero me dejé llevar, termino mirándome a los ojos y rodeando mi cuello con sus brazos
nunca me habían besado en una banca de parque, asi en la noche, hay tantas cosas q no hice
Lily estas bien?
lo siento, no se porque lo hice, me gustas un poco y me dieron ganas, lo siento
no hay problema no te preocupes
gracias, voy a hacerlo de nuevo si no tienes problema, ahora q todavía me queda valor para hacer estas cosas
Me besó nuevamente pero con mayor pasión, yo la tomé de la cintura y la pegué a mi cuerpo, ella puso sus manos por mi espalda saco la camisa de su sitio y empezó a sobarme por la cintura, subía y bajaba las manos, intentaba meter las manos y alcanzar mis nalgas pero no podía del todo pues estábamos sentados, se retiró un poco de mí y con sus manos empezó a desabotonar su blusa lo suficiente para sacar sus tetas cubiertas por un sujetador blanco de encaje “nunca me han metido mano asi, nunca un hombre me ha chupado las tetas” me dijo mientras sacaba del sujetador una de sus tetas y yo me meti de cabeza a comerme ese pezón, ella suspiraba y jadeaba como si estuviera corriéndose, yo estaba ya a toda marcha estaba ya con una mano subiendo por entre sus piernas debajo de la falda, ella al notarlo tuvo como un sobresalto “q haces! Q haces por dios!” pero no me detuvo, pude sentir un colchón de vellos húmedos al pasar mis dedos por encima de su truza, me tomó con ambas manos del cuello de la camisa y me jalo hasta ponerme cara a cara, me beso nuevamente y yo le sobe la panocha con mis dedos hasta q se corrió ahí en mis manos.
Con los ojos cerrados apoyo su cabeza en mi pecho y empezó a suspirar hondo, me rodeaba la cintura con los brazos por debajo de la camisa y yo tenía uno de mis brazos encima de sus hombros. De repente dio un sobresalto y se levantó como si su hubiera dado cuenta de algo, me solto de un golpe y se puso de pie delante de mi acomodando su ropa y ante mi sorpresa solo atinó a decir “discúlpame por favor cuanto lo siento, no le digas a nadie lo q hice, es q estoy tan cansada” y comenzó a llorar en silencio. La tomé con mucho cuidado de la mano y la hice sentarse a mi lado, le limpié las lágrimas con mi pañuelo y la tomé fuerte de las manos, me miró a los ojos me sonrió y me contó su historia.
En pocas palabras se casó muy joven a los 21 con un hombre 14 años mayor que al abrumó con sus atenciones pero que es un tipo muy chapado a la antigua, solo apasionado por su trabajo y sus hijas (de 10 y 8 años) nada de romaticismo y nada de pasión, en la cama todo lo q conocía era misionero y lo más extremo q había hecho era q un par d veces su esposo la hizo arrodillarse y cerrar los ojos mientras se masturbaba y se corría en sus tetas, ella no lo veía solo escuchaba sonidos medio extraños y luego sentía el semen en sus tetas. Faltaba mencionar que lo hacían 2 o 3 veces al mes, ella tenía años con un deseo ahí aguantado q nadie le satisfacía y q cuando estaba un poco tomada se descontrolaba, en una reunión por fin de año se le ocurrió besar con mas pasión de la normal a su esposo y el la encerró en el cuarto diciendo que estaba ebria.
Lily se desahogó bastante en esa media hora que conversamos, se le veía más relajada, me tomó de la mano y me dijo que yo le inspiraba confianza “será por eso que me gustas mucho, jaja estoy hablando demás de nuevo pero si me gustas y me has hecho muy feliz en esta noche, nunca me había sentado en un parque a que me besen y eso q hiciste en mis tetas mientras me metías mano, woow, creo q quiero q me lo hagas de nuevo… y otras cosas mas”
Nos dimos un beso “todo lo q quieras Lily” le dije cuando nos pusimos de pie y mientras caminábamos de regreso a las mesas me susurró al oído “nunca me han comido la panocha ¿te animas? nunca me he comido una verga tampoco” y se retiró de nuevo al grupo dejando ahí de pie embobado, desde el otro lado de la mesa me soltaba miradas coquetas y se mataba de risa, yo no lo podía creer.