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El astronauta chino que oyó algo golpear su nave espacial, pero no había nada.
Según las investigaciones científicas el espacio es un ambiente totalmente silencioso, algo así como una película muda, donde puedes ver el movimiento ya sea de estrellas, asteroides o satélites sin percibir ruido o sonido alguno, pues al ser un entorno privo de aire, medio por el cual se pueden desplazar las ondas sonoras, se entiende que no hay forma de que esas oscilaciones en la presión del aire puedan llegar hasta un oído humano. Entonces, ¿qué oyó el astronauta chino durante la misión del 2003?
Tal y como comentó el propio astronauta en una reciente entrevista con la Televisión Central China, el sonido se produjo al improviso mientras viajaba a 340 km de la Tierra en la nave Shenzhou V, lo describe como el ruido que hace un martillo de madera al golpear un objeto de hierro. Un sonido que lo sobresaltó e hizo que fuera hasta la escotilla para ver si algo había impactado contra la nave pero no vio absolutamente nada.
Si bien el espacio es mudo, el interior de las naves no lo es en absoluto, pues según cuentan los astronautas se oye constantemente un ruido que se asemeja al de una trituradora en marcha, producido por los sistemas de ventilación y refrigeración necesarios para que los aparatos funcionen. Algo realmente molesto, pero que desde luego no se parece para nada a un golpe seco como el que escuchó el astronauta Yang Liwei. Al llegar a Tierra comentó con los técnicos de su equipo lo que había sucedido y trató de reproducir el sonido con algunos instrumentos pero no lo logró, convirtiéndose el sonido en todo un misterio, que otros astronautas confiesan haber experimentado también en otras misiones.
Las posibles explicaciones a este fenómeno son, según Gor Gher Hiang, profesor experto en ingeniería espacial es que algún material chocase contra la nave y que el astronauta no lo viese, pues aunque el sonido no pueda viajar en el vacío si que puede hacerlo sobre la superfície de la propia nave, transmitiendo así hacia el interior; otra, en cambio, es que se originase por el fenómeno de comprensión-dilatación que se da debido al cambio de temperatura, tal y como sugiere el también profesor, Wee-Seng Soh.
Dos explicaciones muy razonables que igual no es lo que muchos esperaban oír. Así que, por el momento, ningún extraterrestre ha pegado a la puerta de ninguna nave espacial.