Dolor y Sangrado
Parece que para persuadir a las mujeres jóvenes a no tener sexo y coito, nuestra sociedad ha empleado tácticas atemorizantes. La sociedad ha tratado que las adolescentes tengan miedo de su primera experiencia haciéndoles creer que será dolorosa y ensangrentada. Si usted sabe que es así, es menos probable que lo haga, o algunos lo creen así; la poderosa influencia del deseo sexual a menudo no es tenida en cuenta. Mientras que la primera experiencia de una mujer con el coito puede involucrar algo de dolor y sangrado, no es tan mala como a menudo somos llevados a creer. Si bien la mayoría de las mujeres experimentan algo de dolor o incomodidad, que sea así en extremo es raro. En todo caso, el dolor es indicación de que algo está mal.
Aproximadamente un cincuenta por ciento de las mujeres experimentan alguna clase de sangrado la primera vez, o las primeras veces que tienen coito. La causa de este sangrado usualmente es el desgarramiento de su himen. A veces, la pared vaginal o vulva puede ser lastimada y esto también puede resultar en cierto sangrado. Usualmente hay muy poco sangrado, una cucharada sopera o menos (En comparación, alrededor de cuatro cucharadas soperas de sangre se pierden durante cada período menstrual.) En raras ocasiones puede haber mucha, pero esta es la excepción y las mujeres no deben esperar que esto les ocurra. Puede parecer haber más sangre perdida que la que realmente se pierde porque la sangre se mezcla con la lubricación vaginal y el sudor presentes.
Preparando la Vagina para el Coito
La manera de evitar el dolor y sangrado es estirar suave y lentamente el himen y la vagina antes de involucrarse en el coito. Parece que si ocurre el curso normal de desarrollo sexual, el himen se dilataría lentamente y sin dolor mucho antes de que ocurra el coito por primera vez. La mujer puede hacer esto ella misma usando sus dedos. Lubríquese sus dedos con un lubricante de base acuosa o saliva y luego lenta y suavemente insértelo en su vagina mientras se masturba. Debe estar sexualmente excitada al hacer esto. Use una mano para acariciar su clítoris mientras que la otra explora su vagina. Al principio puede entrar solamente la punta del dedo. Con el dedo o con la punta del dedo dentro de la vagina, presione suavemente su dedo hacia los costados desde el centro de la vagina. Imagine que su vagina es el centro de un reloj, suavemente presione su dedo hacia cada número sobre la cara del reloj. Presione hasta que sienta algo de resistencia, pero no tanto como para que sienta dolor, por unos segundos, luego repita presionando en una dirección nueva. Trabaje alrededor de la cara del reloj. Esto estira el himen y los músculos. Con el tiempo llegue a usar hasta tres dedos, o un objeto de tamaño similar. Algunas encontrarán que pueden hacer esto sin dificultad en una semana o menos, otras requerirán varios meses. Todo depende de lo elástico que sea su himen y cuán relajados y flexibles estén sus músculos vaginales.
Inicialmente, los músculos pélvicos que rodean al orificio vaginal pueden estar muy tensos y la abertura del himen puede ser muy pequeña. Esto puede hacer incómoda la inserción de un simple dedo o incluso imposible. En este caso solamente presione contra el orificio vaginal mientras intenta empujar su dedo dentro de él. Mientras lo presiona mueva su dedo lentamente en forma circular. Con paciencia debe advertir que su dedo penetra lentamente dentro de su cuerpo, tómese quizás unos días. También ayudará explorar su vulva con un espejo, para facilitar encontrar su himen y orificio vaginal. En la mayoría de los casos, la abertura en el himen permitirá la inserción de un dedo simple lubricado o un tampón.
La pareja de la mujer puede también hacer esto durante el sexo en pareja si lo hace lenta y suavemente. La buena comunicación es esencial porque la mujer necesita informar a su pareja si está usando demasiada presión o yendo demasiado rápido. La pareja de la mujer necesita ir lentamente y ser muy gentil. Los hombres jóvenes tienden a ser demasiado ansiosos y rudos, necesitan hacer un esfuerzo especial para ser de otra manera. (Los varones a menudo usan mucha más presión cuando masturban su pene que la que las mujeres pueden tolerar sobre su vulva.) La mujer necesita abrir sus piernas completamente y relajar sus músculos. Hacer esto con pantalones y/o calzones puestos es complicado y puede causar incomodidad innecesaria. Igual que hacerlo en un espacio restringido como un auto.
Las mujeres a finales de su adolescencia, y en sus veintes, ya pueden tener acceso a dildos de varios tamaños que también pueden ser usados para ayudar a estirar el himen y la vagina. Si la mujer puede insertar un pene artificial de tamaño apropiado, 1,5 pulg. (3,8 cm.) de diámetro y 6 pulg. (15 cm.) de largo, en su vagina, ciertamente va a estar más cómoda con la idea de uno real penetrando su cuerpo. Los dildos realistas de siliconas también permiten a las adolescentes y mujeres explorar lo que puede sentirse y verse como un pene real y practicar fellatio (estimulación oral del pene,) poner un condón sobre un pene, sexo anal, y pueden simplemente divertirse jugando y experimentando, incluso si son vírgenes o lesbianas. Los butt-plugs de tamaño pequeño y mediano pueden dilatar la vagina e himen más fácilmente por su forma gradual.