A veces es placentero iniciar con caricias; otra veces, realizar jugueteos más “salvajes”… Todo es cuestión del estado de ánimo


Ya sé que parecerá una respuesta obvia a una pregunta obvia, pero de verdad que todos tenemos diversas maneras de comenzar el sexo. Ojo, no estoy hablando aquí de la vida sexual, sino del momento justo en el que el sexo ocurre, del coito, del acto sexual.

Yo, debo decir, he comenzado el sexo de diversas maneras a lo largo de mi vida. Mucho tiene que ver el hombre en cuestión, mi edad o el lugar. Pero siempre, como el mundo entero, tengo mis preferencias, por supuesto. Y siempre me remito a ellas cada vez que puedo.

Por pláticas con amigas, me he dado cuenta de que sus formas de iniciar son también muy distintas. Por ejemplo, tengo una amiga que siempre empieza con sexo oral, ni siquiera hay un beso en la boca antes. Ella va directo a lo que más le gusta, y a partir de ahí se desarrolla toda la historia.

A otra amiga le gusta que irremediablemente le practiquen sexo oral e inmediatamente después que la penetren, sin preámbulos más, directamente y al grano. Una más le gusta que inicien con ella con caricias, ella las responde, y luego le gusta montarse en sus hombres. ¿Ustedes cómo empiezan el sexo? ¿Cuáles son sus preferencias?

Yo confieso que a veces me gustan las caricias, mucho, sobre todo si son suaves; y otras más me gusta el jugueteo salvaje. A veces, sin más, sin caricia alguna, me gusta montarme inmediatamente (en ocasiones estoy tan lubricada al inicio que no necesito lubricante externo alguno...) y otras comienzo con un juego de disfraces que lo encienden a él y que ni siquiera me dan pie a pensar por dónde iniciar: de pronto y casi sin darme cuenta ya estamos en el juego sexual intensísimo y delicioso.

Pero creo que al común y mayoría de las mujeres lo que nos gusta son las caricias. Y una caricia que no falla, para tenerla ronroneando a los pies masculinos, es aquella que va dirigida precisamente al área genital. Las caricias allí, incluso con la ropa puesta (y por supuesto, por favor, con las manos limpias) son altamente excitantes para toda mujer que se precie de estar viva. Y harán que no solamente quiera ser penetrada en ese mismo instante, sino que la incitarás a tener un juego más intenso, si eso quisieras, por ejemplo.

Por eso la forma de iniciar es tan importante. A veces una caricia delicada que asciende en ritmo y forma puede ser muy provocativa e insinuante. Ubica las zonas erógenas de tu chica, acaricia, pasa por allí, suave y dulcemente, y luego pasa a la actividad más intensa y salvaje. Sexo en todas sus formas.

A todas las mujeres les gusta esto. Lo importante es que encuentres el equilibrio de tiempos: no tardes una hora en el preámbulo o ella seguramente se va a dormir, ni tampoco dediques dos segundos. A menos que ella, como yo en ocasiones, sea quien pida que la penetres en ese mismo instante sin ningún tipo de preámbulo o caricia previa. El ritmo, las necesidades y las señales de ella misma te dirán por dónde ir.