Edith M. Lederer y Jennifer Peltz
19 de septiembre de 2017


El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, habla en la Asamblea General en la sede de la ONU, martes 19 de septiembre de 2017. (AP Foto/Seth Wenig)


NACIONES UNIDAS (AP) — La reunión de este año de los líderes mundiales en las Naciones Unidas puso bajo el reflector las profundas diferencias sobre cómo manejar la crisis en Corea del Norte y el calentamiento global: mientras el presidente de Francia exhortó a los líderes a trabajar juntos, el mandatario estadounidense enfatizó la soberanía de su nación.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que la amenaza de un ataque nuclear está en su nivel más alto desde el fin de la Guerra Fría y alertó de los peligros que se pueden desatar por la retórica impetuosa.

Tanto el mandatario francés como el estadounidense y el secretario general hicieron su primera aparición en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que presidentes, primeros ministros y monarcas se reúnen por seis días para discutir cuestiones que van desde el peligro nuclear hasta el cambio climático y los refugiados. Sin embargo, en la apertura de la asamblea, la atención se centró en el presidente de Estados Unidos Donald Trump y en el mandatario francés Emmanuel Macron.

Macron, de ideología centrista que acogió el internacionalismo durante su campaña presidencial, prometió seguir adelante con el acuerdo de París para combatir el calentamiento global, aunque Estados Unidos haya dicho que abandonará el tratado. En su discurso y en la conferencia de prensa posterior a éste, Macron dijo que respeta la decisión de Trump, pero que piensa que es un error y que continuará tratando de persuadir al estadounidense para que reconsidere.

Macron también señaló que Francia no “cerrará ninguna puerta al diálogo” con Corea del Norte e indicó que sería “un grave error” deshacer el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, el cual ha recibido duras críticas de Trump. El mandatario francés pidió invertir en la educación y en la salud, y propuso nombrar a un representante para la libertad de prensa.

Siete décadas después del término de la Segunda Guerra Mundial y de la creación de las Naciones Unidas, los organismos internacionales enfrentan críticas sobre si son simplemente recintos para “un juego para que los diplomáticos se sienten alrededor de la mesa” en lugar de abordar amenazas grandes como lo es el cambio climático.

Sin embargo, “hoy, más que nunca antes, necesitamos cooperación multinacional” para trabajar sobre el cambio climático, guerra, terrorismo y otras problemáticas, destacó Macron.

“Sólo podremos combatir esos desafíos a través de la cooperación multinacional”, insistió, “no a través de la supervivencia del más fuerte”.

Horas antes, Trump proyectó una “coalición de naciones fuertes e independientes que aprovechen su soberanía para promover la seguridad, prosperidad y la paz”, pero manteniendo como cuestión primordial los intereses de sus ciudadanos.

“Siempre pondré a Estados Unidos en primer lugar”, dijo Trump, y agregó que sus contrapartes “deberían poner a sus naciones primero”.

Trump le dijo a los líderes que Estados Unidos busca la armonía y amistad, no el conflicto, pero advirtió que nadie debe aprovecharse de Estados Unidos.

En su ponencia Trump dirigió fuertes palabras para Corea del Norte, a la que amenazó con “destruir totalmente” si Estados Unidos se ve forzado a defenderse o defender a sus aliados.

En cuanto al acuerdo de Irán, Trump lo calificó como “una vergüenza” para Estados Unidos. Insinuó que su gobierno podría prontamente declarar a Irán en incumplimiento del acuerdo, lo que podría deshacerlo.

La comitiva de Corea del Norte informó que su embajador y un alto diplomático abandonaron el recinto para boicotear el discurso de Trump, pero que dejaron a alguien para tomar notas.

Más allá de la amenaza nuclear, el secretario general de la ONU pintó un panorama desolador con grandes desafíos como inseguridad, inequidad, conflicto y cambio climático en un mundo con políticas polarizadas y sociedades fragmentadas.

“Somos un mundo dividido. Necesitamos ser un mundo en paz”, dijo Guterres. Más tarde publicó en Twitter que “sólo juntos, como verdaderas Naciones Unidas, podemos construir un mundo pacífico”.


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Del Trampas hay que tomar las cosas como lo son: berrinches de un decadente vejete que se compró la presidencia para presumir que él tiene ahora como club privado a la Casa Blanca. ¿Líder mundial? No lo es ni en sus empresas, las cuales manejan sus ejecutivos, él sólo es el dueño y usa el dinero para sus dispendios. Hay que dejar que siga hundiendo a gringolandia. Eso terminará beneficiando a China, cuyo presidente, Xi Jinping, sí es un líder, sin tantos aspavientos y gesticulaciones baratas. Si para ser un líder mundial bastara con sentarse en una silla presidencial, también lo serían el gordito norcoreano y el asqueroso bigotón venecubano. Y, claro, no debemos olvidar en esta "ilustre" lista a nuestro amado presidente Qué Pena, Miento (de hecho, hoy por hoy no hay un sólo polilla mexicano que pudiese considerarse ni remotamente con capacidades y aptitudes para ser siquiera un lidercillo barato de paises tercermundistas).