A
alavathar
Visitante
- Tema Autor
- #1
Capitulo 1
En una cotidiana fresca mañana de primavera, el joven Eruestan se prepara para comenzar un nuevo día, sin tener idea de que su vida va a cambiar por completo.
7:15 a.m. y su celular, suena en un tono agradable para su oído, ya que él lo eligió como alarma de buenos días. Al escuchar esa agradable música se estremece y siente una sensación que le recorre cada vello de su piel morena, la siente como una caricia suave, como el viento fresco, como la lluvia de verano o como el rose de un pétalo.
Por eso le agrada y por eso la elige, para sentir una cálida bienvenida a la fresca mañana de primavera.
Una vez, que suena la música conocida, murmura la letra como cantándola al cuarto solitario, imaginándose cantándola a aquel rostro que lo hace sentir confortable y satisfecho, más embargo aun no lo conoce…
Párrafo cantado en voz alta, cerrando los ojos y empuñando las dos manos, empujándolas hacía arriba en un gesto de liberación de energía concentrada, que espera impaciente para despertar.
Terminando la canción, sujeta el aparato y apagando el último vestigio de una noche placentera, en la que soñó con ese rostro que no conoce, se incorpora de entre sus suaves y finas sabanas, las cuales cubren su morena desnudes, busca con la punta de los dedos de los pies sus pantuflas azules preferidas, y se levanta de su enorme cama, la cual ocupa normalmente para él solo.
Generalmente son pocas las mujeres que llegan a tocar solamente una vez esas finas y suaves sabanas, dichas son diferentes según la ocasión y según la mujer.
Durazno, para aquellas blancas frágiles y sensibles; rojas, para aquellas excitantes y apasionadas; crema, para aquellas morenas de fuego sensuales; amarillo, para las de sensaciones intensas; magenta, para despertar a las inhibidas; rosas para las tiernas pero ingenuas. Y muy bien guardadas, tiene unas que jamás ha utilizado, la cual representa para Eruestan, el amor puro.
Una vez de pie, contempla su balcón enfrentando su desnudes a una ventana de 3 x 2 metros, no tiene ningún pudor al exhibirse así ante el mundo, y no le preocupa mucho, ya que vive en un séptimo piso, y las dos únicas opciones de que lo espíen son la ventana de una señora Francesca de 70 años que vive en un edificio a 100 metros de distancia y que gracias a sus cataratas solamente pude leer con ayuda de lentes. Y la segunda ventana, es vecina de la ventana de Francesca, en la cual vive un velador, que llega a su casa a las 6 de la mañana exhausto por una larga jornada de trabajo.
...continuará
En una cotidiana fresca mañana de primavera, el joven Eruestan se prepara para comenzar un nuevo día, sin tener idea de que su vida va a cambiar por completo.
7:15 a.m. y su celular, suena en un tono agradable para su oído, ya que él lo eligió como alarma de buenos días. Al escuchar esa agradable música se estremece y siente una sensación que le recorre cada vello de su piel morena, la siente como una caricia suave, como el viento fresco, como la lluvia de verano o como el rose de un pétalo.
Por eso le agrada y por eso la elige, para sentir una cálida bienvenida a la fresca mañana de primavera.
Una vez, que suena la música conocida, murmura la letra como cantándola al cuarto solitario, imaginándose cantándola a aquel rostro que lo hace sentir confortable y satisfecho, más embargo aun no lo conoce…
“You ask me to enter
But then you make me crawl
And I can't be holding on
To what you got
When all you got is hurt”
Terminando la canción, sujeta el aparato y apagando el último vestigio de una noche placentera, en la que soñó con ese rostro que no conoce, se incorpora de entre sus suaves y finas sabanas, las cuales cubren su morena desnudes, busca con la punta de los dedos de los pies sus pantuflas azules preferidas, y se levanta de su enorme cama, la cual ocupa normalmente para él solo.
Generalmente son pocas las mujeres que llegan a tocar solamente una vez esas finas y suaves sabanas, dichas son diferentes según la ocasión y según la mujer.
Durazno, para aquellas blancas frágiles y sensibles; rojas, para aquellas excitantes y apasionadas; crema, para aquellas morenas de fuego sensuales; amarillo, para las de sensaciones intensas; magenta, para despertar a las inhibidas; rosas para las tiernas pero ingenuas. Y muy bien guardadas, tiene unas que jamás ha utilizado, la cual representa para Eruestan, el amor puro.
Una vez de pie, contempla su balcón enfrentando su desnudes a una ventana de 3 x 2 metros, no tiene ningún pudor al exhibirse así ante el mundo, y no le preocupa mucho, ya que vive en un séptimo piso, y las dos únicas opciones de que lo espíen son la ventana de una señora Francesca de 70 años que vive en un edificio a 100 metros de distancia y que gracias a sus cataratas solamente pude leer con ayuda de lentes. Y la segunda ventana, es vecina de la ventana de Francesca, en la cual vive un velador, que llega a su casa a las 6 de la mañana exhausto por una larga jornada de trabajo.
...continuará