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Desocupación en México aumenta durante junio

jarochilandio

Bovino de la familia
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Forbes Staff
Julio 26, 2018


Después de haber bajado en mayo pasado a su menor nivel en 12 años, la tasa de desocupación en junio regresó al 3.4% que registró en abril de este año.

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Notimex.- En junio de este año, la tasa de desocupación fue de 3.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) a nivel nacional, con cifras desestacionalizadas, frente al 3.3 por ciento reportado en igual mes del año pasado.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en su comparación mensual, la tasa de desocupación a nivel nacional en junio, de 3.4 por ciento de la PEA, también aumentó ligeramente respecto a la de 3.2 por ciento en mayo pasado.

Así, después de haber bajado a 3.2 por ciento de la PEA en mayo pasado, su menor nivel en 12 años, la tasa de desocupación en junio regresó a 3.4 por ciento que registró en abril de este año.

Con cifras originales, el organismo señala que a nivel nacional la tasa de desocupación fue de 3.4 por ciento de la PEA en el sexto mes del año en curso, porcentaje superior al de igual mes de un año antes, cuando se ubicó en 3.3 por ciento.

La tasa de desocupación se refiere al porcentaje de la Población Económicamente Activa que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo.

Por entidad federativa, las mayores tasas de desocupación en el mes de referencia se registraron en Tabasco con 6.4 por ciento, Ciudad de México 5.1 por ciento, Nayarit 4.2 por ciento, Coahuila y Estado de México con 4.1 por ciento, en cada caso.

En contraste, las más bajas en junio se presentaron en Guerrero con 0.8 por ciento, Oaxaca 1.3 por ciento, Yucatán 1.5 por ciento, Michoacán 2.0 por ciento y Morelos 2.1 por ciento, de acuerdo con los principales resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Por su parte, la tasa de informalidad laboral 1 se ubicó en 56.9 por ciento de la población ocupada en el sexto mes de 2018, mismo porcentaje que un mes antes y mayor en 0.2 puntos respecto al de junio de 2017, con datos desestacionalizados.

La tasa de informalidad laboral 1 es la proporción de la población ocupada que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.

Mientras que la tasa de subocupación representó el 6.8 por ciento de la población ocupada, según series desestacionalizadas, menor a la del mismo mes de 2017 que cerró en 7.2 por ciento y a la de 7.1 por ciento del mes previo.

La tasa de subocupación se refiere al porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda.

El INEGI refirió que en el esquema de la ENOE se considera a la población en edad de trabajar como aquella de quince años en adelante.

Bajo este esquema, en junio de 2018 los datos preliminares indican que 59.6 por ciento de la población de 15 años y más es económicamente activa (está ocupada o busca estarlo), tasa 0.2 puntos porcentuales menor a la mayo pasado, pero mayor en 0.4 puntos porcentuales a la de igual mes de 2017, según cifras desestacionalizadas.

El resto se dedica al hogar, estudia, está jubilado o pensionado, tiene impedimentos personales o lleva a cabo otras actividades (población no económicamente activa), añadió el organismo.

Con cifras originales, señaló que la población ocupada alcanzó 96.6 por ciento de la PEA durante junio de 2018.

Del total de ocupados, agregó, 68.7 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, y 22.2 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados.

Además, 4.3 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin un acuerdo de remuneración monetaria, y finalmente un 4.8 por ciento son patrones o empleadores.


Fuente


Prácticamente el 57% de la PEA son INFORMALES, o sea, son los que NO ESTÁN REGISTRADOS ANTE HACIENDA y que, por lo tanto NO REPORTAN IMPUESTOS AL SAT.

Si bien no lo dice este artículo, los ingresos que ellos generan son multimillonarios. Así entonces, tenemos que LA MAYORÍA de los que están "ocupados" (el 57%) viven de los impuestos de aquellos que SÍ LOS PAGAMOS. El gobierno DEJA DE PERCIBIR MILES DE MILLONES DE PESOS EN IMPUESTOS derivado de ello. Eso TAMBIÉN es parte de eso que el Peje ha denominado genéricamente como CORRUPCIÓN.

Y aquí es donde tocamos un punto delicado. Esta enorme masa de personas se BENEFICIA de la infraestructura que costeamos quienes SÍ pagamos impuestos. Dicho en pocas palabras, VIVEN DE NUESTROS IMPUESTOS.

Desde el punto de vista legal, ese 57% no está no sólo generando ingresos al gobierno para que haga lo que DEBE HACER sino que, además, está usando los que nosotros generamos para SU BENEFICIO. Doble delito.

Si le agregamos que para que estas personas puedan operar en absoluta IMPUNIDAD se requiere que participen elementos del mismo gobierno, tenemos que hay otro elemento de CORRUPCIÓN que agregar. Estamos hablando, en este caso, de la "mordida". Hemos añadido así un tercer delito por parte de los INFORMALES.

Pregunta insidiosa: ¿creen ustedes que San Peje va a hacer algo para hacer que esta gran masa del 57% del PEA se incorpore a la FORMALIDAD? ¡Por supuesto que NO! Ellos son parte de la logística de la cual se ha servido (como todos los políticos lo hacen) para movilizar grandes masas de militantes cautivos. Se les deja realizar sus actividades INFORMALES a cambio de su FIDELIDAD al gurú que los apadrina (y de los jugo$o$ ingre$o$ que eso genera, para unos y otros).

Cuauhtémoc Cárdenas, cuando fue Jefe de Gobierno del DF, había empezado a reducir la presencia del comercio INFORMAL, sobre todo en los puntos neurálgicos de la capital, las calles, el metro y sus accesos, los parques, que es donde más dolores de cabeza causaban. Llegó el Peje a sucederlo (recordar que Chayo Robles sólo ocupó el puesto del Cuatemochas durante el último año, cuando éste se lanzó para presidente en el 2000) y... ¡regresaron los llamados "ambulantes" -los INFORMALES- como plaga de langosta!

El Peje NO HARÁ NADA PARA REMEDIAR EL SUPERLATIVO PROBLEMA QUE YA REPRESENTA EL COMERCIO INFORMAL, PORQUE DE ÉL SE NUTRE PARA SUS INTERESES PERSONALES. Ello pese a que el regularizarlos le permitiría obtener enormes ingresos para las arcas públicas (sus famosos 500 mil millones que se ha inventado NO INCLUYEN los impuestos que el comercio INFORMAL deja de pagar, ni las multimillonarias "mordidas" que se desprenden de las "facilidades" otorgadas a éstos para operar en toda impunidad).

Sus tan publicitadas reducciones a los salarios de los funcionarios públicos (algo que está por verse), son MIGAJAS comparado con lo que se deja de ingresar por la multimillonaria EVASIÓN FISCAL del comercio INFORMAL.

Así entonces, como lo indicamos hace tiempo, las estridencias del Mesías acerca de sus maravillosas medidas para acabar con la CORRUPCIÓN y la IMPUNIDAD vienen SESGADAS, como era de esperarse de un político charlatán como lo es él.

Cada que vean a alguno de los MILLONES de personas dedicadas, con la complacencia del pejegobierno, al comercio INFORMAL, acuérdense que EL ELEGIDO DE LOS DIOSES LES PROMETIÓ COMBATIR LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD, y que estas personas están viviendo A COSTA DE USTEDES, no sólo por lo que les compren, sino, y por sobre todo, porque al hacerlo son ustedes quien están pagando los impuestos de ellos y las "mordidas" a los inspectores solapados por el gobierno.

Eso sin contar con que muchos de esos dedicados al comercio INFORMAL, están COLUDIDOS con la DELINCUENCIA ORGANIZADA, esa otra a la que el Peje igualmente prometió combatir.

¡Ánimo pejelovers, que si no se le mete en la cabeza al Peje que, como su adorado Juárez, él es ABSOLUTAMENTE NECESARIO para que el país exista, pues ésto se extenderá, sobre seguro, SEIS AÑOS! A aguantar otros seis años con la misma situación.

Como se dice en el pueblo, "de lengua... ¡sírvame otra orden joven!"
 
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