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Desiré mi amiga del bar (Segunda Parte)

nickolmo

Becerro
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24 May 2013
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Tal parece amigos bakunos, que mi anterior relato no a merecido ningún comentario :(. Por eso les trigo la segunda parte del relato. Espero que merezca al menos un comentario. :) Aunque creo que habrá tercera parte

Aqui dejo la primera parte por los que no la lelleron o para que tenga continuidad http://ba-k.com/threads/3936670-Desiré-mi-amiga-del-bar-(Primera-parte)

Sin mas Aquí el relato...

Solo trataba de buscar un hotel cerca no podía negar que ella no deseaba estar en su casa en ese momento anduve buscando por un rato y solo encontré un motel. Antes de ingresar le dije. No sé si debería dejarte aquí ¿Estás segura de que quieres quedarte?

Me miro fijamente a los ojos de manera tímida y me dijo. Sí, pero no sé cómo decírtelo…

Se quedo callada unos segundos. Quisiera que te quedaras conmigo...



Me quede como helado por un momento sin saber que decirle. Me que de un ínstate pensado en lo que me había dicho antes. “Darle a mi esposa algo de qué hablar.” Y pensando si eso tendía que ver con el hecho de que ella quisiera que me quedara, pero solo podía pensar en lo que me dijo acerca de su esposo, de cierta forma sentí que debía quedarme con ella. Entonces le dije: no quisiera que pienses mal de mí, pero está bien aceptare quedarme contigo si tú prometes que nunca mencionarás el hecho de que pasamos la noche en un motel. Está bien lo prometo, me dijo.

En un instante ingresamos, pedí una habitación, nos dieron las llaves e ingresamos, había una cama King size en medio de la habitación y un tocador frente de ella, solo vi un pequeño sillón donde podría dormir. Le dije que si deseaba dormiría en él, ella me miro fijamente, se acerco a mí lentamente y tomándome por la camisa me dio un beso en los labios. Al principio pensé en rechazarla, pero era evidente que mi interior lo deseaba. Así que la rodee con mis brazos firmemente y nos besamos por un largo tiempo. Sus labios eran jugosos, y el calor de su cuerpo junto al mi hacia que mi respiración y mis latidos aumentaran poco a poco. Fue el beso tan cachondo que parecíamos amantes en celo.

Por un momento nos detuvimos nos vimos fijamente y le dije: No se si debamos hacer esto, como anticipando lo que ocurriría posteriormente. Y ella me miro fijamente y me dijo: La verdad es que en este momento deberíamos hacerlo, así sabríamos que lo hicimos no solo por despecho sino sabiendo que ambos tenemos un deseo oculto.

El escuchar esas palabras de su boca fue lo que despertó en mi precisamente eso y sin pensarlo más, la tomé firmemente y la bese como si mi vida se me fuera en ello.

Estábamos de pie besándonos y acariciando ferozmente nuestros cuerpos como animales en celo. Hubo una pausa y comencé a quitarle el vestido blanco que envolvía su blanca y suave piel, mientras bajaba el cierre de su vestido acariciaba su cabello que era negro y suave. Comencé a besarle el cuello y su respiración se notaba acelerada.

Su cuerpo estaba completamente entregado a mí y yo disfrutaba del delicioso manjar, una vez que baje el cierre de su vestido ella me quito la camisa botón a botón y terminó de quitármela besando mi pecho. Yo termine de quitarle el vestido y pude ver la lencería tan provocativa que traía de bajo. Un conjunto de tanga y brassiere blancos.

Ver la imagen de su cuerpo semi-desnudo frente a mí me puso más caliente aun, así que la tomé de la cintura y mientras nos besábamos la lleve a la cama lentamente, al sentir el borde me que de un m omento de pie y fue entonces cuando ella aprovecho el momento para llevarme al límite del placer, pues poco a poco fue besándome y bajando poco a poco hasta ponerse de rodillas frente a mí, ella me miraba de forma candente mientras desabrochaba mi pantalón yo al verla ahí hizo que mi verga se pusiera como una roca, ella al ver mi reacción no dudo en acariciarla sobre mi bóxer, mientras ella hacia eso me decía no pensé que la tuvieras tan grande.

El escuchar esas palabras, sentir sus caricias y ver aquel espectáculo hacia que deseara aun más cogérmela y mientras todo eso ocurría terminó de quitarme la ropa, mi verga quedo frente a su rostro, solo observe como su expresión cambiaba de excitación a una cara de asombro y comenzó a besármela verga poco a poco, iba recorriendo con sus labios toda su extensión desde la base hasta la punta, lo besaba y lo lamia como si fuera un dulce.

Yo estaba extasiado tanto que de la punta salía lubricante, ella al ver eso tomo firmemente mi verga y comenzó a mamármela, pareciera que estaba hambrienta de de deseo, pues se la comía como si fuera el más suculento manjar que ella hubiese probado nunca. Y el escuchar el sonido de su boca succionando hasta la última gota de mis fluidos, me ponía al límite, sin embargo quería que esa faena durar toda lo noche de ser posible.

La detuve por un momento diciéndole: ven conmigo que también quiero saborear tu néctar.

Ella se levanto y se arrojo sobre mí dejándome tumbado boca arriba en la cama, nuestros cuerpos quedaron uno encima del otro y nos besamos tiernamente por uno momento, fue un beso suave lleno de ternura, sin embargo estaba deseoso de probar sus jugos pues ella ya estaba escurriendo por su diminuta tanga podía sentir lo mojada que estaba.

Yo estaba desnudo y ella aun conservaba esa lencería tan sexy y sentir su calor en mi cuerpo hizo que tomara las riendas. Así de un momento la tomé y di la vuelta junto a ella. Ahora yo me sentía su dueño, la tenía a mi merced y ella así lo sintió, pues cerró los ojos y con una delicada y entrecortada voz me dijo. Hazme tuya Roberto quiero sentirte dentro de mí, por favor hazme tuya.

No podía hacerla mía sin antes probar el delicioso jugo de su vagina. Así que fui recorriendo su figura a besos. Primero bese su cuello y comenzó a respirar más rápidamente y emitiendo deliciosos quejidos. Mmmm aghhh.
Al parecer el cuello era uno de sus puntos débiles, pero no me detuve y seguí recorriendo su figura. Comencé a descender hasta llegar a besar en medio de su escote y mientras con una de mis manos recorría sus piernas, con la otra comencé a masajear uno de sus pechos. Ella lo gozaba al máximo pues de vez en cuando nuestras miradas se encontraban y su rostro reflejaba que su placer iba en aumento…

Me detuve en un momento en sus pechos los masajeaba suavemente por encima de su sostén, pero quería probar sus pechos directamente así que volví a subir a su cuello mientras con mis manos desabrochaba y quitaba aquella prenda que obstruía mi camino.

Finalmente pude observar su pecho desnudo, me quede apreciándolo un breve instante y comencé a devorar sus pechos besando en espiral hacia sus pezones duros y rosados, por un momento me quede saboreándolos chupándolos y mordiéndolos suevamente pareciera que eso la predio aun más, pues mientras yo disfrutaba tomo mi cabeza y la empujo hacia ella, como queriendo que con mi boca me comiera su pecho entero. Y así lo hice comencé a devorar ferozmente sus pechos, ella no soltaba mi cabeza. Y decía: ¡oooh siiii Robeeertooo, asiiiii!

Estuve disfrutando de esos pechos blancos y carnosos por varios minutos. Pero la excitación del momento hizo que sintiera el profundo deseo de penetrarla ferozmente, pero no sin antes disfrutar de su sexo, que por apreciar por mi tacto ya estaba escurriendo de deseo. Así que sin más la aparte de mi un momento la vi a los ojos lleno de lujuria, le di un beso muy caliente y le dije ahora me toca probarte a ti.

La recosté en la cama y comencé a recorrer su cuerpo llenándola de caricias y besos. Mientras me dirigía hacia abajo disfrutaba cada parte de ella, su cuello, el espacio entre sus pechos, su vientre y su cadera. Cada vez que besaba una nueva parte de ella gemía… Mmmm, y se retorcía de placer. Hasta que finalmente tuve frente a mí su delicioso sexo, su tanga estaba completamente mojada por sus fluidos y su aroma se percibía muy delicioso.

Comencé a besarla por encima de la tanga y a saborear sus jugos con mi lengua. Su sabor era increíble, y estaba deseoso de hacerla llegar al cielo, le daba largos lengüetazos y hacia presión con mi lengua saboreando cada parte de su intimidad, mientras yo hacía eso ella seguía con una sinfonía de gemidos. Mmmm, aaah y palabras entrecortadas que me prendían cada vez más. Asiiii Roooobeertooo siii.

El escuchar esos sonidos y ver su cuerpo disfrutar de mi boca en su sexo hiso que deseara penetrarla de inmediato. Sin embargo aun ella no había alcanzado el clímax. Así que quite su tanga de mi camino y devoré su vulva con deseo y desesperación. Ella se revolcaba de placer y me pedía casi a gritos que no me detuviera. Yo por mi parte me comía en interior de su vulva, metía mi lengua dentro de su vagina y la movía sin cesar. Tomaba entre mis labios su clítoris y lo chupaba sin darle tiempo a respirar. Estaba poseído por la lujuria y la pasión del momento. Hasta que escuche como llegaba al clímax: ooooohhh siiiii oooooo siiiii aaaaaah.

Arqueo la espalda y se desplomo sobre la cama teniendo una serie de espasmos que involuntarios, ver esa imagen de su cuerpo extasiado de placer se grabó en mi mente.

La deje tomar un respiro mientras me acomodaba a un lado suyo, a espaldas de mi le acariciaba su cadera su culo, le besaba el cuello y la espalda y acerque mi verga entre sus nalgas, estaba completamente mojada hasta los muslos era una sensación increíble. Cálido y húmedo al mismo tiempo. Ella acariciaba ligeramente sus pechos, así que pase mi mano debajo de su cuello y comencé a sobarlos suavemente con mu mano sobre la de ella acariciaba sus pechos, con mi mano libre sobaba su culo mientras que con mi cadera comencé a hacer el movimientos adelante y atrás haciendo como si la estuviera penetrando.


Entonces me dijo: Roberto hazme tuya, por favor hazme tuya, quiero que me hagas todo lo que quieras. Yo le conteste: Claro que si preciosa te hare olvidar todo y que solo me desees a mí. Así que me recline hasta alcanzar mi cartera en busca de un condón, ella me tomo del brazo y me dijo. Descuida Roberto no hay de qué preocuparse siempre tomo pastillas y con mi esposo siempre me cuido. Está bien yo también me cuido con ella. Y ella dijo ahora si hazme tuya. Y dale a tu esposa una buena razón para dudar de ti, desquítate con migo, no tengas piedad.


Jamás pensé que oiría esas palabras de nadie, pero el oír eso solo fue un detonante para que de mi saliera mi parte más ruda. Así que me puse a un lado de ella y comencé a decirle palabras que nunca me hubiera imaginado decirle a nadie.

Mientras estábamos de lado nuevamente deslizaba mi pene por sus labios mientras le decía con una voz llena de lujuria:

-Aaa siii ¿Quieres que te haga mía, que no tenga piedad de tiiii?
-Siii paaaapiii, cooogeeemeee.
-¿Yooo soooy tu paaaapiii, putitaaa?
-Siiii soooy tu puuutitaaa. Hazmelo. Métemela.

Así que cuando me dijo eso fue cuando sin demora le clave de un solo golpe todo mi miembro. Ella solo dio un grito ahogado: aaaaaagh. Y comencé un mete y saca bastante rudo. Solo podía escuchar sus nalgas chocar con mi pelvis y sus gemidos y palabras solo eran de lujuria y pasión. Oooooh siiii paaaapiiii Asiiii meeetemelaa asiii duuuurooo durooo, Asiiii Rooompeeemee, enseñalee a mi mariiido comooo se hace.


Sus palabras me prendían cada vez más y más. No podía creer que mi amiga estaba siendo mía, no podía creer que estábamos engañando a nuestras parejas. Y mucho menos podía creer las palabras que salían de mi boca. Era como si de verdad estuviera desquitando todas aquellas veces que mi esposa me recriminaba por llegar tarde. Y ahora si estaba “revolcándome” con otra mujer.


-A siii te gusta ¿Verdad putita? ¿Te gusta que te lo meta duro verdad?
-Siii Roooobeeertooo, asiii me guusstaaa, haaaaay siiii, haaaay siiii.


Seguía moviéndome de forma rápida. Y de vez en cuando me detenía, se la sacaba y se la empujaba de golpe nuevamente. Sinceramente estaba poseído. Ella por su parte movía sus caderas en círculos y dejaba que le apretara los pechos en un mete y saca sin igual estábamos desatando nuestro deseo. Oooh siiii oooooh siiii, decía sin cesar y en un frenesí de calor sentía que ella llegaba al clímax otra vez. Solo escuche sus gemidos y mientras sentía sus contracciones en mi miembro al mismo tiempo su vagina mojaba mi verga y mis huevos completamente. Yo estaba casi a reventar quería venirme dentro de ella y llenarla de mi semen.


La mantuve junto a mí sin sacar mi miembro de ella. Mientras recuperamos el aliento la acariciaba y recorría su cuerpo con mis manos trataba que sintiera el calor de mi cuerpo junto al suyo. Y de un momento a otro la hice quedarse boca abajo yo estaba encima de ella con mi verga clavad entre sus nalgas, era una visión increíble. Tome una almohada y la coloqué debajo de su pelvis, quedando su culo alzado para propinarle nuevamente mas embestidas.


Así comencé el vaivén nuevamente ahora comenzando despacio. Masajeando su espalda y sobando sus nalgas firmes, blancas y mojadas por los fluidos, ella comenzó a gemir levemente mientras me movía dentro de ella, en esa posición me sentía su dueño y así lo manifestaba con sus palabras: haaay Roberto haces que merezca la pena estarle poniendo los cuernos a nuestras parejas. Si Desiré, tienes razón, de alguna forma nos estamos desquitando. Por favor desquítate bien que hoy no llegas a tu casa. Si ni loco, quiero disfrutarte toda la noche.


http://ba-k.com/threads/3939251-Desiré-mi-Amiga-del-bar-(Final-)
 
Última edición:
me gustó mucho y me sentí identificado con la siguiente frase :

"Era como si de verdad estuviera desquitando todas aquellas veces que mi esposa me recriminaba por llegar tarde. Y ahora si estaba “revolcándome” con otra mujer."

Saludos sigue así
 
GRACIAS POR LA SEGUNDA PARTE DE TU EXPERIENCIA CON DESIRE, OJALA HAYA UNA TERCERA Y MUCHAS MAS... SALUDOS
 
buen relato la primera parte quedo un poco inconclusa o bien pudiste poner los 2 en uno, estari genial unas fotos de desire saludos.
 
Wow, el mejor relato que he leído viejo, espero con ansias la tercera entrega.

Saludos!!!
 
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