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Desiré mi amiga del bar. (Primera parte)

nickolmo

Becerro
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24 May 2013
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Hola bakunos que tal... pues vengo a este foro para publicar mi primer aporte. Aclaro que nunca había publicado antes nada y quisiera comenzar con este relato Creado completamente por mí… Lo voy a poner en dos partes debido a que es algo largo. Espero que sea de su agrado. Si tienen alguna sugerencia para poder mejorar se los agradecería…

Era una tarde de lunes y estaba en la oficina, apenas había comenzado de comer y pareciera que el tiempo ahí no transcurría. Después de platicar un poco con mis compañeros de trabajo decidí ir a fuera a fumar un cigarrillo, pensando en lo que había ocurrió en la mañana en mi casa.

Este día no había comenzado con el pie derecho, pues a la hora del desayuno tuve una discusión con mi esposa por unas vecinas que según ella, le habían dicho que me vieron con “otra mujer”. Generalmente mi esposa y yo nos llevamos muy bien, pero últimamente ella piensa que al salir de la oficina me veo con mi amante para “revolcarme” (como ella dice) con esa mujer. La verdad ya eran varias veces que me lo había dicho la semana anterior por salir tarde del trabajo.

Y no culpo a mi esposa por pensar así ya que antes de que fuéramos novios yo tenía la reputación de ser el mujeriego de la colonia. Pero bueno eso es historia antigua (pensé). Pues desde el día que nos hicimos novios me hice la firme promesa de que mientras estuviese con ella seria la única mujer en mi vida.

Ya eran las casi las tres de la tarde cuando vi mi reloj, apague el cigarrillo y en un instante volví a mi cubículo mientras transcurría el tiempo paso por mi cabeza momentáneamente la idea de cómo sería si de verdad tuviera una aventura. Imagine por un rato cada detalle de mis supuestos encuentros con mi amante. Seguro que le daría por detrás o le hablaría sucio, incluso le compraría lencería y haría que la modelara para mí. Todas aquellas fantasías que tenía en mi cabeza parecieron volverse realidad por un momento. La idea parecía muy irrisoria para mí, al grado de que incluso me reía de vez en cuando frente al monitor. Pensé: ¿Cómo puedo imaginarme esto? Es mejor que me apresure para salir temprano.

Seguí trabajando frente al monitor hasta cerca las 10 de la noche y me faltaba aun enviar varios correos a mis superiores, entonces tome mi teléfono y marque a mi casa. Contestó mi esposa y le dije:

-¿Hola amor como estas?
-Bien. ¿Por qué? ¿Qué paso?
Note su voz rígida y en tono molesto.
-Oye mira tengo un poco de trabajo aun, no me esperes, mejor descansa.
-¿Estás seguro?
-Si disculpa amor.
-Ok bye.
Colgó sin decir nada.

¡Genial! otra vez se molestó conmigo y sin deberla, Al menos hoy podré llegar más temprano que otras veces y decirle que no es nada de lo que ella piensa y que solo son chismes (pensaba mientras iba mandaba uno a uno los correos).
¡Este es el último! Exclamé mientras tomaba mis cosas rápidamente y apaga el ordenador, baje por el ascensor hasta la el puesto de vigilancia para que me entregaran mi coche y mientras estaba esperando marcaron las 11.

Al recibirlo lo aborde rápidamente para tomar la ruta más corta a mi casa y manejé lo más rápido que pude hasta llegar al cruce donde siempre había más tráfico. Estaba el semáforo en rojo y mire a unos metros el bar donde cada fin de semana tomaba algunos tragos con mis colegas, entonces me dije a mi mismo debería pasar por un trago para relajarme un poco. Me quede pensando unos instantes y sin dudarlo me dirigí al bar.

Eran casi las 12 cuando me disponía a irme, cuando de reojo vi a una mujer hermosa, era medio alta, vestía tacones y tenía un vestido blanco entallado que marcaba muy bien su figura.

Al principio no pensé que aquella mujer tan sensual era una de las chicas con las que en varias ocasiones me encontraba cada fin de semana. Era Desiré, la vi en una de las esquinas del bar, estaba sola y mirando a los lados como buscando a alguien, de repente nuestras miradas se cruzaron nos saludamos y fui a saludarla.

-¡Hola Desiré! ¿Cómo estás?

-¡Muy bien! ¿Y tú? Roberto.

-Bien, aquí de paso. Y ¿tú?

-Vine con Angie, pero al parecer me dejo por un chico que acabamos de conocer ¿tú crees?

-Jajaja, esta Angie siempre anda en busca de aventuras. Que mala onda que te haya dejado aquí solita.

-Si pues ya ves como es ella, y ¿Ese milagro que viniste entre semana?

-Solo viene a tomarme un par de tragos pero ya voy de salida.

-¡Haaaay noooo! ¿Tú también me vas a dejar?

-Mira la verdad no quisiera pero ya sabes que siempre salgo tarde de la oficina y últimamente las cosas no están muy bien con mi esposa.

-¡Por favor quédate con migo ándale! Por lo menos tomate un trago conmigo. Además ¿Tu esposa no sabe que estas aquí o sí?

-No pero ya sabes como es.

-Ándale Roberto, mira además se que tu trabajas mucho y que te mereces por lo menos un descanso de vez en cuando.

No pude decir nada después de eso solo acepté.

Tomamos un par de tragos y platicamos por un largo rato al principio eran cosas vánales, des pues la plática se tornó cada vez más intima hasta el punto en que me hizo un comentario que me hizo pensar que ella estaba interesada en mi.

Pues sabes Roberto yo creo que tu esposa exagera. Si yo fuera tu esposa no desconfiaría tanto de ti, se que eres un buen hombre y la verdad me sentiría muy feliz de tenerte a mi lado.

Me quede pensando por un momento y la mire fijamente a los ojos, no estaba mintiendo su mirada se quedo fija en mi y nos quedamos así por un minuto. Solo me la que de viendo y le dije: tal vez tengas razón en que mi esposa exagera, aunque no sé si yo realmente podría hacerte sentir feliz a mi lado.

Al parecer mi respuesta era lo que estaba esperando, su mirada se torno más intensa, se sonrojó un instante y se mordió levemente el labio.

Estuvimos platicando un rato mas ya eran de las 2am cuando vi mi reloj y Angie no aparecía, le pregunte a Desiré si la pasaba a dejar a su casa, ella acepto y nos dispusimos a salir de ahí.

Ya en el coche ella se recostó un poco en el asiento del pasajero por lo que dejo al descubierto sus piernas que se veían espectaculares y su vestido entallado marcaba muy bien sus caderas, la cintura y sobre todo sus pechos. La verdad ella es una mujer atractiva y siempre había visto a Desiré como una amiga, solo eso, sin embargo esa noche la vi como lo que es. Una mujer muy sensual, ella se me quedó mirando de forma coqueta y me dijo ¿Te gusta mi vestido? Yo solo voltee disimuladamente hacia el frente y le dije te ves bien solo que no había notado que ese vestido fuera tan primaveral “toma”, le di mi chaqueta, póntela hace frio. Se cubrió como si fuera una cobija pero sus piernas seguían viéndose.

Íbamos camino a su casa faltaban escasos 20 minutos le había estado platicando que me había peleado con mi esposa en la mañana, estábamos en un semáforo y entonces ella me dijo: Pues deberías darle motivos para que de verdad ahora si con provecho te diga que le pones los cuernos ¿No?

Se me escapo una leve carcajada y le dije. Apoco de verdad piensas eso. Tú que tienes a tu esposo que todas tus amigas se morían por él ¿No me digas que tu le harías lo mismo a él?

Bajo un momento la mirada y su cara dibujo una expresión de profunda tristeza y sus pirando dijo: Así mismo piensan muchas de las personas que me conocen Roberto, lo que no saben es que ese maravilloso esposo que todos creen que él es no es nada más que un mujeriego de primera.

Me quede en shock al saber ese secreto que jamás me habría imaginado. Y entonces vi como por su mejilla escurría una lágrima. Solo le dije: lo lamento no era mi intención.

El semáforo se puso en verde y solo avance para poder estacionarme unos metros más adelante. De inmediato le dije por favor no llores, no vale la pena. Ella comenzó a llorar aun mas y sin pensarlo ella se dirigió hacia mi buscando un poco de consuelo. Yo la abracé y la consolé por un momento, no sabía qué hacer ni que decirle ella estaba destrozada. Solo le dije calma Desiré y secando sus lágrimas subí su rostro, la mire fijamente a los ojos. Nunca había notado lo verdes que son le dije parecen un par de esmeraldas le no me importaría robármelas le dije. Ella sonrió y me dijo tu sí sabes cómo tratar una mujer. Solo trato de hacerte sentir bien, además tú eres una mujer increíble.

Encendí el auto y me dispuse a seguir el camino pero ella al ver que me disponía a llevarla a su casa tomo mi mano y me dijo, por favor hagas lo que hagas no me lleves a mi casa, por favor llévame a un hotel, no quiero dormir en mi casa hoy. No supe que decirle.

Solo trataba de buscar un hotel cerca no podía negar que ella no deseaba estar en su casa en ese momento anduve buscando por un rato y solo encontré un motel. Antes de ingresar le dije. No sé si debería dejarte aquí ¿Estás segura de que quieres quedarte?

Me miro fijamente a los ojos de manera tímida y me dijo. Sí, pero no sé cómo decírtelo…

Se quedo callada unos segundos. Quisiera que te quedaras conmigo...


Aqui la segunda Parte: http://ba-k.com/threads/3936784-Desiré-mi-amiga-del-bar-(Segunda-Parte)
 
Última edición:
EXCELENTE RELATO, VOY A LEER LA SEGUNDA PARTE... GRACIAS POR COMPARTIR
 
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