Como bien saben el miedo a la oscuridad es, sin temor a equibocarme, uno o el miedo más grande de los seres humanos.


Todos fuimos niños una vez, y TODOS le tuvimos miedo a la oscuridad y a lo que en ella se esconde. De eso trata el siguiente relato.

Este era un niño, como cualquier otro, jugaba, hacía travesuras, lo normal de un niño. Pero a la hora de ir al dormir
el niño no queria, no porque quisiera seguir jugando; sino porque cuando todo estaba oscuro, comenzaban a oirse ruidos debajo de su cama y esto lo tenía aterrorizado.

Un día le pregutó a sus padres si le podían comprar un perro para que le hiciese compañia el las noches y no le diera miedo.
Los padres accedieron. Ese mismo dia le compraron el perro, un pastor alemán (muy bonito, por cierto). Se hizo de noche y la hora de dormir llegó, el niño se fue a su cuarto con su perro, sus padres le dieron las buenas noches y apagaron la luz.El niño metió a su perro bajo la cama y se dispuso a dormir. Cuando estaba a punto de consiliar el sueño comenzó a oirse ruido debajo de la cama, el niño bajó su mano para sersiorarse de que todo estaba bien, tocó las orejas y el hocico de su mascota, en respuesta le lamió la mano, ya tranquilo se dispuso a dormir. se quedó dormido.

Al otro día en la mañana ya con la certeza de que todos los ruidos que escuchaba eran producto de su imaginación, salió de la cama y se asomó para ver a su cachorro. Lo que encontró lo dejo en shock; una escena casi dantesca, su mascota estaba muerta, descuartizada sangre y bofes (je) regados por doquier y en el suelo un mensaje escrito con la sangre de superrito... ''NO SOLO LOS PERROS LAMEN''.
:histerica: :histerica: :histerica:

Espero les haya gustado.