D4ria
Bovino Milenario
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- 15 Feb 2009
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- #1
Un hombre va por la carretera conduciendo y de repente lo detiene la policía:
- Buenos días Señor, lo hemos estado vigilando desde que pasó el último pueblo, y hemos observado que respeta todas las normas, se detiene en todos los semáforos, y conduce correctamente. Tráfico ha puesto un premio al mejor conductor y se lo vamos a dar a usted.
- No, pero si yo no tengo licencia de conducir, dice el conductor.
A lo que responde su mujer:
- No le haga caso, que está bebido.
Y la suegra comenta:
- No, si ya sabía yo que con un coche robado, no íbamos a llegar muy lejos.
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En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:
- Señor agente, déjeme que le explique.
- ¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe, dice el agente.
El muchacho insistía:
- Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
El agente replicó:
- ¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!
varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:
- Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
- No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!
- Buenos días Señor, lo hemos estado vigilando desde que pasó el último pueblo, y hemos observado que respeta todas las normas, se detiene en todos los semáforos, y conduce correctamente. Tráfico ha puesto un premio al mejor conductor y se lo vamos a dar a usted.
- No, pero si yo no tengo licencia de conducir, dice el conductor.
A lo que responde su mujer:
- No le haga caso, que está bebido.
Y la suegra comenta:
- No, si ya sabía yo que con un coche robado, no íbamos a llegar muy lejos.
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En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:
- Señor agente, déjeme que le explique.
- ¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe, dice el agente.
El muchacho insistía:
- Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
El agente replicó:
- ¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!
varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:
- Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
- No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!