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y he aquí la última parte de la putinovela
jiji
que conste que es copiada de otro foro donde la encontré pero para los amigos bakunos que solo esperaron y no se les ocurrió buscar porque creyeron que sería dificil encontrarla pues aquí está la última parte
De esposa ejemplar a puta de lujo (22 - Fin)
Al llegar al apartamento de Ana donde tan buenos momentos había pasado hacía unos meses, me puse a llorar en sus brazos y le conté lo que Mario me hizo en Toledo, ella se quedó sin poder articular palabra. Me dijo que no le extrañaba que se me viera tan delgada después de estar una semana en esas condiciones tan lamentables.
Le conté que Mario me dijo que me recuperara en esta semana, porque negociaría con Paco para que pasara a ser una de sus chicas.
En esa semana, me puse de nuevo a tono, y por fin pude comer carne ya que Mario no me dejó mientras viví con él.
Llegado el día quedamos en uno de los chalets que usaba Paco como burdel. Yo le dije a Paco que me ofrecía a él gratis y que no le pagara nada a Mario, pero me respondió que Mario además de ser un buen cliente le surtía de chicas, y que luego se las operaba en clínicas para modelar sus cuerpos dándolas el mayor aspecto de putas posible, sin hacer preguntas, teniendo en cuenta que la mayoría eran inmigrantes ilegales, esto era un gran favor.
Me comentó que no me preocupara, que pagaríamos a Mario al 50 %, que si no tenía dinero, que él me lo adelantaría, y que ya se lo pagaría trabajando.
Me quedé de piedra, tendría que comprar mi libertad porque si no Mario mandaría el DVD, donde salía jodiendo con los perros a mi familia. No creo que mis padres y mi exmarido pudieran soportar ver eso, y yo no podría soportar que mi hijo algún día pudiera ver esa grabación.
Dentro de lo que cabe Paco cumplía nuestro acuerdo de al 50 % de ganancias y de pérdidas por lo que pude comprobar.
Aquel día iba vestida muy normalita, ya que evidentemente cuanto menos provocadora estuviera, más fácilmente podríamos pujar a la baja con Mario. Llevaba un vestido de una pieza blanco, que me llegaba hasta los tobillos, y ropa interior de algodón nada provocativa también blanca. No me maquillé y seguía muy delgada, ya que en una semana no me dio tiempo a recuperar peso. El pelo lo llevaba recogido en una sencilla coleta.
Me costó vestirme como una mujer decente, llevaba sin hacerlo desde que conocí a Mario, año y medio aproximadamente, pero me di cuenta que con todas las operaciones y el tratamiento hormonal, mi cuerpo y mi cara ya jamás pasarían desapercibidos, porque eran los clásicos de puta.
Me llevaron a una salita y allí esperé hasta que vinieron Paco, Nadia (la Madame del burdel) y Mario.
Mario al verme se cabreó, diciéndome que a pesar de ser una puta dejo de vivir con él una semana y ya se me olvida vestir y maquillarme como lo que soy. Yo me puse a llorar, y me dijo que parara de echar mocos que entonces estaría todavía más fea.
Durante el proceso de mi venta esto fue lo que pasó:
Paco: Nadia quítale la ropa, que tengo que ver lo que voy a comprar.
Nadia me ayudó a quitármela mientras yo seguía llorando. Mario al verme la ropa interior se cabreó todavía más, claro el no podía saber que yo estaba de acuerdo con Paco, para pujar a la baja.
Me tumbaron boca arriba sobre una mesa, con las piernas abiertas, y luego me dieron la vuelta a cuatro patas, sacando el culo hacia fuera. En toda la charla que sigue, me estuvieron tocando, todo el cuerpo, tetas, culo y coño. Examinándome hasta la boca.
Paco: ¿Nadia Qué te parece el cuerpo de la puta?
Nadia: No sé está muy delgada, aunque tiene buenas tetas y caderas. No obstante, esta chica parece muy usada, por las dilataciones de sexo y culo. Por como tiene la nariz además se ve que consume coca, ¿Qué edad tienes?
Sonia: Tengo 29 años.
Mario: Si esa es su edad, pero no está muy usada, está dilatada, porque ha sido madre, y sólo ha estado con su marido, conmigo y con quien yo he querido claro. Está delgada porque la mantengo a dieta, pero en función de lo que coma podéis conseguir el peso que os parezca. Y si consume coca, pero esporádicamente.
Paco: Es capaz de hacerlo con mujeres.
Mario: Si es totalmente bisexual, y es muy sumisa con respecto a los hombres, por lo que puede interpretar ese rol perfectamente sin decir no a nada. Aguanta dobles y triples penetraciones. Recuerda el polvo que la echamos en mi consulta.
Paco: ¿Cuánto quieres por ella?
Mario: 20 millones de pesetas.
Paco: No jodas eso es un robo ya tiene 29 años, no te doy más de 10 millones.
Mario: Sabes perfectamente que le quedan 3 o 4 años de plenitud, y que la amortizarías en unos pocos meses.
Paco: 12 millones.
Mario: 15 millones, si no me la llevo y la exploto yo como puta personalmente.
Paco: Está bien 15 millones pero a pagar en tres plazos en tres meses.
Mario: Trato cerrado, ya sabes mi cuenta, espero los tres plazos.
Fue increíble, asistí a mi propia venta como prostituta a un chulo de putas, Paco, que si bien aunque chulo, al menos me daría el 50 % de lo que ganara..
Durante mi venta, no paré de llorar. No podía comprender como había llegado a esto. En apenas año y medio, pasé de estar casada con un buen hombre y ser una Jefa de auditoría brillante, a ser vendida como prostituta, y a pagar yo encima la mitad de la venta.
Después de la venta, Paco y Mario se estrecharon las manos. Yo mire a Mario llorando. Les dijo a Paco y Nadia que salieran que se quería despedir de mí.
Cuando salieron, se acercó y empezó a meterme los dedos en el coño, yo me mojé. Mientras me daba un beso en la boca.
Lo que pasó fue lo siguiente:
Mario: Eres la mejor puta que he creado partiendo desde una mujer decente, difícilmente podré igualar con otra lo que he hecho contigo. Todavía te recuerdo cuando entraste en mi consulta por primera vez, eras una mujer delgaducha y tímida sin adicciones de ningún tipo que se avergonzaba de visitar al ginecólogo, y ahora con apenas meter los dedos en tu coño te mojas al instante.
Sonia: Mario por favor te ruego que me des el DVD con lo perros.
Mario: No te lo doy, si no me molestas, no se lo mandaré a tu familia, no quiero volver a verte, salvo para echarte un polvo cuando me apetezca.
Sonia: Mario ¿Alguna vez me has querido?.
Mario: Ja. Ja, Ja......... Que idiotas sois las mujeres. Para mí fuiste un capricho, mi creación, te modelé a mi gusto, te utilicé como me vino en gana. Quería comprobar hasta donde puede llegar a rebajarse alguien que lo tuvo todo en la vida, hasta caer en lo que tu has caído. Fue un reto que me propuse hacer contigo lo que eres ahora, y que una vez superado, perdió mi interés.
Sonia: Eres un Hijo de puta.
Mario: Si yo soy un hijo de puta, pero tu eres una puta.
Acabada nuestra charla y después de darme una hostia por el insulto, me pellizcó los pezones, me metió de nuevo los dedos en el sexo, limpiándoselos luego en mi boca, Se bajó la cremallera del pantalón y ya supe lo que tenía que hacer.
Me puse de rodillas y le saqué su erecto miembro, supongo que el venderme con toda impunidad, le puso cachondo, así que empecé a mamarle la polla sin que me lo pidiera.
Me la metí en la boca hasta la garganta, tocando con mi nariz su bello púbico, estuve unos segundos en esta postura, mirándole a los ojos. Mientras tanto el se reía y me miraba con absoluto desprecio por mi sumisión.
Después me la saqué de la boca y empecé a lamerle los huevos, para ir arrastrando mi lengua ascendentemente hasta el glande. A continuación empecé a meterla y sacarla fuerte de mi boca, para darle placer.
Mi cara era de tristeza, con los ojos llorosos, sabía que probablemente después de ese día no volvería a ver a Mario. En esto me dijo que no me veía masturbarme ni gemir, mientras se la comía. Yo no tenía muchas ganas de tener placer, pero hice lo que me ordenó, empecé a masturbarme con una mano y a gemir todo lo alto que podía, teniendo su polla en la boca.
Entonces me sujetó la cabeza con sus manos y empezó un mete y saca en mi boca. Me decía que era de las pocas mujeres que había conocido que se la podía joder por la boca igual que por el coño y el culo.
En esto mientras Mario se corría en mi boca y yo me masturbaba entró Paco, se nos quedó mirando y afirmó. Desde luego Mario esta chica es una auténtica zorra después de lo que la has hecho, y todavía se masturba mientras la follas la boca.
Cuando me bebí su lefa y le limpié bien la polla, se la metió dentro y se cerró la cremallera, diciéndole a Paco que no tuviera piedad conmigo, y que explotara mi cuerpo al máximo afirmando que me iba la marcha y sin decir nada más, sin darme un beso o una caricia se marchó. No me dijo ni adiós, a pesar de haber destruido mi vida.
No le he vuelto a ver, han pasado 2 años desde aquello, y 4 desde que le conocí. He sabido algo de él por Ana, pero no le he vuelto a ver, ni he intentado hacerlo, por si mandaba el DVD de los perros a mi familia. Se fue de mi vida como entró en ella con una mamada.
Cuando se marchó me puse a llorar, entraron Paco y Nadia, me consolaron y me dijeron que no me preocupara, que iba a comenzar una nueva vida, aunque eso sí que empezara a trabajar lo antes posible porque les debía 7,5 millones de pesetas.
Paco entonces empezó a planificar mis inicios profesionales, y en una cosa estábamos de acuerdo, lo antes posible teníamos que recuperar el precio que teníamos que pagar por mi cuerpo a Mario. Así que mi inicio como puta profesional fue de la siguiente forma:
Paco: Han venido a Marbella durante unos 15 días un Jeque árabe que es un buen cliente mío. Me ha pedido 5 putas para esos días, pero claro teniendo en cuenta que son muy pocos días, necesitan putas que no tengan la regla en esa quincena, porque os quieren usar sin interrupciones molestas.
Sonia: No hay problema, la última regla la tuve hace una semana, luego me quedan un 20 días.
Paco: Perfecto, esta noche salís en avión para Málaga, allí os esperará algún criado del Jeque. Por cierto, para lo árabes, las mujeres no sois mas que una mierda y las putas menos aún, adáptate a sus costumbres estos 15 días, porque en el precio va incluido el daros palizas si no hacéis todo lo que os digan.
Sonia: ¿Cuánto pagan?.
Paco: 2 millones por día y puta, luego por ti serán 30 millones, a repartir al 50 %. Después de pagar a Mario te quedarán 7,5 millones. Ves con 15 días de trabajo todo solucionado.
Allí en el chalet nos pusieron guapas, peluquería maquillaje, etc. Ropa sexi, y mientras me peinaban, Nadia me dio unas instrucciones para que fuera una buena puta:
Adriana (a partir de ese momento me cambiaron definitivamente el nombre y todo el mundo me empezó a llamar así) que te quede bien claro que la buena puta es:
La que hace creer que está disfrutando con el cliente.
La que dice a todo que sí
La que no reprocha nada al cliente.
La que parece que no tiene prisa.
La que acaricia al cliente mientras folla.
La que besa en la boca si se lo piden.
La que sabe provocar al cliente antes de entrar a la habitación.
La que solo habla del cliente, de ella y de sexo.
Después de ponerme guapa, me hicieron fotos, vestida con ropa provocativa, en lencería y desnuda, poniendo siempre cara de vicio. Nadia me dijo que era para la página de internet, que así me verían los clientes pudiendo contratar mis servicios en cualquier momento.
La pregunté si saldría con la cara al descubierto y me contestó que si. Un sentimiento de preocupación me invadió. Por si me veía alguien de mi familia, ellos conocían mi aspecto después de las operaciones, y me reconocerían. Mi excompañeros de trabajo también, pero que podía hacer, Internet es un buen medio para captar clientes, y no podía renunciar a él. Mi cuerpo se había convertido en un servicio público que cualquiera podía ver y alquilar.
Por la noche nos fuimos en avión. Paco me dijo que no me preocupara, que era una puta de las mejores y que triunfaría en este negocio.
A málaga llegamos de noche. Nos recibió un criado del jeque, y nos llevo a un palacio como de las mil y una noches a las afueras de Marbella.
Cuando llegamos, nos llevaron a una sala que recordaba a un harén, una mujer árabe, nos dijo que nos desnudáramos, y le diéramos todas nuestras cosas.
Una vez desnudas, nos inspeccionó los cuerpos, y nos informó que nos estaba prohibido fumar, beber, y consumir drogas los 15 días que estuviéramos allí, que su religión lo prohibía para las mujeres.
Luego unas criadas nos vistieron, como las típicas concubinas de los jeques de las películas, sin ropa interior, ya que según nos dijeron la mujer en su religión siempre tiene que estar accesible al hombre.
Llevábamos un top como de seda y una especie de pareo también de seda todo adornado con piedras preciosas. Además nos dieron una túnica hasta el suelo con velo, que tendríamos que llevar si salíamos a la calle para que nadie pudiera ver muestra piel desnuda.
Los señores venían al día siguiente y teníamos que estar preparadas. Teníamos a nuestro servicio una docena de criadas, para que nos atendieran y estuvieran pendientes de mantenernos deseables en todo momento. Nos sentíamos raras, y el mono de tabaco y coca empezó a aparecer en nosotras, pero como era mucho dinero el que nos iban a pagar, nos aguantamos. Eso sí yo creo que el mono, nos hacía tirarnos más al hombre.
El jeque llegó, con sus mujeres (tendría 10 por lo menos) y con sus hijos (algunos ya también con varias mujeres), el era un hombre de unos 50 años, y los hijos oscilaban desde los 30 a niños pequeños.
Cuando iban a comer, nos llevaron a su presencia, y nada más vernos sus mujeres se fueron sin terminar de comer, era increíble su sumisión al aceptar que sus maridos, fueran a joder con nosotras.
Allí estaba el jeque con dos de sus hijos mayores. Nos ordenaron desnudarnos, y la verdad, es que de las 5 putas que éramos, me di cuenta que mi cuerpo les impactó. Llevaba mi pelo rubio suelto, y les maravilló el contraste del mismo y mis ojos verdes con mi bronceado.
Me ordenaron acercarme, empezaron a tocarme, sobre todo se entretenían en mis piercing. Luego supe que en la cultura islámica una mujer anillada, es una mujer que está totalmente entregada al hombre, sobre todo si además tiene el clítoris anillado como yo.
El jeque que estaba sentado en el comedor (eso de comer en el suelo ya no lo hacen), tiró de mi hacia abajo y comprendí que quería que le mamara la polla. Me arrodillé entre sus piernas y se la saqué de debajo de la túnica y empecé a mamarla. Como vio que le miraba a los ojos ( Mario me enseñó a mirar al hombre cuando comiera su polla), me propinó un bofetón diciéndome que fuera la última vez que mirara a un hombre a los ojos, no lo pueden hacer ni mis mujeres, así que mucho menos lo puede hacer una puta.
Se me saltaron las lágrimas del bofetón, luego cuando vio que iba a empezar a masturbarme mientras se la comía me lo prohibió, y nos dijo que fuera la última vez, dándome otro bofetón. Que nosotras como mujeres no nos podíamos masturbar, que sólo tendríamos placer cuando nos penetraran.
Era increíble hasta donde llegaban con su dominio sobre la mujer. Pero a mi aquello me gustaba, empecé a enamorarme de la cultura Islámica, quizás por mi naturaleza sumisa hacia los hombres.
El era un tipo muy oscuro de piel como sus hijos, y bastante gordo, me apliqué en la mamada lo mejor que pude, metiendo y sacando mi cabeza rítmicamente mientras el comía.
No dejé de chuparle nada, llegando a la parte que une la polla con el ano, metiéndole los dedos en el culo. Pensé que a lo mejor no le gustaba y me daba otro bofetón, pero se volvió loco.
Mientras el seguía comiendo, yo me apliqué en la mamada, moviendo rítmicamente la cabeza. Su polla me entraba toda en la boca, ya que era de un tamaño normal y yo ya estaba acostumbrada a pollas de 25 cm.
Al cabo de un rato se corrió abundantemente en mi boca, yo me tragué toda su leche, y mientras me aplicaba de rodillas en la limpieza de la polla de su padre, sus dos hijos no paraban de mirarme con deseo.
Cuando terminé el jeque llamó a las criadas para que me llevaran a una dependencia a parte, para que me volvieran a bañar y a perfumar. Mientras me iba, comprobé como a las otras chicas las indicaron que empezaran a mamarles la polla, a lo tres, mientras seguían comiendo tranquilamente.
Por la noche, entraron tres hombres en mis dependencias, ya que me separaron del resto de las chicas. Eran los dos hijos del jeque, que fueron testigos de mi felación a su padre, y otro chico, que supuse que también sería hijo del jeque.
Me ordenaron quitarme las ropas islámicas que llevaba, y me dijeron que su padre me había separado del resto de chicas, porque me quería para el sólo, pero que esa noche ellos disfrutarían de mi cuerpo.
Yo me asusté un poco, porque aunque ya había estado con tres hombres a la vez, fue con europeos, y no sabía que podrían hacerme.
De momento me ordenaron que les pusiera a tono, así que les saqué las pollas de debajo de la túnica y empecé a masturbarles y mamarles las pollas, como podía. Estaban mejor dotados que su padre alrededor de 20 cm cada polla. Cuando ya estuvieron a tono, me ordenaron ponerles condón a dos de ellos, quedando el otro sin él, cosa que hice usando sólo mi boca, me dijeron que no querían que una puta les pegara cualquier cosa.
Comprendí rápidamente que usarían condón los que me penetraran por el coño y el culo, mientras que por la boca lo harían sin él.
Uno se tumbó en la cama boca arriba, mientras me obligaban a ensartarme su polla en mi coño. A continuación otro me empaló por el culo, para lo cual abrí las piernas todo lo que pude, y ayudé abriéndome el culo tirando de los glúteos hacia los lados.
Cuando ya estuvieron encajados y bombeando, el tercero me penetró la boca. Como yo no podía mamársela moviendo la cabeza rítmicamente, directamente empezó a bombear en mi boca igual que hacían sus hermanos por mis otros dos agujeros.
Mi cuerpo era un objeto de placer total para aquellos tres hombres. Aunque me hacían daño con las embestidas, yo encadenaba los orgasmos unos detrás de otros.
Estuvieron toda la noche jodiéndome a placer siempre simultáneamente por mis tres agujeros, cambiando de posición entre ellos, y al ser chicos jóvenes entre 20-30 años, tenían un aguante impresionante.
Yo no sé cuanta lefa bebí aquella noche, ya que me obligaron a beberme la del tío que se corrían en mi boca, más la que quedaba en los condones que usaban para follarme por culo y coño. Se puede decir que aquella noche mi cena fue la lefa de aquellos tres árabes.
Cuando ya no se les levantaban las pollas, dejaron de follarme. Entonces llamaron a las criadas, a eso de las 5 de la mañana, para que me pusieran guapa, y que su padre no se diera cuenta de que casi me matan a polvos.
En los días que transcurrieron, me estuvieron jodiendo el jeque y casi todos sus hijos, que me pasaban de mano en mano para disfrute suyo.
De las cinco putas que fuimos, sin duda yo fui la más follada, y la verdad que además del pago convenido, las propinas eran buenas, generalmente en joyas, que me compraban por Marbella, cuando me sacaban de palacio, eso sí con túnica hasta el suelo y velo que me tapaba la cara, aquello me daba morbo, el tener que ir toda tapada, en mi país España por el hecho de ser mujer.
Cuando pasaron los 15 días volví a Madrid con mis compañeras, gané lo suficiente para pagar mi compra a Mario, y una buena cantidad de dinero y joyas para mí.
Ahora que finaliza mi historia estamos en mayo de 2003, tengo 31 años conocí a Mario en septiembre de 1999 con 28 años y me dejó al año y medio de conocerle, y después de dejar todo por él. Mi familia, trabajo y salud.
Desde que volví de Marbella en marzo de 2000, he estado ejerciendo la prostitución de alto nivel. He ganado mucho dinero, e incluso he participado en el rodaje de alguna película porno.
Entre marzo de 2000 y junio de 2001 estuve viviendo con Ana, nuestra relación era de pareja y amantes, pero conocí a un camello que me suministraba coca, y me fui a vivir con él, abandonando a Ana para gran desconsuelo suyo.
Lo que me maravilló de él es que precisamente profesa la religión islámica, es negro, nacido en Argelia y vino a España, por el negocio de las drogas, se llama Hassan.
Empezamos a vivir juntos y me pidió que me casara con él para obtener la nacionalidad española, cosa que hice encantada. Me casé con él por lo civil y por el rito religioso islámico, por lo que no me quedó mas remedio que cambiar mi nombre y apellidos Oficiales por el de Zulema, adoptando los apellidos suyos.
Al casarme con él me tuve que convertir al Islam, yo que antes de conocer a Mario era cristiana católica de comunión y misa todos los domingos en compañía de la familia. Me hizo deshacerme de todas las joyas o adornos que tuvieran un crucifijo, y me prohibió por supuesto llevarlos. Ahora siempre llevo unos pendientes y un colgante al cuello con la media luna.
Mi madre se enteró, porque cuando murió mi padre cambió el testamento a favor de mi hijo, y en el registro oficial ya no aparecía mi anterior nombre, sino el de Zulema Jamil Abdulaji.
Aunque nunca me llamaba lo hizo para pedirme explicaciones, y le conté lo de mi conversión al Islam y mi matrimonio con Hassan, me preguntó su raza, y la conté la verdad, que era argelino de raza negra. La escuché por el teléfono que se ponía a llorar y me colgó, no he vuelto a saber nada de ella.
Hassan y yo, vivimos en un ático alquilado en el Barrio de Salamanca en Madrid, y me permite ejercer la prostitución vistiendo como una zorra, fumar, beber, y consumir coca porque según El Islam la mujer puede pecar si lo autoriza su hombre. Todavía sigo trabajando para Paco.
Desde aquel viaje a Marbella me quedé fascinada por la cultura Islámica, y aunque Hassan me permite seguir vistiendo como antes de conocerle por mi oficio, me trata con el desprecio que los hombres Islámicos tratan a sus mujeres, y eso me gusta.
Los insultos y humillaciones en público son constantes, gustándome especialmente que el sea negro, porque la gente me mira como no entendiendo porque lo permito. Me pega frecuentemente, aunque sin dejar señales en mi cuerpo para que pueda trabajar.
Como a Mario le gustan los piercing y tatuajes, y como ya quedaba poco en mi cuerpo por agujerear, me puso 4 piercing en forma de aro en los labios mayores de la vagina (dos en cada uno), y un tatuaje con la media luna de color violeta en cada uno de los laterales de los glúteos, como signo de mi fe en Alá.
Además me obligó a ponerme otro piercing de oro blanco en una de las aletas de la nariz, que se ve como una bola metálica, dice que así parezco mas joven porque los llevan todas las chicas de 20 años.
A Paco no le gustó, pero tuvo mucho éxito entre los clientes, por el morbo de ver mi sexo con 5 piercing en labios y clítoris. Además me los puso de los que no se podían quitar, la verdad me costó acostumbrarme a llevarlos en mi sexo.
Me han puesto en total, 5 piercing en sexo, en ombligo, pezones, lengua, y nariz, en total 10, todos de oro, ni que decir tiene que no paso ningún detector de metales.
Para que no perdiera clientes, frente a las putas más jóvenes Paco y Hassan, me hicieron operarme de nuevo el Pecho para ponerme una Talla 105, es algo excesivo, cada prótesis pesa 600 gramos, y noto que me duele la espalda, pero me quedó muy bien y ahora tengo tantos o más clientes que cuando empecé como puta profesional, hace tres años. Aunque claro yo les digo que tengo 27 años.
Me sigo manteniendo en el peso, que le gustaba a Mario, unos 56 Kg. porque no me dejan engordar, controlando Nadia mi dieta pero como me descuide enseguida cojo peso por el tratamiento hormonal al que me sometió Mario. La verdad es que paso hambre para mantenerme en ese peso, y en algún chequeo médico que nos obliga a hacernos Paco por si cogemos alguna enfermedad, me han dicho que estoy anémica. Pero claro el contraste de mis medidas de ahora 92-59-105, con mi delgadez vuelve locos a los hombres.
A Hassan le gusta follarme sin que yo sepa cuando me lo va a hacer, para que no disfrute. A lo mejor cuando estoy durmiendo a las 3 de la tarde (duermo de día porque vivo de noche) sin previo aviso, me despierta y me la mete por donde le parece, por lo que en esas condiciones no suelo estar mojada, y me hace daño con su enorme polla negra.
Hay días que se trae algún amigo a casa y me joden hasta hartarse entre los dos, sin importarles para nada si yo gozo o no, y también suelo ser moneda de cambio en sus negocios, es decir, en los acuerdos se suele incluir que alguien me folle sin cobrar yo por ello.
Sus infidelidades son constantes, y es muy normal cuando llego a casa al amanecer, que me tenga que ir a dormir a otra habitación porque esté con alguna golfa que ha conocido esa noche. Tenemos una criada marroquí, Layla (yo no hago las labores del hogar porque soy más rentable puteando), y en realidad es como otra esposa para Hassan, nuestra religión lo permite, y encima hace dos meses la dejó embarazada, Hassan se está pensando que hacer con Layla y su hijo, ya que quiere que aborte.
La verdad es que Hassan, me chulea sacándome el dinero, por lo que trabajo todos los días, salvo cuando tengo la regla. Paco me dice que con 31 años es mejor que empiece a cuidarme o no duraré mucho, porque el joder todos los días y las juergas nocturnas diarias (que solo puedo aguantar por la coca que me da Hassan) pronto acabaran con mi belleza, aunque intento seguir haciendo aeróbic a diario y me tratan en un Instituto de belleza la piel de todo el cuerpo todas las semanas, aunque los rayos UVA que me hacen tomar todo el año para estar siempre morena no son nada buenos.
En fin esta es mi vida actual. Desde aquel viaje a Palma en el verano de 2000, no volví a ver a mi familia hasta el entierro de mi padre en marzo de 2001. Aquel día especialmente triste, me costó volver a vestirme como una mujer decente, y aunque fui al entierro, nadie me saludó, ni mi madre, y Carlos mi exmarido al verme llegar, se llevó a nuestro hijo para que no le pudiera ver.
De vez en cuando voy a la cafetería de enfrente del colegio de mi hijo, para verle salir, con la nueva mujer de mi ex, que es una chica de unos 30 años, bastante guapa, y que ahora espera un niño.
Cada vez que veo a mi hijo me pongo a llorar, y no puedo dejar de maldecir el día que conocí a Mario, pero lo pienso y quizás el no fue el culpable, probablemente fui yo, por mi personalidad un tanto inmadura y sumisa hacia a los hombres que después de mi exmarido han pasado por mi vida.
También influyó el dinero fácil mi enorme inexperiencia con los hombres por lo que me quedé deslumbrada por Mario, y que descubriera de golpe que me gustara joder mas que ninguna otra cosa. El que me hicieran adicta a la cocaína, también facilitó el proceso, y el sentirme más guapa por las operaciones y tratamientos, me encantaba que los hombres me miraran y a mí provocarlos. Por no hablar de que me hicieran bisexual, después de obligarme a hacerlo con mujeres bellísimas durante meses.
Ahora mi vida está en un punto sin retorno y es un absoluto desastre, gobernada por Hassan, y no sé como acabaré, pero la verdad es que después de perder a mi familia en la que pienso todos los días, y del dichoso viaje a Palma con Mario (Cap. XVIII y XIX) en el que pudieron comprobar en lo que me había convertido, el rumbo que tome mi vida ya me ha dado igual.
Además la poca autoestima que me quedaba la perdí en aquella perrera en la que me encerraron como una perra más durante una semana. Cuando me obligaron a hacerlo con perros, creo que supe que era imposible caer más bajo.
Desde luego lo mejor que hizo Mario con mi cuerpo fue esterilizarme, porque el tener otro hijo con el tipo de vida que llevo habría sido una catástrofe.
La verdad es que con lo vivido desde que me dejó Mario, hasta ahora que vivo con Hassan, podría escribir otro libro, pero me resultaría demasiado doloroso, escribir mi propia caída.
Adiós y gracias a todos los lectores por la paciencia, al seguir toda mi historia, sólo espero que le sirva a alguien, para no cometer los mismos errores que yo he cometido.
FIN
Se agradecen comentarios.
jiji
que conste que es copiada de otro foro donde la encontré pero para los amigos bakunos que solo esperaron y no se les ocurrió buscar porque creyeron que sería dificil encontrarla pues aquí está la última parte
De esposa ejemplar a puta de lujo (22 - Fin)
Al llegar al apartamento de Ana donde tan buenos momentos había pasado hacía unos meses, me puse a llorar en sus brazos y le conté lo que Mario me hizo en Toledo, ella se quedó sin poder articular palabra. Me dijo que no le extrañaba que se me viera tan delgada después de estar una semana en esas condiciones tan lamentables.
Le conté que Mario me dijo que me recuperara en esta semana, porque negociaría con Paco para que pasara a ser una de sus chicas.
En esa semana, me puse de nuevo a tono, y por fin pude comer carne ya que Mario no me dejó mientras viví con él.
Llegado el día quedamos en uno de los chalets que usaba Paco como burdel. Yo le dije a Paco que me ofrecía a él gratis y que no le pagara nada a Mario, pero me respondió que Mario además de ser un buen cliente le surtía de chicas, y que luego se las operaba en clínicas para modelar sus cuerpos dándolas el mayor aspecto de putas posible, sin hacer preguntas, teniendo en cuenta que la mayoría eran inmigrantes ilegales, esto era un gran favor.
Me comentó que no me preocupara, que pagaríamos a Mario al 50 %, que si no tenía dinero, que él me lo adelantaría, y que ya se lo pagaría trabajando.
Me quedé de piedra, tendría que comprar mi libertad porque si no Mario mandaría el DVD, donde salía jodiendo con los perros a mi familia. No creo que mis padres y mi exmarido pudieran soportar ver eso, y yo no podría soportar que mi hijo algún día pudiera ver esa grabación.
Dentro de lo que cabe Paco cumplía nuestro acuerdo de al 50 % de ganancias y de pérdidas por lo que pude comprobar.
Aquel día iba vestida muy normalita, ya que evidentemente cuanto menos provocadora estuviera, más fácilmente podríamos pujar a la baja con Mario. Llevaba un vestido de una pieza blanco, que me llegaba hasta los tobillos, y ropa interior de algodón nada provocativa también blanca. No me maquillé y seguía muy delgada, ya que en una semana no me dio tiempo a recuperar peso. El pelo lo llevaba recogido en una sencilla coleta.
Me costó vestirme como una mujer decente, llevaba sin hacerlo desde que conocí a Mario, año y medio aproximadamente, pero me di cuenta que con todas las operaciones y el tratamiento hormonal, mi cuerpo y mi cara ya jamás pasarían desapercibidos, porque eran los clásicos de puta.
Me llevaron a una salita y allí esperé hasta que vinieron Paco, Nadia (la Madame del burdel) y Mario.
Mario al verme se cabreó, diciéndome que a pesar de ser una puta dejo de vivir con él una semana y ya se me olvida vestir y maquillarme como lo que soy. Yo me puse a llorar, y me dijo que parara de echar mocos que entonces estaría todavía más fea.
Durante el proceso de mi venta esto fue lo que pasó:
Paco: Nadia quítale la ropa, que tengo que ver lo que voy a comprar.
Nadia me ayudó a quitármela mientras yo seguía llorando. Mario al verme la ropa interior se cabreó todavía más, claro el no podía saber que yo estaba de acuerdo con Paco, para pujar a la baja.
Me tumbaron boca arriba sobre una mesa, con las piernas abiertas, y luego me dieron la vuelta a cuatro patas, sacando el culo hacia fuera. En toda la charla que sigue, me estuvieron tocando, todo el cuerpo, tetas, culo y coño. Examinándome hasta la boca.
Paco: ¿Nadia Qué te parece el cuerpo de la puta?
Nadia: No sé está muy delgada, aunque tiene buenas tetas y caderas. No obstante, esta chica parece muy usada, por las dilataciones de sexo y culo. Por como tiene la nariz además se ve que consume coca, ¿Qué edad tienes?
Sonia: Tengo 29 años.
Mario: Si esa es su edad, pero no está muy usada, está dilatada, porque ha sido madre, y sólo ha estado con su marido, conmigo y con quien yo he querido claro. Está delgada porque la mantengo a dieta, pero en función de lo que coma podéis conseguir el peso que os parezca. Y si consume coca, pero esporádicamente.
Paco: Es capaz de hacerlo con mujeres.
Mario: Si es totalmente bisexual, y es muy sumisa con respecto a los hombres, por lo que puede interpretar ese rol perfectamente sin decir no a nada. Aguanta dobles y triples penetraciones. Recuerda el polvo que la echamos en mi consulta.
Paco: ¿Cuánto quieres por ella?
Mario: 20 millones de pesetas.
Paco: No jodas eso es un robo ya tiene 29 años, no te doy más de 10 millones.
Mario: Sabes perfectamente que le quedan 3 o 4 años de plenitud, y que la amortizarías en unos pocos meses.
Paco: 12 millones.
Mario: 15 millones, si no me la llevo y la exploto yo como puta personalmente.
Paco: Está bien 15 millones pero a pagar en tres plazos en tres meses.
Mario: Trato cerrado, ya sabes mi cuenta, espero los tres plazos.
Fue increíble, asistí a mi propia venta como prostituta a un chulo de putas, Paco, que si bien aunque chulo, al menos me daría el 50 % de lo que ganara..
Durante mi venta, no paré de llorar. No podía comprender como había llegado a esto. En apenas año y medio, pasé de estar casada con un buen hombre y ser una Jefa de auditoría brillante, a ser vendida como prostituta, y a pagar yo encima la mitad de la venta.
Después de la venta, Paco y Mario se estrecharon las manos. Yo mire a Mario llorando. Les dijo a Paco y Nadia que salieran que se quería despedir de mí.
Cuando salieron, se acercó y empezó a meterme los dedos en el coño, yo me mojé. Mientras me daba un beso en la boca.
Lo que pasó fue lo siguiente:
Mario: Eres la mejor puta que he creado partiendo desde una mujer decente, difícilmente podré igualar con otra lo que he hecho contigo. Todavía te recuerdo cuando entraste en mi consulta por primera vez, eras una mujer delgaducha y tímida sin adicciones de ningún tipo que se avergonzaba de visitar al ginecólogo, y ahora con apenas meter los dedos en tu coño te mojas al instante.
Sonia: Mario por favor te ruego que me des el DVD con lo perros.
Mario: No te lo doy, si no me molestas, no se lo mandaré a tu familia, no quiero volver a verte, salvo para echarte un polvo cuando me apetezca.
Sonia: Mario ¿Alguna vez me has querido?.
Mario: Ja. Ja, Ja......... Que idiotas sois las mujeres. Para mí fuiste un capricho, mi creación, te modelé a mi gusto, te utilicé como me vino en gana. Quería comprobar hasta donde puede llegar a rebajarse alguien que lo tuvo todo en la vida, hasta caer en lo que tu has caído. Fue un reto que me propuse hacer contigo lo que eres ahora, y que una vez superado, perdió mi interés.
Sonia: Eres un Hijo de puta.
Mario: Si yo soy un hijo de puta, pero tu eres una puta.
Acabada nuestra charla y después de darme una hostia por el insulto, me pellizcó los pezones, me metió de nuevo los dedos en el sexo, limpiándoselos luego en mi boca, Se bajó la cremallera del pantalón y ya supe lo que tenía que hacer.
Me puse de rodillas y le saqué su erecto miembro, supongo que el venderme con toda impunidad, le puso cachondo, así que empecé a mamarle la polla sin que me lo pidiera.
Me la metí en la boca hasta la garganta, tocando con mi nariz su bello púbico, estuve unos segundos en esta postura, mirándole a los ojos. Mientras tanto el se reía y me miraba con absoluto desprecio por mi sumisión.
Después me la saqué de la boca y empecé a lamerle los huevos, para ir arrastrando mi lengua ascendentemente hasta el glande. A continuación empecé a meterla y sacarla fuerte de mi boca, para darle placer.
Mi cara era de tristeza, con los ojos llorosos, sabía que probablemente después de ese día no volvería a ver a Mario. En esto me dijo que no me veía masturbarme ni gemir, mientras se la comía. Yo no tenía muchas ganas de tener placer, pero hice lo que me ordenó, empecé a masturbarme con una mano y a gemir todo lo alto que podía, teniendo su polla en la boca.
Entonces me sujetó la cabeza con sus manos y empezó un mete y saca en mi boca. Me decía que era de las pocas mujeres que había conocido que se la podía joder por la boca igual que por el coño y el culo.
En esto mientras Mario se corría en mi boca y yo me masturbaba entró Paco, se nos quedó mirando y afirmó. Desde luego Mario esta chica es una auténtica zorra después de lo que la has hecho, y todavía se masturba mientras la follas la boca.
Cuando me bebí su lefa y le limpié bien la polla, se la metió dentro y se cerró la cremallera, diciéndole a Paco que no tuviera piedad conmigo, y que explotara mi cuerpo al máximo afirmando que me iba la marcha y sin decir nada más, sin darme un beso o una caricia se marchó. No me dijo ni adiós, a pesar de haber destruido mi vida.
No le he vuelto a ver, han pasado 2 años desde aquello, y 4 desde que le conocí. He sabido algo de él por Ana, pero no le he vuelto a ver, ni he intentado hacerlo, por si mandaba el DVD de los perros a mi familia. Se fue de mi vida como entró en ella con una mamada.
Cuando se marchó me puse a llorar, entraron Paco y Nadia, me consolaron y me dijeron que no me preocupara, que iba a comenzar una nueva vida, aunque eso sí que empezara a trabajar lo antes posible porque les debía 7,5 millones de pesetas.
Paco entonces empezó a planificar mis inicios profesionales, y en una cosa estábamos de acuerdo, lo antes posible teníamos que recuperar el precio que teníamos que pagar por mi cuerpo a Mario. Así que mi inicio como puta profesional fue de la siguiente forma:
Paco: Han venido a Marbella durante unos 15 días un Jeque árabe que es un buen cliente mío. Me ha pedido 5 putas para esos días, pero claro teniendo en cuenta que son muy pocos días, necesitan putas que no tengan la regla en esa quincena, porque os quieren usar sin interrupciones molestas.
Sonia: No hay problema, la última regla la tuve hace una semana, luego me quedan un 20 días.
Paco: Perfecto, esta noche salís en avión para Málaga, allí os esperará algún criado del Jeque. Por cierto, para lo árabes, las mujeres no sois mas que una mierda y las putas menos aún, adáptate a sus costumbres estos 15 días, porque en el precio va incluido el daros palizas si no hacéis todo lo que os digan.
Sonia: ¿Cuánto pagan?.
Paco: 2 millones por día y puta, luego por ti serán 30 millones, a repartir al 50 %. Después de pagar a Mario te quedarán 7,5 millones. Ves con 15 días de trabajo todo solucionado.
Allí en el chalet nos pusieron guapas, peluquería maquillaje, etc. Ropa sexi, y mientras me peinaban, Nadia me dio unas instrucciones para que fuera una buena puta:
Adriana (a partir de ese momento me cambiaron definitivamente el nombre y todo el mundo me empezó a llamar así) que te quede bien claro que la buena puta es:
La que hace creer que está disfrutando con el cliente.
La que dice a todo que sí
La que no reprocha nada al cliente.
La que parece que no tiene prisa.
La que acaricia al cliente mientras folla.
La que besa en la boca si se lo piden.
La que sabe provocar al cliente antes de entrar a la habitación.
La que solo habla del cliente, de ella y de sexo.
Después de ponerme guapa, me hicieron fotos, vestida con ropa provocativa, en lencería y desnuda, poniendo siempre cara de vicio. Nadia me dijo que era para la página de internet, que así me verían los clientes pudiendo contratar mis servicios en cualquier momento.
La pregunté si saldría con la cara al descubierto y me contestó que si. Un sentimiento de preocupación me invadió. Por si me veía alguien de mi familia, ellos conocían mi aspecto después de las operaciones, y me reconocerían. Mi excompañeros de trabajo también, pero que podía hacer, Internet es un buen medio para captar clientes, y no podía renunciar a él. Mi cuerpo se había convertido en un servicio público que cualquiera podía ver y alquilar.
Por la noche nos fuimos en avión. Paco me dijo que no me preocupara, que era una puta de las mejores y que triunfaría en este negocio.
A málaga llegamos de noche. Nos recibió un criado del jeque, y nos llevo a un palacio como de las mil y una noches a las afueras de Marbella.
Cuando llegamos, nos llevaron a una sala que recordaba a un harén, una mujer árabe, nos dijo que nos desnudáramos, y le diéramos todas nuestras cosas.
Una vez desnudas, nos inspeccionó los cuerpos, y nos informó que nos estaba prohibido fumar, beber, y consumir drogas los 15 días que estuviéramos allí, que su religión lo prohibía para las mujeres.
Luego unas criadas nos vistieron, como las típicas concubinas de los jeques de las películas, sin ropa interior, ya que según nos dijeron la mujer en su religión siempre tiene que estar accesible al hombre.
Llevábamos un top como de seda y una especie de pareo también de seda todo adornado con piedras preciosas. Además nos dieron una túnica hasta el suelo con velo, que tendríamos que llevar si salíamos a la calle para que nadie pudiera ver muestra piel desnuda.
Los señores venían al día siguiente y teníamos que estar preparadas. Teníamos a nuestro servicio una docena de criadas, para que nos atendieran y estuvieran pendientes de mantenernos deseables en todo momento. Nos sentíamos raras, y el mono de tabaco y coca empezó a aparecer en nosotras, pero como era mucho dinero el que nos iban a pagar, nos aguantamos. Eso sí yo creo que el mono, nos hacía tirarnos más al hombre.
El jeque llegó, con sus mujeres (tendría 10 por lo menos) y con sus hijos (algunos ya también con varias mujeres), el era un hombre de unos 50 años, y los hijos oscilaban desde los 30 a niños pequeños.
Cuando iban a comer, nos llevaron a su presencia, y nada más vernos sus mujeres se fueron sin terminar de comer, era increíble su sumisión al aceptar que sus maridos, fueran a joder con nosotras.
Allí estaba el jeque con dos de sus hijos mayores. Nos ordenaron desnudarnos, y la verdad, es que de las 5 putas que éramos, me di cuenta que mi cuerpo les impactó. Llevaba mi pelo rubio suelto, y les maravilló el contraste del mismo y mis ojos verdes con mi bronceado.
Me ordenaron acercarme, empezaron a tocarme, sobre todo se entretenían en mis piercing. Luego supe que en la cultura islámica una mujer anillada, es una mujer que está totalmente entregada al hombre, sobre todo si además tiene el clítoris anillado como yo.
El jeque que estaba sentado en el comedor (eso de comer en el suelo ya no lo hacen), tiró de mi hacia abajo y comprendí que quería que le mamara la polla. Me arrodillé entre sus piernas y se la saqué de debajo de la túnica y empecé a mamarla. Como vio que le miraba a los ojos ( Mario me enseñó a mirar al hombre cuando comiera su polla), me propinó un bofetón diciéndome que fuera la última vez que mirara a un hombre a los ojos, no lo pueden hacer ni mis mujeres, así que mucho menos lo puede hacer una puta.
Se me saltaron las lágrimas del bofetón, luego cuando vio que iba a empezar a masturbarme mientras se la comía me lo prohibió, y nos dijo que fuera la última vez, dándome otro bofetón. Que nosotras como mujeres no nos podíamos masturbar, que sólo tendríamos placer cuando nos penetraran.
Era increíble hasta donde llegaban con su dominio sobre la mujer. Pero a mi aquello me gustaba, empecé a enamorarme de la cultura Islámica, quizás por mi naturaleza sumisa hacia los hombres.
El era un tipo muy oscuro de piel como sus hijos, y bastante gordo, me apliqué en la mamada lo mejor que pude, metiendo y sacando mi cabeza rítmicamente mientras el comía.
No dejé de chuparle nada, llegando a la parte que une la polla con el ano, metiéndole los dedos en el culo. Pensé que a lo mejor no le gustaba y me daba otro bofetón, pero se volvió loco.
Mientras el seguía comiendo, yo me apliqué en la mamada, moviendo rítmicamente la cabeza. Su polla me entraba toda en la boca, ya que era de un tamaño normal y yo ya estaba acostumbrada a pollas de 25 cm.
Al cabo de un rato se corrió abundantemente en mi boca, yo me tragué toda su leche, y mientras me aplicaba de rodillas en la limpieza de la polla de su padre, sus dos hijos no paraban de mirarme con deseo.
Cuando terminé el jeque llamó a las criadas para que me llevaran a una dependencia a parte, para que me volvieran a bañar y a perfumar. Mientras me iba, comprobé como a las otras chicas las indicaron que empezaran a mamarles la polla, a lo tres, mientras seguían comiendo tranquilamente.
Por la noche, entraron tres hombres en mis dependencias, ya que me separaron del resto de las chicas. Eran los dos hijos del jeque, que fueron testigos de mi felación a su padre, y otro chico, que supuse que también sería hijo del jeque.
Me ordenaron quitarme las ropas islámicas que llevaba, y me dijeron que su padre me había separado del resto de chicas, porque me quería para el sólo, pero que esa noche ellos disfrutarían de mi cuerpo.
Yo me asusté un poco, porque aunque ya había estado con tres hombres a la vez, fue con europeos, y no sabía que podrían hacerme.
De momento me ordenaron que les pusiera a tono, así que les saqué las pollas de debajo de la túnica y empecé a masturbarles y mamarles las pollas, como podía. Estaban mejor dotados que su padre alrededor de 20 cm cada polla. Cuando ya estuvieron a tono, me ordenaron ponerles condón a dos de ellos, quedando el otro sin él, cosa que hice usando sólo mi boca, me dijeron que no querían que una puta les pegara cualquier cosa.
Comprendí rápidamente que usarían condón los que me penetraran por el coño y el culo, mientras que por la boca lo harían sin él.
Uno se tumbó en la cama boca arriba, mientras me obligaban a ensartarme su polla en mi coño. A continuación otro me empaló por el culo, para lo cual abrí las piernas todo lo que pude, y ayudé abriéndome el culo tirando de los glúteos hacia los lados.
Cuando ya estuvieron encajados y bombeando, el tercero me penetró la boca. Como yo no podía mamársela moviendo la cabeza rítmicamente, directamente empezó a bombear en mi boca igual que hacían sus hermanos por mis otros dos agujeros.
Mi cuerpo era un objeto de placer total para aquellos tres hombres. Aunque me hacían daño con las embestidas, yo encadenaba los orgasmos unos detrás de otros.
Estuvieron toda la noche jodiéndome a placer siempre simultáneamente por mis tres agujeros, cambiando de posición entre ellos, y al ser chicos jóvenes entre 20-30 años, tenían un aguante impresionante.
Yo no sé cuanta lefa bebí aquella noche, ya que me obligaron a beberme la del tío que se corrían en mi boca, más la que quedaba en los condones que usaban para follarme por culo y coño. Se puede decir que aquella noche mi cena fue la lefa de aquellos tres árabes.
Cuando ya no se les levantaban las pollas, dejaron de follarme. Entonces llamaron a las criadas, a eso de las 5 de la mañana, para que me pusieran guapa, y que su padre no se diera cuenta de que casi me matan a polvos.
En los días que transcurrieron, me estuvieron jodiendo el jeque y casi todos sus hijos, que me pasaban de mano en mano para disfrute suyo.
De las cinco putas que fuimos, sin duda yo fui la más follada, y la verdad que además del pago convenido, las propinas eran buenas, generalmente en joyas, que me compraban por Marbella, cuando me sacaban de palacio, eso sí con túnica hasta el suelo y velo que me tapaba la cara, aquello me daba morbo, el tener que ir toda tapada, en mi país España por el hecho de ser mujer.
Cuando pasaron los 15 días volví a Madrid con mis compañeras, gané lo suficiente para pagar mi compra a Mario, y una buena cantidad de dinero y joyas para mí.
Ahora que finaliza mi historia estamos en mayo de 2003, tengo 31 años conocí a Mario en septiembre de 1999 con 28 años y me dejó al año y medio de conocerle, y después de dejar todo por él. Mi familia, trabajo y salud.
Desde que volví de Marbella en marzo de 2000, he estado ejerciendo la prostitución de alto nivel. He ganado mucho dinero, e incluso he participado en el rodaje de alguna película porno.
Entre marzo de 2000 y junio de 2001 estuve viviendo con Ana, nuestra relación era de pareja y amantes, pero conocí a un camello que me suministraba coca, y me fui a vivir con él, abandonando a Ana para gran desconsuelo suyo.
Lo que me maravilló de él es que precisamente profesa la religión islámica, es negro, nacido en Argelia y vino a España, por el negocio de las drogas, se llama Hassan.
Empezamos a vivir juntos y me pidió que me casara con él para obtener la nacionalidad española, cosa que hice encantada. Me casé con él por lo civil y por el rito religioso islámico, por lo que no me quedó mas remedio que cambiar mi nombre y apellidos Oficiales por el de Zulema, adoptando los apellidos suyos.
Al casarme con él me tuve que convertir al Islam, yo que antes de conocer a Mario era cristiana católica de comunión y misa todos los domingos en compañía de la familia. Me hizo deshacerme de todas las joyas o adornos que tuvieran un crucifijo, y me prohibió por supuesto llevarlos. Ahora siempre llevo unos pendientes y un colgante al cuello con la media luna.
Mi madre se enteró, porque cuando murió mi padre cambió el testamento a favor de mi hijo, y en el registro oficial ya no aparecía mi anterior nombre, sino el de Zulema Jamil Abdulaji.
Aunque nunca me llamaba lo hizo para pedirme explicaciones, y le conté lo de mi conversión al Islam y mi matrimonio con Hassan, me preguntó su raza, y la conté la verdad, que era argelino de raza negra. La escuché por el teléfono que se ponía a llorar y me colgó, no he vuelto a saber nada de ella.
Hassan y yo, vivimos en un ático alquilado en el Barrio de Salamanca en Madrid, y me permite ejercer la prostitución vistiendo como una zorra, fumar, beber, y consumir coca porque según El Islam la mujer puede pecar si lo autoriza su hombre. Todavía sigo trabajando para Paco.
Desde aquel viaje a Marbella me quedé fascinada por la cultura Islámica, y aunque Hassan me permite seguir vistiendo como antes de conocerle por mi oficio, me trata con el desprecio que los hombres Islámicos tratan a sus mujeres, y eso me gusta.
Los insultos y humillaciones en público son constantes, gustándome especialmente que el sea negro, porque la gente me mira como no entendiendo porque lo permito. Me pega frecuentemente, aunque sin dejar señales en mi cuerpo para que pueda trabajar.
Como a Mario le gustan los piercing y tatuajes, y como ya quedaba poco en mi cuerpo por agujerear, me puso 4 piercing en forma de aro en los labios mayores de la vagina (dos en cada uno), y un tatuaje con la media luna de color violeta en cada uno de los laterales de los glúteos, como signo de mi fe en Alá.
Además me obligó a ponerme otro piercing de oro blanco en una de las aletas de la nariz, que se ve como una bola metálica, dice que así parezco mas joven porque los llevan todas las chicas de 20 años.
A Paco no le gustó, pero tuvo mucho éxito entre los clientes, por el morbo de ver mi sexo con 5 piercing en labios y clítoris. Además me los puso de los que no se podían quitar, la verdad me costó acostumbrarme a llevarlos en mi sexo.
Me han puesto en total, 5 piercing en sexo, en ombligo, pezones, lengua, y nariz, en total 10, todos de oro, ni que decir tiene que no paso ningún detector de metales.
Para que no perdiera clientes, frente a las putas más jóvenes Paco y Hassan, me hicieron operarme de nuevo el Pecho para ponerme una Talla 105, es algo excesivo, cada prótesis pesa 600 gramos, y noto que me duele la espalda, pero me quedó muy bien y ahora tengo tantos o más clientes que cuando empecé como puta profesional, hace tres años. Aunque claro yo les digo que tengo 27 años.
Me sigo manteniendo en el peso, que le gustaba a Mario, unos 56 Kg. porque no me dejan engordar, controlando Nadia mi dieta pero como me descuide enseguida cojo peso por el tratamiento hormonal al que me sometió Mario. La verdad es que paso hambre para mantenerme en ese peso, y en algún chequeo médico que nos obliga a hacernos Paco por si cogemos alguna enfermedad, me han dicho que estoy anémica. Pero claro el contraste de mis medidas de ahora 92-59-105, con mi delgadez vuelve locos a los hombres.
A Hassan le gusta follarme sin que yo sepa cuando me lo va a hacer, para que no disfrute. A lo mejor cuando estoy durmiendo a las 3 de la tarde (duermo de día porque vivo de noche) sin previo aviso, me despierta y me la mete por donde le parece, por lo que en esas condiciones no suelo estar mojada, y me hace daño con su enorme polla negra.
Hay días que se trae algún amigo a casa y me joden hasta hartarse entre los dos, sin importarles para nada si yo gozo o no, y también suelo ser moneda de cambio en sus negocios, es decir, en los acuerdos se suele incluir que alguien me folle sin cobrar yo por ello.
Sus infidelidades son constantes, y es muy normal cuando llego a casa al amanecer, que me tenga que ir a dormir a otra habitación porque esté con alguna golfa que ha conocido esa noche. Tenemos una criada marroquí, Layla (yo no hago las labores del hogar porque soy más rentable puteando), y en realidad es como otra esposa para Hassan, nuestra religión lo permite, y encima hace dos meses la dejó embarazada, Hassan se está pensando que hacer con Layla y su hijo, ya que quiere que aborte.
La verdad es que Hassan, me chulea sacándome el dinero, por lo que trabajo todos los días, salvo cuando tengo la regla. Paco me dice que con 31 años es mejor que empiece a cuidarme o no duraré mucho, porque el joder todos los días y las juergas nocturnas diarias (que solo puedo aguantar por la coca que me da Hassan) pronto acabaran con mi belleza, aunque intento seguir haciendo aeróbic a diario y me tratan en un Instituto de belleza la piel de todo el cuerpo todas las semanas, aunque los rayos UVA que me hacen tomar todo el año para estar siempre morena no son nada buenos.
En fin esta es mi vida actual. Desde aquel viaje a Palma en el verano de 2000, no volví a ver a mi familia hasta el entierro de mi padre en marzo de 2001. Aquel día especialmente triste, me costó volver a vestirme como una mujer decente, y aunque fui al entierro, nadie me saludó, ni mi madre, y Carlos mi exmarido al verme llegar, se llevó a nuestro hijo para que no le pudiera ver.
De vez en cuando voy a la cafetería de enfrente del colegio de mi hijo, para verle salir, con la nueva mujer de mi ex, que es una chica de unos 30 años, bastante guapa, y que ahora espera un niño.
Cada vez que veo a mi hijo me pongo a llorar, y no puedo dejar de maldecir el día que conocí a Mario, pero lo pienso y quizás el no fue el culpable, probablemente fui yo, por mi personalidad un tanto inmadura y sumisa hacia a los hombres que después de mi exmarido han pasado por mi vida.
También influyó el dinero fácil mi enorme inexperiencia con los hombres por lo que me quedé deslumbrada por Mario, y que descubriera de golpe que me gustara joder mas que ninguna otra cosa. El que me hicieran adicta a la cocaína, también facilitó el proceso, y el sentirme más guapa por las operaciones y tratamientos, me encantaba que los hombres me miraran y a mí provocarlos. Por no hablar de que me hicieran bisexual, después de obligarme a hacerlo con mujeres bellísimas durante meses.
Ahora mi vida está en un punto sin retorno y es un absoluto desastre, gobernada por Hassan, y no sé como acabaré, pero la verdad es que después de perder a mi familia en la que pienso todos los días, y del dichoso viaje a Palma con Mario (Cap. XVIII y XIX) en el que pudieron comprobar en lo que me había convertido, el rumbo que tome mi vida ya me ha dado igual.
Además la poca autoestima que me quedaba la perdí en aquella perrera en la que me encerraron como una perra más durante una semana. Cuando me obligaron a hacerlo con perros, creo que supe que era imposible caer más bajo.
Desde luego lo mejor que hizo Mario con mi cuerpo fue esterilizarme, porque el tener otro hijo con el tipo de vida que llevo habría sido una catástrofe.
La verdad es que con lo vivido desde que me dejó Mario, hasta ahora que vivo con Hassan, podría escribir otro libro, pero me resultaría demasiado doloroso, escribir mi propia caída.
Adiós y gracias a todos los lectores por la paciencia, al seguir toda mi historia, sólo espero que le sirva a alguien, para no cometer los mismos errores que yo he cometido.
FIN
Se agradecen comentarios.