GAROU_WOLVES
Bovino Milenario
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- 12 Ago 2007
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- #1
Una anciana y su nieto habitaban un rancho. En
los alrededores vivia un chaneque que les robaba la
comida cuando salian de la casa.
Un dia, la abuela fue a cortar hierbas, pero cuando
regreso, ya no encontro a su nieto. Le pregunto al
chaneque si lo habia visto, y éste le contesto:
—Por ahi vi que se fue.
La abuela busco y busco al niño y no lo encontro.
"¿Qué le pasaria? ——se pregunto——.¿Se lo comeria el chaneque?"
Fue al pueblo a avisarle al papa del niño y juntos
regresaron al rancho. Todavia andaba por alli el
chaneque.
—Ayudanos a recoger la leña —le dijeron—— y la
pones cerca de la casa.
Al anochecer, todos se fueron a dormir. El chaneque
se estiro las orejas y se le hicieron tan largas que una
Ia doblo para utilizarla como almohada y con la otra
se tapo.
Cuando la abuela vio que el chaneque dormia,
encendio la leña y huyo com su hijo.
—Me estoy quemando, me estoy quemando!
———grito el chaneque—, me quemo arriba, me
quemo abajo, me estoy quemando!
La abuela y su hijo se escondieron en la copa de
un arbol.
Cuando los otros chaneques oyeron las quejas de
su companero, vinieron corriendo; recogieron las,
cenizas del chaneque quemado, se las comieron y
asi revivio el chaneque.
La abuela y su hijo se fueron al pueblo y nunca
regresaron al rancho.
los alrededores vivia un chaneque que les robaba la
comida cuando salian de la casa.
Un dia, la abuela fue a cortar hierbas, pero cuando
regreso, ya no encontro a su nieto. Le pregunto al
chaneque si lo habia visto, y éste le contesto:
—Por ahi vi que se fue.
La abuela busco y busco al niño y no lo encontro.
"¿Qué le pasaria? ——se pregunto——.¿Se lo comeria el chaneque?"
Fue al pueblo a avisarle al papa del niño y juntos
regresaron al rancho. Todavia andaba por alli el
chaneque.
—Ayudanos a recoger la leña —le dijeron—— y la
pones cerca de la casa.
Al anochecer, todos se fueron a dormir. El chaneque
se estiro las orejas y se le hicieron tan largas que una
Ia doblo para utilizarla como almohada y con la otra
se tapo.
Cuando la abuela vio que el chaneque dormia,
encendio la leña y huyo com su hijo.
—Me estoy quemando, me estoy quemando!
———grito el chaneque—, me quemo arriba, me
quemo abajo, me estoy quemando!
La abuela y su hijo se escondieron en la copa de
un arbol.
Cuando los otros chaneques oyeron las quejas de
su companero, vinieron corriendo; recogieron las,
cenizas del chaneque quemado, se las comieron y
asi revivio el chaneque.
La abuela y su hijo se fueron al pueblo y nunca
regresaron al rancho.