La vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera situado debajo del hígado que almacena la bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. La bilis se libera de la vesícula biliar hacia el intestino delgado, principalmente después de comer, para facilitar la digestión de las grasas. Los cálculos biliares son depósitos duros que se pueden formar dentro de la vesícula, compuestos principalmente de colesterol y sales biliares. Estos pueden causar dolor y otros síntomas si bloquean el flujo de bilis. No siempre es necesario operar los cálculos biliares; el tratamiento depende de la presencia y severidad de los síntomas. Sin embargo, si los cálculos causan complicaciones o dolor intenso, la cirugía, generalmente una colecistectomía laparoscópica, puede ser recomendada. La cirugía por laparoscopia vesícula es considerada segura y tiene una tasa de complicaciones menor al 2%. Es un procedimiento mínimamente invasivo que permite una recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio en comparación con la cirugía abierta.