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Bovino Milenario
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Que onda bakunos pues la neta no es mio esta critica,pero es lo mas cercano a lo que pienso sobre este nuevo programa de telerisa Y A USTEDES QUE LES PARECIO,si lo se muchos diran NO VEO T.V ABIERTA etc en fin les dejo la critica y la fuente
Asco, eso fue lo que sentí cuando vi el primer programa de “Pequeños gigantes”.
Se me hizo nauseabunda la manera como los responsables de este “reality show” de El Canal de las Estrellas se burlaron de esos niños exhibiéndolos como animales de circo, poniéndolos a hacer cosas que, a su edad, no entendían, y realizándoles preguntas de pésimo gusto sobre sexualidad y relaciones sentimentales.
Si estuviéramos en otro país, ya hubiera habido demandas porque no se vale que se exponga así la dignidad de los menores de edad.
Y es que, aunque nos digan que aquí de lo que se trata es de buscar talento, no es cierto, de lo que se trata es de jalar “rating” a expensas de la inocencia de los niños.
¿Puede haber algo más delicado en este momento histórico que jugar con menores de edad?
Bueno, pues los señores de “Pequeños gigantes” no sólo están jugando con ellos, los están acercando a personalidades famosas por escándalos sexuales como Gloria Trevi. ¡Pues de qué se trata!
Admiro y respeto a Gloria como a pocas estrellas del firmamento artístico mexicano, pero no nos confundamos. Hay un perfil para cada cosa.
¿En qué cabeza cabe que los productores de esta emisión hayan hecho eso?
Y más en Televisa donde si algo hay es variedad de estrellas para el público infantil desde un clasiquísimo Chabelo hasta un exquisito Mario Iván Martínez pasando por el delirio populachero de los payasos de los estados y las enemil luminarias de las telenovelas.
¡Pues no se supone que en Televisa hay un departamento llamado Televisa Niños! Pues haga de cuenta que aquí, como si no existiera. Lo ignoraron olímpicamente.
Por si usted no tiene ni la más remota idea de lo que le estoy comentando, “Pequeños gigantes” es el nuevo “reality” musical dominical de El Canal de las Estrellas.
Es una emisión donde varios niños compiten, por equipos, en pruebas de talento que incluyen canto, baile y actuación.
Todos hacen algo, como participar en numeritos musicales con figuras de la talla de José José y Amanda Miguel, luego son juzgados por un panel de críticos (que incluye a una niña sobreactuadísima) y al final son salvados por otro panel encabezado por Gloria Trevi.
Esto es una copia de un montón de programas similares tanto mexicanos como extranjeros. La conducción corre a cargo de Galilea Montijo.
¿Cuál es la nota? El abuso infantil. Hay una parte en esta emisión, por ejemplo, en la que los jueces le realizan preguntas a los niños.
¿Qué clase de preguntas? Asuntos que tienen que ver, entre otras cosas, con embarazos y cuestiones de género.
Evidentemente ninguna de esas preguntas aporta algo sobre el talento de los muchachos. ¿Entonces cuál es su finalidad? Que la gente se ría a expensas de ellos.
¿Esto es justo? ¿Para eso los convocaron? Aunque a muchas personas esto les dé risa, es una falta de respeto que contribuye a que más gente siga usando a los niños como objeto de sus chistes.
Por si esto no fuera lo suficientemente delicado, es tan grave lo que estos chiquitos dicen durante sus entrevistas que alimentan la desinformación sobre temas fundamentales como la educación sexual.
¡Cuidado! Lo que menos necesitamos son problemas. Usted sabe, muchos de nuestros grandes conflictos sociales en este momento tienen que ver con pederastia, redes de prostitución infantil y cosas peores.
Yo no sé si esta gente tiene experiencia tratando con niños, si fueron debidamente asesorados o si son unos cínicos, pero a mí no se me hace muy adecuado que los chiquitos del siglo XXI jueguen a cantar a ritmo de “Qué bello cuando me amas así”, “Él me mintió” o “Que triste fue decirnos adiós”.
Se nota a leguas que su objetivo no es detectar a la nueva Lucero, al nuevo Luis Miguel o a los nuevos integrantes de grupos musicales como Timbiriche.
Su objetivo es hacer escándalo, escándalo a partir de menores de edad, y tan lo es que al menos durante la transmisión del domingo pasado se notó en varias ocasiones que aquello estaba o grabado, o medio grabado, y que había participaciones ensayadas. ¿Entonces cuál “reality show” en vivo?
Qué pena por esos chiquitos porque de que algunos tienen talento, por supuesto que tienen talento.
Mire, cuando yo era niño me tocó ver festivales infantiles en la tele como “Juguemos a cantar” y “América, ésta es tu canción”, y quienes los seguimos todavía recordamos, con cariño, muchas de aquellas canciones.
Hoy cantamos, en los karaokes, que si “Así se ríe la a, ja, ja, ja, ja”, que si “Con este viejo caballo de palo” y un montón de canciones que a lo mejor no eran la gran cosa, pero que tampoco nos hicieron daño.
¿Qué van a cantar los niños de ahora dentro de 30 años? ¿“Qué bellos son tus celos de hombre”? ¿“Hoy quiero saborear mi dolor”? ¿“Él me dijo que me amaba y no era verdad”?
No, pues definitivamente hemos avanzado. ¿O usted qué opina?
FUENTE

Asco, eso fue lo que sentí cuando vi el primer programa de “Pequeños gigantes”.
Se me hizo nauseabunda la manera como los responsables de este “reality show” de El Canal de las Estrellas se burlaron de esos niños exhibiéndolos como animales de circo, poniéndolos a hacer cosas que, a su edad, no entendían, y realizándoles preguntas de pésimo gusto sobre sexualidad y relaciones sentimentales.
Si estuviéramos en otro país, ya hubiera habido demandas porque no se vale que se exponga así la dignidad de los menores de edad.
Y es que, aunque nos digan que aquí de lo que se trata es de buscar talento, no es cierto, de lo que se trata es de jalar “rating” a expensas de la inocencia de los niños.
¿Puede haber algo más delicado en este momento histórico que jugar con menores de edad?
Bueno, pues los señores de “Pequeños gigantes” no sólo están jugando con ellos, los están acercando a personalidades famosas por escándalos sexuales como Gloria Trevi. ¡Pues de qué se trata!
Admiro y respeto a Gloria como a pocas estrellas del firmamento artístico mexicano, pero no nos confundamos. Hay un perfil para cada cosa.
¿En qué cabeza cabe que los productores de esta emisión hayan hecho eso?
Y más en Televisa donde si algo hay es variedad de estrellas para el público infantil desde un clasiquísimo Chabelo hasta un exquisito Mario Iván Martínez pasando por el delirio populachero de los payasos de los estados y las enemil luminarias de las telenovelas.
¡Pues no se supone que en Televisa hay un departamento llamado Televisa Niños! Pues haga de cuenta que aquí, como si no existiera. Lo ignoraron olímpicamente.
Por si usted no tiene ni la más remota idea de lo que le estoy comentando, “Pequeños gigantes” es el nuevo “reality” musical dominical de El Canal de las Estrellas.
Es una emisión donde varios niños compiten, por equipos, en pruebas de talento que incluyen canto, baile y actuación.
Todos hacen algo, como participar en numeritos musicales con figuras de la talla de José José y Amanda Miguel, luego son juzgados por un panel de críticos (que incluye a una niña sobreactuadísima) y al final son salvados por otro panel encabezado por Gloria Trevi.
Esto es una copia de un montón de programas similares tanto mexicanos como extranjeros. La conducción corre a cargo de Galilea Montijo.
¿Cuál es la nota? El abuso infantil. Hay una parte en esta emisión, por ejemplo, en la que los jueces le realizan preguntas a los niños.
¿Qué clase de preguntas? Asuntos que tienen que ver, entre otras cosas, con embarazos y cuestiones de género.
Evidentemente ninguna de esas preguntas aporta algo sobre el talento de los muchachos. ¿Entonces cuál es su finalidad? Que la gente se ría a expensas de ellos.
¿Esto es justo? ¿Para eso los convocaron? Aunque a muchas personas esto les dé risa, es una falta de respeto que contribuye a que más gente siga usando a los niños como objeto de sus chistes.
Por si esto no fuera lo suficientemente delicado, es tan grave lo que estos chiquitos dicen durante sus entrevistas que alimentan la desinformación sobre temas fundamentales como la educación sexual.
¡Cuidado! Lo que menos necesitamos son problemas. Usted sabe, muchos de nuestros grandes conflictos sociales en este momento tienen que ver con pederastia, redes de prostitución infantil y cosas peores.
Yo no sé si esta gente tiene experiencia tratando con niños, si fueron debidamente asesorados o si son unos cínicos, pero a mí no se me hace muy adecuado que los chiquitos del siglo XXI jueguen a cantar a ritmo de “Qué bello cuando me amas así”, “Él me mintió” o “Que triste fue decirnos adiós”.
Se nota a leguas que su objetivo no es detectar a la nueva Lucero, al nuevo Luis Miguel o a los nuevos integrantes de grupos musicales como Timbiriche.
Su objetivo es hacer escándalo, escándalo a partir de menores de edad, y tan lo es que al menos durante la transmisión del domingo pasado se notó en varias ocasiones que aquello estaba o grabado, o medio grabado, y que había participaciones ensayadas. ¿Entonces cuál “reality show” en vivo?
Qué pena por esos chiquitos porque de que algunos tienen talento, por supuesto que tienen talento.
Mire, cuando yo era niño me tocó ver festivales infantiles en la tele como “Juguemos a cantar” y “América, ésta es tu canción”, y quienes los seguimos todavía recordamos, con cariño, muchas de aquellas canciones.
Hoy cantamos, en los karaokes, que si “Así se ríe la a, ja, ja, ja, ja”, que si “Con este viejo caballo de palo” y un montón de canciones que a lo mejor no eran la gran cosa, pero que tampoco nos hicieron daño.
¿Qué van a cantar los niños de ahora dentro de 30 años? ¿“Qué bellos son tus celos de hombre”? ¿“Hoy quiero saborear mi dolor”? ¿“Él me dijo que me amaba y no era verdad”?
No, pues definitivamente hemos avanzado. ¿O usted qué opina?
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