Jesús Alejo
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8552411

El uso de los avances tecnológicos y científicos en prácticamente cualquier espacio de la vida cotidiana suele verse como positivo; inclusive, en distintas manifestaciones artísticas ha contribuido en su desarrollo, como el performance o el video-arte.
En el caso de la creación literaria la relación no ha sido tan estrecha, bajo el argumento de que herramientas como internet y hasta los blogs podrían impulsar la desaparición de la palabra escrita y, sobre todo, del libro como lo conocemos hoy día.
“Siempre ha habido transformaciones en los medios por los cuales se da a conocer la palabra escrita: el primer gran cambio tecnológico que tuvo el lenguaje fue la invención de la escritura y, sin duda, debieron existir personas espantadas ante una técnica que iba a hacer que la gente ya no usara más la memoria.
“En el caso de la literatura, el blog no viene a sustituir, sino a ofrecer un campo de experimentación flexible y, en algunos casos, alternativas de publicación, pero no acabará con el libro ni con la literatura impresa.”
Las palabras son del escritor Alberto Chimal, dueño de uno de los blogs más reconocidos en las letras mexicanas —al grado que ya cuenta con su página www.lashistorias.com.mx—, para quien resulta necesario aprovechar las posibilidades creativas de las nuevas tecnologías.
“Es una relación muy enriquecedora, porque no sólo son una plataforma para escribir y publicar textos que difícilmente podrían pasar por la prensa escrita, sino además del blog y todas las herramientas de contacto y relación social son otro modo de mantenerse comunicados.”
Para la poeta Rocío Cerón, hay que tomar las nuevas tecnologías sólo como un espacio alterno, en donde quede claro que el cambio de soportes no está peleado con los contenidos.
“Hay una nueva forma de utilizar el lenguaje, de escribir en una velocidad distinta, pero como lo fue al redactar un telegrama o en el espacio que permite un periódico o en las novelas por entregas. El blog permite experimentar como también lo permite un libro de artista o un poema objetual.”
Desde su perspectiva, mediante el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas, con los años se podrían producir obras multidimensionales que estimulen los cinco sentidos, “pueden crearse imágenes cerebrales: un reino de intervenciones mentales creadas por artistas y escritores”.
Espacio de comunicación
Las editoriales, no sólo las grandes empresas, sino también las independientes, tienen en las páginas electrónicas una herramienta indispensable, en las que no sólo hacen difusión de su catálogo, sino hasta ofrecen venta en línea e incluso están aquellas que en los trabajos de promoción involucran a sus escritores. Pero algunas empiezan a ir más allá.
Tal es el caso de Ediciones Sin Nombre, la cual no sólo se ha preocupado por ofrecer herramientas interesantes en su página electrónica, además aprovecha el llamado Web 2.0, en el que se encuentran los espacios de contacto social, como el Hi5 o Facebook.
“Éramos concientes de que no lográbamos llegar al lector a través de los puntos naturales, como son las librerías, y de que cada vez los segmentos son más precisos, por lo cual debíamos buscarlos en sitios específicos”, explica Ana María Jaramillo, directora del sello.
Así fue como se incrustaron en esos medios de contacto social —en Facebook—, lo que les ha servido, sobre todo, para difundir su quehacer y hasta generar un mayor entusiasmo por los libros, al grado de que ya cuentan con alrededor de mil 500 “amigos” en su lista de contactos.
“En el Facebook damos a conocer nuestras novedades, pero también, cada vez que un autor se da de alta, subo sus libros y los mando a todos mis contactos, aunque también he recibido un verdadero ataque de escritores nuevos, de gente que tiene manuscritos y desea darlos a conocer; entonces, estamos rebasados por ese lado, porque no estamos en capacidad de publicarlos.”
Pese a ello, Ana María aún piensa que los libros son un objeto con el que se establece una intimidad muy grande y deben ser leídos sin mediar un aparato, si acaso una luz artificial y unos lentes, “lo único que debiera existir entre el libro y el lector”.
Pero no todo se acaba en la red. Rocío Cerón apunta a extender la relación literatura-nuevas tecnologías a otras herramientas, surgidas de esos avances; así, por ejemplo, en mayo próximo aparecerá una obra interdisciplinaria a partir del poemario del mismo nombre de su autoría: Imperio, una edición bilingüe acompañada de un cd con música y video, la cual además tendrá una salida escénica o de poesía en acción donde participarán los bailarines Abigaíl Jara y Mijaíl Rojas.

Herramienta para todos
En el universo de los blogs hay escritores que llegaron tarde a las nuevas tecnologías: José de la Colina, Julio Ortega, Guillermo Sheridan, Roger Bartra, Federico Campbell, junto a algunos más jóvenes, como Luis Vicente de Aguinaga, Vivian Abenshushan, Alberto Chimal, Heriberto Yépez —quien dio a conocer primero su obra literaria en su blog antes de ser publicada— o Rocío Cerón.
En cuanto a páginas electrónicas, pueden encontrarse desde aquellas pertenecientes a editoriales o revistas culturales, que talleres en red de creación literaria y hasta aquellas en las que se ofrecen agentes literarios.
Lo más importante, para Alberto Chimal, es generar las condiciones para un uso menos culposo de estas herramientas, al tiempo de hacer conciencia de que son elementos que hasta pueden entrar como temas literarios.

No tienen temor de Virgilio, me caegulp!