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- #1
esta es una serie de relatos tomados de la red escritos por otra gente que se hace llamara el kioskero asi que mis respetos para el pues estan muy chidos
espero les agradenunzadita:
Como llegué a cumplir un sueño de niñez, ocho años despues...http://www.ba-k.com/imprimir/69913/http://www.ba-k.com/#enviar
espero les agradenunzadita:
Conquistando a mi tía
kiosquero
Todo comenzó mediante el morbo que siempre me había dado mi tía que se fue haciendo mayor conforme pasaban los años... De muy joven, yo siempre estaba en su casa porque mi primo y yo íbamos juntos al instituto, y por las mañanas iba a su casa, que me cogía de paso, para encaminarnos juntos a clase. Ya por aquel entonces, mi tía era una mujer de 36 años que estaba buenísima; una tetas enormes y un culazo que nos quitaba la respiración no solo a los chicos en edad pajillera, sino a la gran mayoría de los hombres del barrio. Ella se gustaba y vestía en casa con camisolas cortas muy por encima de los muslos y, casi todas las mañanas, me recibía sin sujetador por lo que podía ver, marcados, sus pezones en las camisetas mientras nos preparaba el desayuno a mi primo y ami que a nuestros catorce años siempre estábamos con la polla dura como un hierro.
Bueno, para no extenderme demasiado en la época anterior, diré que con el tiempo mi primo y yo nos distanciamos, básicamente porque al terminar el instituto, cada uno tomó un camino distinto... Por lo tanto la relación con mi tía también fue mas distante. De vez en cuando la veía por el barrio y nos dábamos dos besos, me preguntaba por como me iba y poco más... Por unos buenos negocios que hizo mi tío, su marido, su posición económica se convirtieron en una familia bastante adinerada y mi tía que no trabajaba nunca se apuntó al gym en el que yo estaba desde que volví del ejercito. Cuando al vi en el gym, por primera vez casi me da algo: sus shorts ajustadísimos a un culazo que me la ponía duro solo de verlo, esas tetazas aprisionadas en esa lycra; la verdad, no sé si estaba buenísima, pero el hecho del morbo causado desde la juventud hizo que mi polla saltara en mi pantalón.
Por supuesto, en esos dos meses mi tío volvió con mi primo, invitándome un día a cenar juntos. Reímos los cuatro, nos contamos cosas y todo en un ambiente increíble... La cosa que en los viajes que hacía mi tío, ella me pedía ayuda para que la ayudará a llevar la compra, si tenía alguna avería en casa etc... Así llegó el día en que cambió todo: como muchos días, al salir del gym, la acompañé a su casa, yendo en compañía, también, de su amiga Marina, que persistía en su táctica de acoso y derribo
Lo primero que hice fue llamar a Marina y poner una excusa tonta para faltar a mi cita, haciéndome prometer que no quedaba anulada sino pospuesta para otra ocasión, a lo que acepté. Después pasé la tarde en casa y, más tarde, tomando unas cervezas con unos amigos mientras esperaba la llamada de mi tía que, por fin a eso de las nueve de la noche, llegó.
"Nene, ¿te apetece venir esta noche?"
(Zaaaaas! Toma garrotazo! Mi tía estaba segura de que sentía algo, habría pensado mucho en lo que le dije en la tarde sobre un chico de mi edad)
Después, acerqué la polla a su boca y ella la recibió metiéndosela entera en su boca y chupándola para dejarla limpia, mientras no dejaba de jadear. Me dejé caer encima de ella pringándome el pecho de mi propio semen, pero me daba igual. Volvimos a besarnos como dos enamorados y nos quedamos dormidos así el uno al lado del otro y desnudos a la vez que ella acariciaba mi polla en una suave paja...
(Puede seguir las historias de Mario y Susana si les apetece, normalmente mis relatos serán historias de un solo capitulo, pero dependiendo de la aceptación de la gente del foro lo pensaré- Muchas gracias)
Bueno, para no extenderme demasiado en la época anterior, diré que con el tiempo mi primo y yo nos distanciamos, básicamente porque al terminar el instituto, cada uno tomó un camino distinto... Por lo tanto la relación con mi tía también fue mas distante. De vez en cuando la veía por el barrio y nos dábamos dos besos, me preguntaba por como me iba y poco más... Por unos buenos negocios que hizo mi tío, su marido, su posición económica se convirtieron en una familia bastante adinerada y mi tía que no trabajaba nunca se apuntó al gym en el que yo estaba desde que volví del ejercito. Cuando al vi en el gym, por primera vez casi me da algo: sus shorts ajustadísimos a un culazo que me la ponía duro solo de verlo, esas tetazas aprisionadas en esa lycra; la verdad, no sé si estaba buenísima, pero el hecho del morbo causado desde la juventud hizo que mi polla saltara en mi pantalón.
- Tita, ¿haciendo deporte?- le dije mientras tocaba su hombro.
- Mariooo, ¿que haces aquí?- me dijo mientras me abrazaba notando sus tetazas aplastadas en mi pecho.- No sabía que habías vuelto de Iraq...
- Sí, volví hace casi tres meses, me quería pasar a ver al primo, pero también sé que está haciendo un masters fuera, ¿no?
- Sí, esta con su padre en Madrid, en viaje de negocios, ya sabes cosas de la ampliación de capital de la empresa familiar. Tu tío trabaja y tu primo aprovecha para completar su formación. Vaya, nene, parece que tu también has completado tu formación... Estas hecho un toro.
Por supuesto, en esos dos meses mi tío volvió con mi primo, invitándome un día a cenar juntos. Reímos los cuatro, nos contamos cosas y todo en un ambiente increíble... La cosa que en los viajes que hacía mi tío, ella me pedía ayuda para que la ayudará a llevar la compra, si tenía alguna avería en casa etc... Así llegó el día en que cambió todo: como muchos días, al salir del gym, la acompañé a su casa, yendo en compañía, también, de su amiga Marina, que persistía en su táctica de acoso y derribo
- Mario, ¿por que no vienes esta tarde a mi casa, que tengo un tirón en la espalda y me ayudas a...?
- Marinaaa ¿quieres dejar en paz al chico? Serás guarra, no te aproveches de él...- dijo entre risas, pero con un tono que denotaba unos incipientes celos, por lo que queriendo ponerla a prueba, la interrumpí.
- Tita, no te preocupes... Marina, esta tarde me pasaré por tu casa si puedo- le dije galante poniendo la mano en su cintura y viendo como al cara de mi tía cambiaba de color a un rojo "enfado"
- Bueno chico, pues te espero ansiosa, compraré unos pasteles, jiji.
- Vale, Marina...- le dije despidiéndome de ella, ya en la puerta de la casa de mi tía.
- Desde luego, Mario, no me puedo creer que te creas lo que te dice esa tía... Un tirón dice...-decía mientras abría la puerta para invitarme a pasar como todas las tardes a tomar el café al que siempre me invitaba, como una rutina.
- Tita, no soy tonto... ¿Te refieres a que tu amiga quiere que le eche un polvo? Pues claro que lo sé...
- Ah, ¿Que lo sabes? ¿Y te parece bonito que, un chico de tu edad, tenga aventuras con una mujer de esa edad?
- Vamos, tía, no seas antigua... ¿Que problema hay? Si ella está divorciada y sólo busca una diversión de vez en cuando... Que no me voy a a casar con ella- le dije mientras me quitaba la camiseta y le daba un beso en la mejilla y me dirigía a la piscina de su casa. Siempre después del gym me metía un rato en la piscina y tomaba el sol mientras ella preparaba el café.
- Nene, ya están los cafés aquí...y te he traído pasteles...- el tono de su voz había cambiado por completo, incluso ese "nene", que solo utilizaba cuando tenía que pedirme un favor, había sonado mas morboso que nunca.
- Gracias, tita, pero no era necesario... Vaya, estas muy guapa con ese bikini,- dije haciéndome el sorprendido, como si no me hubiera fijado antes- ya era hora de que te dignaras a bañarte conmigo.
- Bueno, nene, he pensado que como no te importa compartir cama con Marina, por su edad, tampoco te importará compartir piscina conmigo, ¿no?- dije entre bromas, pero notándose visiblemente molesta por las atenciones que tenía para con su amiga.
- Jajaja, vamos tita ¿sigues enfadada por eso?... Que tonta eres...
- Ah!, muy bien....Es de tontas preocuparme por mi sobrino y porque no se mete en la cama de la primera que pille.- dijo, cambiando el tono de su voz hacía algo parecido a un enfado; los celos la consumían por dentro.
- Tita, si me lo pides, me quedo contigo, de verdad.... Esta tarde no tengo nada que hacer y me quedo contigo; si tú dices que es lo mejor para mí, lo haré- le dije acariciando su cara, ya que estabamos sentados en la misma hamaca.
- Bueno... Nene, no sé, no quiero que lo hagas porque yo te lo diga sino porque estés convencido de que no es buena idea acostarte con Marina- dijo bajando un poco sus defensas al sentir mi caricia.
- No, tita, lo haré porque tú me lo dices y ya está. No me enfado ni nada, pero no me pidas que entienda que es malo echar un polvo con una tía como Marina, porque no es así...- acercándome a ella- a ver, tita, ¿a ti te gustaría que te juzgará por tu edad? Eres una mujer tremenda que podrías acostarte con un chico de mi edad y darte una alegría.
- Pero que dices, nene...!! Soy una mujer casada y no estoy para jueguecitos de los tuyos.- me dijo molesta.
- Bueno, como digas, pero sólo te pido que pienses que no te gustaría que te juzgaran...- Dije para después guardar silencio unos segundos y concluir con la puntilla- Entonces tita, ¿quieres que me quedé, contigo?- acercándome más a ella.
- Vete, anda... Échale ese polvo a la alegre divorciada- dijo intentando calmar la situación y mirándome a los ojos y cogiéndome de la barbilla, me plantó un beso en los labios- Pero ten cuidado, nene, se muy discreto, no quiero que te etiqueten en el barrio.
- Vale, tita...- le sonreí maliciosamente, mientras me levantaba.- ¿Nos vemos mañana en el gym?
- Tu madre me ha dicho que hoy estaban en el pueblo,¿por qué no te vienes esta noche a ver unas películas? Si no estas muy cansado de tu maratón de esta tarde, claro.
- Llamame luego, tita, y aquí estará tu sobrino favorito.- le dije mientras me dirigía a la puerta.
Lo primero que hice fue llamar a Marina y poner una excusa tonta para faltar a mi cita, haciéndome prometer que no quedaba anulada sino pospuesta para otra ocasión, a lo que acepté. Después pasé la tarde en casa y, más tarde, tomando unas cervezas con unos amigos mientras esperaba la llamada de mi tía que, por fin a eso de las nueve de la noche, llegó.
"Nene, ¿te apetece venir esta noche?"
- Claro, tita ¿a que hora quieres que vaya?
(Zaaaaas! Toma garrotazo! Mi tía estaba segura de que sentía algo, habría pensado mucho en lo que le dije en la tarde sobre un chico de mi edad)
- Pues por mi perfecto, así me puedo quedar hasta mas tarde.
- Ok, tita, me termino la cerveza que estoy tomando y voy para allá
- Pasa al salón; acabo de salir de la ducha, enseguida estoy contigo...- me dijo, denotando mucha alegría en su voz, lo que me hizo sospechar que había recibido una llamada de Marina para informar de mi falta de asistencia a la "maratón de esa tarde" como la llamó mi tía.
- Vaya, nene, es la primera vez en años que me preparan la mesa cuando salgo de la ducha.- sonrió mientras me daba un beso en la mejilla- eres todo un galán.
- Bueno tía, ¿cual quieres ver primero?- le pregunté con las dos películas en la mano.
- Pues no sé, la verdad las que he cogido pensando en que te gustaran a ti, ademas me ha hecho gracia porque el protagonista de "El príncipe de Persia" se parece a ti mucho.
- Teniendo en cuenta que el tiene el pelo largo y yo rapado y que medirá casi 20 cm mas que yo...- repliqué.
- Bueno 20 cm no son nada...- dijo sin pensar el segundo sentido que tenía la frase y poniéndose roja como un tomate.
- ¿Que 20 cm no son nada? Jajaja, ufff tita, por dios que tiene mi tío entre las piernas.
- No seas guarro nene, jaja- rió ella también ante la broma.
- Bueno cariño, subamos a dormir que ya son las 2 de la mañana, te he preparado el cuarto de tu primo- me dijo mientras me tendía la mano. Yo cogí su mano y me levanté dirigiéndonos a la planta de arriba donde estaban las habitaciones sin soltar nuestras manos. Y en la puerta de las habitaciones se giró hacía mi y mirándome a los ojos me dijo:
- Me ha llamado Marina, para decirme que al final no habías ido a su casa, porque tenías un trabajo que hacer- me dijo con su mirada de agradecimiento mas sincera.- Gracias, Mario, por hacerme caso.
- No pasa nada, tita, pensé en lo que me dijiste y aunque sigo pensando que un polvo es un polvo, sabía que tu estarías mas cómoda si no hacía nada- le expliqué sin soltar su mano.
- Gracias, nene, de verdad- y cogiéndome la cara por las dos mejillas me dio un beso muy suave en los labios.-Buenas noches...
- Mar...Mario... Uffff, nene por favor, no me hagas esto.- decía entre suspiros, mientras notaba como mis manos subían por su vientre hacia esas tetazas que no cubría ningún sujetador por debajo d ella camiseta y mis dientes marcaban su cuello.
- Chisss, calla Susana- le decía yo, diciendo por primera vez su nombre de pila, lo que provocó un temblor en todo su cuerpo.
- Nene, fóllame, por favor... Quiero que me folles como nunca me han follado. Suspiraba fuera de sí totalmente.
- No, Susana, aún no- usaba yo el nombre de pila al saber lo que le excitaba que su sobrino la llamará así. Entonces empecé a bajar su pantaloncito dejándola solo con un tanga blanco precioso y bajando mi cara mientras besaba sus tetas por encima d ella camiseta su vientre, subiéndola, y llegando a su entrepierna.
- Neneee, por diosss...- gritaba ella abriendo las piernas a modo de aceptación ante lo que sabía que le esperaba.
- Asíiiiii, nene... Síiii. Que bueno amor, sigue, sigueeee. Cómemelo, Dioooos, llevaban años sin comérmelo así de bien. Por diooooos.
- Cariño, me corro, me... corrooooooooooooooo... Arghhhh...
- Ummmm, Susana, que coño tienes, amor
- Que me hasces, madre mía me la has clavado hasta los huevos... Joder que polla tienes nene, soy tuyaaaa.... Dame fuerte amor- mi tía había perdido todo el recato que le quedaba y estaba totalemnet entregada a la fuerza de mis pollazos.
- T...Titaaa, me viene, me voy a correr... No aguantó, jooooder- le gritaba ya al volver de explotar.
- Sí nene, córrete de una vez, por dios, que me estas matandooooo... - me decía mientras la voz se cortaba con otro orgasmo saliendo de lo mas profundo de sus ovarios.
Después, acerqué la polla a su boca y ella la recibió metiéndosela entera en su boca y chupándola para dejarla limpia, mientras no dejaba de jadear. Me dejé caer encima de ella pringándome el pecho de mi propio semen, pero me daba igual. Volvimos a besarnos como dos enamorados y nos quedamos dormidos así el uno al lado del otro y desnudos a la vez que ella acariciaba mi polla en una suave paja...
(Puede seguir las historias de Mario y Susana si les apetece, normalmente mis relatos serán historias de un solo capitulo, pero dependiendo de la aceptación de la gente del foro lo pensaré- Muchas gracias)