jarochilandio
Bovino de la familia
- Desde
- 14 Mar 2010
- Mensajes
- 6.220
- Tema Autor
- #1

José Reyez Doria
vie 25 may 2018

El evangélico PES, que también apoya a AMLO, tendrá un importante número de legisladores
Foto propiedad de: Internet
Las tendencias electorales, como lo ratifica la reciente encuesta de Consulta Mitofsky, apuntan a un hecho histórico: la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión será una Legislatura de izquierda.
La ola ganadora en torno a Andrés Manuel López Obrador se traducirá en un número inédito de triunfos en distritos electorales federales y estados de la República para MORENA y PT, de tal manera que el partido de AMLO por sí solo podría ser la bancada más numerosa en San Lázaro y en el Senado y, sumada a la bancada del PT, podrían rozar la mayoría absoluta.
Desde luego, el evangélico PES, que también apoya a AMLO, tendrá un importante número de legisladores, no tanto como dice la encuesta de Mitofsky, sin embargo, no se trata, ni de lejos, de un partido de izquierda.
Habrá que considerar también a muchos legisladores del PRI, que, por sus orígenes, trayectorias de lucha social, y arraigo comunitario, pueden ubicarse a la izquierda del espectro político ideológico; maestros, indígenas, campesinos, líderes urbanos han llegado al Congreso por el PRI, pero siempre bajo una férrea disciplina impuesta por un Presidente priista o un Presidente panista.
La Legislatura de izquierda se completaría con los legisladores que logre colocar el PRD, siempre y cuando reafirmen su identidad ideológica hoy extraviada en los rituales de pleitesía a un candidato del PAN.
Si bien al día de hoy los agregadores de encuestas marcan un 92% de probabilidades de que AMLO gane la elección presidencial, en la política y en la vida todo puede pasar; sin embargo, aunque se registrara un vuelco radical en las tendencias y finalmente saliera derrotado el tabasqueño, el escenario de un Congreso de izquierda parece irreversible.
Ahora bien, ante el desgaste político y discursivo de las marcas ideológicas, sobre todo de la “marca izquierda”, desgaste que los actores que la abominan quieren presentar como desprestigio, peligro y locura, conviene, para efectos de vislumbrar por dónde iría la próxima Legislatura, señalar qué es lo que entendemos por izquierda.
Atengámonos a lo básico: la izquierda es el movimiento político ideológico que se propone combatir las desigualdades económicas, políticas y sociales, impulsa políticas igualitarias y asume que la sociedad, el Estado y la historia pueden cambiar, no están dados para siempre. Desde la Revolución Francesa hasta la caída de la URSS, más o menos esas eran las banderas.
Es verdad que, después de 1991, la izquierda, para deslindarse de los regímenes comunistas autoritarios y totalitarios del siglo XX que cometieron verdaderas atrocidades, optó por ampliar esas banderas e incorporó a su agenda la defensa de las minorías, las diferencias culturales, las identidades sexuales, el uso sustentable de la biodiversidad, entre otras.
Dicho esto, ¿AMLO y MORENA son de izquierda? Sí, si nos atenemos a su discurso de combatir la desigualdad, la pobreza e incrementar las oportunidades de reivindicación social de campesinos, jóvenes, mujeres, indígenas. También, si tomamos en cuenta su creencia de que el pueblo quita y pone, es decir la visión que ha expresado sobre la participación social y ciudadana.
Aunque es verdad que AMLO y MORENA no lucen como defensores convencidos de la agenda izquierdista de respeto a las preferencias sexuales, identidades culturales, defensa del ambiente.
Una reserva más: ¿puede esperarse que legisladores de MORENA como Napoleón Gómez Urrutia, Gabriela Cuevas o Germán Martínez, respalden posturas de izquierda? Por convicción, no.
En este orden de ideas, ¿qué podemos esperar de la Legislatura de izquierda que comienza el 1º de septiembre? Si gana AMLO, ¿los legisladores de izquierda resistirán eventuales desvíos del Presidente respecto a la agenda igualitaria? Si no gana AMLO, ¿los legisladores de izquierda tendrán la fuerza, la integridad y la convicción para defender la agenda progresista?
No sabemos cómo se irán respondiendo esas cuestiones en los años por venir. En todo caso, lo que cabe esperar de una Legislatura histórica como la que se perfila, es, al menos, lo siguiente:
1.- Reformas legales para que la política económica y las estructuras fiscales promuevan la redistribución del ingreso y de la riqueza, como medida básica para disminuir la desigualdad abismal que existe entre los mexicanos.
2.- Desde la Cámara de Diputados, impulsar una reorientación del gasto público para privilegiar la creación de infraestructura productiva y el desarrollo social basado en el estímulo de las capacidades, el trabajo y la invención de las personas y los pueblos, erradicando todo tipo de asistencialismo, clientelismo y paternalismo.
3.- Cambiar la legislación para coadyuvar al fortalecimiento del poder adquisitivo del salario, frenar la precarización del trabajo y crear condiciones para lo que la ONU define como trabajo decente.
4.- Aprobar leyes que fortalezcan los derechos de seguridad social para todos, que establezcan un piso de protección social y que ningún mexicano carezca de servicios de salud, seguro de desempleo y una pensión digna para la vejez.
5.- Reformas estructurales que promuevan la redistribución del poder político, potencializar los instrumentos ya existentes de consulta popular e iniciativa legislativa ciudadana, así como crear mecanismos de participación efectiva y sustancial en la toma de decisiones públicas.
6.- Aprobar las reformas pendientes para reconocer a los derechos de los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, así como garantizar que se les consulte de forma previa, libre e informada, cuando se prevean medidas que les afecten directamente.
7.- Sin ser temas exclusivos de la agenda de la izquierda, porque son comunes a todas las expresiones ideológicas, la próxima Legislatura debe ser contrapeso efectivo del Ejecutivo Federal, llámese AMLO o quien sea; combatir en lo que le corresponde la corrupción y contribuir garantizar la seguridad pública de todos los mexicanos.
Fuente
Cuando leo apologías como ésta de quienes se supone deberían ser más críticos y analíticos, es cuando pienso: ¡que duro va a ser el BATACAZO a partir del 1º de Diciembre del 2018! Lo peor de todo es que HABREMOS (porque son NUESTROS IMPUESTOS) MALgastado UNA FORTUNA en eso. Los ciudadanos habremos perdido una vez más. Ellos, la polilla nacional habrá ganado otra vez. Nosotros seguiremos como el chinito: "nomás milando...". Más adelante les tengo un artículo de un verdadero izquierdista que es, DE-MO-LE-DOR.
No garantizo que, tras el paso del Peje por la presidencia, todos sus fans que lo han seguido incondicionalmente estén dispuestos a aceptar la cruda realidad. Necesitaríamos construir desde ya centenares, o miles, de hospitales psiquiátricos. Se radicalizarán (ojo, no confundir con los islamistas) y tendrán posturas aún menos razonables que durante este proceso. No habremos ganado nada. La sociedad -mexicana, claro está- en su conjunto habrá perdido. Con los vividores de los moches electorales (los acarreados del PRI y PAN), pues ya están acostumbrados a ello: es su "modus vivendi". Ya están acostumbrados a eso.