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Confesiones de un princesa (Parte 2)

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19 Mar 2014
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CONFESIONES DE UN PRINCESA (PARTE 2)
CUIDADOS FEMENINOS

Recuerdas cuando comenzaste a ser consciente de tu sexualidad? La primera vez que viste el cuerpo desnudo de alguien más? Cuando sentías culpa por imaginar a alguien de tu familia sin ropa? La primera vez que te masturbaste? La primera ocasión que viste un video porno?...

Yo sí, aunque no volví a ver el video, sé que fue el comienzo no oficial de mi vida sexual, unos días mas tarde me deshice del disco por temor a que mi madre lo descubriera y acabara con la imagen que mi familia tenía de mí.

Siempre fui una niña aplicada en la escuela, había tenido más de una mención honorífica por mis buenas calificaciones, mis padres me inculcaron desde pequeña el habito de la lectura, lo cual me enorgullece porque me ha ayudado bastante y me ha dado cierta ventaja frente a mis compañeros de escuela; siempre fui cuidadosa en no llamar la atención, mi ropa no era llamativa por la pena de mostrar mi cuerpo, en mi armario no había faldas ni shorts, a pesar de la insistencia de mi madre en que usara ese tipo de cosas, solo usaba pantalones y mis blusas no tenían escote, mi cuerpo había permanecido oculto hasta ese momento, aun en la ocasión que había ido a la playa; elegí para vestirme un short ajustado que cubría casi hasta la rodilla y nunca me quite la playera, note el disgusto de mi madre por mi atuendo, ella lucia su piel bronceada en un bikini color verde que contrastaba con el tono café de su piel, yo sentía que se avergonzaba de mi pero no me importo, prefería eso a escuchar algún comentario burlón de mi hermano o mis primos que habían ido con nosotros.

Lo único que podría considerarse sexi de mi guardarropa era mi ropa interior, mi madre se encargaba de comprarla por medio de catálogos y yo no había puesto objeción porque nadie más que ella y yo la veíamos y quizá por eso a mí me gustaba usarla. Tenía gran variedad, era lo único que podía comprarme mi madre sin consultarme y lo hacía muy seguido, tal vez como consuelo porque yo no aceptaba usar la ropa que ella consideraba adecuada para una jovencita de mi edad, así que se esmeraba en escoger diseños y colores aunque yo no los notara, solo me importaba sentirme cómoda y la ropa tenía esa gran cualidad, la mayoría eran como bikinis pequeños que no alcanzaban a cubrir mis glúteos, y la parte de enfrente, que marcaba perfectamente el triángulo que se formaba en la unión de mis piernas, se unía a la de atrás por medio de delgados cordones que apenas se notaban; las únicas prendas que eran algo diferente eran las que usaba cuando estaba en mi periodo, que a pesar de tener más tela seguían viéndose atractivas.

Las bromas de mis compañeros terminaron cuando mi amiga del catálogo de juguetes sexuales reporto a los que considero culpables, los chicos confesaron y fueron suspendidos algunos días después de un clásico discurso de la trabajadora social sobre el respeto que debía guardarse a las señoritas, en esa ocasión reunió a los tres culpables e hizo que pidieran disculpas a mi amiga frente al grupo, que lejos de agradecerlo, se sintió más apenada. Yo preferí evitar esos problemas y nunca comente nada sobre el disco, y una vez que creí haber olvidado el asunto todo continuo normal, hasta el evento de clausura de curso, donde se despedían las alumnas próximas a ingresar a preparatoria.

El grupo de teatro de la escuela preparo una obra haciendo referencia a situaciones clásicas del salón de clases en que el tema principal fue el cambio de mentalidad de los chicos y chicas de su edad; habían confeccionado ellos su vestuario al estilo de una telenovela que había sido famosa hacía pocos años, blusa blanca de botones, corbatas rojas y un suéter abierto rojo también con aúna falda azul marino que no llegaba a la rodilla; en el segundo acto aparecieron unas chicas de tercer año que habían cortado sus faldas a la mitad y ahora apenas cubrían la mitad de sus muslos, el auditorio en que se llevó a cabo el evento se llenó de silbidos de nuestros compañeros al grado que el director interrumpió una escena para pedir que tuvieran respeto a las alumnas; se notaba que habían puesto empeño en la obra pero a mi parecer su actuación dejaba bastante que desear, pero no preste más atención al desarrollo de la trama, el vestuario de las tres compañeras me hizo recordar el video y al dotado profesor que actuaba en él, me sentí sonrojada al darme cuenta que los chicos que habían sido castigados se emocionaban
al ver a las chicas, uno de ellos dirigía discretamente miradas hacia mí que yo evadía, no eran los únicos, cerca de ellos estaba un chico que me parecía simpático con el que en ocasiones platicaba sobre los trabajos escolares, si alguna vez hubiera contestado honestamente un chismografo hubiera aparecido su nombre en la clásica pregunta ¿quién te gusta de la salón?, aunque no convivíamos mucho en ocasiones nuestras miradas se encontraban y ambos sonreíamos, y ahí estaba el, sonriendo mientras las chicas que actuaban cruzaban sus piernas luciendo más ampliamente sus muslos y dejando ver en ocasiones su ropa interior, busque su mirada sin éxito por la concentración que él tenía hacia el escenario. Observe la reacción de todos, era una escuela privada y conservadora, no falto la profesora que parecía se había escandalizado por la obra, otras que simplemente reían por algún chiste dentro de ella pero lo que más me inquieto fue la mirada perversa de uno de mis profesores que discretamente acomodaba la parte frontal de su pantalón sin quitar la vista de las chicas, no hablaba ni sonreía pero mantenía los ojos fijos, habían sido también ellas sus alumnas y apuesto que en su aula jamás habían usado una falda de ese tamaño ya que el reglamento no lo permitía; sin darme cuenta de que descanse bastante tiempo mi mirada en su rostro el volteo a mirarme y me regalo una sonrisa que correspondí con disimulo.
Me preguntaba si las chicas eran conscientes de lo que hacían, si imaginaban lo que provocaban al mostrar así sus cuerpos, parecía que si por sus marcados movimientos al caminar, pero no alcanzaba a imaginar qué pensarían ellas si hubieran sentido la mirada de su ahora ex profesor o de incluso los alumnos más aplicados que ahora se habían formado para intentar tomarse fotos con ellas cual si fueran las actrices originales de la tv. Pero evidentemente no era por eso, lucían bastante bien en las fotos y en ocasiones dejaban que los chicos las tomaran de la cintura; y así la obra termino con la música de la telenovela que se escuchaba de fondo.

Mi subconsciente me comenzó a reprimir por mi forma de vestir, recordar la sonrisa del chico simpático despertó la inquietud de tal vez comenzar a hacer caso a mi madre sobre sus recomendaciones a la hora de comprar ropa, Por lo que estaba a la espera de la oportunidad. Sucedió poco antes de mi cumpleaños, habían invitado a una parte de la familia a pasar unos días en la casa durante esas vacaciones y su estancia ahí iba a coincidir con mi día, cosa que me incomodaba un poco porque aunque no acostumbraba a celebrarlo la ocasión hizo creer a mis padres que lo ameritaba y habían comenzado con los pequeños preparativos influenciados también por los tíos que vendrían.

Mi madre estaba dispuesta a dedicar un fin de semana a encontrar la ropa adecuada para demostrar a la familia que su hija, o sea yo, ya no era una niña, y sin decir más, accedí. Recorrimos tiendas solo ella y yo, probándome faldas, minifaldas, vestidos, blusas y zapatos altos, a veces me sentía apenada por lo corto de las prendas o los escotes de las blusas pero mi madre no podía ocultar su emoción, era importante para ella, era consciente de la responsabilidad que tenía de integrar a la sociedad una jovencita inteligente, educada y responsable, y le causaba emoción que además de esas cualidades podría hacerla atractiva y deseable para los chicos; así que estuvo dispuesta a invertir en algunos cuidados femeninos que a su parecer me hacían falta, y para ser sincera, comenzó a emocionarme la idea de cambiar de estilo para el próximo ciclo escolar.
Nos decidimos por un vestido gris claro, ajustado de la cintura para arriba que llegaba a penas a cubrir mis pechos dejando mis hombros descubiertos por completo por la ausencia de tirantes, la parte de abajo caía libremente hasta unos 15 cm por arriba de mis rodillas, haciendo notar el contorno que ya formaban mis caderas, me había comprado unos zapatos bajos color negro y me llevo al salón de belleza a que hicieran algo por mi cabello, el chico afeminado que lo atendía sugirió solo un despunte y recomendó una crema para resaltar lo quebrado del cabello heredado por mi madre. Estaba casi lista a no ser por dos cuestiones que hizo notar la ropa que me media: mi renuencia a mostrar mi cuerpo había marcado notoriamente una diferencia de tonos en mis piernas, el tono café claro característico de mi familia comenzaba a desvanecerse un poco al comienzo de mis muslos; y lo que más me preocupo por la ignorancia de cómo solucionar fue el bello delgado que me cubría, difícil de percibir por el tono de mi piel pero que era perceptible al tacto, lo note cuando mi madre me pidió tocar su pierna cuando ella se medía un vestido y sentí la suavidad de su piel, cuando hice lo mismo con mis piernas la suavidad se opacaba un poco por aquella delicada textura.

Así que con todos los conocimientos de mi madre sobre como lucir atractiva, genero su plan de acción mientras nos dirigíamos a un supermercado, busco varias cremas, entre las que destacaba un bronceador; tomo un paquete de rastrillos color rosa y un jabón exfoliante.
Al llegar a casa por la tarde la encontramos sola como de costumbre, a mi padre le había tocado trabajar hasta noche aquel sábado y mi hermano no se aparecía por la casa los fines de semana hasta ya muy avanzada la noche; así que mi mama se apresuró a poner en marcha el plan, me pidió que me metiera con ella a la ducha en el baño que había en su habitación, aunque yo estaba en toda la disposición de hacer lo que fuera, la idea de bañarme con ella me incomodaba un poco, puse pretextos cuanto pude pero termino convenciéndome argumentando que ambas éramos mujeres y que debía empezar a perder la pena de mostrar mi cuerpo y que era necesario hacer lo que nos disponíamos si quería verme atractiva con una falda corta, estuve de acuerdo aunque no alcanzaba a comprender por qué me tenía que duchar junto con ella.

Pero después de todo era mi madre y sabía que era de mente muy abierta, tenía un cuerpo muy bien cuidado que lucía agradable a la vista de cualquiera y estábamos solas; así que entre a mi cuarto, me quite la blusa y el pantalón quedando únicamente en ropa interior, me cubrí con mi bata de baño y me dirigí al cuarto de mi madre, la encontré a ella también con una bata de baño que la cubría hasta la rodilla; Me metí directamente al baño y note que el agua estaba lista por el vapor que desprendía, era un baño amplio y tenía una tina que en ese momento estaba dejando escapar el agua, mi madre entro detrás de mí aun cubierta y se sentó en el borde de la tina para sentir la temperatura del agua con sus pies, me invito a sentarme y lo hice sin quitarme la bata que traía puesta, después de un corto silencio que produjo la sensación del agua caliente en los pies, mi madre sonrió para preguntar
- Como se llama?
Puse mi cara de sorpresa y como si no entendiera su pregunta, comprendí entonces que era mi madre y algo muy poderoso nos unía, y no podía engañarle, pero quise ganar tiempo.
-Quien?- pregunte.
Ella me miro a los ojos con una sonrisa haciéndome sentir pequeña, sus ojos brillaron y sujeto mi barbilla.
- Ya no eres una niña, sabía que algún día ibas a acceder a usar un vestido, a mí también me costó trabajo armarme de valor para usar ropa que mostrara mi cuerpo, estrene un vestido cuando cumplí 15 años, era muy corto y sentía la mirada de todos los chicos, después me acostumbre a usar faldas y me gustaba bastante, a tu padre siempre le gusto que las usara- hizo una pausa- me embarace de tu hermano antes de cumplir 18 años, solo había estado con tu padre y afortunadamente había sabido elegir con quien, y unos días después de contárselo me pidió que me casara con él y comenzamos a vivir juntos- volvió a hacer otra pausa más prolongada mientras pasaba un jabón sobre sus pantorrillas- No me arrepiento de nada, tu hermano fue una bendición para mí, solo lamentaba que nadie me hubiera hablado de sexo antes, tus abuelos tenían dinero y propiedades pero aún tenían la mentalidad de su generación. Tu padre fue muy bueno conmigo y me ayudo a terminar después una carrera técnica- la parte inferior de su pierna estaba cubierta de espuma completamente, el baño se había llenado de vapor nublando un poco la vista, tomo un rastrillo y comenzó a mostrarme como lo hacía... - tienes que tener cuidado con los chicos, no todas corren la misma suerte que yo, tal vez este equivocada en decirte esto ahora, pero quiero que sepas que puedes confiar en mí y que voy a estar aquí para lo que quieras- termino de hacer a un lado todo el jabón de su pie y me dijo que tocara, extendí mi mano a su empeine y sentí la suavidad ahora más notoria por el vapor del agua. - ahora toma el jabón y hazlo tú, pero tienes que quitarte eso- refiriéndose a la bata. - ahora voy a bañarme mientras terminas- se levantó y sin temor alguno se despojó de la bata que ya se había mojado demasiado, únicamente la cubría la ropa interior de abajo y no pude evitar mirar mientras yo enjabonaba mis piernas, admire la firmeza de sus pechos y lo idéntica que era la circunferencia de los pezones con los míos, la imagen de su cuerpo con el agua y el jabón escurriendo sobre ella me parecía digna de una chica de las que salen en las revistas, la suavidad de sus piernas se notaba desde donde yo estaba, suavidad que parecía estar presente en todo su cuerpo; termine con una pierna y percibí la nueva textura de mi piel, comencé a enjabonar la otra, sintiendo los poros abiertos por el vapor que ahora apenas y dejaba ver, mama se quitó lo que le quedaba de ropa como si hubiese olvidado mi presencia, entonces constate que aquella suavidad estaba presente también en el área del bikini, quería preguntarle cono le había hecho para conseguirla en esa parte tan delicada pero no me atreví por los nervios que sentí al contemplar tan de cerca sus genitales a través del vapor, al instante recordé la penetración del profesor a su alumna mientras estaban hincados los dos, recordé la suavidad en los genitales de aquella jovencita y la imagen del pene entrando y saliendo de ella, imagine a mi madre a sus 17 años con su minifalda, la imagen se detuvo cuando mi madre salió de la regadera, flexiono su pierna frente a mí para lograr poner un pie fuera de la tina, seguí su entrepierna inconscientemente, mis negros pensamientos se habían ido pero note que mis pezones dentro de mi bra me delataban, mama salió y seco su cuerpo sin importarle cubrirse, la contemple discretamente mientras se agachaba para secar sus pies, yo ya había terminado mi tarea con la otra pierna dejando la misma textura, mi madre salió desnuda del baño y aproveche para terminar de bañarme, me desnude por completo y me perdí entre el vapor por un tiempo, después de un rato mama estaba mirándome desde la puerta, se acercó y recorrió mi cuerpo desnudo con la mirada. -vamos a trabajar el área del bikini- me dijo.

No voy a dar más detalles de lo que paso después, Pero esa noche antes de ir a la cama me quite la pijama por completo para contemplar mi cuerpo, busque mi uniforme de la escuela y me puse la falda entablillada color azul junto con la blusa blanca sin el sujetador, doble y subí mi falda hasta mi ombligo para mostrar más mis piernas y me senté sobre la cama, imagine que era yo una chica de la obra de la escuela, que era yo la que provocaba los silbidos y la emoción en mis compañeros; desabotone mi blusa para acariciar mis pechos que ya estaban erguidos mientras que con la mano derecha acariciaba suavemente mis piernas por debajo de la falda, llegue hasta mi ropa interior para deshacerme de ella notando la humedad que ya le había impregnado, cruce mis piernas para hacer lucir mis muslos, sentí como si todos mis sentidos se concentraran en un solo punto de mi cuerpo, en la unión de mis piernas, imagine que era yo quien provocaba las sonrisas en el chico que me gusta; me deshice de la falda y quede solo con la blusa desabotonada por completo, abrí un poco las piernas y mire en el espejo mis genitales y comencé a rozarlos con mis dedos, la suavidad en el área del bikini que sentí en la palma de mi mano me hizo estremecer aún más, sentí el calor que salía de mí y aventure un poco hacia adentro mi dedo medio conteniendo la respiración que había comenzado a acelerarse, imagine que era yo quien provocaba la mirada perversa del profesor que me había regalado una sonrisa, continúe con el jugueteo de mis dedos y acariciando mis pechos... y de repente un ruido en la sala me hizo separar mis manos, era mi hermano que llegaba y había preguntado por mí a mi padre que aun veía la tele, fue a mi cuarto, toco la puerta mientras yo me apresuraba a meterme dentro de las cobijas para fingir que dormía, no conteste, mi hermano dio vuelta a la chapa y abrió la puerta lentamente, escuche que entro y coloco una bolsa sobre la mesa de mi computadora, salió de mi cuarto y lo escuche decirle a papa que ya estaba dormida, quise levantarme para poner el seguro de la puerta pero solo logre quitarme las cobijas de encima, me recosté y abrace una almohada con las piernas desnudas disfrutando el roce en mi entrepierna que seguía descubierta, deje la blusa cubriendo mi espalda y dormí sintiendo el aire que entraba por la ventana y calmaba el calor en mi cuerpo.

Continuara???​
 
Gracias por los comentarios, pero han sido pocos y ya le logrado lo que queria, seguire escribiendo pero no se si vuelva a publicar aqui. Saludos.
 
Tu redacción es excelente, me gusta tu estilo de escritura. Espero poder seguir leyendo lo que escribes, ya sea por acá o por medios mas privados si tu así lo deseas. Y sin ser explícita provocas reacciones en la gente. Me gusto mucho tu relato
 
Tu redacción es excelente, me gusta tu estilo de escritura. Espero poder seguir leyendo lo que escribes, ya sea por acá o por medios mas privados si tu así lo deseas. Y sin ser explícita provocas reacciones en la gente. Me gusto mucho tu relato
Nanes me quitaste las palabras,
Princessa Adolescente tu forma sutil pero sobre todo el punto narrativo desde una princesa es lo mejor.
Espero mas relatos
Saludos
 
Una vez más me fascinó tu relato, tienes una redacción que hace fácil comprender e imaginar cada detalle que describes; ojalá sigas escribiendo, tienes un gran talento y es un placer poder disfrutar de tu historia...
 
Fue muy bueno o mas bien excelente y espero que sigas publicando aqui
 
un gran placer disfrutar de la calidad de tu relato, de los mejores que he leido, saludos y espero que nos quites la inquietud y la duda con muchas mas partes de este gran relato.
 
Excelente historia, la vas llevando perfectamente y logras que sea muy excitante sin necesidad de escenas de sexo, asi que cuando ocurran sera como un orgasmo largamente ansiado, espero seguir leyendo tus historias
 
Muy buen tema, exelente redacción y de verdad le hace bien al foro de "erotismo" de verdad y no solo sexo
 
No importa donde escribas ... lo publiques o no ... solo no dejes de escribir .. aparte que denota que te sirve de terapia tu escritura es muy fluida entendible y fácil de entender ... en lo personal me encantó ojalá y si publicas algo me encantaría leerlo ... si lugara a dudas me encanta tu estilo ...
 
Por favor continúa, se te agradece compartir, pero sobre todo tu narrativa y tu ortografía. Gracias, desde ya tienes un admirador!
 
Yo le imagino tan dulce, tan tierna, descubriendo algo nuevo en usted... Los detalles y la manera en la que redacta cada porción me han hecho desarrollar a plenitud cada cosa que ha escrito. Han sido los mejores relatos que he leído. Sanos, dulces pero con un toque de picante bien delicado. Super lindos ambos relatos.
 
Muy buenos los dos relatos, ojala sigas publicando, es tan excitante imaginar como vas descubriendo la sexualidad
 
me gusto mucho tu historia, lei la primera parte y de inmediato busque la segunda parte... creo que esta muy buena... me gusta tu estilo de narracion y como pintas el ambiente o escenario para poder imaginarte viviendo la historia... espero la tercera parte...
 
Princesa, me tenes sin palabras, excelente, me meti tanto en la historia, como espiando entre cortinas me sentí, gracias por el aporte.
Esperamos con ansias la siguiente parte, y poder acompañarte en tu pasado fascinante, tierno, cautivador, me estoy volviendo todo un locochón!

Estamos esperando con ansias @Princessa Adolescente

Saludos desde guatemala.
 
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