Como es costumbre, me desperté primero, la imagen ante mí era conocida y extraña a la vez, dos mujeres desnudas y un hombre desnudo, además de mi. Salí de la cama y me dirigí al baño, todavía trataba de hacer memoria de lo ocurrido, no era un sueño pues la evidencia yacía desnuda en la habitación, fui a la cocina por un poco de jugo y ahí estaba elis, mi novia, desnuda como la vi al despertar.
Elis: no recuerdo bien lo que hicimos ayer, pero lo hicimos todos en la cama, verdad?
Yo: bueno, lo hice con Sonia y contigo y tu le hiciste un oral al flácido pene de omar, eso sí, se vino abundantemente en tu boca.
Elis: entonces no aproveché para comérmelo.
Yo: puedes hacerlo ahora, ayer no te dejé porque lo ibas a hacer a mis espaldas, ahora ya no hay detalle, anda, ve al cuarto y despiertalo, igual se les une Sonia, yo solo veré.
Elis: ok, entonces verás como aprovecho la ocasión.
Nos dirigimos al cuarto, seguían los Sonia y omar dormidos, omar estaba recostado boca arriba por lo que elis empezó a subir en su cuerpo hasta llegar a su pene, el cual se lo metió en la boca, omar despertó y vio a elis haciéndole un oral, su pene empezó a reaccionar y creció dentro de su boca. Se sacó el pene de la boca y se puso en posición de 69, omar empezó a comerse el coño de mi novia mientras yo veía, después se puso ella en posición de vaquero y empezó a montar a omar, genial como nunca al tener esa verga gorda dentro, el zangoloteo de la cama despertó a Sonia, quien se dirigió hacia mí al ver mi verga firme, se la echó a la boca y empezó a masturbarme con una mano. Elis se puso de perrito y le pidió a omar que le diera por el culo, el arremetió con fuerza, así estuvimos hasta que omar se corrió en el culo de elis y yo en la boca de Sonia.
Mientras desayunamos quedamos que Sonia debía venir a vivir con nosotros, pero no le diríamos a nadie como convivíamos.