Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Patita de hule Ƹ̵̡Ӝ̵
Bovino de alcurnia
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- 15 Dic 2008
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- #1
Saludos bakunit@s, es la primera vez que publicaré en esta parte del corral, aunque claro que últimamente había estado viniendo seguido a leer.
Bueno, comenzare por comentarles que aunque no soy nueva en esto de las relaciones sexuales, esto que voy a relatarles lo sentí como si fuera la primera vez (aunque mi primera vez no fue en realidad algo memorable).
Llevábamos poco de ser novios, sin embargo, todo parecía ser nuevo con él. Después de varios fajes que no hacían sino dejarnos con más ganas, decidimos que era hora de hacerlo realmente, así que decidimos, ya saben, ir a un hotel.
Sábado por la tarde, había quedado de pasar por mi temprano, pues queríamos estar todo el tiempo posible dentro de ese hotel. Me prepare para él, yo, siendo morenita, chaparrita, ojos claros, no soy flaca tampoco gorda, digamos solamente que “ahí de donde agarrar”, soy de cadera grande y un buen par de tetas mas o menos grandes, un rico 38D si es que saben de tallas… así que puse manos a la obra, decidí que por ser la ocasión que era seria lindo depilarme toda, enfundarme en una linda tanga (aunque no me gustan) pues se que a el le excitan, mis jeans a la cadera, camiseta de esas de tirantes y sin bra, supuse que finalmente no lo tendría puesto mucho tiempo.
Debo confesar que iba intensamente nerviosa, pues como mencione, él lograba hacer que sintiera todo como si fuese la primera vez, me asustaba. Pero por otro lado iba excitadísima, en primera por pensar en que al fin después de un buen tiempo de inactividad (llevaba mas o menos 2 años sin sexo) volvería a disfrutar de una buena cojida, y en segunda porque llevaba puesta una tanga, no se cómo será para las demás chicas, pero al menos a mi siempre me moja el usarlas, tal vez sea por el rose de ese hilito que se cuela entre las nalgas y que a la vez rosa riquísimo el clítoris, no lo se, simplemente digamos que el usarla ya me pone a mil.
Cuando llego por mi, no pude sino simplemente repasar mis labios con la lengua, pues se había preparado para mi, justo de la manera en que me gusta, él es alto, delgado, y se había rasurado la barba de esa forma sexy que me encanta, por lo demás de hecho había hecho lo que yo misma, se había vestido de una manera bastante sencilla, solo jeans y camiseta. Recuerdos que nos saludamos de manera realmente sencilla, un besito y un “hola lista para irnos?” a lo cual asentí, regrese por mi bolsa y mis llaves y nos pusimos en marcha.
Ninguno de los dos quiso desperdiciar tiempo en ir al cine o por café, ya sabíamos lo que queríamos hacer, así que al ver que él también estaba nervioso me acerque a su oído y simplemente le dije
- Anda vamos ya, yo se que quieres ir al hotel, no me hagas implorártelo --- al tiempo que comencé a besarle y morderle el cuello, se que basta con eso para ponerlo duro.
Volteo a verme un poco sorprendido, así que solo le devolví una sonrisa picaresca y lo bese como si quisiera que mi lengua le llegara a la garganta, a lo que el respondió agarrándome y apretándome las nalgas. Llegamos al lugar, un hotel como cualquier otro, cama, baño y tv, francamente poco me importaba el lugar, yo lo que quería y a lo que iba no era a ver la tv precisamente.
Apenas si cerró la puerta fue a buscarme, comenzó a besarme tiernamente, mientras colocaba sus manos en mi cintura y acariciaba mi espalda, cada roce hacía que lo sintiera en cada centímetro de mi cuerpo. Yo simplemente me dejaba llevar. Comenzó a besar mi cuello y lentamente bajaba.
Me quitó la camiseta dejando libre mi par de senos, supongo que imagino que eran más pequeños, pues pareció sorprendido de su tamaño, pues como mencione, hasta ahora solo habían sido fajes, con ropa puesta y demás. Se abalanzó sobre ellos, con una mano apretaba uno y con la boca succionaba el otro dando pequeños mordiscos a mis grandes pezones café oscuro, y después apretaba los dos mientras seguía besándome. Ligeramente fue depositando mi cuerpo sobre la cama, seguía besando, seguía tocando, como si al igual que yo, tuviera mucho tiempo de “inactividad”. Finalmente desabotono el pantalón haciéndome quedar solo en tanga, sonrió de manera perversa mientras comenzaba a quitarse la camisa, así que me senté y comencé a desabotonar su pantalón hasta que quedo totalmente desnudo. Y lo vi, su grueso y tieso pene saltaba a mi vista, era más grande de lo que había imaginado y claro esta, se me antojaba más excitante.
Volvió a besarme, haciendo que quedara recostada boca arriba mientras el seguía tocando mi cuerpo, abrí mis piernas para que pudiera acomodarse entre ellas, yo acariciaba y repasaba con mis uñas su espalda, el comenzó a repasar mi rajita con la punta de su pene, diablos, eso me calentó tanto que si hubiera hecho eso por un rato prolongado eso hubiera bastado para hacerme tener un orgasmo, él lo descubrió pues cada vez que repasaba mi rajita con las uñas rasguñaba su espalda. No pude más…
- Papi, por favor métemela
- ¿Ya quieres sentirla?
- Ya me tienes bien mojada papi
Despacio coloco la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina y luego me penetro de un solo golpe, me hizo gritar y gemir al mismo tiempo, sentí como si todo mi cuerpo se quemara por dentro. Coloque mis piernas alrededor de su cadera, después de unos segundos de haberme penetrado saco su dura verga despacito, lo hizo tan despacio que casi lograba sentir como mis paredes vaginales volvían a su posición…
- ¿Qué haces? No la saques
- ¿Te gusto eso he? No seas desesperada que tengo mucho más para ti
- Pero
- No digas nada, eres mía ahora
Dicho eso siguió cojiendome en el más rítmico mete y saca que jamás había sentido, la metía fuerte y la sacaba despacito, me estaba haciendo gemir de tal manera que ni yo misma me reconocía. Finalmente aumento el ritmo, sabía que estaba a punto de terminar, lo hacía tan rápido que mis pechos bailoteaban al ritmo de sus embestidas…
- Mami me voy a venir
- Yo también papi, lléname de leche, termina dentro quiero sentir como te escurres papi
Llegamos juntos al orgasmo, el choque de su esperma con mis paredes vaginales realmente me llevaron a la gloria, se recostó sobre mi pecho mientras ambos respirábamos agitadamente, nos quedamos en silencio, yo disfrutaba cada sensación pues aún no sacaba su pene de dentro de mi.
Creo haberme quedado dormida, pues lo siguiente que recuerdo es a él sobre mi cuerpo repasandolo con la lengua, no se como hacia para encontrar el punto exacto en el que podia hacerme sentir excitada... Me coloco boca abajo y comenzó a recorrer mi espalda con los dedos, después se acompaño con la lengua, yo no hacia más que disfrutar de cada roce, instintivamente alce mi cadera al colocarme sobre mis rodillas ofreciendole a él mi pose favorita, lo hice esperando a que entendiera la indirecta y así fué, se colocó detrás de mi y comenzó a lamerme la rajita haciendo que con cada lenguetazo me mojara cada vez más...
- Damela ya papi, quiero sentirte otra vez.
Esta vez no hablo, no dijo nada, simplemente se colocó detrás de mi y comenzó a cojerme de la manera más salvaje y deliciosa, justo como me gusta, me daba unas deliciosas embestidas, me hacía sentir como si su verga me fuese a llegar hasta la garganta. No salia palabra coherente de mi boca, estaba gozando tanto que no hacia sino gemir y pedir que me cojiera más fuerte. Estaba él tan excitado que comenzó a darme nalgadas...
- Ahh papi, eso me encanta...
- Lo se mami, ahora eres mi zorrita y te va a encantar todo lo que te haga
Me impresiono un poco que me dijera así, pero extrañamente sentí como si al decir eso simplemente hiciera que me mojara todavia más, si es que eso era posible. Entre gemidos y sonidos casi guturales solo atine a decir
- Dame duro papi, ya queria que me cojieras
Seguía nalgueandome, a la vez que alternaba una de sus manos para agarrar mis tetas y pellizcarlas deliciosamente, me hacia gemir cada vez más, comenzó a jalarme del cabello con esto hacia que fuera yo misma la que hiciera mis caderas adelante y hacia atrás ensartandome yo sola. No podía más, faltaba poco para que llegará a un nuevo orgasmo, el parecia igual de excitado pues coloco ambas manos en mi cadera y me cojio cada vez más rapido y se escuchaban ligeros gemidos provenientes de él, escucharlo me calentó más, y más rapido me penetraba hasta que finalmente llegó, se estaba vaciando en mi, y esta vez fueron los chorros de esperama los que me hicieron venirme pues al chocar con mis paredes vaginales me provocaban eso, mi segundo orgasmo.
Caimos rendidos una vez más, nos recostamos abrazados mientras le exclamaba cuánto me habia hecho gozar y el hacia lo mismo para conmigo. Sobra decir que no solo lo hiciemos 2 veces esa ocación, fueron varias más y más salvajes, pero vale, esta es mi primera publicación y quiero saber que tal lo he hecho hasta ahora para saber si les agradaría un nuevo relato.
El sexo anal, el oral, el amarrarnos a la cama, y demás perversiones han sucedido después, pero diganme ¿Les agradaria que se los cuente?
Besos y buenas lunas (o soles).
Bueno, comenzare por comentarles que aunque no soy nueva en esto de las relaciones sexuales, esto que voy a relatarles lo sentí como si fuera la primera vez (aunque mi primera vez no fue en realidad algo memorable).
Llevábamos poco de ser novios, sin embargo, todo parecía ser nuevo con él. Después de varios fajes que no hacían sino dejarnos con más ganas, decidimos que era hora de hacerlo realmente, así que decidimos, ya saben, ir a un hotel.
Sábado por la tarde, había quedado de pasar por mi temprano, pues queríamos estar todo el tiempo posible dentro de ese hotel. Me prepare para él, yo, siendo morenita, chaparrita, ojos claros, no soy flaca tampoco gorda, digamos solamente que “ahí de donde agarrar”, soy de cadera grande y un buen par de tetas mas o menos grandes, un rico 38D si es que saben de tallas… así que puse manos a la obra, decidí que por ser la ocasión que era seria lindo depilarme toda, enfundarme en una linda tanga (aunque no me gustan) pues se que a el le excitan, mis jeans a la cadera, camiseta de esas de tirantes y sin bra, supuse que finalmente no lo tendría puesto mucho tiempo.
Debo confesar que iba intensamente nerviosa, pues como mencione, él lograba hacer que sintiera todo como si fuese la primera vez, me asustaba. Pero por otro lado iba excitadísima, en primera por pensar en que al fin después de un buen tiempo de inactividad (llevaba mas o menos 2 años sin sexo) volvería a disfrutar de una buena cojida, y en segunda porque llevaba puesta una tanga, no se cómo será para las demás chicas, pero al menos a mi siempre me moja el usarlas, tal vez sea por el rose de ese hilito que se cuela entre las nalgas y que a la vez rosa riquísimo el clítoris, no lo se, simplemente digamos que el usarla ya me pone a mil.
Cuando llego por mi, no pude sino simplemente repasar mis labios con la lengua, pues se había preparado para mi, justo de la manera en que me gusta, él es alto, delgado, y se había rasurado la barba de esa forma sexy que me encanta, por lo demás de hecho había hecho lo que yo misma, se había vestido de una manera bastante sencilla, solo jeans y camiseta. Recuerdos que nos saludamos de manera realmente sencilla, un besito y un “hola lista para irnos?” a lo cual asentí, regrese por mi bolsa y mis llaves y nos pusimos en marcha.
Ninguno de los dos quiso desperdiciar tiempo en ir al cine o por café, ya sabíamos lo que queríamos hacer, así que al ver que él también estaba nervioso me acerque a su oído y simplemente le dije
- Anda vamos ya, yo se que quieres ir al hotel, no me hagas implorártelo --- al tiempo que comencé a besarle y morderle el cuello, se que basta con eso para ponerlo duro.
Volteo a verme un poco sorprendido, así que solo le devolví una sonrisa picaresca y lo bese como si quisiera que mi lengua le llegara a la garganta, a lo que el respondió agarrándome y apretándome las nalgas. Llegamos al lugar, un hotel como cualquier otro, cama, baño y tv, francamente poco me importaba el lugar, yo lo que quería y a lo que iba no era a ver la tv precisamente.
Apenas si cerró la puerta fue a buscarme, comenzó a besarme tiernamente, mientras colocaba sus manos en mi cintura y acariciaba mi espalda, cada roce hacía que lo sintiera en cada centímetro de mi cuerpo. Yo simplemente me dejaba llevar. Comenzó a besar mi cuello y lentamente bajaba.
Me quitó la camiseta dejando libre mi par de senos, supongo que imagino que eran más pequeños, pues pareció sorprendido de su tamaño, pues como mencione, hasta ahora solo habían sido fajes, con ropa puesta y demás. Se abalanzó sobre ellos, con una mano apretaba uno y con la boca succionaba el otro dando pequeños mordiscos a mis grandes pezones café oscuro, y después apretaba los dos mientras seguía besándome. Ligeramente fue depositando mi cuerpo sobre la cama, seguía besando, seguía tocando, como si al igual que yo, tuviera mucho tiempo de “inactividad”. Finalmente desabotono el pantalón haciéndome quedar solo en tanga, sonrió de manera perversa mientras comenzaba a quitarse la camisa, así que me senté y comencé a desabotonar su pantalón hasta que quedo totalmente desnudo. Y lo vi, su grueso y tieso pene saltaba a mi vista, era más grande de lo que había imaginado y claro esta, se me antojaba más excitante.
Volvió a besarme, haciendo que quedara recostada boca arriba mientras el seguía tocando mi cuerpo, abrí mis piernas para que pudiera acomodarse entre ellas, yo acariciaba y repasaba con mis uñas su espalda, el comenzó a repasar mi rajita con la punta de su pene, diablos, eso me calentó tanto que si hubiera hecho eso por un rato prolongado eso hubiera bastado para hacerme tener un orgasmo, él lo descubrió pues cada vez que repasaba mi rajita con las uñas rasguñaba su espalda. No pude más…
- Papi, por favor métemela
- ¿Ya quieres sentirla?
- Ya me tienes bien mojada papi
Despacio coloco la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina y luego me penetro de un solo golpe, me hizo gritar y gemir al mismo tiempo, sentí como si todo mi cuerpo se quemara por dentro. Coloque mis piernas alrededor de su cadera, después de unos segundos de haberme penetrado saco su dura verga despacito, lo hizo tan despacio que casi lograba sentir como mis paredes vaginales volvían a su posición…
- ¿Qué haces? No la saques
- ¿Te gusto eso he? No seas desesperada que tengo mucho más para ti
- Pero
- No digas nada, eres mía ahora
Dicho eso siguió cojiendome en el más rítmico mete y saca que jamás había sentido, la metía fuerte y la sacaba despacito, me estaba haciendo gemir de tal manera que ni yo misma me reconocía. Finalmente aumento el ritmo, sabía que estaba a punto de terminar, lo hacía tan rápido que mis pechos bailoteaban al ritmo de sus embestidas…
- Mami me voy a venir
- Yo también papi, lléname de leche, termina dentro quiero sentir como te escurres papi
Llegamos juntos al orgasmo, el choque de su esperma con mis paredes vaginales realmente me llevaron a la gloria, se recostó sobre mi pecho mientras ambos respirábamos agitadamente, nos quedamos en silencio, yo disfrutaba cada sensación pues aún no sacaba su pene de dentro de mi.
Creo haberme quedado dormida, pues lo siguiente que recuerdo es a él sobre mi cuerpo repasandolo con la lengua, no se como hacia para encontrar el punto exacto en el que podia hacerme sentir excitada... Me coloco boca abajo y comenzó a recorrer mi espalda con los dedos, después se acompaño con la lengua, yo no hacia más que disfrutar de cada roce, instintivamente alce mi cadera al colocarme sobre mis rodillas ofreciendole a él mi pose favorita, lo hice esperando a que entendiera la indirecta y así fué, se colocó detrás de mi y comenzó a lamerme la rajita haciendo que con cada lenguetazo me mojara cada vez más...
- Damela ya papi, quiero sentirte otra vez.
Esta vez no hablo, no dijo nada, simplemente se colocó detrás de mi y comenzó a cojerme de la manera más salvaje y deliciosa, justo como me gusta, me daba unas deliciosas embestidas, me hacía sentir como si su verga me fuese a llegar hasta la garganta. No salia palabra coherente de mi boca, estaba gozando tanto que no hacia sino gemir y pedir que me cojiera más fuerte. Estaba él tan excitado que comenzó a darme nalgadas...
- Ahh papi, eso me encanta...
- Lo se mami, ahora eres mi zorrita y te va a encantar todo lo que te haga
Me impresiono un poco que me dijera así, pero extrañamente sentí como si al decir eso simplemente hiciera que me mojara todavia más, si es que eso era posible. Entre gemidos y sonidos casi guturales solo atine a decir
- Dame duro papi, ya queria que me cojieras
Seguía nalgueandome, a la vez que alternaba una de sus manos para agarrar mis tetas y pellizcarlas deliciosamente, me hacia gemir cada vez más, comenzó a jalarme del cabello con esto hacia que fuera yo misma la que hiciera mis caderas adelante y hacia atrás ensartandome yo sola. No podía más, faltaba poco para que llegará a un nuevo orgasmo, el parecia igual de excitado pues coloco ambas manos en mi cadera y me cojio cada vez más rapido y se escuchaban ligeros gemidos provenientes de él, escucharlo me calentó más, y más rapido me penetraba hasta que finalmente llegó, se estaba vaciando en mi, y esta vez fueron los chorros de esperama los que me hicieron venirme pues al chocar con mis paredes vaginales me provocaban eso, mi segundo orgasmo.
Caimos rendidos una vez más, nos recostamos abrazados mientras le exclamaba cuánto me habia hecho gozar y el hacia lo mismo para conmigo. Sobra decir que no solo lo hiciemos 2 veces esa ocación, fueron varias más y más salvajes, pero vale, esta es mi primera publicación y quiero saber que tal lo he hecho hasta ahora para saber si les agradaría un nuevo relato.
El sexo anal, el oral, el amarrarnos a la cama, y demás perversiones han sucedido después, pero diganme ¿Les agradaria que se los cuente?
Besos y buenas lunas (o soles).