Cómo hablar de sexo con los niños 2 Marzo 2010
Sección: Sexualidad I
Autor: Nazareth Estrada

Los pequeños “son grandes filósofos” preguntan sobre la muerte o sobre Dios, también lo hacen sobre cómo nacieron o de dónde vienen, tocando el terreno de la sexualidad y la reproducción. Una función importante de los padres es hablarle a los niños acerca del amor, la intimidad y el sexo. Lo ideal sería hacerlo en una atmósfera cálida y llena de confianza. A pesar de la sobre información que puede haber al respecto, los chicos necesitan la guía de sus padres para ayudarlos a tomar decisiones saludables y apropiadas con respecto a su comportamiento sexual, ya que pueden estar confundidos y estimulados en exceso por lo que ven y escuchan.
A medida que crecen, preguntarán más detalles acerca de lo qué es el sexo. Al hacerlo, escucha con atención, abre tu mente y tus ojos, emplea palabras que ellos conozcan y que entiendan, pero dando también el nombre correcto a cada parte del cuerpo, la reproducción o el sexo. No tengas miedo de las palabras. Utiliza el diccionario si lo necesitas. Si te sientes abrumada con el temo del sexo, diles a tus hijos cómo te sientes. Pide ayuda a quien más confianza tengas, puede ser un pediatra, un psicólogo, un psicopedagogo, un maestro o bien, puedes consultar bibliografía especializada con este tema. Cuando hagas esta tarea, procura hacerlo con calma y serenidad. Disfrutando lo que estás haciendo.
Un niño de 4 años puede conformarse con la contestación sencilla de que los bebés vienen de una semilla que crece en un sitio especial dentro de la madre. Un niño de 8 puede querer saber cómo la semilla del papá llega hasta la semilla de mamá (Puedes decir entonces que la semilla de papá se llama espermatozoide y que viene del pene y que ésta se combina con la semilla de mamá que se llama óvulo y que está dentro de tu matriz). Un niño de 11 querrá saber más y entonces puedes ayudarlo hablándole acerca de como un hombre y una mujer se enamoran y entonces pueden decidir tener relaciones sexuales. Este momento será ideal para que le dijeras cómo su propio cuerpo irá cambiando paulatinamente. A medida que los niños conozcan sus cuerpos y fortalezcan su autoestima, aumentará la posibilidad de que escojan las decisiones buenas o correctas, para ellos, para su salud y su bienestar.
Es importante también que los niños estén enterados acerca de las responsabilidades y consecuencias de tener una vida sexual activa. No porque a esa edad vayan a iniciar este proceso, su cuerpo ni si quiera está preparado para ello, sino por prevención. Sexólogos aseguran que, a mayor información, a edades más tempranas, la vida sexual se iniciará más tarde. De este modo se podrá evitar embarazos en adolescentes, abortos y enfermedades de transmisión sexual. Asimismo, es fundamental hablar de los sentimientos y emociones acerca del sexo. ¿Qué es esto para ti?, ¿cómo te ves a ti misma?, ¿conoces tu cuerpo?, ¿cómo te sientes en tu relación de pareja?, ¿cómo te llevas con tus hijos?, ¿cómo consideras tu vida en general? Los niños aprenden con base en comportamientos vistos en casa. Por esto se dice que se predica con el ejemplo. Este es y será el patrón que los niños llevarán toda su vida.
Por Nazaret Estrada
larsandoni@hotmail.com