Hola!

Registrándote como bakuno podrás publicar, compartir y comunicarte en privado con otros bakuos :D

Regístrame ya!

Cogida por un negro (cumpliendo mi fantasía)

Usernamehere

Bovino adolescente
Desde
20 Ago 2014
Mensajes
82
Les contaré la ocasión en que mi esposo dispuso darme la sorpresa de mi vida, cumpliendo una de mis fantasías que tenemos muchas mujeres, si no es que todas, me refiero a la fantasía de disfrutar a un negro pero que en verdad fuera de raza negra, tanto en color, como en el mito famoso de que los negros tienen una verga descomunal.

Una tarde, me habló mi esposo y me dijo que me alistara porque saldríamos en la noche a bailar y a tomar unas copas, que me arreglara como le gusta y me preparara porque me tenía una sorpresa. Sin imaginar siquiera cuál era la sorpresa, me arreglé con una minifalda muy corta y una blusa de tela delgada que deja entrever mis pezones erectos cuando me empiezo a excitar; además, unas zapatillas negras de tacón alto. Así, yo lucía muy cachonda, como le gusta a mi marido, esperando que solo pasara por mí a las 10 de la noche, como habíamos quedado.

En el camino, cuando íbamos en el carro, él me contó que, por medio del Internet, había contactado a un negro que decía tener la verga de 24 cm. Como alguna vez habíamos platicado de tener una fantasía de esas, lo había contactado y esa era mi sorpresa, soltando la carcajada, aunque enseguida le dije a mi esposo que dudaba que de verdad fuera de 24 cm, como él decía; si era verdad, entonces sí lo haríamos pero si era un farsante, como hay muchos, lo olvidara y en eso quedamos.

Llegamos al lugar donde habían quedado de verse, era un lugar de música viva para bailar, enseguida pasamos a la mesa y la verdad, entre la duda y la excitación, sentía un cosquilleo entre las piernas, por saber si en verdad era un negro como decía y mejor aún, si lo tenía de ese tamaño. Pasó poco rato cuando él se presentó a la mesa y le dijo a mi esposo “hola Arturo, soy Rodrigo” y efectivamente, resultó ser un negro, pero negro de verdad, de origen africano, aunque su nacionalidad es francesa.

Él nos dijo que se dedicaba al comercio internacional y que se encontraba de paso en Cancún, por cuestión de negocios, añadió que tenía experiencia en el medio swinger y que le encantaba, que nos había contactado por medio de un anuncio en la web y cuando vio la foto, le había gustado mucho por lo que le escribió a mi esposo. No era un galán de televisión, más bien podría decirse que hasta feo pero era muy agradable, amable y ameno, delgado, como de la estatura de mi esposo o un poco más pero sí despertó en mí, la curiosidad y el deseo.

Brindamos y empezamos a platicar de mil cosas hasta que llegamos al terreno sexual, donde nos dio sus puntos de vista con respecto al ambiente swinger, así como sus gustos y sus preferencias, coincidiendo en muchos puntos. Luego mi esposo le preguntó qué opinaba de mi persona, que cómo me veía y si le había gustado, él respondió abiertamente que había quedado encantado, que en verdad la foto que había visto, se había quedado corta y que estaba a mis órdenes si así lo deseaba.

Ya en confianza, le pregunté si era cierto lo de los 24 cm, él me contestó, sin lugar a duda, que podía comprobarlo por mí misma, pues estaba muy excitado de solo verme y si quería, podría comprobarlo. Al momento, él me tomó la mano y se la dirigió a su entrepierna, por encima del pantalón; ¡gran sorpresa la mía!, al sentir en verdad, algo fuera de lo común, se le sentía bastante grande y gruesa, cosa que me hizo ruborizar y mojarme.

De inmediato, mi esposo me preguntó si había cumplido o no, le respondí que se había pasado, todos sonreímos y brindamos de gusto; para no quedarse con las ganas, Rodrigo me comentó que ahora le tocaba a él ver si efectivamente, así como él no había mentido, lo dejara tocar lo que muchas veces ya se había imaginado. Yo acepté e inmediatamente, metió su mano por debajo de la mesa, entre mis piernas acariciándome deliciosamente mi entrepierna e introduciendo uno de sus dedos, que se bañó con mis jugos al momento.

Al sentirlo, él me indicó que se sentía muy rico, así, mojadito y cuando lo sacó, se chupó su dedo y me invitó a bailar; ya en al pista, me dio unos repelones que me dejaban sentir aquella suculenta verga que ya quería disfrutar. Después de un rato, pedimos la cuenta y nos dirigimos a un hotel, para estar más cómodos y disfrutar plenamente de ese manjar que me esperaba.

En el camino, él me empezó a besar y a cachondearme de una forma muy rica, también me besaba y me chupaba mis senos con una dulzura y una ternura que me puso a 1000; de igual forma, él estuvo acariciándome mi rajita, que ya se encontraba hecha un mar de jugos calientes. Sin aguantarme más, yo le bajé el cierre de su pantalón y dejé libre aquel miembro, que en verdad ya quería probar, sorprendiéndome por su tamaño y su color, pensando que solo en las películas pornográficas, se veían esos miembros pero estaba muy equivocada, ahí estaba de frente a mí, un verdadero trozo de carne negra, gruesa y larga, solo para mí.

Al instante, yo se la empecé a mamar con dulzura, disfrutándola toda, saboreando su cabeza y todo el tronco una y otra vez, al tiempo que mi esposo solo nos veía por el retrovisor y me decía que lo disfrutara mucho y muy obedientemente, yo solo me dejé llevar hasta que por fin, llegamos al hotel y yo estaba que reventaba de excitación. Entrando a la habitación, él me abrazó tiernamente y me empezó a besar despojándome de las pocas ropas que llevaba puesta, dejándome completamente desnuda casi de inmediato y recostándome en la cama, para darme una mamada que me hizo venir rápidamente, me sentía muy caliente.

Acto seguido, yo lo volteé y empecé a disfrutar, ahora sí por completo de su rica verga, se la mamé hasta que me cansé y al dejársela completamente parada, yo creo que sí medía cuando menos 24 cm, de verdad, estando bien parada. Enseguida, él solamente me recostó boca arriba y poco a poco, despacio y suavecito, me la dejó ir completita; en verdad, yo sentí que me atravesaba.

En esa posición, él me la metió hasta que tocó fondo, luego se empezó a mover lentamente haciéndome venir de nuevo mientras yo me sentía en las nubes, la forma en que me estaba cogiendo y con ese tamaño de verga, hicieron que alcanzara varios orgasmos que me hicieron sentir satisfecha completamente. Después de un buen rato, él se vino muy rico, rápidamente le quité el condón y le limpié su vega con mi boca, dejándosela limpiecita y saboreando el rico sabor de su semen.

Mientras hacía eso, sentí que me tomaban de las caderas, era mi esposo que estaba tan caliente como yo, de ver cómo me había cogido el negro y empezó a bombearme por atrás haciéndome alcanzar otro orgasmo y vaciándose dentro de mí; les aclaro que no soy muy afecta al sexo anal pero estaba tan caliente y mi esposo me preparó el culo tan rico, que me lo dejó ir suavecito y me pudo coger sin dificultad, escurriéndome sus mocos por el culo cuando me la sacó.

Los tres quedamos recostados en la cama, reposando y empecé a jugar con la verga de Rodrigo, pensando que ya no se levantaría; enseguida tuve mi segunda sorpresa cuando nuevamente se volvió a parar completita. Ya así, yo me monté de nuevo en ella y subiendo y bajando, además jalando de su verga a mi esposo y acercándomela a la boca, para mamársela hasta volvérsela a parar; luego, sin preguntarme algo y solo con mirarme a los ojos, él se pasó detrás de mí y empujándome hacia adelante, me hizo parar las nalgas y me la empezó a meter por el culo, quedando completamente empalada por las dos vergas.

Con ellas dentro, yo me sentí volar, era una sensación única, sentir dos vergas dentro de mí, sobre todo por el tamaño de la verga del negro. Pasados unos momentos, ellos empezaron a moverse acompasadamente y me llevaron a las estrellas, ya que alcancé nuevamente otros orgasmos y al poco rato, ambos se vinieron nuevamente, volviendo a despojar a Rodrigo del condón y limpiándole su rica verga junto con la de mi marido.

Ya que salimos del hotel, yo iba completamente satisfecha, luego llevamos a Rodrigo a su hotel quedando de vernos para la revancha y naciendo una buena amistad, aunque por razones de trabajo, no pudimos volver a ver más a Rodrigo, al que recordaré siempre como parte fundamental de “La negra noche”.
 
Excelente relato...!! Corto y directo al asunto..!! Gracias por compartir.
 
OYE QUE BUEN RELATO HEEE!!! LASTIMA QUE YO NO SOY NEGRO AUNQUE JAJAJAJA POR EL TAMAÑO NO CREO QUE NECESITE SER NEGRO HEEE!!!!! ME AGRADARIA CONOCERTE
 
Volver
Arriba