Cibersexo



Ya que no he encontrado a la persona adecuada para desvirgar mi culito tendré que recurrir a las videollamadas y calmar esta calentura que me invade.

Estoy lista, soy un varón joven con cuerpo atlético completamente depilado y vistiendo un uniforme colegial de chica, con un antifaz que ademas trae orejas de conejo.

Tengo todo preparado: lubricante, un par de juguetes y un culito dispuesto a exhibir la manera en la que puede ser abierto y proporcionar placer.

Recibo la videollamada de un hombre que se deja ver guapo, con una barba sin afeitar de varios días y que se pone de pie para mostrarme el paquete que se esconde debajo de su pantalón, evidenciando que tiene ya un gran tamaño.

Me pide que me valla mostrando, por lo que me pongo de pie y me voy alejando de la cámara, moviéndome de formas sugerentes, tocándome a mi misma el pecho, las piernas, la polla. Me doy la vuelta y levanto un poco la falda para que pueda ver mis nalgas con una tanga negra puesta. Me acerco a una esquina de la cama y me siento de manera que parece que estoy montándola, dejándome ver de mi perfil izquierdo y parte de la espalda, moviéndome hacia adelante y atrás en un sensual movimiento rítmico, mientras mis manos siguen acariciando mi cuerpo con lujuria.

Escucho su voz pidiéndome que me valla desnudando, cosa que voy haciendo lentamente; quitándome la falda, dejando al descubierto mi trasero que apenas y trae encima un pedazo de tela metido entre las nalgas. Quito las zapatillas y subo a la cama gateando, mostrando una escena de mi trasero y unas piernas enfundadas en medias negras.

Me pide que lo mire, se ha quitado la playera, dejando ver un pecho fuerte, con algunos bellos y me pide que continue. Hago a un lado el hilo de la tanga enseñándole mi culito apretado, mientras que con una mano consigo el lubricante y comienzo a untarlo por mi trasero, después tomo el pequeño dilatador metálico dando pequeños círculos al rededor de mi ano, haciendo irresistible la idea de penetrarlo. Quito la ropa interior, ahora solo estoy vistiendo la pequeña blusa escolar blanca y las medias negras, con las nalgas brillantes por la lubricación mientras de fondo voy escuchando como me suplica de maneras sucias que meta dentro ese ovalado metal en mi ano.

Me doy la vuelta y le levanto el dedo medio, parece que le tomo por sorpresa mi reacción, lo puedo ver en su cara que era algo que no esperaba, luego llevo mi dedo hacia mis labios y comienzo a lamerlo. Su cara cambio completamente de la sorpresa a una sonrisa libidinosa, le muestro otra vez mi dedo medio para enseguida llevarlo hacia mi culito ansioso y comienzo a meterlo despacio.

Luego de jugar con mis dedos dentro de mi anito, doy paso a ese dilatador metálico, lo voy metiendo poco a poco hasta que solo queda visible un pequeño cristal de color morado adornando mi trasero, el cual muevo de un lado a otro, de delante hacia atrás, mientras sigo escuchando a ese prodigioso orador de lo obsceno, quien no para de decir las diferentes maneras en las que me tomaría de tenerme con el y las formas en las que abriría mi ojete con su verga, la cual deja ver atreves de la cámara por encima del pantalon, mostrándose un considerable paquete hinchado. Le pido que me muestre mas y despacio baja su pantalón, en unos pegados bóxers de color azul puedo ver lo enormidad de su falo tieso, con una mancha de humedad evidenciando su exitación.

Da una vuelta y se pone de espaldas dejándome su trasero, bajando un poco la ropa interior, la espalda musculosa… me pide que abra la boca porque tiene algo para mí.

Abro la boca y saco la lengua siguiendo el juego, entonces va bajando poco a poco la ropa interior hasta que es liberado un pene enorme y que deja ver que fue depilado hace poco porque los bellos pequeños van creciendo.

Acerca el pene a la cámara y puedo ver que esta lleno de gruesas venas que se abultan debajo de su piel; con una mano comienza a acariciarlo y luego va jalando hacia atrás la delicada piel hasta que deja ver una grande y gruesa cabeza rosada, brillante por la lubricación que va escurriendo el finos hilos transparentes.

Yo estoy de espalda con las piernas abiertas metiendo y sacando el dilatador hasta que lo retiro por completo separandome las nalgas y diciendo que tiene un lugar en donde meter ese grueso pedazo de carne.

Tomo el dildo y comienzo a lamerlo con fuerza imaginando que es esa gruesa verga que esta al otro lado de la pantalla, luego vierto lubricante sobre toda la extensión y comienzo a restregarlo en medio de mis nalgas, haciéndome estremecerme cada que rosa por fuera mi culito.

Me pide que apunte la cabeza en mi humedad entrada y comience a meterlo despacio. Estoy metiéndolo y sacándolo rítmicamente, con delicadeza, cada vez un poco mas hasta que esta en toda su extensión dentro de mi. Con palabras sucias me pide que lo saque hasta que solo quede la punta dentro y que después lo meta de golpe fuerte, cosa que hago varias veces simulando sus fuertes embestidas, me giro y dejo solo a la vista mi trasero levantado el cual al momento de retirar el dildo sostengo con cada mano, separándolo lo mas posible dejándole ver la abertura palpitante pidiendo mas.

Voy cambiando en diferentes posiciones y enseñándole la manera de penetrarme, me pongo a horcajadas sobre la cama y salto sobre ese pene de plástico penetrandome fuertemente, moviendo mis caderas de arriba a abajo, luego marcando círculos. Escucho su voz entrecortada diciendo que esta apunto de eyacular y así de espaldas mientras estoy metiendo el dildo también comienzo a dar masajes a mi pene para tratar de que terminemos al mismo tiempo.

Entonces veo esos fuertes chorros blancos perdiéndose mas allá de la pantalla y escurriendo a lo largo de esa verga llegando a los testículos, entonces apresuro mi mano hasta que también comienzo a estallar en una fuerte eyaculación que trato de dirigir hacia mi boca para probar mis propios fluidos imaginando que son los del macho que esta detrás de la pantalla.