lotoxs
Bovino maduro
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No existe el contacto físico, pero la experiencia puede ser tan excitante como si se tratara de un encuentro real
Cibersexo: tener sexo a través de la red con otra persona del mismo o de otro género. Pero, ¿es en realidad posible tener sexo a través de la red? Es posible. Y es que hoy en la red todo puede ocurrir: conocerse, coquetear, seducir, tener un orgasmo (o simular tenerlo) e incluso hasta enamorarse.
De hecho, ya hay diversos aparatos para disfrutar con mayor placer de estos encuentros virtuales y vivir de lleno en el mundo del sexo virtual. La idea es llevar más "realidad" a estos encuentros amorosos, sexuales o placenteros.
Actualmente se debate sobre si el cibersexo supone un tipo de infidelidad. Aunque no hay contacto físico, los críticos sostienen que las emociones que se experimentan pueden afectar las relaciones de pareja "reales".
Sobre todo, el debate es álgido cuando el cibersexo culmina en un verdadero romance por Internet que puede llevar al contacto físico a una pareja.
También el cibersexo ha tenido mala reputación y es totalmente condenable cuando de pederastia o pornografía infantil se trata. Incluso hay ciberpolicías que se hacen pasar por adolescentes o niños para atrapar a redes pederastas en internet.
Hoy el cibersexo es un arma de dos filos por tanto: puede provocar que una pareja llegue verdaderamente enamorada al altar, pero también que haya divorcios debido al sexo virtual que se mantiene con otra persona. Puede hacer que los adolescentes de casa caigan en las redes de un adulto.
Podría ser peligroso también, pues puede provocar adicción a la red o a este mismo tipo de sexo. Se dice que más del 50 por ciento de los grandes usuarios del sexo por internet han caído en un tipo de adicción a éste.
La adicción masculina al sexo se suele iniciar entre los 25 y 35 años y la femenina a edades un poco más tempranas. Entre los cibersexoadictos existe una mayor proporción de homosexuales que en la población general. Los cibersexoadictos de ambos géneros son, sobre todo, estudiantes o profesionales con formación universitaria y profesionales de la tecnología.
¿Qué tipos de cibersexo existen? Según el libro "Cibersexo ¿La última frontera del eros", de Édgar Gómez Cruz, existen diferentes tipos:
1. "Real": dos personas comienzan una relación sexual que va de las caricias hasta la penetración. La pareja debe desarrollarlo en un escenario real (su recámara, su escritorio) y jugar con el erotismo a través de las palabras. A veces puede haber imágenes, video, voz o simplemente un chat de palabras.
2. "Fantasioso": Es lo mismo que el anterior, pero aquí se idealiza el lugar en que se lleva a cabo el encuentro. Pueden inventar el sitio en que ocurre, totalmente distintos en el que ambos se encuentran. También pueden inventar personajes o situaciones eróticas y diferentes en las que a ambos les gustaría participa (orgía, encuentros sadomasoquistas, homosexuales, con juguetes diversos, en situaciones de riesgo).
3. Teleoperado: Una tercera persona debe guiar a otras dos que conoce o que tal vez no. Debe decirles qué hacer, cómo y en qué momento parar. Aunque es un tipo de cibersexo diferente y por tanto raro de encontrar, es usado por parejas que ya son swingers con otras parejas conocidas o no.
Cibersexo: tener sexo a través de la red con otra persona del mismo o de otro género. Pero, ¿es en realidad posible tener sexo a través de la red? Es posible. Y es que hoy en la red todo puede ocurrir: conocerse, coquetear, seducir, tener un orgasmo (o simular tenerlo) e incluso hasta enamorarse.
De hecho, ya hay diversos aparatos para disfrutar con mayor placer de estos encuentros virtuales y vivir de lleno en el mundo del sexo virtual. La idea es llevar más "realidad" a estos encuentros amorosos, sexuales o placenteros.
Actualmente se debate sobre si el cibersexo supone un tipo de infidelidad. Aunque no hay contacto físico, los críticos sostienen que las emociones que se experimentan pueden afectar las relaciones de pareja "reales".
Sobre todo, el debate es álgido cuando el cibersexo culmina en un verdadero romance por Internet que puede llevar al contacto físico a una pareja.
También el cibersexo ha tenido mala reputación y es totalmente condenable cuando de pederastia o pornografía infantil se trata. Incluso hay ciberpolicías que se hacen pasar por adolescentes o niños para atrapar a redes pederastas en internet.
Hoy el cibersexo es un arma de dos filos por tanto: puede provocar que una pareja llegue verdaderamente enamorada al altar, pero también que haya divorcios debido al sexo virtual que se mantiene con otra persona. Puede hacer que los adolescentes de casa caigan en las redes de un adulto.
Podría ser peligroso también, pues puede provocar adicción a la red o a este mismo tipo de sexo. Se dice que más del 50 por ciento de los grandes usuarios del sexo por internet han caído en un tipo de adicción a éste.
La adicción masculina al sexo se suele iniciar entre los 25 y 35 años y la femenina a edades un poco más tempranas. Entre los cibersexoadictos existe una mayor proporción de homosexuales que en la población general. Los cibersexoadictos de ambos géneros son, sobre todo, estudiantes o profesionales con formación universitaria y profesionales de la tecnología.
¿Qué tipos de cibersexo existen? Según el libro "Cibersexo ¿La última frontera del eros", de Édgar Gómez Cruz, existen diferentes tipos:
1. "Real": dos personas comienzan una relación sexual que va de las caricias hasta la penetración. La pareja debe desarrollarlo en un escenario real (su recámara, su escritorio) y jugar con el erotismo a través de las palabras. A veces puede haber imágenes, video, voz o simplemente un chat de palabras.
2. "Fantasioso": Es lo mismo que el anterior, pero aquí se idealiza el lugar en que se lleva a cabo el encuentro. Pueden inventar el sitio en que ocurre, totalmente distintos en el que ambos se encuentran. También pueden inventar personajes o situaciones eróticas y diferentes en las que a ambos les gustaría participa (orgía, encuentros sadomasoquistas, homosexuales, con juguetes diversos, en situaciones de riesgo).
3. Teleoperado: Una tercera persona debe guiar a otras dos que conoce o que tal vez no. Debe decirles qué hacer, cómo y en qué momento parar. Aunque es un tipo de cibersexo diferente y por tanto raro de encontrar, es usado por parejas que ya son swingers con otras parejas conocidas o no.
¿Tú has practicado el cibersexo? ¿Interviene con tu relación "real"? ¿Te has enamorado luego de conocer a alguien virtualmente?