ragde0013
Bovino Milenario
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Como ven este articulo, a mi si me enchilo, no solo por lo que dicen acerca de un jugador que para mi es bueno y aunque le falta mucho que mostrar, tiene madera para triunfar, si no por lo que dicen acerca de los mexicanos.
Se los dejo a su criterio...
El Consultorio del Dr Discépolo House: Los Mexicanos confían en un jugador sin pasado, sin presente y sin futuro
La consulta decía así (y digo “decía” porque espero que los especialistas que administran este sitio ya la hayan sacado, por incompetente): Análisis: “¿Hasta donde llegará el Chicharito?”. Lo reconozco: estuve tentado de escribir una frase como esta: “No va a llegar a ninguno lado porque, sencillamente, no va a ningún lado. En Manchester United no saben quién es, a punto tal que lo llamaron Javier el otro día y este simpático joven no se dio vuelta, porque se lo conoce en el mundo entero (es decir, en Guadalajara) como Chicharito. ¿A alguien se le puede ocurrir que un botija con ese nombre puede triunfar en el fútbol?”
Pero no lo quise escribir. Me negué: no puedo enviar ese mensaje, pensé. Resulta que ya tiene 22 años y algunos cabezas duras desde México (país que sabe muy poco de fútbol, no tiene títulos serios y, de tanto en tanto, saca un jugador de cierta jerarquía, que es como decir que le escapa a la medianía general) lo señalan como el gran jugador. No se dan cuenta que Manchester (como Real Madrid, como Bayern Munich) lo compró solamente para que los heroicos mexicanos compren sus camisetas en ese gran país. Negocio millonario. Y el chico estudia inglés y le puede contar a sus nietos: “Jugué en Manchester United, no lo vayan a creer…
El mismo chico que surgió en Tapatío (¿qué es eso? ¿un equipo que le puede hacer sombra al Gran Tanque Sisley, el poderoso conjunto uruguayo?), no puede tener futuro. Porque no tuvo pasado y, más aún, no tiene presente. Con números en la mano es más fácil: 345 minutos jugó en el gran equipo. Marcó dos goles (uno, en un amistoso). Casi nunca como titular, claro. Y vaya si tiene jugadores limitados este equipo rojo sangre. Sin embargo, Chicharito (gran, pero gran apodo, que representa lo mejor que tiene, su sangre originaria, su cuna mexicana), no suele jugar. Tiene habilidad, tiene panorama, tiene estrategia, tiene gol. Pero todo en un envase muy pequeño, casi minúsculo. Muy poquito, realmente. Y lo sugerente, es que este jugador (de salón) es la gran esperanza de México, de conseguir la hazaña, la epopeya, la historia misma de superar los malditos octavos de final. Algo así como: si con Chicharito (que casi no jugó en el Mundial, así que tan loco, tan desquiciado no soy, ¿todos los que saben piensan como yo….?) México piensa ganar dos, a lo sumo, tres partidos en Brasil 2014, podría ser algo asombroso. Para coleccionar y guardar.
Por suerte, ya se me pasó. Chicharito seguirá en Inglaterra, de vacaciones. Ah, ya sé “hasta donde llegará”: hasta Londres, hasta Liverpool. No mucho más. Y yo, mientras tanto, empiezo a recordar qué buena noche la de anoche. Que fiesta inolvidable. De pronto, por arte de magia, recuperé el buen humor.
Se los dejo a su criterio...
El Consultorio del Dr Discépolo House: Los Mexicanos confían en un jugador sin pasado, sin presente y sin futuro
La consulta decía así (y digo “decía” porque espero que los especialistas que administran este sitio ya la hayan sacado, por incompetente): Análisis: “¿Hasta donde llegará el Chicharito?”. Lo reconozco: estuve tentado de escribir una frase como esta: “No va a llegar a ninguno lado porque, sencillamente, no va a ningún lado. En Manchester United no saben quién es, a punto tal que lo llamaron Javier el otro día y este simpático joven no se dio vuelta, porque se lo conoce en el mundo entero (es decir, en Guadalajara) como Chicharito. ¿A alguien se le puede ocurrir que un botija con ese nombre puede triunfar en el fútbol?”
Pero no lo quise escribir. Me negué: no puedo enviar ese mensaje, pensé. Resulta que ya tiene 22 años y algunos cabezas duras desde México (país que sabe muy poco de fútbol, no tiene títulos serios y, de tanto en tanto, saca un jugador de cierta jerarquía, que es como decir que le escapa a la medianía general) lo señalan como el gran jugador. No se dan cuenta que Manchester (como Real Madrid, como Bayern Munich) lo compró solamente para que los heroicos mexicanos compren sus camisetas en ese gran país. Negocio millonario. Y el chico estudia inglés y le puede contar a sus nietos: “Jugué en Manchester United, no lo vayan a creer…
El mismo chico que surgió en Tapatío (¿qué es eso? ¿un equipo que le puede hacer sombra al Gran Tanque Sisley, el poderoso conjunto uruguayo?), no puede tener futuro. Porque no tuvo pasado y, más aún, no tiene presente. Con números en la mano es más fácil: 345 minutos jugó en el gran equipo. Marcó dos goles (uno, en un amistoso). Casi nunca como titular, claro. Y vaya si tiene jugadores limitados este equipo rojo sangre. Sin embargo, Chicharito (gran, pero gran apodo, que representa lo mejor que tiene, su sangre originaria, su cuna mexicana), no suele jugar. Tiene habilidad, tiene panorama, tiene estrategia, tiene gol. Pero todo en un envase muy pequeño, casi minúsculo. Muy poquito, realmente. Y lo sugerente, es que este jugador (de salón) es la gran esperanza de México, de conseguir la hazaña, la epopeya, la historia misma de superar los malditos octavos de final. Algo así como: si con Chicharito (que casi no jugó en el Mundial, así que tan loco, tan desquiciado no soy, ¿todos los que saben piensan como yo….?) México piensa ganar dos, a lo sumo, tres partidos en Brasil 2014, podría ser algo asombroso. Para coleccionar y guardar.
Por suerte, ya se me pasó. Chicharito seguirá en Inglaterra, de vacaciones. Ah, ya sé “hasta donde llegará”: hasta Londres, hasta Liverpool. No mucho más. Y yo, mientras tanto, empiezo a recordar qué buena noche la de anoche. Que fiesta inolvidable. De pronto, por arte de magia, recuperé el buen humor.