tiburonxx
Bovino de la familia
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Milenio Diario
Jorge Hernández
http://impreso.milenio.com/node/8745591
Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), aseguró que la delincuencia organizada sí responde a las expectativas de los jóvenes, a diferencia del Estado y la sociedad.
Sostuvo que los dispositivos empleados por el crimen “enganchan” eficientemente a los jóvenes para hacerlos participar en actividades de tráfico y sicariato, ante los recursos y ganancias que les representan.
Al participar en el Congreso Internacional Familia y Gobierno, organizado por el Senado y la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, el ombudsman capitalino enfatizó que esa situación representa una severa llamada de atención para atender las necesidades básicas de ese sector de la población en materia de educación, salud, trabajo y recreación.
Señaló que hoy la seguridad es la principal preocupación en el país, porque al grado de violencia con el que se desenvuelve la criminalidad, ahora se le añade un grado sin precedente.
González Placencia expuso que la estrategia contra el crimen se enfoca en una serie de mecanismos que han resultado probablemente más violentos que el propio delito.
“Resultado de esta política pública podemos decir, sin temor a equivocarnos, es que el número de personas que han perdido la vida en los últimos años ha sido muy superior a aquel que se supone habríamos podido evitar con lo que planteaba como enfoque central de la lucha contra las drogas”, puntualizó.
El ombudsman capitalino sostuvo que la delincuencia organizada dejó de ser aquella que se perseguía en los años 80 y que se percibía como una afrenta al Estado. En la actualidad, añadió, se diversificó en nuevas facetas que la vinculan con la delincuencia convencional.
Por ello, subrayó que el sistema penal no reducirá la criminalidad, pues sirve para resolver conflictos jurídicos y reducir la violencia estructural.
En ese sentido, dijo que es necesario recomponer el tejido social desde su base más elemental, es decir, la familia, núcleo que debe garantizar a todos sus integrantes el pleno goce de sus derechos.
Las familias deben crear condiciones para que los niños ejerzan su autonomía y los ancianos vivan en condiciones de seguridad.
Remarcó: “la forma como se construyan estas familias tendrá consecuencias en la formación de lazos de solidaridad”.
Es necesario, abundó, crear modelos de cooperación a nivel familiar, pues a diferencia del modelo de competencia, donde hay un ganador y muchos perdedores, el de cooperación propicia sentido de comunidad.
El hampa como ejemplo para el campo
En octubre pasado, el subsecretario de Fomento a los Agronegocios de la Sagarpa, Jeffrey Max Jones, recomendó a los campesinos seguir el ejemplo de los narcotráficantes para hacer negocio y abrir mercado.
“Desafortunadamente (los cárteles) están apostando a un cultivo nocivo, pero esa es la lógica que hay que aprender: definir el mercado y luego orientar el aparato productivo, la logística para surtir estos mercados”, dijo.
El mismo día que Jones realizó estas declaraciones, la Secretaría de Agricultura se deslindó y las calificó de desafortunadas. Veinticuatro horas después, el funcionario presentó su renuncia al cargo.
:mota:
Jorge Hernández
http://impreso.milenio.com/node/8745591
Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), aseguró que la delincuencia organizada sí responde a las expectativas de los jóvenes, a diferencia del Estado y la sociedad.
Sostuvo que los dispositivos empleados por el crimen “enganchan” eficientemente a los jóvenes para hacerlos participar en actividades de tráfico y sicariato, ante los recursos y ganancias que les representan.
Al participar en el Congreso Internacional Familia y Gobierno, organizado por el Senado y la Fundación Konrad Adenauer Stiftung, el ombudsman capitalino enfatizó que esa situación representa una severa llamada de atención para atender las necesidades básicas de ese sector de la población en materia de educación, salud, trabajo y recreación.
Señaló que hoy la seguridad es la principal preocupación en el país, porque al grado de violencia con el que se desenvuelve la criminalidad, ahora se le añade un grado sin precedente.
González Placencia expuso que la estrategia contra el crimen se enfoca en una serie de mecanismos que han resultado probablemente más violentos que el propio delito.
“Resultado de esta política pública podemos decir, sin temor a equivocarnos, es que el número de personas que han perdido la vida en los últimos años ha sido muy superior a aquel que se supone habríamos podido evitar con lo que planteaba como enfoque central de la lucha contra las drogas”, puntualizó.
El ombudsman capitalino sostuvo que la delincuencia organizada dejó de ser aquella que se perseguía en los años 80 y que se percibía como una afrenta al Estado. En la actualidad, añadió, se diversificó en nuevas facetas que la vinculan con la delincuencia convencional.
Por ello, subrayó que el sistema penal no reducirá la criminalidad, pues sirve para resolver conflictos jurídicos y reducir la violencia estructural.
En ese sentido, dijo que es necesario recomponer el tejido social desde su base más elemental, es decir, la familia, núcleo que debe garantizar a todos sus integrantes el pleno goce de sus derechos.
Las familias deben crear condiciones para que los niños ejerzan su autonomía y los ancianos vivan en condiciones de seguridad.
Remarcó: “la forma como se construyan estas familias tendrá consecuencias en la formación de lazos de solidaridad”.
Es necesario, abundó, crear modelos de cooperación a nivel familiar, pues a diferencia del modelo de competencia, donde hay un ganador y muchos perdedores, el de cooperación propicia sentido de comunidad.
El hampa como ejemplo para el campo
En octubre pasado, el subsecretario de Fomento a los Agronegocios de la Sagarpa, Jeffrey Max Jones, recomendó a los campesinos seguir el ejemplo de los narcotráficantes para hacer negocio y abrir mercado.
“Desafortunadamente (los cárteles) están apostando a un cultivo nocivo, pero esa es la lógica que hay que aprender: definir el mercado y luego orientar el aparato productivo, la logística para surtir estos mercados”, dijo.
El mismo día que Jones realizó estas declaraciones, la Secretaría de Agricultura se deslindó y las calificó de desafortunadas. Veinticuatro horas después, el funcionario presentó su renuncia al cargo.
:mota:
