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Cata, La negra Tetona

jodaruji

Becerro
Desde
17 Abr 2010
Mensajes
23
bueno este es mi primer post espero que les guste...


:punzadita:Cata La Negra Tetona:punzadita:.​
-No puede ser perdí el semestre- dijo catalina con coz ahogada en su cuarto, de sus ojos brotaron lluvia, mientras apagaba su grito sobre la almohada.
Ella una negra de 1,80 de estatura, senos grandes que se movían y danzaban al ritmo de sus pasos, de unos 23 años de edad, cursaba 9 semestre de medicina, no podemos decir que era la mejor en el curso ni mucho menos la peor, catalina circulaba entre los 15-20 mejores en un grupo de 40.

Catalina, seco sus lágrimas, se colocó una falda bastante corta que dejaba ver sus largas piernas color chocolate y resaltaba su culo que no está de más decir que era grande y firme, se puso una blusa amarilla con un escote en V que dejaba ver bastante sus senos, aun no sabía lo que iba hacer, pero tomo su bolso en sus manos y se dirigió con paso firme hacia la universidad, ¿Por qué perdió? ¿Si había entregado la mayoría de sus trabajos y los parciales que habían realiza los había pasado de una manera normal? No pensaba pasar con súper híper mega notas pero tampoco llegar a perder…

Mientras caminaba el sol incesante golpeaba su cuerpo, y en su paso acelerado logro que cata sudara, gotas bajaban y se adentraban en sus senos voluminosos, el tráfico se detenía un poco al ver pasar aquella negra que con ritmo musical caminaba.

TOC TOC TOC, toco sin parar la puerta del director, paso sin pedir permiso por secretaria y demás dependencias, aquel señor canoso, trigueño y un poco barrigón de unos 45 años de edad se levantó de su silla un tanto rabioso por la insistencia abrió de un tajo e intento responder de manera irrespetuosa a la persona que llamaba con tanto apure, pero miro, ojos de dolor, posición de superioridad, pero sobre todo u escote que volaba la imaginación y sudor que se deslizaba en aquellas montañas como rocío en luna llena.

-adelante- dijo bajando su temperamento mientras sus ojos se perdían entre los senos.

-¿Qué es lo que te pasa?- pronuncio, sentándose en sus silla detrás del escritorio.

-lo que pasa es que perdí el semestre y mis notas son buenas, no tan espectaculares pero no tanto para perder el semestre.
-me regalas tu nit- repuso el rector.

-ABF7432- el director busco en su portátil y dijo. – si así es usted señorita catalina perdió su semestre, dos materias con bajos puntos pero en si medicina forense y toxicología perdido por completo lo que provoca la pérdida de su semestre-
Los ojos de catalina se nublaron, no podía dejar perder su plata ni mucho menos su tiempo.

-profesor, dígame algo que pueda hacer para cambiar las notas- cata acomodo su sostén y con ojos un tanto sensuales mordió sus labios, el director tomo el teléfono en sus manos – favor llamarme al profesor Rubén- y su secretaria asintió en pocos segundos llego Rubén, el profesor de medicina forense, un viejo también canoso pero más atlético, con músculos que aun cuidaba y voz ronca –dígame ¿para qué me necesita?- pronuncio cerrando la puerta tras de sí y colocando seguro a la misma despues bajo las persianas que daban afuera, se sentó en uno de los muebles que en la oficina se encontraba, mueble negro ancho en el cual cabían 5 personas sin complicaciones, extendió sus manos al sentarse sobre el respaldar que provoco un aire des complicado en el ambiente, una sonrisa asomo en sus labios a lo cual respondió el director con otra.

-tenemos el problema señor Rubén de esta joven, catalina, que perdió su materia y por ende perdió el semestre por notas bajas en otras, y dijo que quería hacer algo para cambiar las notas ¿Qué me recomienda profesor? El director se paró de su puesto mientras hablaba y se sentó al lado del profesor Rubén.
Rubén hablo –pues tendremos que colocar trabajo extra-
-si por favor- hablo cata y a modo de ruego se arrodillo delante de Rubén con sus manos apoyadas sobre los muslos y una lagrima se deslizo de sus ojos.

Rubén bajo el slip de su pantalón y no hizo más nada, cata sus intenciones metió su manos por la cremallera y saco aquel ser que palpitaba aun dormido aquel monstruo daba signos de vida y catalina masturbando el falo del profe que reía con su acompañante.

El rector, tomo la otra mano de cata y la coloco sobre su pierna, y sin pensarlos dos veces, bajo la cremallera y hundió su mano en aquel oscuro lugar y saco el pene ya erecto del rector, y a modo de ritmo ambos miembros eran masturbados que provocada en aquellos hombres una exaltación de suspiro y respiración acelerada.

-¿te está gustando tu trabajo extra?- dijo Rubén a lo que esta respondió con una sonrisa pícara y un movimientos de cabeza en sigo de aprobación, cata soltó una mano se amarro mejor el moño que tenía y glup de una sola vez su boca absorbió el pene largo y venoso de Rubén, mientras con la otra manos masturbaba el palo del rector saboreo, degusto y succiono aquella virilidad, Rubén solamente se relajaba y disfrutaba, por momentos cambiaba de un pene a otro, aquella boca negra con dientes blancos, entraba, subía y con su lengua recorría todo aquel cuerpo carnoso que llevaba a la plenitud aquellos hombres.

-bueno- dijo el rector – es hora que nos dejes ver esos senos que desde que entraste quiero ver como se mueven- sin chistar catalina dejos su blusa en el suelo y prosiguió chupando y lamiendo aquellas vergas.

-catalina- dijo Rubén – quiero que me masturbes con las tetas- ya en ese momentos, cata estaba entregada por completo al éxtasis, sus jugos se deslizaban entre sus piernas, sin chistar ni poner pero, tomo estas tetazas en sus manos y coloco en medio de ellas el miembro viril de Rubén – el solo jadeaba como perro al sentirse aprisionado en esas monumentales masas, el rector se levantó de su puesto y miro ese brillante espectáculo, catalina solo sonreía llena de lujuria, el rector tomo la cabeza de la joven en sus manos, la gira hacia sí y dijo –abre linda esa boquita porque voy a violarla- esas palabras dichas con tanta sutileza aumento su éxtasis e hizo que se viniera, arque su cuerpo y sin dejar de masturbar con sus senos a Rubén abrió su boca y sintió como era violada, grandes embestidas sacudían su rostro y aquella verga entraba hasta su garganta, el rector aumente sus embestidas lo que provoco que sus senos se movieran más rápidos.

-ahora si linda- dijo el rector – toda mi leche te la vas a tomar- y a modo de grito ahogado su cuerpo venoso expulso aquel torrente que cata tomo sin chistar.

-no creas que esto termino- dijo Rubén – apenas comienza – pero quien dijo que ella quería que terminara, el rector se sentó en el mueble, no sin antes quitarse los pantalones y empezó a manosear su verga esperando que se repusiera

Rubén tomo a cata de una mano y la llevo al escritorio e hizo subir una pierna de ella en este, bajo sus pantalones se colocó delante de ella y de una sola vez su pene entro en su vulva, el mordía masajeaba y succionaba aquellos redondos pechos ya erectos, su velocidad aumento, catalina jadeaba el calor aumentaba, Rubén se desprendió por completo de sus ropas, el rector miraba esta escena y en menos de 3 minutos ya su falo estaba de nuevo erecta…

-siento que me partes- dijo cata, a lo que Rubén respondió – que rica chucha tienes, podría estar así hasta siempre –

el rector se levantó de su silla ya sin camisa se colocó detrás de cata y empezó a tocas sus glúteos, su palo rosaba sus nalgas en sus pensamientos solo existía un solo motivo para vivir entrar por su ano, Rubén sabiendo sus intenciones, tomo en sus manos la pierna de cata que estaba en el suelo y la levanto a lo que el rector también ayudo, su pene se situó en el pequeño orificio, catalina estaba completamente sumida en éxtasis pero al sentir aquel miembro como era frotado en su culo dijo – no por favor por ahí no que soy aun virgen y me va a doler- los ruegos fueron inútiles porque estas palabras hizo aumentar más aun el deseo, el rector se echó un poco de saliva en sus manos y humedeció el ano este para mejorar un poco la entrada, Rubén ya no se movía solo esperaba con su falo dentro de cata, mientras el rector suavizaba la entrada estos se fundieron en un beso, el mejor que hasta este momento Rubén haya recibido los labios carnosos de ella y su lengua merodeaban cada lugar de su boca a un ritmo desenfrenado.

En un momento que catalina estaba en lo más profundo del beso ¡tas! De una sola vez el grueso pene del rector entro hasta las bolas, el grito de se ahogó entre los labios de Rubén y una lagrima afloro de sus ojos,

-rayos como la tienes de estrecha- dijo el rector que sentía como su pene era atrapado por los lados del anos, espero unos minutos para que aquel orificio se adecuara por completo a su largo pene, aunque sentía dolor, el sentirse empalada fue superior y enseguida regreso a esta el éxtasis aumentado a la dos, los hombros se apoyaron en los hombros de Rubén y el columpio de lujuria empezó, sus pechos danzaban al ritmo de dos embestidas, ella solamente mordía sus labios y decía de manera casi audible –mas, mas,- esto es lo que quieras ¿verdad zorrita?- dijo Rubén a lo que ella respondió – sí, si soy tu zorrita, que rico se siente, por favor no paren- un orgasmo afloro de su chucha y lleno el falo de Rubén de líquidos, el rector sudaba y Rubén jadeaba, la ímpetu fue mayor y como quien corre en las maratones y está próximo a llegar aumentaron su respiración, cata tuvo otro orgasmo e intento gritar a lo que el rector le tapa la boca, -shhhhh, no querrás que nos escuchen ¿verdad?- Dijo en su oído catalina saco su lengua y empezó a chupar aquella mano y él le entrego el dedo índice para que lo relamiera como si tuviera otra verga en su boca.

-me vengo- dijo Rubén

-yo también- repuso el rector

Sus embestidas aumentaron a todo lo que dad sus cuerpos sus bolas chocaba lo que provocaba una sinfonía de clap, clap, clap. Un silencio profuso lleno la habitación sus convulsiones crearon pequeñas sacudidas en ella que sentía como sus dos agujeros eran llenados de leche caliente, se siente en el cielo y un 5 orgasmo broto ya con menos intensidad. Los profesores dejaron de cargarla y ellas cayo en el suelo rendida por tanta energía expresada, estos la vieron en el suelo y se giñaron un ojo.

-listo señorita catalina, su semestre fue saldado inmediatamente sus notas serán cambiadas- dijo el rector

Catalina estaba exhausta pero como pudo se acomodó la falda se puso la blusa y salió de la habitación, como si nada hubiera pasado no sin antes decirle mientras que se acomodaba él también la ropa.

-gracias por todo recuerda que el otro semestre me toca darte también- una sonrisa surgió de sus labios – bueno clase, espero que la pierdas si no yo te ayudare-
Cuando cata llego a su casa, la imaginación voló y miro verse de nuevo empalada por aquellos dos, se fue al baño rego su cuerpo de agua y se masturbo hasta que exploto en otro orgasmo…
 
a que caliente la cata, buen relato, gracias.
 
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