- Tema Autor
- #1
Lo recuerdo como si fuera ayer ese día tan terrible como mi esposo se entregaba a otro hombre en la misma cama donde hacíamos el amor cuando podíamos, situación que era seguido, pues teníamos poco de casados y ya habíamos planificado la forma de tener familia.
¿Cómo me entere de ello?, esto fue lo que paso…
Era un día común y corriente como siempre en el banco mercantil donde trabajo, eran cerca de las 13 y 30minutos de la tarde cuando de pronto entraron un par de sujetos con unas pistolas e iniciaron el asalto.
Los gritos de las clientas y compañera fueron acallados por las majaderías e improperios por estos sujetos. Al gerente lo encañonaron en la cabeza e hicieron que les diera el dinero que había en las cajas así como uno de ellos amago a un señor que traía un portafolios con una cantidad importante de dinero.
Esto pareciera que fue en minutos, pero realmente paso en segundo, todo fue muy rápido que cuando llego la policía estos sujetos ya habían abandonado la sucursal. Los agentes nos tomaron la declaración a cada uno de los empleados así como a los clientes que en ese momento estaban presentes. Incluso una señora tuvo una crisis de histeria y tuvo que ser atendida por los paramédicos.
Como la sucursal se cerraría, el gerente por órdenes de los ejecutivos del corporativo nos autorizaron la salida temprano a todos los empleados y al gerente le tocaría hacer los cortes junto con personal del corporativo y así revisar la cantidad de dinero que sustrajeron estos sujetos.
Me emocione por llegar temprano a casa así podría invitar a mi esposa al cine o a quedarnos en la cama haciendo el amor como locos, como siempre lo hacemos. No quise llamarla porque quería sorprenderla, y así no me sacaría algún pretexto para no hacer alguna de las dos cosas.
Cuando estaba próximo a llegar a la casa recordé que mi esposa en ocasiones en la semana va a unas clases de manualidades con materiales como estambre y cosas de tejidos. Pase por la casa donde imparten dichas clases pero no vi su auto, por lo tanto me fui a casa directamente.
En la cochera estaba el carro de mi mujer, y como una costumbre que tengo es que siempre que llego a casa chiflo, y ella me lo corresponde de la misma manera, pero ahora no recibí respuesta, abrí la puerta principal y de nueva cuenta volví a chiflar pero no recibí respuesta, pero lo curioso es que de la planta alta se oía música a volumen un poco alto, entendí que mi mujer estaba oyendo música como siempre lo hace cuando hace aseo de la casa.
Subí las escaleras y me dirigí a la recamara, la puerta estaba entre abierta, lo que sucedió a continuación no tiene explicación alguna. La escena me recorre la mente una y otra vez y me es difícil de superarlo: Mi esposa sentada en la cama, completamente desnuda y junto a ella de pie con su pene completamente erecto estaba Don Armando, el señor que en su casa tiene la papelería y mercería de la colina, tiene como 54 años, pero aun se conserva algo joven. Ella se lo estaba mamando con su boca al mismo tiempo que acariciaba sus testículos.
Esta imagen me dejo petrificado, mi cuerpo estaba completamente en shock, la garganta se me cerro por completo, las cosas que estaba viendo en esos momentos era para arremeter contra ambos, de golpearlo a él y reclamarle a ella.
Con esto estaba confirmando ciertas cosas que había notado en ella con anterioridad pero que había tomado con cierta a la ligera. Seguí viendo, con el corazón roto en mil pedazos, observe detenidamente cada una de las acciones que pasaban.
Después de que mi esposa (le diré Lili) se la estaba chupando a don Armando la recostó en la cama, se puso sobre ella, aun sin penetrarla, la besaba en la boca, después en su cuello, a veces se bajaba hasta sus pechos, mordiéndole los pezones y las areolas. Lili solo se retorcía con estas acciones. No era algo que yo le hiciera seguido, pero si lo hacía ocasionalmente. Algo extraño pasó en mí, pues me gusta ver lo que estaban haciendo.
Acomodándose entre sus piernas separadas Don Armando penetro a mi esposa de un solo golpe, Lili grito pues le duela ya que su vagina es de cavidad algo estrecha y cuando se le penetra hay que hacerlo calmado y despacio pues se puede lastimar.
Don Armando la penetraba con una velocidad que a ella la lastimaba, en la posición que yo estaba solo podía verle las nalgas a Don Armando, pues no tenía un buen ángulo de visión, pero si podía escuchar los “ahm, así, así, dame, cógeme” de mi esposa. Como les digo, no sé que me paso pero mi verga estaba reaccionando parándose y molestándome por dentro del pantalón. Pero yo seguía igual de morboso viendo la acción que ellos estaban teniendo
No pasaron más de 7 u 8 minutos en esa posición cuando Don Armando le dijo a Lili “ya me vengo”, “no seas cabron vente afuera, no quiero quedar embarazada, menos de ti” le dijo mi esposa. Don armando se aparto de ella y sobre su vientre le dio una cálida venida de semen caliente.
Excitado por lo que veía no me percate donde estaba y en un movimiento que hice moví la mesa que tenemos en el pasillo, tumbando un cenicero que en ella estaba. Al oír esto de inmediato Lili se incorporó de inmediato y así desnuda salió a ver que había sido, por fortuna me escondí en el cuarto de visitas que tenemos al lado de nuestra alcoba y no pudo verme. Enojada le echo la culpa a “manchas” el gato que tenemos en casa.
Pensé que cerrarían la puerta por dentro, pero no fue así, aun así dejaron un poco mas entre abierta la puerta. Me pare a la orilla del marco de la puerta y escuche la conversación que tenían. Básicamente estaban hablando de nuestro matrimonio y algo de la vida de él.
“no me gusta hacerle esto a mi esposo, ha sido tan bueno conmigo” le decía
“si te entiendo, el es buena persona, lo que se es que desde que te conocí me cautivaste, me hiciste sentir vivo de nuevo, fue un albur empezar a hablarte, pero tú me diste algo que nadie me ha dado” le respondió
“En el poco tiempo que he estado contigo me he encariñado, pero amo mas a mi marido, tu solo eres un deseo prohibido” le respondió.
Ya no alcance a escuchar ms palabras, solo el ruido de besos y el roce de piel con piel, arriesgándome me asome un poco, ya don Armando estaba acostada boca arriba de la cama, mientras que mi mujer lo montaba ya con la verga completamente dentro de ella. Lili se movía adelante y atrás cada vez más fuerte, mi pene de nueva cuenta se puso en erección, jamás había sentido tan entregada a mi esposa en el sexo.
“así, muévete, mas” le decía
Don armando arremetía su pene por completo en la vagina de mi esposa, íntegramente se” comía” ese cilindro de carne a una velocidad impresionante. No soporte más esta acción, que me desvestí rápidamente, con mi pene erecto trate de metérsela analmente cuando intempestivamente me volteo a ver
Su rostro era peor que como si se le hubiese aparecido un muerto, en fracciones de segundo se bajo de don armando, quien a su vez trato de calmar la situación, diciendo que no era su intención, que no sabían lo que hacían, las típicas excusas que se dicen cuando se hace algo indebido y que no tiene una explicación lógica o coherente.
“pero, ¿Qué estás haciendo a estas horas aquí?” Me dijo Lili
“hey, el que debe de pedir explicaciones soy yo, ¿Por qué me hiciste esto?” dije
Don armando quiso intervenir pero lo calle diciéndole que estas cosas solo eran entre ella y yo, que él no tenía nada que ver en esto, aunque a todas luces él era parte del problema que se tenía en esos momentos.
“pe-perdóname, no era mi intención hacerlo, sabes que te amo, eres todo para mi, esto fue solo una aventura, perdóname mi amor” me decía suplicándome
“Esto es algo que no tan fácilmente se perdona. Mira con lo que me has salido mujer” replique
“¿Qué quieres que haga?” pregunto
“Ya que te gusta andar de puta ahora lo serás, y me vas a dar el culo quieras o no” dije
“Es muy doloroso” respondió
“si no quieres está bien, solo que en la demanda de divorcio alegare engaño y adulterio y con eso te friegas no te toca nada” respondí
Mientras hablábamos pude ver de reojo que Don Armando quería vestirse, pero se lo impedí con un fuerte grito. El se quedo asustado y se sentó de nueva cuenta en la cama, no sé cómo me vería en esos momentos, pero a pesar de que es un hombre que caí me dobla la edad me estaba obedeciendo.
“estás loco, me va a doler mucho” suplicaba
“Es eso o el divorcio, ¿Qué prefieres?, ándale apresúrate” le dije
Sin intimidarse me respondió con un sí, pero con un temor en su mirada y su rostro se notaba que no le agradaba la idea.
Le pedí que se acercara para besarla, sus labios estaban salados pues no había dejado de llorar, yo se que era por que la había descubierto en su infidelidad, pero tomando una postura que ella jamás me había conocido e tomar el control le dije que dejara de llorar, que disfrutara el tener a dos hombres a su entera disposición.
“ándale mi amor, no pasa nada, ve al baño a lavarte la cara, no va a pasar nada, solo que te haremos un trió” le dije
Temerosa se fue al baño, quedándonos en la recamara Don armando y un servidor.
“te lo juro que no era mi intensión, créeme que fue algo que se fue dando entre nosotros” me decía
“hey, tranquilo, este será nuestro secreto a partir de ahora, cálmese, no pasara nada” lo tranquilice con mis palabras
Lili no quería salir del baño, tenía la idea estúpida de que pasaría algo malo entre nosotros una vez que se fuera Don Armando, yo le dije que no pasaría nada malo, que además estaba don armando de testigo, que si pasaba algo el haría algo.
Tarde mucho en convencerla, Do armando quería irse pues tenía unos asuntos pendientes que hacer en su casa, y pues no quería perderse esta acción este viejo cachondo.
“ándale mi amor, vente, mira lo que vamos a hacer”
La recosté en la cama, abriéndola de piernas me coloque encima, le pedí a don armando que se le acercara y que comenzara a mamársela. Inmediatamente estábamos ya los tres disfrutando de este trió, ella mamándosela al mientras que me la cogía vaginalmente.
“así, dame mas, mas, “decía Lili mientras tenía en su boca el miembro de Don Armando que poco a poco iba erectandose.
Ya que se le había parado al señor le indique que se acostara como momentos antes los había encontrado, Lili se monto en el clavándose su miembro otra vez, al tiempo que buscaba la crema que le pondría en el ano para irla culeando.
Ya que le unte esa crema suficiente que le lubricara el ano, le puse mi pene en su orificio trasero, lentamente mi cabeza fue desapareciendo en su culito, Lili me imploraba que me detuviera pues le estaba doliendo, pero don armando la calmaba diciéndole que lo disfrutara, ya que pocas mujeres pueden disfrutar de tener dos vergas a su disposición.
Ya con mi verga completamente ensartada en su ano, y su vagina, Don Armando y yo íbamos tomándole el ritmo a nuestras embestidas, Lili se descaro completamente, pues se puso a disfrutar este inédito momento.
“gózalo amor, disfrútalo, no todas las mujeres tiene dos vergas a su disposición” le decía a mi esposa.
Lili se transformó en otra mujer, en una mujer desinhibida, ya no era aquella mujer que hacia cosas simples en la cama, ahora se estaba convirtiendo en una puta, aquella mujer con quien me case, con quien decidí pasar el resto de mi vida era una mujer que había pasado de ser sumisa, tranquila a ser una mujer despreocupada de la vida y que estaba entregada a l pacer del sexo y la lujuria.
“me vengo, me vengo, ahhhhhh” decía Don Armando cuando convulsionaba con una eyaculación por completo en la vagina de Lili.
“no, no, salte, no quiero un hijo de ti” le decía entre gemidos Lili
Era demasiado tarde para esas suplicas de clemencia, pues Don Armando espacio una suma importante de liquido seminal en la concavidad vaginal de mi esposa. Pero esto no detuvo mis embestidas directamente en su ano, sino que fueron aumentando en ritmo y en potencia, al mismo tiempo el pene de Don Armando iba perdiendo su erección y así como se salió de la vagina de Lili, así salió también semen, quedando poco rastro dentro.
Yo me detuve un instante para que pudiese disfrutar esa intensidad sexual por completo, la unión de sus fluidos fue intensa, incluso el semen de Don Armando salió de la vagina de mi Lili preciosa. Ella lo noto y quiso que le siguiera culeando como lo estaba haciendo desde momentos antes.
Me detuve por completo, porque Don Armando ya había perdido su erección , ya que se había vaciado dentro de la vagina de mi esposa y la verdad solo estaba estorbándonos un poco en la acción que estábamos teniendo Lili y yo. El se levanto, Lili se acomodo de 4 patas como perrito en la cama, me acerque a ella agarrándola de sus caderas, colocando mi verga en su ano la fui metiendo un poco mas fácil.
“ahg, me duele, pero no lo saques, dame mas, métela” me decía
Agarrándola de las caderas, casi podía enterrar mis uñas en sus nalgotas, Lili quería sentir toda mi verga en su recto, pues todo lo anterior que había visto entre Don Armando y ella me habían prendido bastante, sentía que el fuego sexual se apoderaba de mi cada vez mas.
Parecíamos perros apareándose en la calle, así pegados, mi verga entrando en su ano, las embestidas eran muy fuertes, eran bastante profundas y ella las estaba gozando, pero cuando me comenzo a dar esa sensación de que me salía el semen atine a decirle:
“Me vengo, ya me voy a venir” le dije
Agarrándola aun mas fuerte de sus caderas mi verga solto una inyección de semen caliente y abundante en el húmedo, y perforado túnel anal. Sentí que el cerebro se me saldría de la cabeza al echarle mi semen en su culito, pues nunca lo había echo de esa manera con ella.
“ahhh, que deliciosa leche, me gusto sentirla mi amor” me dijo
Mi pene fue perdiendo su fuerza en la erección, recobrando el estado flácido, me sorprendi que no saliera nada de semen de su ano, lo que indicaba que aun faltaba mucho de ello que saliera de su ano.
Después de un rato nos recostamos, viéndonos frente a frente, su mirada de arrepentimiento se hacia presente en su cara, sabia que lo que había echo estaba mal, pues jamás en el tiempo que tenemos de casados jamás le he dado un motivo para que dude de mi amor, de mi fidelidad. No la culpo, ella es hermosísima, tiene un buen cuerpo, pero eso no quiere decir que ande de puta dándole las nalgas a quien se le atraviese en el camino.
En medio de la calentura y de la pasión que nos estábamos dando, no notamos que Don Armando se había ido sin dejar nada y sin avisarnos. Reconozco que se me hacia que todo lo que había pasado era algo así como un sueño, un recuerdo vago, algo que jamás pasaría.
“¿Por qué lo hiciste’” le dije
“Te lo juro mi amor, que no se que me paso, no quiero perderte mi amor, perdóname, todo esto es una estupidez mi amor, te prometo que jamás volverá a pasar una cosa como esta, pero si quieres divorciarte no pondré resistencia mi amor, porque se que cometi un error y muy grande al engañarte con ese señor mi amor.” replico
“si, pero me fallaste, me pususte el cuerno y con ese señor de edad” le dije.
“por favor amor, perdóname, no se de que manera pedirte perdón, ve lo arrepentida que estoy mi amor por la idiotez que acabo de hacer, ¿Me perdonas? Ya vez te di mi culito para que te desquitaras y mira que si me duele” me dijo
“por eso lo hice oara que te doliera un poco como mi corazón me dolio cuando te vi así” le dije
“mira que vengativo saliste” me dijo
“Contestame con honestidad, ¿Cuántas veces lo has hecho con el?” pregunte
“te juro que esta es la primera vez que lo haríamos, fue algo que se fue dando poco a poco, fue algo no planeado, pues platicamos mucho y hoy vino a desahogar sus penas, porque el ha tenido muchos problemas con su esposa” me dijo
“si pero una cosa es desahogar penas y otra que te haya querido coger” le dije
“te confieso que verte así con el me dieron celos, una rabia de matarlos a los dos a golpes, pero a la vez me excite bastante, por eso quise penetrarte cuando te vi así” dije
“que cabron y que caliente resultaste ser, y yo que te creía mas serio” me dijo
“no hablemos de ello” le dije
Después de un rato platicamos así en la cama, desnudos viéndonos fijamente comenzamos a besarnos, pero el rugido de mis intestinos por el hambre que traía interrumpió el momento romántico que apenas estábamos por comenzar.
“prepárame algo de comer, pues ya nio te dije que el porque llegue temprano, lo que pasa es que asaltaron el banco y nos dijeron que saliéramos temprano” le comente
“No te paso nada mi amor, ¿estas bien?” pregunto
“Si solo se llevaron algo de dinero, afortunadamente no paso nada de gravedad” dije
Así desnudos nos fuimos directamente a la cocina, así la veria mientras me prepara algo delicioso para comer, esa es una cualidad de ella, que hace una comida deliciosa, unos manjares a la hora de comer.
No me lo creeran, pero verla así, como se movia todo du hermoso cuerpo en la cocina, yendo de aquí a alla, agachándose para recoger cosas del refrigerador, en esa manera de mover las tetas de forma natural y ese contoneo que mi esposa tiene desde joven. Me excite y mi pene se me paro de nueva cuenta y como una bestia hambrienta de sexo me le fui encima, por esta acción dejo caer lo que traía en las manos.
“¿Qué haces?, me pones nerviosa” me dijo
“nada, solo déjate llevar corazón” le dije
La bese en la boca y mis manos la acariciaban con torpeza pues la calentura del momento me hacían estar así con ella, deseándola como mujer, como mi esposa, como mi pareja. Así sin dejarla de besar me la lleve hasta el comedor, poniéndola recargada en una silla, sus manos estaban en la silla y su traserote estaba hacia atrás invitándome a penetrarla, lo cual no tarde mucho en hacerlo.
“así papi, dame tu pilinguita así deliciosa, dámela amor” me dijo
Mi pene erecto entro por completo en su vagina, Lili se movia para que le cupiera mas en cada embestida que le estaba dando. Se movia hacia a tras y claramente sentía que mi verga se anidaba a la perfeccion en su cavidad vaginal.
“¿la sientes igual a la de el?” pregunte
“no amor, la tuya es la única, me llena por completa, no necesito otra verga que no sea la tuya mi amor” me dijo
Hice que se empinara mas en la mesa, así podría agarrarla mas de las caderas y jalarla hacia mi con mas agarre y con mas fuerza entraría mi verga en su vagina. Me gusta verla así como entra mi verga por completo en ella y que además lo disfruta como loca cada vez que lo hacemos.
La faena estaba en su apogeo cuando de pronto se oyo el timbre de entrada, no deseábamos abrir, pero la insistencia era demasiada que puso un alto total en la cogida que estábamos teniendo.
Al asomarme un poco por la ventana, quien tocaba la puerta era Don Armando, también vi que entre sus manos traía algo así como un maletín. No quería abrirle pero el estaba muy aferrado a tocar en nuestra casa.
Le pedi que me diera unos minutos pues estábamos algo indispuestos, el lo entendio y me dijo que si estaba dispuesto a esperarnos, no quería demorarlo pues deseaba aun estar haciéndole el amor a mi esposa. Ya cuando le abri inmediatamente nos pasamos a la sala, se sento en el sofá mas grande, tomo su maletín y puso un fajo importante de billetes, eran solo billetes de $200 pesos.
“tu te has portado a toda ley conmigo ante esta situación que has visto entre tu señora y yo, y lo que hiciste es de hombres” dijo
“no es nada, todos cometemos errores y pues lo que menos quiero son problemas” respondí
“miren, como gratitud les dejo estos $15mil pesos, es por no hacer un escandalo y mucho menos que se entere mi esposa” comento
“tómelos, no los acepto” dije
“mejor agárrenlos, pues si no lo hacen los tirare, además con esto sentiré que mi conciencia se tranquilice.” Agrego
“Pero no me tome como una puta” interrumpio Lili
“no es eso, es por mi tranquilidad” replico
Viendolo fijamente unos segundos, se me ocurrio una idea, explique
“se los vamos a aceptar, pero con una condición” dije
“¿Cuál es esa condición?” pregunto
“Que mi esposa se la chupe mientras yo me la estoy cogiendo” explique
“no se que decir” decía temerosamente
Lili lo tomo de la mano y dijo: “pues si”
Parándose, mi esposa le desabotono el pantalón, se lo bajo hasta un poco mas debajo de las rodillas, ayudándolo a sentarse en el sillo, yo aproveche para desnudarme y de paso quitarle la ropa a mi mujer, así podríamos hacerlo como se debe.
Lili se metió todo su pene en la boca, Don Armando se quedo estatico, solo daba unos gemidos cortos. Aprovechando esto le meti la verga de nueva cuenta en la vagina, aquí note que la panocha de Lili estaba ya muy mojada.
El momento era demasiado cachondo, ella mamandosela a el y yo dándole mi verga en la panocha. Don Armando se retorcia al sentir lo caliente de la boca de Lili, pues mi esposa le gusto mamar una verga, si lo dire yo que soy quien ha disfrutado muchas veces he disfrutado de ellas.
Lili se incorporo, sacándose mi verga de la panocha y por obvias razones la de Don Armando de su boquita. Invitándonos a seguirla nos llevo hasta la recamara. Se recostó boca debajo de la cama, su cabeza quedo en la orilla de la cama y sus nalgotas a mediación de la misma
“vengase Don Armando, déjeme mamársela, y tu mi amor métemela así como estoy” dijo
No tardos ni perezosos ambos tomamos nuestras posiciones como ella lo había indicado, Don Armando le metió todo su pene erecto en la boca y yo le meti el mio en la panocha, quedando ella abierta de piernas de una manera sexy.
Mis embestidas aumentaron al oir que Don Armando gemia con la delicia de mamadas dadas por mi Lili, ella se lo ensalivaba desde la punta hasta la base del mismo y sus manos acariciaban sus pelotas
“me voy a venir mijita, déjame, sacatelo de la boca” dijo don Armando
Los dos hombres tuvimos una eyaculación encima de ella, mi semen se quedo en su espalda y el de don armando le baño en la cara y parte del cabello.
¿Cómo me entere de ello?, esto fue lo que paso…
Era un día común y corriente como siempre en el banco mercantil donde trabajo, eran cerca de las 13 y 30minutos de la tarde cuando de pronto entraron un par de sujetos con unas pistolas e iniciaron el asalto.
Los gritos de las clientas y compañera fueron acallados por las majaderías e improperios por estos sujetos. Al gerente lo encañonaron en la cabeza e hicieron que les diera el dinero que había en las cajas así como uno de ellos amago a un señor que traía un portafolios con una cantidad importante de dinero.
Esto pareciera que fue en minutos, pero realmente paso en segundo, todo fue muy rápido que cuando llego la policía estos sujetos ya habían abandonado la sucursal. Los agentes nos tomaron la declaración a cada uno de los empleados así como a los clientes que en ese momento estaban presentes. Incluso una señora tuvo una crisis de histeria y tuvo que ser atendida por los paramédicos.
Como la sucursal se cerraría, el gerente por órdenes de los ejecutivos del corporativo nos autorizaron la salida temprano a todos los empleados y al gerente le tocaría hacer los cortes junto con personal del corporativo y así revisar la cantidad de dinero que sustrajeron estos sujetos.
Me emocione por llegar temprano a casa así podría invitar a mi esposa al cine o a quedarnos en la cama haciendo el amor como locos, como siempre lo hacemos. No quise llamarla porque quería sorprenderla, y así no me sacaría algún pretexto para no hacer alguna de las dos cosas.
Cuando estaba próximo a llegar a la casa recordé que mi esposa en ocasiones en la semana va a unas clases de manualidades con materiales como estambre y cosas de tejidos. Pase por la casa donde imparten dichas clases pero no vi su auto, por lo tanto me fui a casa directamente.
En la cochera estaba el carro de mi mujer, y como una costumbre que tengo es que siempre que llego a casa chiflo, y ella me lo corresponde de la misma manera, pero ahora no recibí respuesta, abrí la puerta principal y de nueva cuenta volví a chiflar pero no recibí respuesta, pero lo curioso es que de la planta alta se oía música a volumen un poco alto, entendí que mi mujer estaba oyendo música como siempre lo hace cuando hace aseo de la casa.
Subí las escaleras y me dirigí a la recamara, la puerta estaba entre abierta, lo que sucedió a continuación no tiene explicación alguna. La escena me recorre la mente una y otra vez y me es difícil de superarlo: Mi esposa sentada en la cama, completamente desnuda y junto a ella de pie con su pene completamente erecto estaba Don Armando, el señor que en su casa tiene la papelería y mercería de la colina, tiene como 54 años, pero aun se conserva algo joven. Ella se lo estaba mamando con su boca al mismo tiempo que acariciaba sus testículos.
Esta imagen me dejo petrificado, mi cuerpo estaba completamente en shock, la garganta se me cerro por completo, las cosas que estaba viendo en esos momentos era para arremeter contra ambos, de golpearlo a él y reclamarle a ella.
Con esto estaba confirmando ciertas cosas que había notado en ella con anterioridad pero que había tomado con cierta a la ligera. Seguí viendo, con el corazón roto en mil pedazos, observe detenidamente cada una de las acciones que pasaban.
Después de que mi esposa (le diré Lili) se la estaba chupando a don Armando la recostó en la cama, se puso sobre ella, aun sin penetrarla, la besaba en la boca, después en su cuello, a veces se bajaba hasta sus pechos, mordiéndole los pezones y las areolas. Lili solo se retorcía con estas acciones. No era algo que yo le hiciera seguido, pero si lo hacía ocasionalmente. Algo extraño pasó en mí, pues me gusta ver lo que estaban haciendo.
Acomodándose entre sus piernas separadas Don Armando penetro a mi esposa de un solo golpe, Lili grito pues le duela ya que su vagina es de cavidad algo estrecha y cuando se le penetra hay que hacerlo calmado y despacio pues se puede lastimar.
Don Armando la penetraba con una velocidad que a ella la lastimaba, en la posición que yo estaba solo podía verle las nalgas a Don Armando, pues no tenía un buen ángulo de visión, pero si podía escuchar los “ahm, así, así, dame, cógeme” de mi esposa. Como les digo, no sé que me paso pero mi verga estaba reaccionando parándose y molestándome por dentro del pantalón. Pero yo seguía igual de morboso viendo la acción que ellos estaban teniendo
No pasaron más de 7 u 8 minutos en esa posición cuando Don Armando le dijo a Lili “ya me vengo”, “no seas cabron vente afuera, no quiero quedar embarazada, menos de ti” le dijo mi esposa. Don armando se aparto de ella y sobre su vientre le dio una cálida venida de semen caliente.
Excitado por lo que veía no me percate donde estaba y en un movimiento que hice moví la mesa que tenemos en el pasillo, tumbando un cenicero que en ella estaba. Al oír esto de inmediato Lili se incorporó de inmediato y así desnuda salió a ver que había sido, por fortuna me escondí en el cuarto de visitas que tenemos al lado de nuestra alcoba y no pudo verme. Enojada le echo la culpa a “manchas” el gato que tenemos en casa.
Pensé que cerrarían la puerta por dentro, pero no fue así, aun así dejaron un poco mas entre abierta la puerta. Me pare a la orilla del marco de la puerta y escuche la conversación que tenían. Básicamente estaban hablando de nuestro matrimonio y algo de la vida de él.
“no me gusta hacerle esto a mi esposo, ha sido tan bueno conmigo” le decía
“si te entiendo, el es buena persona, lo que se es que desde que te conocí me cautivaste, me hiciste sentir vivo de nuevo, fue un albur empezar a hablarte, pero tú me diste algo que nadie me ha dado” le respondió
“En el poco tiempo que he estado contigo me he encariñado, pero amo mas a mi marido, tu solo eres un deseo prohibido” le respondió.
Ya no alcance a escuchar ms palabras, solo el ruido de besos y el roce de piel con piel, arriesgándome me asome un poco, ya don Armando estaba acostada boca arriba de la cama, mientras que mi mujer lo montaba ya con la verga completamente dentro de ella. Lili se movía adelante y atrás cada vez más fuerte, mi pene de nueva cuenta se puso en erección, jamás había sentido tan entregada a mi esposa en el sexo.
“así, muévete, mas” le decía
Don armando arremetía su pene por completo en la vagina de mi esposa, íntegramente se” comía” ese cilindro de carne a una velocidad impresionante. No soporte más esta acción, que me desvestí rápidamente, con mi pene erecto trate de metérsela analmente cuando intempestivamente me volteo a ver
Su rostro era peor que como si se le hubiese aparecido un muerto, en fracciones de segundo se bajo de don armando, quien a su vez trato de calmar la situación, diciendo que no era su intención, que no sabían lo que hacían, las típicas excusas que se dicen cuando se hace algo indebido y que no tiene una explicación lógica o coherente.
“pero, ¿Qué estás haciendo a estas horas aquí?” Me dijo Lili
“hey, el que debe de pedir explicaciones soy yo, ¿Por qué me hiciste esto?” dije
Don armando quiso intervenir pero lo calle diciéndole que estas cosas solo eran entre ella y yo, que él no tenía nada que ver en esto, aunque a todas luces él era parte del problema que se tenía en esos momentos.
“pe-perdóname, no era mi intención hacerlo, sabes que te amo, eres todo para mi, esto fue solo una aventura, perdóname mi amor” me decía suplicándome
“Esto es algo que no tan fácilmente se perdona. Mira con lo que me has salido mujer” replique
“¿Qué quieres que haga?” pregunto
“Ya que te gusta andar de puta ahora lo serás, y me vas a dar el culo quieras o no” dije
“Es muy doloroso” respondió
“si no quieres está bien, solo que en la demanda de divorcio alegare engaño y adulterio y con eso te friegas no te toca nada” respondí
Mientras hablábamos pude ver de reojo que Don Armando quería vestirse, pero se lo impedí con un fuerte grito. El se quedo asustado y se sentó de nueva cuenta en la cama, no sé cómo me vería en esos momentos, pero a pesar de que es un hombre que caí me dobla la edad me estaba obedeciendo.
“estás loco, me va a doler mucho” suplicaba
“Es eso o el divorcio, ¿Qué prefieres?, ándale apresúrate” le dije
Sin intimidarse me respondió con un sí, pero con un temor en su mirada y su rostro se notaba que no le agradaba la idea.
Le pedí que se acercara para besarla, sus labios estaban salados pues no había dejado de llorar, yo se que era por que la había descubierto en su infidelidad, pero tomando una postura que ella jamás me había conocido e tomar el control le dije que dejara de llorar, que disfrutara el tener a dos hombres a su entera disposición.
“ándale mi amor, no pasa nada, ve al baño a lavarte la cara, no va a pasar nada, solo que te haremos un trió” le dije
Temerosa se fue al baño, quedándonos en la recamara Don armando y un servidor.
“te lo juro que no era mi intensión, créeme que fue algo que se fue dando entre nosotros” me decía
“hey, tranquilo, este será nuestro secreto a partir de ahora, cálmese, no pasara nada” lo tranquilice con mis palabras
Lili no quería salir del baño, tenía la idea estúpida de que pasaría algo malo entre nosotros una vez que se fuera Don Armando, yo le dije que no pasaría nada malo, que además estaba don armando de testigo, que si pasaba algo el haría algo.
Tarde mucho en convencerla, Do armando quería irse pues tenía unos asuntos pendientes que hacer en su casa, y pues no quería perderse esta acción este viejo cachondo.
“ándale mi amor, vente, mira lo que vamos a hacer”
La recosté en la cama, abriéndola de piernas me coloque encima, le pedí a don armando que se le acercara y que comenzara a mamársela. Inmediatamente estábamos ya los tres disfrutando de este trió, ella mamándosela al mientras que me la cogía vaginalmente.
“así, dame mas, mas, “decía Lili mientras tenía en su boca el miembro de Don Armando que poco a poco iba erectandose.
Ya que se le había parado al señor le indique que se acostara como momentos antes los había encontrado, Lili se monto en el clavándose su miembro otra vez, al tiempo que buscaba la crema que le pondría en el ano para irla culeando.
Ya que le unte esa crema suficiente que le lubricara el ano, le puse mi pene en su orificio trasero, lentamente mi cabeza fue desapareciendo en su culito, Lili me imploraba que me detuviera pues le estaba doliendo, pero don armando la calmaba diciéndole que lo disfrutara, ya que pocas mujeres pueden disfrutar de tener dos vergas a su disposición.
Ya con mi verga completamente ensartada en su ano, y su vagina, Don Armando y yo íbamos tomándole el ritmo a nuestras embestidas, Lili se descaro completamente, pues se puso a disfrutar este inédito momento.
“gózalo amor, disfrútalo, no todas las mujeres tiene dos vergas a su disposición” le decía a mi esposa.
Lili se transformó en otra mujer, en una mujer desinhibida, ya no era aquella mujer que hacia cosas simples en la cama, ahora se estaba convirtiendo en una puta, aquella mujer con quien me case, con quien decidí pasar el resto de mi vida era una mujer que había pasado de ser sumisa, tranquila a ser una mujer despreocupada de la vida y que estaba entregada a l pacer del sexo y la lujuria.
“me vengo, me vengo, ahhhhhh” decía Don Armando cuando convulsionaba con una eyaculación por completo en la vagina de Lili.
“no, no, salte, no quiero un hijo de ti” le decía entre gemidos Lili
Era demasiado tarde para esas suplicas de clemencia, pues Don Armando espacio una suma importante de liquido seminal en la concavidad vaginal de mi esposa. Pero esto no detuvo mis embestidas directamente en su ano, sino que fueron aumentando en ritmo y en potencia, al mismo tiempo el pene de Don Armando iba perdiendo su erección y así como se salió de la vagina de Lili, así salió también semen, quedando poco rastro dentro.
Yo me detuve un instante para que pudiese disfrutar esa intensidad sexual por completo, la unión de sus fluidos fue intensa, incluso el semen de Don Armando salió de la vagina de mi Lili preciosa. Ella lo noto y quiso que le siguiera culeando como lo estaba haciendo desde momentos antes.
Me detuve por completo, porque Don Armando ya había perdido su erección , ya que se había vaciado dentro de la vagina de mi esposa y la verdad solo estaba estorbándonos un poco en la acción que estábamos teniendo Lili y yo. El se levanto, Lili se acomodo de 4 patas como perrito en la cama, me acerque a ella agarrándola de sus caderas, colocando mi verga en su ano la fui metiendo un poco mas fácil.
“ahg, me duele, pero no lo saques, dame mas, métela” me decía
Agarrándola de las caderas, casi podía enterrar mis uñas en sus nalgotas, Lili quería sentir toda mi verga en su recto, pues todo lo anterior que había visto entre Don Armando y ella me habían prendido bastante, sentía que el fuego sexual se apoderaba de mi cada vez mas.
Parecíamos perros apareándose en la calle, así pegados, mi verga entrando en su ano, las embestidas eran muy fuertes, eran bastante profundas y ella las estaba gozando, pero cuando me comenzo a dar esa sensación de que me salía el semen atine a decirle:
“Me vengo, ya me voy a venir” le dije
Agarrándola aun mas fuerte de sus caderas mi verga solto una inyección de semen caliente y abundante en el húmedo, y perforado túnel anal. Sentí que el cerebro se me saldría de la cabeza al echarle mi semen en su culito, pues nunca lo había echo de esa manera con ella.
“ahhh, que deliciosa leche, me gusto sentirla mi amor” me dijo
Mi pene fue perdiendo su fuerza en la erección, recobrando el estado flácido, me sorprendi que no saliera nada de semen de su ano, lo que indicaba que aun faltaba mucho de ello que saliera de su ano.
Después de un rato nos recostamos, viéndonos frente a frente, su mirada de arrepentimiento se hacia presente en su cara, sabia que lo que había echo estaba mal, pues jamás en el tiempo que tenemos de casados jamás le he dado un motivo para que dude de mi amor, de mi fidelidad. No la culpo, ella es hermosísima, tiene un buen cuerpo, pero eso no quiere decir que ande de puta dándole las nalgas a quien se le atraviese en el camino.
En medio de la calentura y de la pasión que nos estábamos dando, no notamos que Don Armando se había ido sin dejar nada y sin avisarnos. Reconozco que se me hacia que todo lo que había pasado era algo así como un sueño, un recuerdo vago, algo que jamás pasaría.
“¿Por qué lo hiciste’” le dije
“Te lo juro mi amor, que no se que me paso, no quiero perderte mi amor, perdóname, todo esto es una estupidez mi amor, te prometo que jamás volverá a pasar una cosa como esta, pero si quieres divorciarte no pondré resistencia mi amor, porque se que cometi un error y muy grande al engañarte con ese señor mi amor.” replico
“si, pero me fallaste, me pususte el cuerno y con ese señor de edad” le dije.
“por favor amor, perdóname, no se de que manera pedirte perdón, ve lo arrepentida que estoy mi amor por la idiotez que acabo de hacer, ¿Me perdonas? Ya vez te di mi culito para que te desquitaras y mira que si me duele” me dijo
“por eso lo hice oara que te doliera un poco como mi corazón me dolio cuando te vi así” le dije
“mira que vengativo saliste” me dijo
“Contestame con honestidad, ¿Cuántas veces lo has hecho con el?” pregunte
“te juro que esta es la primera vez que lo haríamos, fue algo que se fue dando poco a poco, fue algo no planeado, pues platicamos mucho y hoy vino a desahogar sus penas, porque el ha tenido muchos problemas con su esposa” me dijo
“si pero una cosa es desahogar penas y otra que te haya querido coger” le dije
“te confieso que verte así con el me dieron celos, una rabia de matarlos a los dos a golpes, pero a la vez me excite bastante, por eso quise penetrarte cuando te vi así” dije
“que cabron y que caliente resultaste ser, y yo que te creía mas serio” me dijo
“no hablemos de ello” le dije
Después de un rato platicamos así en la cama, desnudos viéndonos fijamente comenzamos a besarnos, pero el rugido de mis intestinos por el hambre que traía interrumpió el momento romántico que apenas estábamos por comenzar.
“prepárame algo de comer, pues ya nio te dije que el porque llegue temprano, lo que pasa es que asaltaron el banco y nos dijeron que saliéramos temprano” le comente
“No te paso nada mi amor, ¿estas bien?” pregunto
“Si solo se llevaron algo de dinero, afortunadamente no paso nada de gravedad” dije
Así desnudos nos fuimos directamente a la cocina, así la veria mientras me prepara algo delicioso para comer, esa es una cualidad de ella, que hace una comida deliciosa, unos manjares a la hora de comer.
No me lo creeran, pero verla así, como se movia todo du hermoso cuerpo en la cocina, yendo de aquí a alla, agachándose para recoger cosas del refrigerador, en esa manera de mover las tetas de forma natural y ese contoneo que mi esposa tiene desde joven. Me excite y mi pene se me paro de nueva cuenta y como una bestia hambrienta de sexo me le fui encima, por esta acción dejo caer lo que traía en las manos.
“¿Qué haces?, me pones nerviosa” me dijo
“nada, solo déjate llevar corazón” le dije
La bese en la boca y mis manos la acariciaban con torpeza pues la calentura del momento me hacían estar así con ella, deseándola como mujer, como mi esposa, como mi pareja. Así sin dejarla de besar me la lleve hasta el comedor, poniéndola recargada en una silla, sus manos estaban en la silla y su traserote estaba hacia atrás invitándome a penetrarla, lo cual no tarde mucho en hacerlo.
“así papi, dame tu pilinguita así deliciosa, dámela amor” me dijo
Mi pene erecto entro por completo en su vagina, Lili se movia para que le cupiera mas en cada embestida que le estaba dando. Se movia hacia a tras y claramente sentía que mi verga se anidaba a la perfeccion en su cavidad vaginal.
“¿la sientes igual a la de el?” pregunte
“no amor, la tuya es la única, me llena por completa, no necesito otra verga que no sea la tuya mi amor” me dijo
Hice que se empinara mas en la mesa, así podría agarrarla mas de las caderas y jalarla hacia mi con mas agarre y con mas fuerza entraría mi verga en su vagina. Me gusta verla así como entra mi verga por completo en ella y que además lo disfruta como loca cada vez que lo hacemos.
La faena estaba en su apogeo cuando de pronto se oyo el timbre de entrada, no deseábamos abrir, pero la insistencia era demasiada que puso un alto total en la cogida que estábamos teniendo.
Al asomarme un poco por la ventana, quien tocaba la puerta era Don Armando, también vi que entre sus manos traía algo así como un maletín. No quería abrirle pero el estaba muy aferrado a tocar en nuestra casa.
Le pedi que me diera unos minutos pues estábamos algo indispuestos, el lo entendio y me dijo que si estaba dispuesto a esperarnos, no quería demorarlo pues deseaba aun estar haciéndole el amor a mi esposa. Ya cuando le abri inmediatamente nos pasamos a la sala, se sento en el sofá mas grande, tomo su maletín y puso un fajo importante de billetes, eran solo billetes de $200 pesos.
“tu te has portado a toda ley conmigo ante esta situación que has visto entre tu señora y yo, y lo que hiciste es de hombres” dijo
“no es nada, todos cometemos errores y pues lo que menos quiero son problemas” respondí
“miren, como gratitud les dejo estos $15mil pesos, es por no hacer un escandalo y mucho menos que se entere mi esposa” comento
“tómelos, no los acepto” dije
“mejor agárrenlos, pues si no lo hacen los tirare, además con esto sentiré que mi conciencia se tranquilice.” Agrego
“Pero no me tome como una puta” interrumpio Lili
“no es eso, es por mi tranquilidad” replico
Viendolo fijamente unos segundos, se me ocurrio una idea, explique
“se los vamos a aceptar, pero con una condición” dije
“¿Cuál es esa condición?” pregunto
“Que mi esposa se la chupe mientras yo me la estoy cogiendo” explique
“no se que decir” decía temerosamente
Lili lo tomo de la mano y dijo: “pues si”
Parándose, mi esposa le desabotono el pantalón, se lo bajo hasta un poco mas debajo de las rodillas, ayudándolo a sentarse en el sillo, yo aproveche para desnudarme y de paso quitarle la ropa a mi mujer, así podríamos hacerlo como se debe.
Lili se metió todo su pene en la boca, Don Armando se quedo estatico, solo daba unos gemidos cortos. Aprovechando esto le meti la verga de nueva cuenta en la vagina, aquí note que la panocha de Lili estaba ya muy mojada.
El momento era demasiado cachondo, ella mamandosela a el y yo dándole mi verga en la panocha. Don Armando se retorcia al sentir lo caliente de la boca de Lili, pues mi esposa le gusto mamar una verga, si lo dire yo que soy quien ha disfrutado muchas veces he disfrutado de ellas.
Lili se incorporo, sacándose mi verga de la panocha y por obvias razones la de Don Armando de su boquita. Invitándonos a seguirla nos llevo hasta la recamara. Se recostó boca debajo de la cama, su cabeza quedo en la orilla de la cama y sus nalgotas a mediación de la misma
“vengase Don Armando, déjeme mamársela, y tu mi amor métemela así como estoy” dijo
No tardos ni perezosos ambos tomamos nuestras posiciones como ella lo había indicado, Don Armando le metió todo su pene erecto en la boca y yo le meti el mio en la panocha, quedando ella abierta de piernas de una manera sexy.
Mis embestidas aumentaron al oir que Don Armando gemia con la delicia de mamadas dadas por mi Lili, ella se lo ensalivaba desde la punta hasta la base del mismo y sus manos acariciaban sus pelotas
“me voy a venir mijita, déjame, sacatelo de la boca” dijo don Armando
Los dos hombres tuvimos una eyaculación encima de ella, mi semen se quedo en su espalda y el de don armando le baño en la cara y parte del cabello.