Alejandra Arriaga
09/08/2017

Las mujeres tienden a migrar más de la informalidad a los empleos formales que los hombres.


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Tener un empleo formal en México tiene sus beneficios: los trabajadores cuentan con seguridad social, prestaciones y la posibilidad de tener un crédito para comprar una casa. Sin embargo, muchos mexicanos ven en el sector informal, por exclusión o por elección, una opción de vida.

En México, solo 4 de cada 10 trabajadores son formales y el resto está entre la informalidad, la desocupación o la Población No Económicamente Activa (PNEA), según datos del estudio Movilidad y formalidad laboral en México de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

Además de que son pocos, los trabajadores en México son formales solo por un periodo de tiempo y no durante toda su vida. ¿Por qué? La mayoría ha migrado en algún momento hacia la informalidad.

El estudio revela que 2 de cada 10 trabajadores formales deja de serlo en el corto plazo, es decir, después de 5 trimestres (1 año y 3 meses). Y, ¿a dónde se van? Las estadísticas son variadas: las mujeres se movilizan a la PNEA y a la informalidad, mientras que los hombres transitan primordialmente al sector informal, según datos de la Consar.

Por otro lado, las mujeres mexicanas tienen a migrar más de la informalidad a los empleos formales que los hombres. Así 4 de cada 10 mujeres deja de ser empleada informal después de 5 trimestres, mientras que solo 2 de cada 10 hombres dejan de ser trabajadores informales en el mismo periodo.


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Y la mala noticia es que los trabajadores informales no regresan a los beneficios de los empleos formales, sino que "dejan de pertenecer a dicho sector, tanto mujeres como hombres, y transitan en gran medida a la PNEA".

Pero, ¿por qué migran los trabajadores a la informalidad? Hay dos razones que explican esta migración: exclusión laboral y la visión de que en el sector informal hay una salida o beneficio real.

La teoría de la exclusión plantea que hay informalidad porque es difícil para un trabajador situarse en el sector formal debido a la segmentación del mercado laboral mexicano. Esto significa que los empleos están polarizados así: trabajadores con buen salario en empresas con utilidades altas y todos los que no pueden acceder a estos empleos.

"Existen trabajadores o empresas que, dadas sus características, obtendrían mayores beneficios en la formalidad; sin embargo, existen condiciones que impiden situarse en esta categoría, por lo que se genera una economía dual en la que la informalidad es vista como un sector residual", se lee en el estudio.


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La otra razón que explica la migración a la informalidad es por elección cuando las empresas o trabajadores obtienen un beneficio al ser informales y deciden pertenecer a este sector.

"Los trabajadores, empresas y familias eligen un nivel óptimo de adaptación a las instituciones en función de su valoración costo-beneficio en la formalidad, y con frecuencia deciden no pertenecer a este sector", dice la Consar.

Entre los beneficios que podría representar la informalidad para los trabajadores mexicanos está evadir el registro ante instituciones gubernamentales y, con ello, disminuir el pago de impuestos y contribuciones a la seguridad social.

"Los trabajadores formales pagan impuestos y contribuyen a la seguridad social, mientras que los trabajadores informales evaden estos gastos y además reciben ayuda asistencial del gobierno; esta asimetría incentiva a que los trabajadores se movilicen a la informalidad", se lee en el estudio.

Esto significa que muchos trabajadores mexicanos eligen la informalidad porque no pueden acceder a un trabajo formal o porque ven un mayor beneficio en saltarse los trámites gubernamentales y no pagar impuestos y seguir teniendo un ingreso.


Fuente


Lo que creo muchos sabemos, aunque no hagamos ningún estudio: la informalidad sirve de "caballo de batalla", ariete, movilizador, a los políticos -TODOS, SIN EXCEPCIÓN- para satisfacer sus agendas personales de PODER. El país les interesa un soberano cacahuate, digan lo que digan, y por más "baños de pureza" (o beatificación) que se den. Ni DERECHA, ni disque IZQUIERDA, todo se resume a una palabra: PODER, ¡a como de lugar! Por eso es que en paises como Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Dinamarca, Holanda, Corea del Sur, Canadá, el nivel de ocupación informal es ínfimo: se prioriza el interés nacional por sobre los intereses personales de quienes quieren estar en el poder "sí-o-sí".

Llama la atención que sean cifras del mismo gobierno las que contradigan las alegres cuentas de Pena Miento.

Y, de nuevo, para ardor de los machos alfa, son las mujeres las que alzan la mano en eso de hacer mejor las cosas.